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lunes, 6 de enero de 2025

Tolón Tolón

Un giro inesperado de acontecimientos planteó a tve la necesidad de reinventarse para el programa más tradicional de la parrilla televisiva; algo que viene realizando desde el inicio de su existencia (dar las campanadas de Noche Vieja) cuando, siendo la única, era la mejor de todas, francamente, sin tener que someterse al escrutinio de audiencias y shares.

Como es sabido que parrilla llama a vaca, el Ente tiró de Broncano y Lalachús.

Y, a punto de que dieran las doce, se pusieron a mostrar sus amuletos.

Broncano llevaba calcetos rojos de Bisbal, aceitunas en el bolsillo (como jiennense de pro) y un deseo de “vivienda digna y asequible para todos”.

Su partenaire llevaba una estampita de la vaquilla de Grand Prix, un programa que empezó a emitirse en 1995. Ella mostró la estampita con la mano detrás, como si fuera una influencer, con su preparada reivindicación: “escúchame, hemos crecido todos viendo el Grand Prix, lo importante que es la televisión y la televisión pública en este caso más que ninguna [...] y porque creo que tú y yo, y muchísima gente, estamos hechos de cachitos de tele (guiño a la 2), es que hemos crecido total”, una uva y un deseo: “dejar de opinar de los cuerpos ajenos, porque todos los cuerpos son válidos del tamaño que sean”.

Todo está en el vídeo que adjunto, con la suelta de la vaquilla en 25:20.

Y, desde ese momento, estampita mediante, se armó la gorda.

Opiniones enfrentadas sobre el cariz de la reivindicación, la conveniencia o no de la estampita, la calidad de un programa que, molesta recordarlo, necesita que se repita el intríngulis del funcionamiento de la ingesta de las uvas sincronizadas con el ruido de fondo cuando, para subsanar errores del estilo de Marisa Naranjo, ponen ahora unos numeritos que van desapareciendo y que hacen cualquier explicación superflua.

Dado que los prejuicios marcan, me interesa conocer la postura de un referente de la cultura moderna y descubro que Bob Pop (¿quién?) cree que se consiguió “convertir la televisión en un juego divertido, pero con trasfondo. Lo que hicieron David Broncano y Lalachús fue hacer una televisión divertida, inteligente, amable, transgresora. Hay detalles increíbles como el hecho de que brindaran sin alcohol [...], sobre todo es un trabajo de que alguien se sentó a pensar cómo hacer unas campanadas de un modo distinto”.

Tiene sentido.

¿Qué puede haber más transgresor que emplear un tótem taurino de un programa que lleva 30 años ensalzando las fiestas de pueblo en las que la vaquilla es la protagonista?

¿Que debutó en la parrilla el último año de Felipe González en la Moncloa y que Aznar renovó a condición de que cambiaran el nombre inicial de “Cuando calienta el Sol” (la derechita cobarde iba con tiento) por el actual Grand Prix, mucho más europeo y moderno, pero de incierta etimología? Menudencias.

Un programa que sólo ha tenido dos presentadores: Ramón García (sus otros dos hitos memorables en la tele patria fue ponerse una capa para dar las campanadas y darle una gratuita ducha a Ana Obregón al final de cada entrega de “Sujétame el cubata” “¿Qué apostamos?”. El segundo, Bertín Osborne, se encontraba más cómodo rodeado de astados (recuerdo la Asociación para Salvar al Toro Amigo de Osborne, surgida para defender la persistencia de las vallas publicitarias, sin rotular, de los toros negros visibles en toda la geografía española, que debían ser retiradas según el Reglamento General de Carreteras de 1994 que ordenaba su derribo. El mismo año, siendo Presidente del Gobierno González, el Congreso declaró al toro de Osborne “patrimonio cultural y artístico de los pueblos de España”) y presentó el programa entre 2007 y 2009, años en los que coincidió que el residente en Moncloa, Palacio de la, s/n, Madrid, era Zapatero, lo que supone una muestra añadida de la falta de alineación previa, por ambas partes. Es posible que ahora ya no sea igual.

