La
pasión por la música y el baile es el nexo que une a los protagonistas, en un recorrido
de cincuenta años, desde cuatro procedencias diferentes. Comienza antes del
inicio de la II Guerra Mundial y concluye en una interpretación del Bolero de Ravel, en París, donde, al ritmo de su dramático crescendo, convergen las tramas que han
ido desarrollándose en la película.
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Trama
Cuatro
líneas familiares se despliegan y se entrecruzan.
Familia rusa
En
1936, se realiza la prueba definitiva para elegir a la primera bailarina de la
Compañía de ballet del Bolshói, en Moscú. Uno de los jurados, Boris Itovitch
(Jorge Donn), cae subyugado ante la
belleza y el talento de una de las dos aspirantes, Tatiana (Rita Poelvoorde),
mientras contempla como ambas bailan.
Se
casan. Boris muere en la
guerra. Su hijo, Sergei, se
convertirá en un extraordinario bailarín. Su figura puede estar inspirada en Rudolf Nureyev.
Familia alemana
En
Berlín, antes de la guerra, Karl Kremer
(Daniel Olbrychski) interpreta la Sonata para piano, nº 14 (Claro de luna),
de Ludwig van Beethoven, para el Führer.
Años
más tarde, el teatro en el que se iba representar la Sinfonía nº 1, de Johannes
Brahms, ha tenido que colgar el cartel de “No hay asientos”. A la hora de empezar, el teatro está vacío, a
excepción de dos críticos, únicos espectadores de la función.
Unos
pasquines lanzados al finalizar la obra, muestran el momento que perseguirá al
director toda su vida. Parece inspirado en Herbert
von Karajan.
Familia norteamericana
Jack
Glenn (James Caan) dirige una big band. Está casado con una cantante francesa, Suzanne (Géraldine Chaplin).
Durante
la guerra, Jack debe dirigir una
orquesta para las tropas americanas desplegadas en Europa. Recuerda a Glenn Miller.
Familia francesa
Una
violinista del Folies Bergère, Anne (Nicole Garcia) se enamora del nuevo pianista, Simon Meyer (Robert Hossein).
Se casan y tienen un hijo. Al ser judíos, son capturados y, en una conmovedora
escena, cuando se dirigían al campo de concentración, dejan a su hijo en la vía
mientras el tren efectúa una parada. Al sobrevivir, Anne pasa el resto de su vida buscando a su hijo.
Dirección
Claude Lelouch ya había conseguido un extraordinario éxito
internacional, en 1966, con “Un homme et une
femme”, logrando el Óscar a la mejor película de habla no inglesa.
Se
la recuerda por sus protagonistas, Anouk
Aimée y Jean–Louis Trintignant
y, especialmente, por la canción, compuesta por Francis Lai y cantada por Pierre
Barouh y Nicole Croisille, que
se convertiría en ubicua.
Impresión
“Les uns et les autres” es una obra colosal; un intento de explicar que la
vida, con sus tragedias cotidianas y sus inmensas alegrías, es un esfuerzo
continuo.
Los
que han hecho de su vocación, y su talento, su forma de vida, tienen que
afrontar las mismas dificultades que el resto, pero ellos pueden suponer un
consuelo en la vida de otros.
Tienen
sus propios recuerdos y están asociados a las vivencias de muchos más.
He
conseguido encontrar la película, en seis partes, en VO francesa subtitulada
(en japonés).
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El
arte dota de mayor sentido a la experiencia humana: alimenta la sensibilidad
que todos tenemos. Unos pueden ser
creadores o intérpretes; los otros,
asisten a su expresión y disfrutan del resultado. El arte es intemporal: en su
esencia se encuentra la verdadera grandeza de la humanidad y nuestra capacidad
para crear, transmitir y apreciar emociones.
Las
seis formas clásicas de arte son: arquitectura, danza, escultura, música,
pintura y literatura. Dos de ellas son dinámicas en su concepción. Deben
ejecutarse para poder ser apreciadas. Su relación es profunda: danza y música
se completan y se complementan.
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Mañana
es el Día Internacional de la Danza, establecido por la Unesco en 1982, en homenaje a Jean–Georges
Noverre, considerado el creador del ballet moderno. Hoy, como domingo más
próximo, se han organizado múltiples actividades en todo el mundo, tratando de
acercar este arte a un público más amplio, saliendo de los recintos en las que
se desarrollan los ensayos. La que estaba previsto realizarse en Gijón, y a la
que yo pensaba acudir, se ha visto suspendida por el tiempo.
Este
repaso a una película que recuerdo haber visto y la honda impresión que causó
en mí, es mi forma de agradecer, profundamente, la continua labor que Elisa Novo y Estela Marta Rodríguez están realizando con nuestros hijos Martín y
Luis. Ballet y piano hacen que se desarrolle en ellos su faceta artística y se
conviertan en mejores, y más relevantes, personas.
Aprenden
la importancia del esfuerzo y aprecian el cariño que se les profesa.