martes, 29 de mayo de 2012

Exceso de ruido

Hace poco, un amigo me invitaba a participar en un grupo en facebook que trataba intereses comunes. Me apunté, animado, tratando de aportar mis ideas al debate general y con la intención de escuchar las del resto de los participantes en lo que asumía que podía ser provechoso para todos y estimulante en su desarrollo.

Eso que llaman la colaboración, o la creación distribuida. Para los que les gusten más los términos en inglés: crowdsourcing.

Una idea ciertamente interesante: un lugar (no un foro, sino un ágora) en el que poner en común las experiencias propias y ayudar en la búsqueda de soluciones novedosas.

Rápidamente comprobé que la idea se había deteriorado y que los impulsores del proyecto habían quedado relegados a un segundo plano, superados ampliamente (en número y en actividad) por los que se están erigiendo en protagonistas del proceso de relación digital: los llamados social manager (o nombres parecidos) que, en un intento desesperado para ellos y los demás, lo único que terminan es haciendo ruido.

"Peligro: ruido" Foto: skyloader

El proceso asociacionista es realmente complejo: tratar de aunar las voluntades (diferentes, desde su propia concepción) de personas que tienen voluntad propia y que han querido —autónomamente— liderar su propio proyecto, se convierte en una tarea difícilmente viable. Se presentan varios obstáculos:

1 — El que, sólo, quiere vender su marca (servicio o producto).
2 — El que trata de aprovechar particularmente los beneficios que se pudieran conseguir para todos.
3 — El que busca notoriedad.
4 — El que trata de que el proyecto fracase, porque cree que los avances colectivos le perjudican en lo individual.
5 — El intruso.

No quiero seguir avanzando por esta línea que, dejo abierta aquí, para que, quien tenga interés, pueda encontrar lugares  por donde continuar.


El punto en que me había quedado es que hay gente que provoca ruido. Ya se apuntó en otro sitio una definición de ruido. En mi caso, la abundancia de charla hueca (la que realizan, con exceso de aparato, los protagonistas del nuevo espacio de relaciones, caracterizada por la búsqueda del movimiento continuo, sin ninguna selección; sin filtro), generó una conducta de evitación: dimití (me encanta hacerlo) del grupo y dejé que siguieran su camino, aunque me perdiera cosas interesantes que pudieran tener valor para mí.


Escribo esto cuando me acabo de levantar dándole vueltas a estas ideas. Por la dedicación (buscada y voluntaria) que le pongo al blog, me pasa a menudo. Me despierto, porque trabajo en algunas ideas. Gracias a un maestro he entendido que lo que me preocupa no es el pasado, lo que no me convierte en rumiante y que, al ocuparme de cosas externas a mí (y con una finalidad orientada a otros), no me provoca ansiedad por el futuro. Algo parecido.

Pero en mis divagaciones he llegado a una conclusión demoledora: soy, para algunos, lo que otros son para mí.

Y ahora, como si esto fuera el final de Sospechosos habituales o El club de la lucha, las piezas empiezan a encajar. Recuerdo los mensajes y las palabras, los comentarios y los hechos, desde una perspectiva diferente.

Ahora me doy cuenta de que el que hacía ruido era yo.


También recuerdo cuando empecé y me puse un plazo. Primero eran cien entradas, luego llegar a cumplir un año.

Ambos plazos se han cumplido. He estado mirando el blog, lo que he avanzado hasta ahora.

Pero no sé cómo quiero seguir. Y quiero tomarme un descanso para saber qué hacer.

El año ha sido increíble para mí, pero no quiero convertir el resto de mi vida en una repetición sin sentido de lo que una vez hice y me gustó.

De momento, lo dejo.

lunes, 28 de mayo de 2012

Siempre quise tener un coche rojo


    Papá, ¿te gusta conducir?
    Sí. Por eso nunca cojo el coche en ciudad.

"Atasco" Foto: Olga Díez (Caliope)

Muchos creen posible un futuro idílico, con menos coches.