Una iniciativa, la de salvar al toro de Osborne, que podría haberse empleado en la segunda etapa de García como presentador, cuando (gobernando Sánchez) se decidió retomar un antiguo programa y recuperar a Ramontxu, 18 años después. Peor fortuna tuvo la vaquilla, víctima de la Ley de Bienestar Animal, sustituida por una botarga (¿alguien sabe qué es eso?) en forma de T. Rex llamado Nico y de Wilbur, animador, contorsionista, payaso, acróbata; un hombre de goma para todo.

En fin: que un programa que personalmente detestaba cuando se empezó a emitir, abochornándome tras creer que habíamos superado la prueba de fuego de la modernidad, tras tirar antorchas para encender el pebetero de los JJ OO de Barcelona en 1992, no puede producirme más rechazo en su recuperación en 2023, por mucho que su vaquilla (la figurada, no la real) sea la imagen que Lalachús lleve en su faltriquera o Bob Pop en el lugar donde quiera que guarde cosas que estima.

Sobre el bombo y el megáfono de Broncano mejor no me manifiesto.

*****

Por lo demás, por si alguien muestra interés: en casa vimos Dinner for One (como hacen cada fin de año en Alemania, Austria, Dinamarca, Suecia y Finlandia, seguimos las campanadas en Antena 3 (la votación de los seis presentes así lo decidió) y no nos enteramos de mucho, con la euforia habitual y los gritos continuos de “calla, que no me entero”.

Nos llamó la atención el parecido de Chicote con Carl Fredricksen, el anciano viudo protagonista de “Up” (Pixar, 2009), nos dimos cuenta que Pedroche sabe leer fenomenal el teleprompter y, quieras que no, nos hizo ilusión que la vaca protagonista, que pastaba y regurgitaba letras, fuera de la Central Lechera Asturiana. Conseguimos no empapizarnos, un nuevo hito familiar.

El repaso a las campanadas termina en Asturias, en casa, con la apuesta más arriesgada y rompedora para un programa de campanadas: tres horas y media, en directo, sin guión, con Ana Francisco y Santi Alverú de anfitriones y Alberto Rodríguez y Mariajo Baudot de enviados especiales.

Trataban de conectar por WhatsApp con los televidentes, hablar con ellos a pesar del retardo y, por si fuera poco, la mesa de realización se rompió y tardaron una hora en conseguir una para reemplazarla.

Así son los güevos dun paisano asturianu.

Sin necesidad de vaquillas impostadas.

Y teniendo que documentar (yo) gráficamente el evento porque parece ser que en la tierrina tenemos poca idea de la autopromoción.

No como otros.

viernes, 8 de mayo de 2020

Ilegales — Yo soy quién espía los juegos de los niños

IlegalesYo soy quién espía los juegos de los niños
Ilegales (1982)
Asturias (España)

Jorge Martínez (Voz, guitarra, actitud)
Íñigo Ayestarán (Bajo) / David Alonso (Batería)

*****

Es uno de los discos que más veces habré escuchado.
De los cantados en español, seguro que sí.
Con esa portada, mítica, diseñada por Ouka Leele.
Producido por Paco Loco, tiene un sonido potente y letras comprometidas.




Todo un clásico

domingo, 26 de enero de 2014

Premios, promociones (y un poco de presunción)

El diario El Comercio lanzó, hace unos días, una iniciativa para nombrar la mejor web de Asturias. Ya es la XVª edición.



Siguiendo un impulso momentáneo, propuse mi blog en la categoría correspondiente. No porque creyera que era mejor que otros, sino en la idea de saber qué pensaban otros sobre lo que estaba haciendo. Un tipo, como otro cualquiera, de presunción.

Pero se me olvidó.

Hoy he ido a mirar y Común sin sentido está entre los elegidos.

Uno de los propósitos de este tipo de convocatorias es que a los participantes les interesa comprobar el tirón que tienen. Y parece una condición necesaria la de promocionarse (al menos en su propio espacio) para recabar el apoyo de los afines.


Si queréis darme vuestro apoyo, o dejar un comentario, estaría sumamente agradecido. Supongo que, en algún momento os pedirán daros de alta, registraros o cualquier otro trámite engorroso que sirva, finalmente, de impulso al promotor.

El plazo termina el 31 de enero.

