Fui
al cine espoleado por la obligación de ver el biopic del showman más
importante de la historia (uno se reserva ciertos placeres para realizarlos
como si fueran obligación), pero receloso porque había visto el tráiler y era conocedor de algunos de
los intentos perpetrados con anterioridad por el mismo director, pero no quise
caer en el desaliento y, a la vista de la duración del film, me planté en la
sesión de las 15:45 asumiendo que, en caso de salir las cosas torcidas, siempre
me quedaba la oportunidad de echarme una siesta.
Siempre
olvido que las salas de cine no son lugares apropiados para dormir si has
olvidado los tapones para los oídos, como era mi caso.
*****
Resumo
mucho (sin adentrarme en destripar tramas, ni dedicarme a vendimiar en exceso) afirmando
que la película tiene múltiples defectos. Pero concedo al director que nadie va al cine (a estas alturas) para conocer la biografía de Elvis Aaron Presley (Austin
Butler), del que, grosso modo, todo
es sabido.
Y
centrar la trama en el enfoque del Coronel
Parker (Tom Hanks) tiene interés;
los malos son personajes cautivadores
(al menos en la época de la post-verdad).
Pero su protagonismo es excesivo; en ocasiones parecía que asistíamos a la
biografía de Parker. Y (seguro que mi opinión es compartida), los recuerdos del
manager de un cantante tampoco constituyen
motivo de peregrinación.
Finalmente:
ver, en una pantalla de cine, la vida de un ídolo (muerto) implica que los motivos
más sórdidos adquirirán más importancia de la debida, pero una cita de Chesterton previene sobre estos males:
“Es una pena que a menudo conozcamos el pasado sólo por el
final. Recordamos el ayer sólo por las puestas de sol. Hay muchos ejemplos. Uno
es Napoleón. Siempre pensamos en él
como un déspota viejo y gordo que gobernó Europa con una despiadada maquinaria
militar. Pero ésa fue sólo la 'última fase'. En la época más sorprendente e
intensa de su carrera, que fue la que le hizo inmortal, Napoleón era casi un
muchacho, y no precisamente un mal muchacho, ambicioso y obstinado, pero
sinceramente enamorado y entusiasmado por una causa, la de la justicia e
igualdad francesas”.
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Hechas estas salvedades debo reconocer que (expectativas bajas
ayudan a una valoración más positiva)
la película tiene algunos aciertos.
Y son colosales.
*****
Lo primero: la Banda Sonora. ¡Claro! El material del artista nacido
en Tupelo, Mississippi conforma una de las discografías más extensas y
reconocibles. No en vano es el cantante solista que más discos ha vendido.
Lo sigue siendo.
Segundo acierto: se escogen con tino los momentos decisivos de su
trayectoria artística y se transmite de forma cristalina la construcción de su
música, con tanto acierto que, sin contar ni explicar nada, haciendo sonar la
música (y empleando recursos cinematográficos con verdadero oficio), se conecta
de manera diáfana con lo que estás oyendo. Siendo la música una forma de arte “natural” (llevamos el ritmo arraigado
en nosotros, lo que nos lleva a movernos de manera inconsciente), resulta muy
complicado conseguir la asimilación de una evolución; aquí se logra de manera
imparable.
Rock &
roll como
fusión de rhythm & blues y góspel.
Debut como músico residente en Las Vegas
Son tres secuencias épicas; hacen que te olvides del resto (el
excesivo metraje, el excesivo protagonismo del Coronel Parker, el excesivo
final, no demasiado morboso) y
recuerdas lo que ya sabías antes de decidirte a ir al cine: todo en la vida de
este titán debe ser, a la fuerza, excesivo.
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Y concluyes que esta película (para los que nos consideramos
inoculados por la música del diablo) es un evento IMPRESCINDIBLE.
Coda: evita el tráiler en la
medida de tus posibilidades
(Consejo aplicable a
cualquier película actual)
“Cuando sea peligroso decir algo, cántalo”
Aunque claro, los
ResponderEliminaryihadistas musicales
diran que no, que es
una pelicula estupenda,
y bla bla , suerte la
mia ser alguien sin
idolos, al menos , no,
lo que la mayoria ,
o todos dicen
dicen .que lo
son .
No he mirado mucho que opinan los críticos, pero he hablado con un par de amigos y me han dicho que sus impresiones coinciden con las mías.
EliminarDesde luego, si no eres seguidor de Elvis, mejor no vayas a verla (aunque ya sabías eso de antes).
Gracias, Orlando
Yo la vi el domingo en casa. No había leído ninguna crítica. Salvando esos tres momentos que mencionas relacionados con la música, a mi tampoco me convenció. Me pareció que le falta un poco la parte didáctica. Porque piensa que hay mucha gente joven que conoce a Elvis de oídas y yo echo de menos la historia que hay detrás de cada uno de sus hits y su orden cronológico. Algo que sí se tenía más en cuenta en los biopics que se hacían antiguamente. Realmente este parece más el biopic de su manager como bien dices. De hecho, Elvis rodó muchas películas y su paso por el cine se menciona solamente. Es otra de las cosas que no vemos. Centrar tanto todo en el personaje del coronel hace que los otros personajes secundarios queden desdibujados. El personaje de su esposa Priscilla, es totalmente plano. Luego Buzz Luhrmann tiene demasiado sello como director y todo es demasiado reconocible dentro de su propio universo. En definitiva, que no me parece tan buena como me habían dicho. Seguramente tendrá alguna nominación al Oscar. Pero considero que no es la película definitiva sobre Elvis. Se puede mejorar muchísimo.
ResponderEliminarIntentar explicar la génesis de la discografía de Elvis daría para una saga: creo que los tres momentos están elegidos con mucho criterio; es, para mí, el mayor acierto de la película.
EliminarEn realidad no se trata de un documental, quién no conozca a Elvis no está interesado en la música y no iría nunca al cine.
Pero bueno, cada uno puede verlo de la forma que mejor considere. Eso sí: en el cine hubieras flipado con el sonido.
Gracias por pasarte y dejar tus impresiones, Midas