La
educación está revuelta.
¡Como siempre!
La
aparición de nuevos actores —y un cierto afán de protagonismo— añaden interés a
un tema de candente actualidad.
¡Como siempre!
La
nominación de un maestro español para el Global
Teacher Prize, del que se desconocía su existencia hasta la intensiva
promoción del nominado y la asunción del calificativo como “mejor maestro de España”, han permitido a César Bona encaramarse en la cresta de una ola en la que debe
demostrar su condición “waterproof”,
en la publicación de su opera prima.
¡Novedad!
El
encargo del Gobierno de la elaboración de un Libro Blanco para la Educación, antes de las Elecciones Generales
del 20-N, a una persona que ha mostrado en su trayectoria que no le hace ascos
a la exposición en los medios de sus ideas, el filósofo José Antonio Marina, vinculado motu
proprio a la publicación, hace que el proyecto coincida con la salida al
mercado de su último libro.
¡Lo nunca visto!
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"José Antonio Marina (izda.) vs. César Bona (dcha.)" |
En
fin, que Común Sin Sentido ha
decidido juntar a ambos en un debate sobre la Educación, empleando una fórmula
inédita, que es la de hacer las preguntas oportunas (siete), entresacando sus
respuestas de los libros mencionados.
Un
verdadero reto.
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1 — ¿Ha perdido el maestro
consideración social?
Bona: “Los maestros somos
unos privilegiados porque cada día tenemos la oportunidad de sumergirnos en una
piscina infinita de imaginación, de ilusión y de inspiración de la cual todos y
cada uno de nosotros se nutre. Con las historias que cuentan los niños se
podrían escribir libros de éxito. Tienen una visión de las cosas que solo puede
ocurrírsele a gente que no esté oprimida por la lógica de los adultos”. (p. 53)
Marina: “En nuestro firmamento
conceptual han aparecido estrellas imprecisas, como visible thinking, flow, diseño
educativo, competencias, destrezas, flip
school, hábitos de pensamiento, motivación de logro, motivación intrínseca,
motivación de competencia, resiliencia, asertividad, mentalidad de crecimiento,
aprendizaje híbrido, lugar de control, autodeterminación, autorregulación,
autocontrol, autoestima, y una ristra de palabras que empiezan con auto [...]. Ante semejante orgía
conceptual y metodológica, muchos docentes sienten la tentación de replegarse a
los procedimientos de toda la vida y poner a sus alumnos a salvo de veleidades”.
(p. 52)
2 — ¿Cómo se evalúa la
actividad del profesorado?
Bona: “La nominación por
parte del Global Teacher Prize me ha
colocado en un escenario mediático, y sonrío por ello. Sonrío porque soy un
maestro más y soy plenamente consciente de que cuando todo esto pase, cuando
este tsunami que está removiendo los cimientos de la educación haya amainado,
yo seguiré divirtiéndome en clase tanto como lo hacía antes, tanto como ahora”.
(p. 35)
Marina: “En España [...]
son muy pocos los docentes que entran en otras aulas para ver cómo sus
compañeros están dando clase [...]. Si la MOVILIZACIÓN EDUCATIVA funcionase,
una de las funciones de los inspectores sería [...] entrar en las aulas y
comprobar lo que pasa en ellas. Para ello deberían tener una formación
excepcionalmente alta que les permitiera ser no sólo evaluadores, sino
entrenadores de los docentes. La docencia es una actividad de la inteligencia práctica, que sólo con la
práctica dirigida, tutorizada, se consigue. Se habla mucho de introducir en las
aulas el learning by doing. Pues
bien, es en la formación de los profesores donde debe aplicarse en primer lugar”.
(p. 98)
3 — ¿Fomentan los padres
la indisciplina?
Bona: “Hay que enfatizar
la importancia de que estés a la altura de un niño cuando éste te mire. Por eso
creo que las tarimas elevadas para marcar la jerarquía de los docentes ya están
fuera de lugar”. (p. 99)
Marina: “Temas como el
fracaso escolar, el abuso de drogas o los comportamientos violentos dependen de
muchas causas. Una de ellas es, sin duda, el comportamiento del alumno, pero en
él influye su situación familiar, sus amigos, el barrio, etc. Deberíamos
aplicar a la escuela la teoría de los ‘cristales
rotos’ elaborada por los criminólogos James
Q. Wilson y George L. Kelling.
Afirmaban que el desorden llama al desorden. Si una ventana está rota y no se
la repara, la gente que pasa por delante llegará a la conclusión de que a nadie
le importa y nadie se encargará de ella. Pronto aparecerán más ventanas rotas”.