*****

Pues eso, gracias.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Drama cotidiano

Hoy, sábado 2 de noviembre de 2013, en La Nueva España.


"Para poder leer la letra pequeña, he debido usar la lupa"

Transcribo, tratando de facilitar la lectura:

“1er Congreso de Comercio Autónomo de Asturias
Con la participación de Agatha Ruiz de la Prada y Enrique Loewe
15, 16 y 17 de noviembre de 2013
Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo
INSCRÍBETE!!
INFORMACIÓN E INSCRIPCIONES
ADACO. c/ Posada Herrera, 3 – 3º C – 33002 OVIEDO. Tfno: 985 211 284
Organiza: ADACO Autónomos de Oviedo
Colaboran: Gobierno del Principado de Asturias — Red Asturiana de Centros Comerciales Abiertos — Oviedo.es (Ayuntamiento) — Cámara Oviedo
Financia: Oviedo.es (Turismo y Congresos)”

*****

Sin conocer a quien se encarga de organizar este evento, me he tomado el asunto como si se tratara de un misterio que hubiera que esclarecer, pues el anuncio me ha llamado poderosamente la atención.

He indagado, en la idea de que, conociendo los modos, podría llegar a intuir sus intenciones.

*****

Lo primero que sorprende es que vayan a participar Ágatha Ruiz de la Prada y Enrique Loewe, personas perfectamente respetables, contra las que no tengo nada, pero a los que soy incapaz de encontrar su relación con Asturias, o con el Comercio Autónomo, habida cuenta de las dimensiones de las organizaciones a las que están vinculados.

Salvo que hayan empleado el término autonomía, en su segunda acepción, como “condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie”.


Se trataría, pues, de una reunión, en la que se hablaría de un tema principal, el Comercio, en la que participarían aquellos que “no dependen” de Asturias. Eso explicaría la asistencia de Enrique y Ágatha.

*****

He visitado la página de ADACO, que aparece en el anuncio, tratando de encontrar alguna información.


El cartel ha cambiado. Han desaparecido los invitados estelares y la indicación a inscribirte que se enmarcaba en una figura que simula una entusiasta sonrisa.

Se incluye el programa del Congreso. En realidad no se trata de uno, sino de dos.

El primero de ellos, titulado “Nuevos emprendedores de comercios autónomos”, está

“dedicado  especialmente a todos aquellos estudiantes de comercio o los/as autónomo/as que van a comezar [sic] o acaban de iniciar su actividad como comercio minorista y quienes dirigen o trabajan en las organizaciones e instituciones de comercio en Asturias”.

Cualquiera que se considere nuevo (o emprendedor), vaya.

Los cargos de los ponentes anunciados son:

Director de Programas de Cámara de Comercio de Oviedo
Sec. Federación de Comercio de CC.OO
Jefe del Servicio de Promoción Comercial de la Consejería de Economía y Empleo
Concejalía de Empleo: Programa Oviedo Emprende
Presidente de SECOT Asturias

Se acaba la primera parte del Congreso con una charla coloquio, en la que participan:

Asociación de Jóvenes Empresarios
Asociación de Empresa Mujer
Grupo de La Uz

Dudo mucho que se pueda considerar, a lo que se ha detallado, como un Congreso. El diccionario deja claro lo que es un Congreso.


Doy por supuesto que no intentaran evitar el desuso de la sexta acepción (aunque resultara más entretenido), por lo que asumo que se trata de una “junta de varias personas para deliberar sobre algún negocio”. Eso implicaría la participación de profesionales con experiencia en el sector, que aportaran sus conocimientos y su visión (independiente y autónoma), tratando de encontrar soluciones a problemas comunes, en un intento de superar las dificultades que puedan estar afrontando actualmente.

Y no una sucesión de charlas (ponencias, en el argot empleado) con títulos tan apasionantes como los de la segunda etapa del Congreso.