La mayoría imagina que son los otros los que habrán dejado de usarlo, porque ellos siguen viéndose usándolo todos los días.

“Las alternativas —transporte público, moto, bicicleta, caminar—, no son para mí. Pero creo que los demás deberían usarlas”.


Usar el coche como forma de transporte diario es irracional. Ya sé que quienes lo hacen tienen una respuesta razonada, pero eso no evita su irracionalidad.


En el uso del coche se encuentra la esencia del pensamiento antisocial: todos tenemos soluciones que encontramos válidas para los demás, pero que nos cuesta aplicar en nosotros.

En algunos casos, determinados individuos manifiestan comportamientos que transcienden la consideración de antisocial, para convertirse directamente en psicopáticos, lo que les debería incapacitar para hacerlo.

Conducir es un privilegio, no un derecho.

Para acceder a su posibilidad, deben cumplirse unos trámites y —además de conocer el código de circulación, demostrar una cierta pericia y mantener una mínima capacidad sensorial— debería de realizarse un examen psicológico que descartara —de antemano— la posibilidad de obtener la licencia a quien poseyera determinados rasgos de forma incipiente —o manifiesta—.

La inhabilitación, también, debería ser aplicada más a menudo.


Conducir es una actividad extremadamente compleja en la que intervienen demasiados factores. En los externos (resto de conductores, condiciones climáticas y de la carretera), no podemos intervenir.

En los propios, debemos evitar las rutinas. Cuando realizamos algo de forma repetida, tendemos a incorporarlo a una rutina. Eso hace que dejemos de prestarle atención. En el coche, la falta de atención es el principal peligro.

¿Cómo hago para que, el mismo recorrido diario, no se convierta en rutinario?

1 — Cambiar, aunque sea de forma mínima, el trayecto. Mantener dos opciones que se alternan.

2 — No fijarse, nunca, en los horarios.

3 — No establecer claves, en el exterior, que avisen si se va tarde o a tiempo.

4 — Tratar de introducir variantes en quién conduce.


Usar el coche, a diario, es una opción.

Pero hay otras.

A veces damos las respuestas por adelantado. Sin pensar.

¿Podrías dejar de utilizar el coche todos los días?

domingo, 27 de mayo de 2012

Destacados 27/05/2012

"Didi" Foto: Jesper2cv

1 - A fondo

Arístides MínguezSoy profesor [en La verdad]
Alegato en defensa de una ocupación incomprendida y, a veces, despreciada.
Muchas tardes llego a casa exhausto y descargo mi mal humor con los míos, pues me resulta difícil no llevarme conmigo mi trabajo y sus problemas implícitos. Me entristece recibir la incomprensión e ingratitud de la sociedad en la que vivo”.
[Profesor]

Guillermo OrtizEl penalti de Eloy (México 86) [en Jot Down]
Cuando España jugaba al fútbol de fábula, pero seguía sin ganar.
Pasarán los goles de Iniesta y Torres y una generación, quizá dos, seguiremos recordando Querétaro y el 5-1. Así de caprichosa es la memoria”.
[México 86]

Iñigo Sáenz de UgarteEl currículum de Obama [en Guerra eterna]
Revisando el vídeo de la candidatura de Obama para la reelección.
El presidente aparece casi siempre en mangas de camisa, arremangado. Los planos justos de Obama en el despacho oval, porque lo que cuenta es verle trabajando. O dando la mano a trabajadores o gente de clase media, casi todos de raza blanca”.
[Obama]

José María BardavíoEl apartamento [en Bañeras en el cine]
La importancia de una bañera. Análisis simbólico.
Y es que de lo que se trata no es de hacerlo de algún obligatorio estilo o modo sino de hacerlo bien. Y aquí Willy Wilder lo ha hecho genial”.
[El apartamento]

