lunes, 27 de febrero de 2012

Pincho (vegetal)

Acabo de terminar mi paseo matinal. Por razones que no vienen al caso detallar aquí, ha sido más largo —y más exigente— de lo que estoy acostumbrado. He tenido que parar, para recuperar fuerzas, y he aprovechado para avituallarme. Lo he hecho en un bar que suelo encontrar al paso, pero es la primera vez que entraba.

Animado por el frío, he pedido un caldo —de gallina— y un pincho vegetal.

Foto: abbyladybug
  
Los pinchos, en Asturias, son una variante local de las distintas formas de tentempié que se extienden por toda España. La dicotomía tapa/pintxo sigue siendo reduccionista y deja fuera parte de todas las posibilidades que, cualquiera que haya viajado por esta piel de toro, ha podido descubrir. Distintas denominaciones —y diferentes formas de expresión— para cubrir esa necesidad fundamental —y arraigadamente española— de tapar un huequín.

En Asturias la forma cotidiana de hacerlo, se articula por medio del pincho (con “ch” y no “tx”), una presentación de alto contenido nutritivo y no demasiado elaborada que, por norma general, se autoadministra sin necesidad de interacción social.

Los asturianos no nos vamos de pinchos.

Normalmente consiste en un panecillo relleno de algún derivado cárnico (cinta de lomo, pechuga de pollo rebozada, carne guisada, bacón y huevo, picadillo de chorizo, …), fritura de pescado (calamares o chipirones a la romana) o huevos revueltos (acompañados de lo que la inspiración del cocinero aconseje). En Madrid se les conoce como montados. Básicamente son minibocadillos que se comen, a bocados, empleando exclusivamente las manos.

También se incluye dentro del pincho la clásica cuña de tortilla de patata (o variantes), acompañada de una rebanada de pan.

Y, dentro de la categoría generalista del pincho, caben también los emparedados: sándwiches elaborados con rebanadas de pan de molde, tamaño king-size, cortadas en cuatro raciones trazadas por las diagonales. Al margen de las variantes internacionales que se aglutinan bajo la etiqueta global del “sándwich club” (en la que cada club pone lo que quiere entender), un clásico en todas las barras asturianas es el vegetal, que normalmente suelo pedir en bares que no frecuento, ya que la combinación mayonesa + pan de molde, suele resultar —incluso en el peor de los casos; y he estado en muchos sitios— más esponjosa y más fácil de deglutir (la experiencia de enfrentarse a una tortilla seca, empujada por una rebanada de pan seco, es una trago difícil de pasar hasta para el director del sistema informatizado de tráfico de la ciudad de Mumbai).

Pero hoy me he hartado. Se han superado los límites permitidos por un cliente esporádico (y pejiguero) (como yo). Detallo:

    Para una presentación más original, el cocinero había dibujado un cordón de mayonesa —y espolvoreado huevo cocido rallado—, recubriendo la rebanada superior, pero no iba untada por dentro. Resultado: la jugosidad, a la mierda.

    El servicio con que se presentaba el pincho consistía —como suele suceder demasiado a menudo— en un cuchillo (sin filo) y un tenedor, ambos de postre, totalmente ridículos (en tamaño) para enfrentarse al pincho y hacerlo en condiciones ventajosas. Resultado: la organización estructural, a la mierda.

    Debo añadir que también me dieron una cucharilla de postre para tomar el caldo; sospecho que deben estar reservando el ajuar para una eventual visita de la familia real —o una delegación de la NBA—; no sé, gente de altura. Resultado: el caldo, al platillo (para el caso, como si hubiera ido a la mierda).

    El sándwich estaba elaborado en dos pisos (tres rebanadas): en el superior llevaba una rodaja de tomate natural y abundante lechuga, cortada en juliana, pero sin aliñar (espero que, al menos, estuviera lavada). En el piso inferior, una loncha de jamón York y otra de queso. ¿Alguien me puede explicar en qué cabeza cabe, incluir en un sándwich, o en lo que sea, una loncha de jamón York sin darse cuenta de que la denominación vegetal se va, literalmente, a la mierda?