“Vías de financiación para comercios autónomos”
“Prevenir es curar y anteponerse al futuro”
“La industria de la moda en España”
“comparte el cajón para que cada día sea mayor”
Programa Estratégico para la Innovación y Desarrollo del Comercio del Principado de Asturias
“3.0   2.0    1.0… despego hacia la nube”
“Como debo concebir mi tienda en el SIGLO XXI”
COMPROMISO 24 La Carta de Servicios de Adaco/Racca
“La trampa del ciclo anual”
“Trayectoria de Loewe”

El programa II, titulado “Comercios autónomos” (como si se orientara hacia los establecimientos, en lugar de hacerlo hacia sus responsables), está

“dedicado  especialmente a todos aquellos autónomos que desarrollan su actividad como comercio minorista y quienes dirigen o trabajan en las organizaciones e instituciones de comercio en Asturias. No obstante, por el interés de los contenidos pueden participar todos aquellos estudiantes, profesores y profesionales relacionados directa o indirectamente con esta actividad económica”.

Parece que los organizadores intuyen que asistir a una serie de charlas, “las mismas de siempre”, no moverá a los comerciantes expertos y con extensa trayectoria profesional, pese a que esté “especialmente” dirigida a ellos, por lo que dejan abierta la posibilidad de que se apunte cualquiera que quiera.

Eso sí, son conscientes de la menor autonomía de este segundo grupo —entendida como “lo máximo que pueden actuar sin repostar”— y colocan diversos avituallamientos (tres pausas para café y una para comida, frente a la única pausa para café que se concede al grupo estudiantil).

*****

La limitación en la autonomía es, en todo caso, un problema que afecta a ADACO. Lo poco que he encontrado de ellos, más allá de su página, es una breve nota, apropiadamente aparecida en El Comercio, en el que se informa de que los miembros de ADACO comen y, al tiempo, son capaces de comentar detalles sobre el Congreso que se avecina.

"ADACO come"

La foto de Mario Rojas ilustra el status del personal. La proxemia no engaña, como mostró el antropólogo Edward T. Hall. Me juego algo a que la que pincha y corta es la que se posiciona al frente de sus secuaces, que se mantienen en una discreta segunda fila.

Aunque admito que pueda estar equivocado; se trata de una simple intuición.

En todo caso, es evidente que pueden mantener su amor al comercio (y al bebercio), sin que armar La Mar y Morena sea un demérito.

*****

Sí sorprende conocer las fuentes de financiación. En un documento que he encontrado y se adjunta, con nº de expediente: 4661-2013-89, se relacionan las “subvenciones a entidades organizadoras de congresos, seminarios, convenciones o cualquier otro evento relativo al turismo de reuniones”.


Queda claro que, entre los excluidos, se encuentra el I Congreso de Comercio Autónomo de Asturias.

No tengo claro si el uso de los logotipos del Ayuntamiento, la Junta del Principado o la Cámara de Comercio están autorizados (vista la exclusión surgieron mis recelos, pese a que se trate de una relación “provisional”).

Como dudo que todos estos esfuerzos se realicen por “amor al arte”, la única forma de esclarecer el enigma es suponer que lo hacen “por amor al comercio”.

Esclarecidos: Por amor al comercio.


PD — El título del artículo alude al drama cotidiano que supone ver de qué forma nos representan (más todavía, tratándose de Congresos).

jueves, 22 de agosto de 2013

Divorcio

Sigo dándole vueltas, desde que leí la noticia. Era el 11 de agosto. En La Nueva España, periódico de cabecera de los asturianos.


"Abajo, a la derecha. Encima del anuncio"

Asturias, la comunidad autónoma donde más rápidamente se divorcia uno

Y yo, toda la vida pensando que el divorcio era cosa de dos.

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Con orgullo puedo afirmar que llevo tiempo divorciado del periodismo cateto.

Aunque ellos siguen empeñados en calificarse como el “Diario independiente de Asturias”. A la vista está: sólo saben hablar de Asturias.

