"El
objetivo principal de la educación es crear hombres
que sean
capaces de hacer cosas nuevas,
no repetir
simplemente lo que han hecho las otras generaciones,
hombres
que sean creativos, inventivos y descubridores".
Jean
Piaget
Génesis: “En el principio”
Ben
Braddock
está en las nubes.
No
se trata de una forma de hablar.
Es
real.
Acaba
de graduarse en una de las Universidades americanas de más prestigio; no se
menciona, pero todo hace suponer que se trata de alguna de las ocho que
conforman la Ivy League (Brown,
Columbia, Cornell, Dartmouth, Harvard, Pennsylvania, Princeton y Yale), un
círculo concéntrico que se cierra en el nordeste USA y que constituye el club
más exclusivo que el adiestramiento moderno haya logrado forjar.
Y,
tras haberse graduado con méritos y honores (obteniendo un premio por su
esfuerzo; reconocimiento a su talento), vuelve a la casa de sus padres, en Pasadena, California, para disfrutar de un bien ganado descanso entre los
suyos.
Tras
aterrizar, se desliza por el aeropuerto, tal como su maleta.
Se
desplaza al domicilio familiar y sube
a su habitación.
Es
la secuencia inicial de “El graduado”
(“The graduate”), segundo
largometraje dirigido por Mike Nichols
en 1967, tras su celebradísimo debut, “Who’s
afraid of Virginia Woolf?”.
*****
Ben
Braddock
está in albis.
Se
sienta, delante de la pecera que tiene en su cuarto.
Su
padre sube a hablar con él.
— ¡Eh! ¿Qué te pasa? Los
invitados están abajo, Ben, esperando verte.
— Papá, ¿no podrías decirles que deseo estar solo un rato?
— Son todos buenos amigos.
Muchos de ellos te conocen desde…, ¡bueno!, prácticamente desde que naciste.
— …
— ¿Qué te pasa, Ben?
— Sólo que…
— ¿Estás preocupado?
— ¡Uf! …pues sí.
— ¿Por qué estás
preocupado?
— Creo que por mi futuro.
— ¡Hum! ¿Y a santo de qué?
— No lo sé. Quisiera ser …
— Ser ¿qué?
— ...diferente.
— ¿Ocurre algo?
— No, no. Ya íbamos a
bajar.
— Han venido los Carlson…
— ¿Ah, sí? ¡Bien,
magnífico!
— ¡Y han venido desde
Tarsana! ¡Vamos!, hace rato que te esperan.
— Que agradable es en la
vida poder contar con buenos amigos.
Aunque
la escena se prolonga, el plano fijo, enfocando un cuadro de dudoso gusto,
muestra el aspecto interior de Ben.
Ha
completado su formación. Ya es todo un hombre.
*****
Ben
Braddock
está en el limbo.
Ben (interpretado por Dustin Hoffman en su debut en el cine) acompaña a Mrs. Robinson (Anne Bancroft) a su domicilio.
Ella,
amiga de sus padres y poco dada a mantenerse fiel a las convenciones, ha
apreciado el cambio en Ben, quien
muestra que, habrá leído muchas páginas en sus libros de texto, pero le falta
echar algún vistazo a las páginas de la vida. Es sonrojante su ingenuidad,
siendo el único que no se percata de la seducción a que le somete la más
clásica MILF del cine.
El
juego no se completará en el hall de
la familia Robinson; deberán ascender a la planta superior, donde se
encuentran los dormitorios.
*****
Ben
Braddock
está inmerso.
Ha
aterrizado. Ha bajado de su habitación. Ha descendido de la habitación de los Robinson.
Ahora
debe integrarse en la sociedad.
Sus
padres le embuten en un traje de buzo que le da autonomía (subacuática).
Pero
él no quiere alcanzar la independencia.
Ha
pasado de estar sujeto por sus padres a estar sometido por su ilícita amante.
*****
Ben
Braddock
está confundido.
Ha
cogido gusto a la piscina y no quiere salir de ella.
Dedicará
el verano al dolce far niente.
Si
en lugar de estar circunscrito a la piscina familiar, rodeado de barbacoas,
hubiera ido a la playa, podría parecer una promoción del verano español.
*****
Ben
Braddock
está en un proceso de cambio.
Ha
comprendido, al fin.
Quiere a Elaine (Katharine Ross).
Quiere
llegar hasta ella.
Quiere
estar con ella.
Debe
darse prisa. Puede ser demasiado tarde.
Ella
puede no estar de acuerdo.
Es
lo único que tendrá importancia.
En
la última fila de un autobús que se dirige a ninguna parte, adquieres verdadera
conciencia de que sigues careciendo de plan.
Pero
tienes compañía.
Has
forjado un vínculo.
*****
Ben
Braddock
está indeciso.
La
película fue recibida con gran éxito de público y crítica.
Se
le asignó la etiqueta de contracultura,
como forma de clasificar a aquellas que pretendían dar una nueva visión, desde
el cine, a los problemas de una sociedad que cambiaba.
Los
tres vértices del irregular triángulo protagonista conforman las metáforas de
los cambios que caracterizaron una época convulsa:
— Mrs. Robinson no sabe qué hacer, a su edad. Desengañada con la vida
cómoda que está viviendo, le parece turbador seducir a un joven triunfador y
engañar a su marido.
— Ben no sabe qué hacer, con su tiempo. Una vida programada resulta
más cómoda, dada la facilidad de aceptar (o rechazar) los planes ajenos, que
cuando es uno mismo el que debe concretar sus propósitos.