*****

Estoy en deuda con Maxi Rodríguez y Fernando Serrano Lozano como proveedores de ideas.

20 comentarios:

  1. El próximo día pide uno de tortilla

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    1. Pasar uno de tortilla (seca) con pan (seco) a palo seco, no se lo recomiendo ni a un experimentado fakir

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  2. Pues yo en un bar que no conozco, no pediría "Un vegetal" por si a caso (como no lo he podido "husmear" y llegar a una conclusión sobre la calidad del bar y su servicio)el relleno no esté bien lavado y la mayonesa de fiar.
    Lo que quisiera saber Alberto es lo que les dijiste porque aquí empleas mucha socarronería pero en una situación así, ¿Qué dijiste?
    Un saludo a todos,
    Nina

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    1. Un hombre de mundo,como tu,acostumbrado a barras de distintos lugares y condición ,debe tener otra actitud. Me explico.
      Debes de saber enfrentarte a cualquier pincho ( con ch,que lo sepan), tapa o menú del dia co cualquier tipo de armamento y sin tener en cuenta los recursos del enemigo(sequedad,pringosidad,caducidad,mala leche del cocinero etc ) claro esta sin perder la compostura ni el buen humor.
      Te contare una anécdota.
      Hace algún tiempo degustando un cocido gallego en un bar de esa tierra le comento a mi acompañante , coño ya me han fastidiado acobo de encontrar un Caracol en la verdura. A lo que mi amigo respondió , yo he apartado ya tres trozos de papel de periódico y no digo nada.
      Los dos seguimos comiendo. De estas te contaría mil.
      Conclusión: Alberto eres un REPUNANTE(palabra que los asturianos empleamos a menudo)
      Un abrazo de un vecino que esta noche se Enfrentara a algún hostelero de Madrid.

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    2. Esto era un comentario pero algo he tocado mal.
      Mil disculpas.

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    3. Nina: si le digo algo a la camarera en plan socarrón, su respuesta espontánea sería inmediata llamándome so cabrón.

      Y, gustosamente, paso...

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    4. Juanse:

      Recuerdo ir a comer en Madrid, cuando vivía allí, con un compañero de trabajo que siempre decía que no había que avisar al camarero de que la ensalada iba acompañada de bicho, no fuera a ser que te lo cobraran como tapa.

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  3. Pues entonces sería un...pincho...Guerra...¿no?.

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    1. "Pincho" Guerra: dícese del fillu de Alfonso Guerra. Famoso en los 80 cuando el padre presumía de pico y pala y mientras tanto el niño tenía hasta cuadra de caballos propia. El tío no, estaba liado con los cafelitos.

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  4. En esas situaciones se come a dos manos,

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    1. Los sándwiches no pueden comerse a dos manos, salvo que no te importe ir engrasao de forma permanente.

      Otra cosa de la que, gustosamente, paso...

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  5. lo mejor tortilla patata de el oriental!!

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    1. En mi caso, la mejor fue primero la de mi abuela, luego la de mi madre y, ahora mismo, la de ella.

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  6. ¡Ánimo con el pincho-safarí! hay mucho que explorar, si acabas te queda la caza menor en las máquinas expendedoras de cosas raras -se suponen comestibles- para estómagos despesperados.

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    1. El mundo de las máquinas expendedoras (supongo que te refieres a eso que llaman "vending") me queda demasiado lejano.

      Prometo iniciar una investigación documentada para hacer un reportaje a incluir (en un futuro venidero) aquí mismito

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  7. La inspiración de los cocineros o personas que se tercie a la hora de elaborar pinchos no tiene desperdio.
    Yo tengo una anecdota de un pincho de tortilla en un bar del oriente: la tortilla si te da en un ojo te lo saca de dura que estaba; y el pan, ni te cuento, de la era de los dinosaurios,je,je

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    1. Me acabas de recordar los garbanzos del colegio, que rebotaban. Los usábamos de munición para los gomeros.

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  8. me reí mucho imaginando tu cara cuando viste aquél york!!!!

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