Otros titulares de esa portada:

“El segundo deportivo, para Oviedo”

“Oro en Navelgas, ‘semanona’ en Gijón”

“Un baño en la costa verde asturiana, la mejor de España”

“El Oviedo se impone al Lugo con buen fútbol y el Sporting se mide hoy al Villarreal”

“El Principado y los ayuntamientos revisan liquidaciones de impuestos para hacer caja”

“Asturias debe cerrar industrias para crear otras”

“EDITORIAL: Ante el inicio de la recuperación, Asturias necesita acelerar”

*****

Lo que Asturias necesita, con verdadero apremio, es abrir los ojos y espabilar.

lunes, 5 de agosto de 2013

Descenso Ría de Navia

El próximo domingo, 11 de agosto de 2013, se celebra la LVI edición del evento deportivo más destacado del occidente asturiano: el Descenso a nado de la ría de Navia. Todavía estás a tiempo de participar: puedes hacerlo, inscribiéndote en la prueba náutica o acercándote para comprobar lo espectacular del ambiente que se organiza en torno a la competición.

Más detalles en su página web (aquí) o en facebook (aquí).


"LVI Descenso Ría de Navia"

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Este año, Venancio Martínez, me invitó a participar en el programa de actos, escribiendo unas líneas sobre mis recuerdos personales. Fue tan generoso, como es costumbre en él, que me permitió hablar de lo que me pareciera oportuno.

Adjunto el texto que preparé y aprovecho para agradecerle su ofrecimiento.

Soy naviego. Me gusta el Descenso.

En casa, cuando hablábamos de ello, llegábamos a la conclusión de que éramos los únicos veraneantes, que repetían de forma permanente en Navia, careciendo de vinculación familiar.

No sé si es cierto.

Sí lo es, que mis abuelos, Antonio y Baby, llegaron huyendo de la guerra y aquí encontraron el descanso y la paz. Y que hicieron amigos con los que forjaron lazos profundos. Y, también, que gracias a la intervención de la Virgen de Villaoril, llegó mi madre, Dely. Eso oí contar en innumerables ocasiones a mi abuela, primero, y más tarde a mi madre. También explica por qué nos santiguábamos, a modo de ritual, cada vez que pasábamos por el Santuario, yendo o viniendo. Ahora, con el desvío, cuesta intuir dónde debemos hacerlo, pero, un poco a ojo, nos esforzamos en no perder la costumbre.

Al finalizar la guerra, mis abuelos no quisieron perder el contacto con una tierra y unas personas que les habían acogido y hecho sentirse en casa. Tras veranear unos años en el Hotel Mercedes, compraron un terreno en el Pardo, entre juncales, y con empeño baturro y ante la incredulidad de todos, construyeron un chalet orientado hacia la ría, casi dentro de ella. Lo inauguraron el verano en que mi madre me estaba gestando, por lo que puedo afirmar que sentí la ría —y me bañé en ella— antes de haber nacido.

La finca se cercó con unos setos que tardaron en crecer, pero las puertas del jardín estuvieron siempre abiertas para todos los críos que allí disfrutamos de aquellos largos veranos de tres meses, que entrábamos en bici a dar una vuelta a la casa, comíamos bocadillos de media barra y teníamos esa sensación de libertad que da el gozo y el disfrute sano. La rampla que mi abuelo encargó fue el lugar de baño de aquella pandilla.

Recuerdo las fiestas de disfraces que, sin motivo alguno, se organizaban en el jardín. Mi padre, José Luis, me dejaba hacer de ayudante y me invitaba a acercarme con él al maletero del coche, donde había guardado los voladores, petardos y tracas que, como colofón, anunciaban a todos que en el Porche había habido fiesta.

Muchos amigos pasaron por allí. No voy a olvidar el nombre de ninguno. Fueron muchos. Siempre eran recibidos con agrado.

Al atardecer, disfrutando del porche y de las magníficas puestas de sol, los mayores jugaban a las cartas, charlaban y bebían, mientras dejaban que los niños disfrutáramos a nuestro aire.

*****

Soy naviego por elección, como primero lo fueron mis padres y, antes que ellos, mis abuelos.

Recuerdo emocionarme cantando el himno de la Barca en la novena a la Virgen, asistir como espectador flotante a una procesión en gabarra el día grande de las fiestas y presenciar desde el Casino la prueba náutica, fumando, bebiendo y jugando a las cartas, guarecidos de forma inolvidable.

Las fiestas deben programar actividades para todas las edades. El Descenso, por su carácter deportivo, está orientado a los jóvenes. A los que participan de forma más activa, nadando la prueba. A los que contribuyen organizando y logrando que todo funcione adecuadamente. A los que asisten, como espectadores, a una prueba que trasciende lo deportivo, lo folklórico y lo tradicional y se percibe como una experiencia irrepetible.