— Elaine no sabe qué hacer. Nadie le animó a realizar preguntas. Su
comodidad se muestra como su cautiverio.
Más
allá de la seducción provocada por una mujer madura, activa, depravada, alcohólica
confesa e inmoral, en la que un imberbe cae atrapado sin poder resistirse, la
película muestra las fisuras de una sociedad que se resquebraja, al haber
renunciado a sus tradiciones.
“Son los
campesinos quienes conservan las tradiciones
en los
campos de batalla o de la construcción de iglesias;
son ellos
quienes recuerdan, en tanto que se recuerdan,
las
apariciones de las hadas o las maravillas más solemnes de los santos.
En las
clases superiores lo sobrenatural ha sido eliminado por el desdén”.
G. K.
Chesterton
El
desdén.
*****
Ben
Braddock
no se entera.
La
película está ambientada en el verano de 1967 (“el verano del amor”). Su banda sonora fue un LP, en el que un grupo
que se alejaba de los escenarios se transformaba en una banda ficticia que
dejaba aparcada la corbata y la chaqueta para enfundarse un uniforme multicolor,
charreteras y bigote, tocar en parques públicos, con sus corazones solitarios y un sargento especiado al frente.
Había
que ir a San Francisco. Era el momento de hacerlo.
Ben había cruzado el país. Se había hecho
un coast-to-coast, para llegar desde
Yale, pongamos por caso, hasta Pasadena.
"Ocho horas y media" |
Y
fue incapaz de irse a Frisco, en el mismo estado.
"Poco más de una hora" |
Del
16 al 18 de junio de 1967 se celebró el Monterey International Pop Music
Festival, en Monterey, California; considerado por todos los entendidos como el
precursor de Woosdtock, un par de años antes. Allí triunfó como un coloso Otis Redding, pocos meses antes de morir
al estrellarse la avioneta en que viajaba.
Al
lado de la casa de Ben.
Se
perdió una oportunidad irrepetible, con tanta visita al hotel Taft.
Si
es que está a tiro de piedra…
"Con el clima californiano, su descapotable sería un imán rojo" |
La
combinación del LSD, que circulaba con profusión (bajo el nombre en clave “Purple Monterey”), más las lecciones de
Otis, le hubieran permitido —levitar— para alcanzar la sabiduría.
“La
sabiduría es como un zorro al que, tras larga persecución,
al final
cuesta mucho esfuerzo hacer salir de su refugio;
es como un
queso que, cuanto más sabroso es,
más
espesa, más fea y más basta es su corteza,
y en el
que, para un paladar sensato, los gusanos son lo mejor;
es como un
ponche de vino, en el que cuanto más ahondas más dulce lo encuentras.
La
sabiduría es como una gallina, cuyo cacareo debemos saber valorar y considerar,
pues es
acompañado por un huevo;
en fin, es
como una nuez, que, de no ser elegida con juicio,
puede costarte
un diente y dispensarte nada menos que un gusano”.
Jonathan
Swift
La
mejor forma de alcanzar la satisfacción es empleando la ternura; convierte al
amor en algo duradero.
*****
Todo
lo bueno se acaba.
El
inicio de las clases trajo el fin del verano.
El
6 de octubre de 1967 se celebraron sus funerales, en el distrito de Haight–Ashbury.
*****
Ben Braddock trabajó duro.
Tras
haberse aplicado en seguir el plan que su padre había diseñado para él, Ben descubre que su graduación no era
una meta; era una etapa, decisiva, pero no la más importante.
Era
una puerta: la transición a la vida adulta. En ella, debería lograr algo más
difícil que ser autónomo. Tendría que ser independiente.
Y,
del mismo modo que hicieron sus padres, comprendió que la única forma de ser
independiente, era siendo dependiente.
Forjando
un vínculo estrecho, incondicional, que permitiera desentrañar las desconocidas
circunstancias que le depararía el futuro.
Quizá
intentara reproducirse junto a Elaine.
Recaería
sobre ambos la responsabilidad de educar a sus hijos.
Mirar
los referentes aprendidos en la familia y transmitirlos a su descendencia.
El
mensaje más contracultural que se pudo contar en los ‘60s.
Que,
casi 50 años después, sigue siendo innovador y transgresor.
“Existe una inteligencia común a todos
los individuos.
Cada ser humano es una puerta de entrada tanto
para lo idéntico como para sus semejantes.
Quien accede a la libertad de la razón se
convierte en hombre libre de la herencia de ésta.
Puede pensar lo que pensó Platón, puede sentir lo que sintió el
hombre santo,
puede entender todo lo que ha acontecido
a cualquier persona.
Quien tiene acceso a esa mente universal
participa de todo lo que existe y
todo lo que puede suceder, pues ésta es
el elemento único y soberano”.
Ralph
Waldo Emerson
*****
Nos
obsesionamos por encontrar respuestas, mientras tememos hacernos preguntas.
Una
vez que Ben es capaz de decidirse a hacer algo; una vez que ha superado la
fase en que necesitaba ser empujado o arrastrado para convertirse en su propio
motor, el gesto contrito que DH mostraba todo el tiempo, cambia.
Ya
no está contenido, comedido o sobrio; el dique que retenía su pasión se ha
desbordado.
*****
En
la siguiente etapa de esta serie, su trayectoria interpretativa será analizada.
Mostraré
cómo el control de sus emociones será determinante en su formación.
Eso
espero, al menos. Es mi propósito. Estáis invitados.
*****
Esta entrada es la nº 600 de este blog.
Gracias a todos.