MiguelConocimiento en la red [en Boulesis]
Plantea si es necesario mantener los intermediarios, de qué forma y la necesidad de generar (o no) un nuevo modelo de comunicación entre escritores y lectores.
El mundo se ha dado la vuelta en la era de Internet. Ahora no hay filtro alguno y todos podemos poner en común nuestros textos, fotos, videos o cuadros con el resto del mundo. Esto ha sido ensalzado como un proceso de democratización, que no implica necesariamente una pérdida de calidad en los contenidos, pero sí que haya muchos más que no pasarían el más mínimo control sobre la calidad o el valor de los mismos”.
[Intermediarios]

Pau PascualLa insondabilidad del ajedrez [en Libro de Notas]
Apasionante artículo sobre las posibilidades del ajedrez.
El ajedrez es un universo finito y limitado. A primera vista no parece muy grande. El escenario lo forma un espacio bidimensional de solo 64 casillas. Los actores son dieciséis piezas blancas y dieciséis piezas negras de las cuales la mitad son peones”.
[Ajedrez]

2 - Comentarios

Antonio RicoEl teletexto acecha [en 625 ranas]
Hay teletexto para largo.
Algún día el teletexto dominará el mundo. Quizá no mañana, quizá no el mes que viene, pero si algo ha demostrado el teletexto es su infinita paciencia, su capacidad de supervivencia con el único alimento de las escasísimas personas que aprietan el botón equivocado del mando y quedan unos segundos extrañados ante la antediluviana pantalla”.
[Teletexto]

Mauro CadoveLengua. Piedra, papel o cordero [en Rinconete]
Con todas las vocales.
Si curiosean en la red, hallarán inventarios de más de seiscientas palabras”.
[aeiou]

3 - Noticias

4 - Vídeos

AMCREDeath proof – chick habit [en Café Racer]
[Death proof]

Apocalypse nowAtaque en helicópteros
[Apocalypse now]

[Vendaval]

Buenas noches y buena suerteMonólogo final
[TV]

[Propiedad intelectual]

[Estar]

[Rube Goldberg machine]

Junaid ChundrigarDisassembled
[Superhéroes]

Kirby ChamblissVuelo épico
[Volar]

[Kobe Bryant]

Leo HarlemLos deportes de riesgo
[Deportes de riesgo]

[Diferentes]

[Hockey patines]

[Anuncios]

[Insistir]

[Economía]

Rodrigo RojasEl logo de Batman
[Batman]

[Slow motion]

The ProjectManaging XXI
[Formación]

5 - Música

Alabama ShakesHold on
[Alabama Shakes]

April MarchChick habit (Death proof)
[April March]

Bee GeesNight fever
[Bee Gees]

Bee GeesTo love somebody
[Bee Gees]

[Boz Scaggs]

IyeokaSimply falling
[Iyeoka]

James BrownPlease please please
[James Brown]

James CarrTo love somebody
[James Carr]

Jason MrazI won’t give up
[Jason Mraz]

Lipps Inc.Funky town
[Lipps Inc.]

Mercedes SosaGracias a la vida
[Mercedes Sosa]

[Nancy Sinatra]

Ruthie FosterPhenomenal woman
[Ruthie Foster]

The ManhattansKiss and say goodbye
[The Manhattans]

6 - Libros

Javier AvilésLos reconocimientos, de William Gaddis [en El lamento de Portnoy]
[William Gaddis]

7 - Entretenimiento


Etiquetas
[aeiou, Ajedrez, Alabama Shakes, Anuncios, Apocalypse now, April March, Batman, Bee Gees, Boz Scaggs, Death proof, Deportes de riesgo, Diferentes, Economía, El apartamento, Estar, Formación, Hockey patines, Insistir, Intermediarios, Iyeoka, James Brown, James Carr, Jason Mraz, Kobe Bryant, Lipps Inc., Mercedes Sosa, México 86, Nancy Sinatra, Obama, Profesor, Propiedad intelectual, Rube Goldberg machine, Ruthie Foster, Slow motion, Superhéroes, Teletexto, The Manhattans, TV, Vendaval, Volar, William Gaddis]


viernes, 25 de mayo de 2012

Malos tiempos

Cuando el gesto del brazo extendido, la mano abierta y la palma hacia arriba ha dejado, definitivamente, de significar que estás mirando si llueve y se interpreta, siempre, como que estás pidiendo limosna, la lectura que debemos hacer es que son, sin duda, malos tiempos. Aunque no llueva.