Todos son protagonistas. Todos hacemos del Descenso algo nuestro.

Sigue siendo así.

Por eso, cada nueva edición del Descenso, hace rejuvenecer. Porque permite recordar cuando participaste; o cuando ayudaste a recoger gorros, dando colacaos o haciendo lo que se necesitara; o cuando asististe como espectador desde la dársena, o estuviste en una lancha, o en una piragua, o un K-4; o cuando, en el baile de la víspera, te sentías desplazado porque no podías competir con los atletas que llegaban de fuera.

Son historias del pasado. Al recordarlas, nos sentimos jóvenes, un año más.

*****

Me he casado con una tapiega de adopción y he trasladado 20 kilómetros mi lugar de veraneo. La proximidad hace que me acerque cada año, algún día, huyendo del bullicio y buscando la tranquilidad que siempre encuentro en el Pardo. Mis hijos se bañan y pescan en la rampla, donde hacen amigos. El magnífico paseo me da gratas sorpresas, encontrándome al paso a personas que recuerdo con cariño. Con mi madre, organizamos unas entrañables tertulias, con un espectacular crepúsculo y una ría siempre presente.

Estoy ilusionado en cada nueva edición del Descenso. Supone la confirmación de una prueba que recuerdo con cariño y que es el mejor escaparate de la tierra de la que he decidido sentirme.

Donde siempre me siento joven, aunque me inquieta que me lo recuerden.

Y es que, desde la primera vez que me bañé en la ría, siento que soy naviego.

*****

Acercaros a Navia. Disfrutaréis de un día que os costará olvidar.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Velocidad variable

Hemos tenido acceso al borrador de comunicado de prensa, redactado por el becario, Pedro Pablo Pérez-Piqueres.

“El Gobierno, siempre sensible a las inquietudes del conjunto de los españoles, muestra su preocupación por la desaceleración de la economía y la perspectiva de que un cambio de tendencia no parece próximo.

El Gobierno, conocedor de que no hay mayor injusticia que un trato igual para todos, ajeno a las posibilidades e ignorante de las necesidades particulares de cada uno, alienta la diferenciación asimétrica, ajustada a criterios variables, ponderables en cada momento por la autoridad representada por el propio Gobierno, o aquellas personas o instituciones que el Gobierno decida en función de la casuística presente, atendiendo siempre al fin último de la consecución del logro colectivo de la estabilidad y el desarrollo sostenible.

El Gobierno, acudiendo a expertos de reconocida solvencia que, por razones entendibles, prefieren mantenerse en el anonimato, ha emprendido un plan de choque que, de forma visible, estimule la marcha de la ciudadanía hacia unas cotas de mayor progreso, a mayor velocidad.

El Gobierno, meditando con serenidad y cautela, tras un proceso de reflexión y análisis, siguiendo con su compromiso incondicional de velar por los intereses del conjunto de la ciudadanía, está valorando la posibilidad de implantar, como medida de arrastre (es la primera, pero no será la última), elevar la velocidad de la economía, impidiendo las restricciones estranguladoras del progreso y el bienestar, fijando el límite máximo de velocidad, en autopistas y autovías, en 130 (*) kilómetros/hora.”


"Nunca tomamos medidas improvisadas"

(*) Letra pequeña, ampliada:

1 — El incremento de velocidad no será de aplicación en todas las autovías ni autopistas; sólo en aquéllas que se hayan portado bien y no tengan un índice de siniestralidad que supere unos valores que no están todavía establecidos.

2 — Cuando las condiciones climatológicas sean desfavorables, el aumento del límite de velocidad no será aplicable y la sanción por su incumplimiento, se incrementará proporcionalmente al share que haya tenido el día previo el parte meteorológico del telediario de la primera cadena. Se publicará, para éstos y otros efectos, en el BOE.

3 — Con carácter permanente, para ahorrar tiempo y esfuerzos, en toda Asturias se limitará la velocidad a 90 km/h.

