Esta
semana se plantea un duelo desigual en City
WARS®.
Una
gran ciudad del norte industrial (Chicago; la tercera ciudad más poblada en
USA) se enfrenta a una mediana ciudad sureña (Macon; la capital mundial del
cerezo).
No
sé. Quizá podría decir que nada podría sorprender a los que seguimos a JRW
desde su debut en 2019, pero es evidente que no sonará a cierto cuando su 4º
LP, del año pasado, surgió como una idea loca tal que “¿cómo sonaría Whitney Houston
versionada por los Blues Brothers?
Y
dado que ni Belushi, ni Aykroyd estaban disponibles, JRW hizo
de todas (y, ya puestos, de Dolores O’Riordan,
Cher, Janis Joplin, Joni Mitchell,
Q Lazzarus, Sinéad O’Connor, Dolly
Parton, Beyoncé, Regina Spektor, y de Lizzo).
Un
nuevo duelo en City WARS®,
tras el paréntesis televisivo de la semana pasada.
Hoy
se enfrentan, Nashville (la capital de Tennessee y de la música country), en el sureste de USA, y, en la
esquina noroeste del país, Seattle (ciudad más poblada de Washington y sede del
grunge, la última revolución musical
del siglo XX).
Todo
un portento: cantante, compositora, multiinstrumentista. June ha sabido mezclar
en su música folk, soul, blues, góspel, country, bluegrass y la música de los
Apalaches.
Y
ha tenido la deferencia de invitar a una de sus predecesoras (Carla Thomas,
pionera del sello STAX) a
acompañarla en un tema que obtuvo la nominación como mejor canción de música de
raíces, incluido en su disco más reciente, del que esperamos pronta
continuación.
El
Yacht Rock es un género que triunfó a
finales de los ‘70s y principios de los ‘80s, surgido e inspirado por las
costas de California, que animaba a escuchar música relajada en verano,
disfrutando de un paseo en un yate, mecido por las olas del mar, salpicado por
la brisa y el salitre del mar, sintiendo el dulce pasar de las horas alejado de
las preocupaciones cotidianas.
Como
muchos otros movimientos musicales ha sido recuperado por una ola retro y, el mejor compilador de nuestra
tierra, vinculado al mar desde siempre, preparó el pasado verano una
lista de 42 novedades realmente excitantes, de las cuales, su primera
elección es este grupo organizado en torno a Adam Amer.
Dejamos
aparcados, durante una semana, los enfrentamientos en City WARS®, para centrarnos en los que protagonizan en
TV la familia Dutton, propietaria del rancho más grande en USA, ubicado en
Montana y de nombre...
La
familia, dirigida con mano firme por un viudo (Kevin Costner), la forman también sus cuatro hijos: Lee, Jamie,
Kayce y Beth. El mayoral del Rancho, Rip, juega también un papel destacado en
la trama.
Montana,
un Estado extenso y poco poblado, tiene un carácter rural. Depende de la ganadería,
la agricultura, la extracción de madera y minerales. El mantenimiento de una
estructura laboral tradicional ha conservado las montañas, las grandes praderas,
los espectaculares cielos nocturnos y se ha ido convirtiendo en un aliciente
para los que, siendo urbanitas, quieren disfrutar del “último mejor lugar”, visitar el Parque nacional de los Glaciares,
el lugar de la batalla de Little Big Horn,
el Parque Yellowstone, vivir la experiencia vaquera, pescar truchas o tener la
sensación de estar en un Paraíso Natural.
A
Montana se le conoce como el Estado
Tesoro con razón.
Burton Cummings, Randy Bachman, Jim Kale & Garry
Peterson
*****
No
hay mucho acuerdo entre los cuatro miembros del grupo sobre dónde surgió la
canción, pero sí tienen algunas cosas bastante seguras.