"Mano abierta" Foto: ale_subs

Si, aunque todo siga siendo lo mismo, la sensación es que está todo peor, son malos tiempos.

Si los que nunca aparentaban tener problemas, ahora los tienen y, a pesar de que parecía que nunca alteraban su aspecto (sin capa), descubrimos que nunca han dejado de cambiar, estamos ante malos tiempos.

Si la risa se ha convertido en el reducto de los locos, son malos tiempos.


Y eso sí que son golpes bajos.

martes, 22 de mayo de 2012

G8

Reconozco que el chiste es más fácil en bable; sale sólo cuando el número se convierte en letra: GOCHO.


¿Por qué son 10? ¿Y quiénes son? Recordando la final ganada por el Chelsea, narramos, de izquierda a derecha:


Con el número 1, el presidente de la Comisión europea, Jose Manuel Barroso
Con el 2, el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev
Con el 3, el primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda
Con el 4, el primer ministro de Canadá, Stephen Harper
Con el 5, el presidente francés, François Hollande
Con el 6, el presidente de USA, Barack Obama
Con el 7, la canciller alemana, Angela Merkel
Con el 8, el primer ministro británico, David Cameron
Con el 9, el primer ministro de Italia, Mario Monti
Con el 10, el presidente del Consejo europeo, Herman Van Rompuy


Vamos con los detalles. Un vídeo nos lo deja más claro. “Quizás la foto de familia sirva de metáfora”, narra la locutora. No reconoce que “foto de familia” es una metáfora. Sin duda es la metáfora más importante que nos tratan de colar: “somos una familia” y, como en cualquier familia que se precie —Los Soprano, Los Simpson, Los Ewing, Los Gioberti, Los Channing, Los Picapiedra— unos piensan las decisiones que adoptaran para que, el resto, las cumplamos a regañadientes. Así que, esa foto es la metáfora.

Y, para reforzar el mensaje, se cierra el vídeo con las distracciones que nos resultan tan familiares (por conocidas) a todos: esa foto fija de Cameron levantando el puño (en un gesto tan común como apasionado) para celebrar el gol de Didier Drogba.

— ¿Ves? Si les emociona lo mismo que a nosotros.
— Pásame otra cervecita, anda.

Y, si McLuhan tenía razón y “el medio es el mensaje”, deben transmitir que son una familia como las demás, deben dar un paso y, aunque se alineen en una plataforma, eliminar su habitual encorsetamiento y desenvolverse como gente ordinaria. ¿Cómo? Eliminando barreras. Vistiéndose en lo que más llega al pueblo: desecharon el atuendo cervecero y decidieron ponerse de sport. Para no iniciados, aclaro que, ahora, este tipo de indumentaria se llama casual wear y, en lo básico sustituye al chándal y, más atrás a la chaqueta de tweed con coderas. Es lo que un conjunto Cocoon se pone para estar cómodos.

Fíjate qué monos, cómo saludan, moviendo sus manitas. Solo Merkel, por mujer y Hollande, nervioso en su debú, dejan de practicar, como octeto con coreografía sincrónica, el cinco lobitos”.

Y parémonos en su atuendo:

1 — Barroso

Aunque por el gesto no transmite esa sensación, está profundamente sobrecogido porque Cristiano Ronaldo no jugará en la final de Munich, y, también, por actuar como invitado de piedra, lo que le relega a una posición escorada, lejos de la posición central, que tanto le gusta.

Recordemos que todo está estudiado de antemano.