3 (a) — Se presentan las siguientes excepciones (a la limitación de velocidad en el Principado): las visitas de los Reyes, de los príncipes, de las infantas, del presidente del Gobierno, de los miembros del Consejo de Ministros, de los expresidentes del Gobierno, de los miembros del Congreso, del Senado, del Tribunal Constitucional, de la Junta General del Poder Judicial, de los Presidentes de Autonomía afines al reparto asimétrico de déficit público propuesto, a los directores de periódicos, a los Jurados del premio Príncipe de Asturias, a Fernando Alonso, al Alcalde de Oviedo, al de Valladolid, a la excelentísima alcaldesa de Madrid, a su marido (siempre que no se divorcie y lo cambie por otro), a Pedro Pablo Pérez-Piqueres y, para no hacer la lista más larga de la cuenta, a todos aquellos que justifiquen acreditadamente sus méritos y su imperiosa necesidad de recibir escolta y separarse de la masa.

4 — Se valora la posibilidad de fijar la obligatoriedad en el uso de cascos y petos fluorescentes para ciclistas, motoristas y conductores de patinetes, monopatines o patines de ruedas (en línea o dos ejes). Temporalmente, los patinadores que usen patín con cuchilla estarán exentos.

5 — Dadas las circunstancias especiales que deben afrontar los bebés, que salen a la calle a exponerse al riesgo de la contaminación ambiental o acústica (incluyendo el parloteo incesante de sus madres en las colas de las cajas de las GG SS) y conocedores del riesgo que entraña una sillita atiborrada de compras, colgadas de las empuñaduras, y su alta probabilidad de vuelco, se facilitarán a los padres de los infantes, cascos adaptables, con un kit de pegatinas para que padres y madres, juntos, desarrollen vínculos afectivos mientras tunean el casco de su bebé.

7 — Las sillas de ruedas (motorizadas o no) deberán circular por el vial contrario a la marcha prioritaria del carril adyacente. Deberán proveerse de claxon estandarizado, modelo AGAG—CLX/001, disponible en las mejores tiendas de motor.

8 — Los detalles accesorios del poyecto y todos los establecimientos adheridos al programa, se encuentran relacionados en página adjunta: www.pedropabloperezpiqueres.me

viernes, 15 de marzo de 2013

300

Un viaje, que no precisaba alforjas, empieza a mostrar exceso de carga.

"300" Foto: worldoflard

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En la batalla de las Termópilas se enfrentaron griegos y persas. Gracias al cómic de Frank Miller y a la adaptación al cine, en la película dirigida por Zack Snyder en 2007, todos los adolescentes saben que el ejército que lideraba Leónidas (Gerard Butler) estaba formado por 300 guerreros espartanos (más otros aliados griegos), que debían pelear contra los persas, mandados por Jerjes (Rodrigo Santoro), una armada compuesta por más de un millón de soldados.


La suficiencia que muestra Leónidas (y su arrogancia) se convierten en la explicación para la aplastante derrota que sufrieron los suyos —más allá de la traición que mostró el paso hacia la desprotegida retaguardia—. Su extraña forma de liderazgo y su valoración de la capacidad de los guerreros, propios y ajenos, se pueden comprender como un negro vaticinio de su destino final.

En el combate dialéctico con los arcadios, Leónidas muestra desprecio por los que, teniendo otro oficio (alfarero, escultor, herrero) son capaces de levantarse y luchar, “por nuestras tierras, por nuestras familias, por nuestra libertad”, reconociendo mérito —y compromiso— exclusivamente a los que, alentados a gritar, son capaces de hacerlo convirtiendo su profesionalidad en un aullido coral.

*****

Afortunadamente, la civilización ha progresado y nos muestra modelos más provechosos de conducta.


Antonio Banderas, en casa, descalzo, en casual wear, te lo explica. Sólo para ti.

“No es lo que tengo; es lo que soy”.

(Aunque su gesto recuerda a Leónidas. Y su tamborileo, más).

*****

Para este viaje no hicieron falta tantas tazas de café. Pero, sí, paciencia. La de los que se asoman, cuando son convocados, a este espacio, tan carente de orden y de rumbo.

Son trescientos artículos los que hoy se cumplen. Gracias a todos los que me animan y suponen un estímulo para seguir ideando argumentos.