(p. 41)
4 — ¿Las actividades
extraescolares se usan para ‘aparcar’ a los niños?
Bona: “Con la obra de
teatro aprendieron a leer, nos adentramos en el mundo de la música para conocer
sus distintos ritmos y géneros, aprendieron sobre la vida y obra de diferentes
pintores... Casi de la nada surgió un proyecto global […]. Era impresionante,
sin duda. Como lo fue ver a todos los niños emocionados saltando y gritando
cuando la obra terminó, cuando todos sus padres, sus madres, tíos y abuelas,
compañeros y maestras de la escuela que abarrotaban la sala se levantaron para
aplaudirles”. (pps. 153-154)
Marina: “Profesores,
alumnos y familias están ampliamente comprometidos; la base del proyecto es el
empoderamiento de los alumnos que están altamente automotivados y disfrutan de
gran autonomía y responsabilidad. Sus principales estrategias educativas parten
del design thinking y visual thinking, con gran énfasis en la
comunicación. Algunas de las prácticas que llevan a cabo son: un periódico
global que, a la vez, funciona como generador de contenidos didácticos, de
manera que son los propios alumnos quienes crean sus materiales de aprendizaje;
oratoria; radio y televisión (dando lugar a un enorme proyecto transmedia);
iniciativas emprendedoras (campañas de adopción de perros abandonados,
colaboración con un centro de la tercera edad cercano, etc., siempre apoyados
con campañas audiovisuales); vídeos educativos que comparten con centros menos
favorecidos de América del Sur... Todas esas actividades van conformando una
serie de círculos de aprendizaje que convierten a los alumnos en protagonistas
y constructores de su propio aprendizaje, con excelentes resultados”. (p. 97)
5 — ¿Se tienen en cuenta
la opinión de los padres en los colegios?
Bona: “Ése era todo mi
compromiso a la hora de ayudar a mi padre [carpintero]. Mi hermano, que se
sentía más implicado, trabaja desde hace años en algo relacionado con la
madera. Por mi parte, yo siempre he intentado huir de todo eso porque me
aburría profundamente. A mi hermano, por el contrario, le encantaba porque se
sentía importante, pero yo no. He de decir que cuando paso por un sitio donde
hay serrín recién cortado cierro los ojos, inspiro y viajo a esa época y
aparezco en el taller de mi padre cuando le ayudaba a veces a sujetar los
tablones mientras los cortaba. ¡Qué maravilla poder viajar a aquel instante!”.
(pps. 43-44)
Marina: “Para huir del
autoritarismo, se impuso una educación permisiva que desconfiaba de la autoridad
parental e intentaba limitarla. Se repitió como un dogma de fe la afirmación de
Freud: ‘Hagan lo que hagan los padres, lo harán mal’. En su estupendo
libro ¿Padres sin derechos, hijos in
deberes?, María de la Válgoma ha
estudiado el laberinto jurídico de la infancia, que no favorece la educación.
Un sentimiento de culpabilidad amargó la vida de muchas personas, que llegaron
a ver como una liberación la aparición del libro de Judith R. Harris The nurture
assumption, que en España se tradujo con un título escandaloso: Por qué los padres no pueden educar.
Según la autora, las dos grandes influencias educativas son los genes y el
grupo de iguales, lo que deja poco campo de acción a los padres. El libro dio
origen a un violento debate. Lo apoyó Steven
Pinker, pero pocos conocidos especialistas en desarrollo infantil llegaron
a la descalificación de la autora y el libro. Brazelton dijo que era una tesis absurda y Kagan afirmó: ‘Siento
vergüenza por la psicología’”. (pps. 125-126)
6 — ¿Es importante invertir
horas en preparar fiestas y exhibiciones?
Bona: “La historiadora
tiene un cuaderno en el que apunta todas las cosas curiosas o graciosas que
suceden en clase. Así, a la segunda semana de curso, me senté en una silla con
ruedas y me caí, y ella escribió: ‘Con
fecha 25 de septiembre, a las 10:23 de la mañana, César se ha caído de la silla’.
