Una
ciudad que da nombre a un sonido, el que crearon, entre otros, J.J. Cale y Leon Russell, necesita de nuevos artífices y Beau Roberson (el hombre fuerte en Pilgrim) es una apuesta sólida.
Un
disco espléndido, que se abre con un canto a lo difícil que resulta superar el
alcoholismo y lo imposible que es hacerlo sentado en la barra de un bar.
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Si
hay una luz que brille en la oscuridad
Entonces
se llama Marie
Me
mantiene caminando erguido en lugar de gatear de rodillas
Y
sé que ella está esperando fuera
En
su viejo coche lleno de golpes
Es
tan difícil ver su luz desde la oscuridad del bar
El
9º LP de LaFarge está condicionado por el proceso de gestación, obligado por el
confinamiento que, a él, le pilló en Austin, donde se estaba preparando para la
promoción de su anterior trabajo, Rock Bottom Rhapsody.
Así
que aprovechó las circunstancias y se puso a componer nuevo material.
Buscó
inspiración en lugares distantes (África, Hispanoamérica, Caribe).
Y
quiso que, a diferencia de su melancólico predecesor, poder mostrar en este momento los
beneficios de salir de la oscuridad y encaminarse hacia la luz.
Estuvo
a punto de que el disco se llamara “Siesta
Love”, porque se centra en la idea de ser la banda sonora perfecta de una
tarde de verano; el tipo de música que quieres escuchar mientras te tomas un
combinado con tu pareja.
Ese
plan.
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Tengo
el paraíso en la punta de mis dedos
Y
no pienso dejar que se vaya
Pusiste
un resorte en mi paso
Y
ahora tengo una nueva forma de caminar
También
una nueva forma de hablar
Y
una nueva canción en mi cabeza
Por
ti
No
sé muchas cosas
Pero
sé que alivias mis problemas
Debe
ser eso lo que hace que seas tan buena para mí
Nació
en un pequeño pueblo de North Carolina, de menos de 5000 habitantes.
Le
cuidaban su madre y su abuela. Con sus hermanas iba a la escuela por semana y
los domingos a la iglesia, donde le gustaba el góspel aunque nunca se planteó
subirse a un escenario.
Sus
posibilidades de encontrar un empleo eran escasas, así que se alistó en el
Ejército y fue destinado a Alemania. Allí descubrió el blues que, según afirma, era para él un completo desconocido.
Conoció a una chica alemana, se casaron y Big Daddy Wilson (padre ahora de tres
criaturas) se ha quedado a vivir en Europa.
Nick Usalis, Lexi Goddard, Chris Coleslaw, Eliza Weber, Josh Condon
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El
disco de debut de este quinteto se publicó el 30 de julio, con un par de años
de retraso, por motivos que no se precisa detallar.
Hacen
un country pasado por un tamiz
psicodélico; una senda para la que Gram
Parsons ya había dejado indicaciones.
Y
funciona bien en este mundo moderno en el que, sí, sigue habiendo reuniones de
Alcohólicos Anónimos en las que nunca nadie podría decir que no se agradezca un
blues, aderezadas por la efectiva
combinación de voces de Lexi y Chris, mientras Nick se empeña con la steel guitar.
Me
hace llegar mi amiga Papu esta
canción, de un canadiense que desconocía, lo que me da pie para investigar.
Encuentro
que está sacada de su tercer disco, su vuelta a la escena tras una pausa de
cinco años en los que aprovechó para ordenar su vida (acababa de separarse de
su mujer) y sus ideas (en el disco no se utilizan guitarras, ni se maltrata
ningún animal —creo— en toda la grabación).
Y
resulta sencillo (a mí me ocurre, al menos) encontrar pistas en la canción sobre
la relación con su padre, amante de la música clásica y quien le introdujo en
el amor por la tradición de algunos cantautores quebequeses y que, antes de fundar
una familia, había ejercido el sacerdocio.
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Podría
tener el gusto de creer en nada
Sé
ser feliz
No
hay necesidad de que sigan mi camino
Podría
tener el gusto de creer en nada
Avanzo
en medio de semidioses
O
enemigos tuyos
Sé
que te duele
Eso
te entristece
Verme
huir
Pero
aunque insistas...
Podría
tener el gusto de creer en nada
Tengo
mi propio cielo
Ángeles
sin alas y sacerdotes sin manos
Podría
tener el gusto de creer en nada
Seré
el salvador
De
mi simple felicidad
Podría
tener el gusto de creer en nada
Tengo
el viento en las velas
Mis
propios nombres de estrellas
Y
algunos estribillos míos
Podría
tener el gusto de creer en nada
Y
te pido perdón
Seguiré
siendo tu chico
De
principio a fin
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Reconozco
que, pese a tener un piano de pared en el salón de casa, nunca había caído en
la cuenta de que, al ponerse a tocar, el intérprete transmite la sensación de
estar castigado.