Lo
primero es que fue una improvisación mientras actuaban en directo; según parece,
Bachman estaba afinando su guitarra tras haber cambiado una cuerda que se había
roto y tocó un riff que le había
gustado y, para no olvidarlo, se puso a repetirlo sin parar y Kale y Peterson
se le unieron.
Y
también está claro que Cummings se puso a improvisar unas letras y se dieron
cuenta de que estaba quedando algo que merecía la pena y que, además, había un
chaval que grababa el concierto con su cassette portátil (una novedad entonces)
y el caso es que consiguieron la cinta y, gracias a ella, pudieron volver a
repetir una canción que sería un éxito instantáneo tras su publicación.
Y
hay un cierto consenso en que la letra no se oponía a la guerra, ni a USA, sino
que, habiendo comprobado las diferencias entre las chicas canadienses (más
timoratas) y las estadounidenses (más precoces y liberales y que parecía que
envejecían antes) ellos, por alguna razón, preferían a las de su país.
Pero
es sabido que la interpretación de las obras de arte se realiza cuando la
elaboración ha finalizado, lo que da lugar a que puede que no
coincida con las verdaderas motivaciones de sus autores, ni aunque se empeñen
en repetirlo.
La
versión de Kravitz se incluyó en la película de 1999 “Austin Powers: The Spy Who Shagged Me”, protagonizada por Mike Myers y también en la reedición
del disco 5, del año anterior.
En
el vídeo aparece la actriz Heather
Graham, coprotagonista de la película juto a Myers.
Tras
los traspiés de un buscavidas juvenil (incluyendo dos ingresos en el
correccional de menores y su paso, sin demasiado éxito, por el boxeo), estuvo
en The Dominoes (el grupo liderado
por Billy Ward) hasta debutar en
1957 como solista. Lo hizo con material escrito por su colega de guantes, Berry Gordy, que, tras separarse de
Wilson, fundo el sello Motown.
Wilson
era un maestro del espectáculo y figura destacada en la transición del R&B al soul, lo que hace más que justificado el apodo por el que se le
conoció: “Mr. Excitement”.
Su
carrera estaba en declive cuando grabó este tema que le llevaría otra vez a
disfrutar de los favores del gran público.
En
septiembre de 1975 estaba cantando uno de sus grandes éxitos, “Lonely Teardrops”, cuando sufrió un
infarto masivo y se desplomó en el escenario. Los espectadores se pusieron a
rugir, entusiasmados, pensando que era una rutina preparada. El presentador de
la gala, Dick Clark, comprendió que
algo raro pasaba, se acercó a Wilson y, tras devolverle la respiración, se
avisó a una ambulancia y se le trasladó al hospital más cercano. Entró en coma
y estuvo hospitalizado hasta su muerte en enero de 1984. Elvis Presley corrió con gran parte de la minuta, porque ambos se
tenían mutua admiración y respeto.
*****
Tu
amor me llevó más alto
De
lo que había llegado nunca
Así
que sigue así
Apaga
mi deseo
Y
estaré a tu lado para siempre
Cuando
en “Ghostbusters II”, los Cazafantasmas
(Bill Murray, Dan Aykroyd y el resto del elenco) debían poner en marcha a la
estatua de la Libertad empleando una baba cargada de emociones positivas, el
verdadero motor fue poner
a todo volumen a Jackie Wilson cantando en el walkman. Ni Iker Jiménez
podría plantear la más mínima objeción a esta solución nada improvisada.
Recuerdo
perfectamente este disco, porque lo tenía todo.
No
creo que supiera entonces que no era su debut, porque, entre que el predecesor
(Silvertone, 1985) no tuvo mucho éxito, y que no tenía más título que el
nombre del artista (algo frecuente en noveles); así que me quedé enganchado con
un tipo que, repito, lo tenía todo: componía, tenía una voz rutilante, una
intachable presencia y tenía estilo a rabiar.
Y
ahí me quedé, un poco espoleado por la envidia, siguiendo su ejemplar
trayectoria.