Lo llevé bien y lo superé. Caerte de una silla los primeros días de clase
delante de veintidós niños es duro: o lo superas y vuelves, o te retiras. Pero
regresé”. (pps. 123-124)
Marina: Estas alianzas se
concretarían en un modelo extendido en bastantes escuelas de EE UU, las community schools y full-service schools. También investiga el complementary learning (aprendizaje complementario). Son
estrategias integradoras que buscan tratar las necesidades de niños y jóvenes,
y asegurar su éxito. Se basan en la idea de que un acercamiento sistémico, que
integre apoyos internos y externos a la escuela, es el mejor para asegurar que
los chicos desarrollen las destrezas necesarias. Las escuelas no pueden hacerlo
todo solas, aunque, a mi juicio, deben ser centro fundamental de irradiación.
Otro foco de estudio son las iniciativas aglutinadas bajo la denominación de expanded learning opportunities (oportunidades
de aprendizaje expandido), que incluyen programas variados de actividades
extraescolares y otras actividades que buscan el enriquecimiento educativo de
los chicos, relacionados todos ellos con la construcción de redes comunitarias”.
(p. 154)
7 — ¿Es necesario hacer
todos los días deberes en casa?
Bona: “A veces soy muy
visual. Mi pensamiento se desarrolla en imágenes y lo que intento es
transformarlo en palabras. Éste es el caso de los salmones en el río. Imaginad
un río que discurre de izquierda a derecha. Imaginad también a todos los
maestros y maestras como si fueran boyas hasta la altura de los hombros que
flotan en el río y van girando lentamente llevados por la corriente de las
aguas. Todo fluye, todo va bien. Aparece una rama cerca de la orilla. Va un
maestrillo flotando por ahí y se queda enganchado de la camisa en la rama.
Podríamos interpretarlo como un maestro que se queda en el camino, un maestro
que no supera un problema una vez que le fue planteado. Vemos a una maestra
ahora: va bajando feliz, empujada por la inercia suave y cadenciosa de las
aguas. De repente se encuentra con un enorme canto rodado que está en mitad del
río. Se emplasta contra él y ahí se queda, no lo supera. Dos maestros heridos,
dos bajas. Seguirán ejerciendo de maestros pero carecerán ya de la esencia que
un maestro debe tener. ¿Qué pasaría si en lugar de ser como boyas fuéramos como
salmones? Os lo aseguro: muchísimas veces vamos a tener que ser más parecidos a
los salmones y saltar a contracorriente, se trata de un hecho comprobado”.
(pps. 69-71)
Marina: “He revisado los handbooks de psicología infantil y
educativa publicados en los últimos años y las dos novedades más llamativas son
el interés por la autorregulación del comportamiento, y el interés por el
aspecto contextual del desarrollo y, por lo tanto de la educación (Siegler, 2003; Santrock, J. W., 2003; Shaffer,
D. R., 2000; Damon, 1998). Se ha
pasado del estudio de procesos individuales, al estudio de la dinámica de
grupos o de sistemas, sobre todo después de la obra de Urie Bronfenbrenner, 1987. Este autor describe el desarrollo humano
como el proceso por el cual la persona en desarrollo adquiere una percepción
del entorno más amplia, diferenciada y válida, se motiva y se vuelve capaz de
realizar actividades que revelen las propiedades de ese ambiente, lo apoyen y
lo reestructuren. La psicología ecológica o contextual se ha ampliado con la ‘psicología interaccionista’, que
estudia en profundidad las interacciones en contextos sociales. Su formulación
más compleja es la teoría de los sistemas dinámicos, de Magnusson, 1998. Desde el punto de vista educativo, estas teorías
me han resultado muy útiles para analizar cómo los sistemas que forman un
contexto de desarrollo interactúan entre sí. Sobre estas bases teóricas se ha
desarrollado una educación social, en distintos tipos de proyectos. Roberta M. Berns ha sintetizado estas
aplicaciones educativas en su libro Child,
family, school, community, 2007, en el que estudia la ecología del niño, de
su socialización, de la educación familiar, de la escuela, de la comunidad, del
grupo de iguales y de los medios de comunicación, diseñando un modelo sistémico
en el que estos procesos educativos se influyen mutuamente y confortan un
contexto de desarrollo”. (p. 42)
*****
Aprovechando
que César se ha dormido, finalizamos aquí este decisivo debate sobre la educación
en España, en palabras del mejor profesor del país, por un lado, y el encargado
de confeccionar un Libro Blanco inane, por la otra.
Saludos
cordiales.