Se rebela poquito; su gesto es quitarse la corbata de luto que tenía preparada para la ocasión. En cualquier caso, la guarda en el bolsillo izquierdo, por si la cosa se les va de las manos, y necesita terminar anudándosela a la frente, a lo samurai, a lo Nicky en la ruleta rusa del final de El cazador.

2 — Medvedev.

Como si ya hubieran dispuesto de suficiente vodkay las walkirias sonaran atronadoras—, el ruso ya está lanzado. Se ha quitado la chaqueta, la ha hecho rodar enérgicamente sobre su cabeza y la ha lanzado, ya no importa dónde.


Sabe que el Chelsea, de su amigo Abramovich, será el vencedor, dentro de muy poco, y, por eso, se quita la chaqueta anticipando el fiestón.

3 — Noda.

Mantener los ojos entrecerrados en un gesto permanente —y la sonoridad de su apellido— le convierten en  maestro (por viejecillo, pero, también, por sabio). Transmite la sensación de que está a punto de desvelar un gran secreto: puede manejar la fuerza, o sabe encerar el coche a conciencia.

Nada más lejos.

Debemos atender a los detalles. Obviemos su chaqueta con cremallera hasta el cuello (el epítome del calor confortable) y centrémonos en su desorbitada macrocefalia. Buscando el detalle en el pantalón, se percibe el crecimiento de una (incipiente) erección. Es la erótica del poder.

4 — Harper.

Admito pronto que no sé quién es este punto. Reconozco que no estoy puesto en la radiografía de los poderosos y, cada vez que tengo que empezar a escribir un alegórico biopic, descubro cuántos eran, para mí, grandes desconocidos. Como Urdaneta para la mayoría.

A primera vista parece un predicador baptista metodista, blanco, de la iglesia del juicio final de los últimos días. Un pastor (sin rebaño), protestante (en las reuniones con público) y callado en casa (sometido al juicio de la parienta).

Más tarde leí que era canadiense. ¡Ah!

5 — Hollande.

El francés. El sustituto de Sarkozy. Con Putin ausente, Yeltsin retirado, a este francés le encomendamos que, con sus gestos, nos entretenga.


Es, sin duda, Levinson (sin pajarita). Esta noche correrá el vino.

6 — Obama.

El blanco de todas las miradas.

En este intento de transmitir al público que (ellos) nos sacarán del apuro, porque (ellos) son de los nuestros, aunque —al final— esto lo tengamos que terminar pagando (nosotros), la posición preeminente se la reservan a él, como cabeza rectora.

“Si una empresa tiene que recortar en París o en Madrid, eso se traduce en menos negocio para las fábricas de Pittsburgh o Milwaukee”.

Esclarecedor.

7 — Merkel.

La que mejor va vestida (porque va como siempre). La que peor va desnuda (aunque trato de que esa imagen no se me quede grabada).

Mantiene una postura pimpante que aparenta que, con un poco de impulso, se lanzará a la piscina.

No. Si hubiera pasado, sabríamos que había sido ella.

Y nos queda, para el final el tridente. Ellos sabrán por qué se han colocado así.

8, 9 y 10 — Cameron, Monti y Van Rompuy.

Les consideraremos como una unidad trina.

El triángulo de las bermudas (doy las gracias porque ninguno se animo a lucir sus pantorrillas fláccidas portando esa prenda indecorosa) se extiende entre los tres vértices que se dibujan por la caída de sus respectivos pullover en torno a tres montículos adiposos: las dos protuberancias de sus pechos fofos y la apuntada barriga cervecera.

Es evidente que hay algunos asesores de imagen que estarán despedidos.



Pues esto es todo amigos. Estos personajes se han reunido para, en la comodidad de su refugio infernal, decidir qué hacer con nuestro dinero.


Para no iniciados en bable, ofrezco traducción simultánea;
¡qué gochos! se puede entender como ¡qué cerdos!

Esa incierta edad [el libro]

A veces tengo la sensación de que llevo toda la vida escribiendo este libro. Por fin está terminado. Edita Libros Indie . Con ilustracio...