Y
preguntándome cómo hacía el batería para que su instrumento sonara así,
empleando escobillas en lugar de baquetas.
Andy Newman, Speedy Keen, Jimmy McCulloch & Pete
Townshend
*****
Pete
Townshend, guitarrista de The Who,
formó una banda alternativa con la que dar la oportunidad a Speedy Keen,
batería y cantante en la banda, de poder interpretar las canciones escritas por
él. Reclutó al pianista Andy ‘Thunderclap’
Newman y al guitarrista Jimmy McCulloch, que en ese momento tenía 15 años.
Publicaron
este sencillo en 1969 y fue un éxito tan inesperado como arrollador que les obligó
a completar un LP al año siguiente, con el que darían carpetazo a una
fulminante y efímera carrera, pero que dejó un himno para la comunidad hippie.
Tom Petty, Mike Campbell, Benmont Tench, Howie Epstein & Stan
Lynch
*****
Como
cambian las cosas en cuestión de años.
En
1993, Tom Petty y su banda, que llevaban publicando discos con gran éxito desde
1976, deciden publicar su primer recopilatorio, tras diecisiete años de carrera. El disco incluía 16 temazos, una
canción nueva —“Mary Jane’s Last Dance”—
y una versión muy fidedigna del himno de los Thunderclap.
El
LP publicado el pasado 23 de junio por la banda liderada por Gourley hace el 9º
en su cuenta, el primero desde hace 6 años, cuando publicaron Woodstock.
*****
Asesino
de sueños
No
seas ingenuo, hay una oscuridad profunda en el ambiente
Sonríe
y saluda mientras te envuelve
O
sumérgete y disfruta del viaje
Hay
un extraño llamando en mi puerta
Un
soldado de juguete regresando a casa de la guerra
Incluía
la canción que los llevó a la fama, “más
grande que la vida” (según la tesis de David
Bowie que motivó la elección de su atípico nombre), pero efímera.
Más
aún si no se la alimenta con la incesante frecuencia que demanda.
La
canción ganaría un Grammy a la “Mejor
interpretación de Grupo o Dúo Pop”.
*****
No
puedo mantener mis manos quietas
Creo
que les quitaré el polvo y las pondré de nuevo en el estante
Ahora
soy un rebelde sólo por diversión
Lo
llevo sintiendo desde 1966
Ahora
soy un rebelde sólo por diversión
Déjame
patearlo como si ahora fuera 1986
Puede
que ya haya terminado pero yo todavía lo siento
Un país como
modo de definir a un grupo (de gente)
Me
dicen que sigo anclado en los ‘70s, en cosas que pasaron hace medio siglo.
Y,
siendo verdad a medias, quiero escuchar una canción de uno de los LPs más
vendidos de todos los tiempos ya que, con más de cuarenta millones de copias,
se encuentra en el Top 10.
La
canción, escrita por Christine McVie, habla de su separación de John McVie, con
el que llevaba ocho años casada. Interpretada junto a Lindsey Buckingham en las
voces solistas, con Mike Fleetwood a las baquetas y Stevie Nicks, resignada,
haciendo voces y sonar la pandereta.
Enfrentamiento
Norte-Sur en la edición de hoy de City
WARS®, donde se verán las caras New Orleans, ciudad mestiza y
con muchas influencias, lo que la dotan de un aire irrepetible, que se
reproduce en sus fabulosas celebraciones.
La
representante del Norte es Cleveland, al borde del lago Eerie, frontera natural
con Canadá. Una ciudad que supo crecer en el siglo XIX cuando su estratégico
emplazamiento permitió un desarrollo industrial y que tras las transformaciones
de los 60’s ha sabido especializarse en el cuidado de la salud y como centro de
actividades culturales.
Ambas
lucirán sus virtudes, tratarán de camuflar sus defectos y buscarán conquistar
al jurado con la fascinante escena musical que atesoran.