Por
primera vez en los 246 episodios que llevamos enfrascados en los 50 Estados,
nos olvidamos de todo, hasta de La
Batalla de los Estados®, y nos centramos en la actualidad
(musical).
Así
que nuestro menú para hoy consistirá en canciones incluidas en discos recién
publicados (o a punto de hacerlo), interpretados por mujeres.
El
LP se publicó el 3 de septiembre, pero el run-rún
había empezado antes.
Lo
había hecho tras la publicación de su primer sencillo, justo dos días después
del asesinato de George Floyd en
Minneapolis. La canción se incardinaba en los sentimientos que condujeron al Black Lives Matter.
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La
carga reivindicativa es evidente.
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¿Por
qué quieres volar, mirlo?
Nunca
vas a volar
No
hay lugar lo suficientemente grande para contener
La
canción fue escrita por Nina Simone y publicada en 1963 por el sello Colpix, para el que grababa entonces.
Poco después se marcharía a Philips
y la canción se incluye en un disco deslavazado que recoge cosas sueltas que no
habían salido en LP.
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El
tema, con un reiterativo bajo y sus palmadas como único acompañamiento a la voz
de Simone, tuvo también un lugar destacado en el Movimiento de los Derechos
Civiles, en 1964.
El
disco de Marley Munroe (la mujer que
se convierte en Lady Blackbird) es una espléndida exposición de cómo se puede deambular
en la frontera entre el jazz y el soul, ese territorio tan esquivo, y
hacerlo de una forma mucho más que digna.
Puede
que calificarla de respetuosa sea un acierto.
Pero
es innovadora y moderna.
Leer
a los clásicos y reinterpretarlos, no es nada fácil de conseguir.
Es
probable que ni sea la más vieja del mundo, ni la más frecuente, pero seguro
que se han dado casos parecidos.
No
muchos, espero.
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Todo
empieza con un par de amigos que, estudiando en la Universidad del Norte de
Texas, en Denton (ciudad enclavada en el complejo urbanístico de Dallas / Fort
Worth), deciden que quieren grabar un disco y que el mejor lugar para hacerlo
es Los Angeles.
Allí
se van. Fichan por Warner y preparan material que produce Mike Elizondo con la intención de publicarse en 2015.
Pero,
y esto es lo sorprendente de la historia, el disco no ve la luz, pese a la
calidad de las canciones y la relevancia de algunos músicos y escritores que intervinieron
en el proceso.
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Ahora,
superadas las restricciones impuestas por la pandemia, cuando el mundo parece
querer volver a rodar, Omnivore Records,
un sello especializado en reediciones y tomas descartadas ha conseguido que, el
13 de agosto se publicase, lo que es una señal espléndida, porque el disco es
un puro deleite.
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Elizondo
le enseñó la canción “Texas Time” a Keith Urban, que decidió incluirla en
su 11º LP, Graffiti U. Al no editarse como single no supone grandes ingresos por copyright, pero Max y Drew disfrutan sabiendo que hay muchas
jovencitas que preparan
rutinas de baile al ritmo de su canción.
Las
chicas de New York pueden ser muy bonitas
Pero
paso frío viviendo en la ciudad
Entonces
tuve que largarme
He
estado en el Oeste de California
Las
noches de verano y las chicas son allí mucho más calientes
Pero
no tienen cuidado
Sin
embargo, conozco un lugar donde la gente sonríe
Hacen
que todo resulte sencillo
Ya
hace un tiempo desde que me he ido
Y
ahora es el momento de volver a casa
Dame
una camiseta mojada sobre un cuerpo caliente de verdad
Un
artista que se dosifica con sabiduría, lo que redunda en lo agradecidas que son
sus entregas para los, me temo, escasos (pero devotos) seguidores del trovador
de Nueva Inglaterra.
Yo
lo soy desde 2013, desde Dear Mark J.Mulcahy, I Love You.
Y
así sigo, siguiéndole.
Hoy
el random del reproductor me ofreció
esta pequeña delicia, intensificada por el contraste con la dulce voz de Rain Phoenix.
Quiero
compartirla contigo.
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Salgo
de casa
Me
llevo el perro a dar un paseo
Volveré
en un momento
Cariño,
guárdame un trozo de tarta
Estoy
enamorado
Vive
a la vuelta de la esquina
Tengo
que verle
Prometo
que volveré a casa temprano
Pero
por la forma absurda en que ocurren las cosas
Yo
era el único que no sabía
Que
nuestro amor no era suficiente
Otra
vez este malvado mundo hace de las suyas
Me
quedé dormido esta mañana
Esperando
el autobús local
Me
fui a la cama demasiado tarde
Me
levanté demasiado temprano
Conduzco
por la ciudad contigo
Haciendo
cosas que hacen los demonios
Escapar
no me preocupa
Quiero
ir más lento
Disminuir
la velocidad mientras este malvado mundo gira