“La ‘porcelana azul’ que hoy colgamos para adornar las paredes eran
utensilios de la vida cotidiana hace unos pocos siglos, y los pastores
sonrosados y las pastoras rubias que ahora enseñamos orgullosos a nuestros
amigos, que fingen apreciarlos como entendidos, eran adornos sin valor que las
madres del siglo XVIII habrían dado a chupar a sus hijos si lloraban demasiado.
¿Ocurrirá lo mismo en el futuro? ¿Acaso los tesoros del presente serán
siempre las baratijas del pasado?”
Jerome K. Jerome: “Tres
hombres en una barca (por no mencionar al perro)”
Teniendo en cuenta que el libro se publicó originalmente en
1889, estoy tentado de responder afirmativamente.
[Aunque visitando cualquier mercadillo callejero, y viendo lo que allí exponen, para alcanzar
el futuro todavía deberá pasar mucho más
tiempo]
Jajajajaja.
ResponderEliminarDejare para el futuro esas bragas del todo a cien llenas de corazones
Ya tienen un valor incalculable, hoy en día...
Eliminarcreo que si porque siempre las cosas sencillas son las mejores......alina
ResponderEliminarDe acuerdo contigo, Alina: la sencillez es siempre una virtud.
EliminarUn beso.