La
segunda entrega del enfrentamiento entre California y Alabama en la final de la
Batalla de los Estados®
discurre con un leit motiv
unificador: las canciones deberán ser One
Hit Wonders y, como añadido, interpretadas por artistas negros, en un
intento de elaborar un esbozo de la evolución de la Black Music.
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Recuerdo
que el primer duelo dejó un 0-1 favorable a Alabama.
Por
fin, después de más de un año, llega la final de la Batalla de los Estados®.
California
y Alabama (Estados costeros y del sur) se enfrentan al mejor de siete.
Todo
es posible.
Nos
vamos a un lugar en el que están con el corazón dividido: las Alabama Hills, un
conjunto de colinas situadas en el sur de California, cerca de la frontera con
Nevada, escenario de algunas películas: “El
llanero solitario”, “Django
desencadenado”, “Iron Man”, “Gladiator” (algunas partes, no la película
al completo), en las que su majestuoso paradigma natural se ofrece como fuente
de inspiración.
Y
tenemos la certeza de que serán algo más que neutrales.
No
sé muy bien cómo conocí a Sondre Lerche,
pero supongo que sería por la BSO de “Dan
in Real Life”, una película que no recuerdo haber visto, pero de la que
incluí una canción, “To
Be Surprised” en esta memoria externa que es mi blog.
Ahora,
cuando hay un cambio de paradigma y leo a personas que dudan de la conveniencia
del esfuerzo de mantener activo un espacio que parece que nadie visita; cuando compruebo
que muchos han claudicado y hace mucho que no actualizan sus páginas (y es
seguro que no lo harán); cuando se extiende esa sensación de que las RR SS se
lo han comido todo y la voracidad de un tipo extraño con más ego que dinero puede
permitirse el lujo de apropiarse de una de las más activas con el propósito de
modelarla; cuando llevo casi un año dándole vueltas a qué hacer, cómo hacerlo
(y, muy en especial, para qué) me doy cuenta que mi
memoria es tan frágil que, al menos, subir cosas aquí sirve para que algún día,
si necesito encontrar algo, sepa dónde buscar.
No
siempre sirve (y dudo de si será suficiente), pero tengo la certeza de que es
algo.
A
estas alturas ya no hay muchas cosas que mantengan una cierta solidez.
Viene
todo esto motivado por la publicación del disco más reciente de Sondre Lerche,
lo que supe gracias a mi amigo Juanjo
Frontera, que reseñó el disco
para Muzikalia. Tiene la virtud de
abrirme caminos, de señalar hitos, de separar el grano de la paja. Y me consta que
a veces se siente sólo, porque ir con un machete, abriendo sendas, marcando
hitos, desgranando, es una tarea difícil de cojones.
Lo
corroboro a menudo cuando voy por cualquier carretera y me enerva echar en
falta el trabajo de las desbrozadoras para mantener aseados los límites,
invadidos por la vegetación.
Este
disco, desbordante, excesivo, con canciones que se extienden y progresan (justo
cuando acabo de hacer un episodio glosando
la conveniencia de la brevedad) es una muestra de contradicción, pero si
hay algo que tengo claro es que la diversidad es mucho más interesante, mucho
más rica, mucho más divertida.
Juanjo
dibuja la sombra de Paddy McAloon y
me doy cuenta de que nunca soy capaz de identificar las influencias (pese a que
sí pueda reconocerlas).
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Y
quería hacer algo más.
Buscar
otros artistas de Bergen, el lugar donde nacieron Sondre y AURORA.
Kings of Convenience: “Fever” (2021 - Peace
or Love)
Dicen
que vuelven las canciones cortas, como vuelven los singles, y hay quien lo achaca a la reproducción en streaming, o al ansia de consumirlo todo
o, por decir algo, a la efervescencia y lo efímero de las modas.
Pero
yo sostengo la tesis de que no es más que a una vuelta a los orígenes: cuando
surgió el negocio de la música popular, éstas se distribuían por la radio y las
canciones eran breves.
Dos
minutos era tiempo suficiente para encumbrar a los que hoy recordamos como los
más grandes.
Y
en la espera del inicio de la final de la Batalla
de los Estados® (que disputarán California y Alabama) escuchamos
canciones que no llegan al minuto y medio.