Es evidente que se escribe para saciar una necesidad personal; pero carecería de sentido hacer público las ideas que uno expresa, sin recibir nada a cambio.

La generosidad que me habéis mostrado es la que me permitió llegar hasta aquí y será un estímulo para seguir avanzando. Me resulta difícil prever hacia dónde, porque asumo que fijar un rumbo es determinar una derrota.

Gracias a todos, de verdad.

*****

Terapia de Grupo fue capaz de adaptar la batalla de las Termópilas y trasladarla a Covadonga, Asturias, la tierra en la que vivo.

domingo, 25 de marzo de 2012

Elecciones

11:17 de la mañana. 25 de marzo de 2012. Un colegio electoral de Oviedo. Me acerco a votar, acompañado de uno de mis hijos. El presidente de la mesa me pregunta:

¿Está usted empadronado?
No. Los políticos, que me ponen así...

"Encabronado" Foto: Niklas Hellerstedt

sábado, 10 de marzo de 2012

Lacónico

Me encanta comerme las patas delanteras del jamón, cocidas y acompañadas de unas patatas lascadas —también cocidas— y con un punto de pimentón espolvoreado.

Foto: jlastras

Cuando no puedo hacerlo, me quedo (casi) sin palabras.

lunes, 27 de febrero de 2012

Pincho (vegetal)

Acabo de terminar mi paseo matinal. Por razones que no vienen al caso detallar aquí, ha sido más largo —y más exigente— de lo que estoy acostumbrado. He tenido que parar, para recuperar fuerzas, y he aprovechado para avituallarme. Lo he hecho en un bar que suelo encontrar al paso, pero es la primera vez que entraba.

Animado por el frío, he pedido un caldo —de gallina— y un pincho vegetal.

Foto: abbyladybug
  
Los pinchos, en Asturias, son una variante local de las distintas formas de tentempié que se extienden por toda España. La dicotomía tapa/pintxo sigue siendo reduccionista y deja fuera parte de todas las posibilidades que, cualquiera que haya viajado por esta piel de toro, ha podido descubrir. Distintas denominaciones —y diferentes formas de expresión— para cubrir esa necesidad fundamental —y arraigadamente española— de tapar un huequín.

En Asturias la forma cotidiana de hacerlo, se articula por medio del pincho (con “ch” y no “tx”), una presentación de alto contenido nutritivo y no demasiado elaborada que, por norma general, se autoadministra sin necesidad de interacción social.

Los asturianos no nos vamos de pinchos.

Normalmente consiste en un panecillo relleno de algún derivado cárnico (cinta de lomo, pechuga de pollo rebozada, carne guisada, bacón y huevo, picadillo de chorizo, …), fritura de pescado (calamares o chipirones a la romana) o huevos revueltos (acompañados de lo que la inspiración del cocinero aconseje). En Madrid se les conoce como montados. Básicamente son minibocadillos que se comen, a bocados, empleando exclusivamente las manos.

También se incluye dentro del pincho la clásica cuña de tortilla de patata (o variantes), acompañada de una rebanada de pan.

Y, dentro de la categoría generalista del pincho, caben también los emparedados: sándwiches elaborados con rebanadas de pan de molde, tamaño king-size, cortadas en cuatro raciones trazadas por las diagonales. Al margen de las variantes internacionales que se aglutinan bajo la etiqueta global del “sándwich club” (en la que cada club pone lo que quiere entender), un clásico en todas las barras asturianas es el vegetal, que normalmente suelo pedir en bares que no frecuento, ya que la combinación mayonesa + pan de molde, suele resultar —incluso en el peor de los casos; y he estado en muchos sitios— más esponjosa y más fácil de deglutir (la experiencia de enfrentarse a una tortilla seca, empujada por una rebanada de pan seco, es una trago difícil de pasar hasta para el director del sistema informatizado de tráfico de la ciudad de Mumbai).

Pero hoy me he hartado. Se han superado los límites permitidos por un cliente esporádico (y pejiguero) (como yo). Detallo:

    Para una presentación más original, el cocinero había dibujado un cordón de mayonesa —y espolvoreado huevo cocido rallado—, recubriendo la rebanada superior, pero no iba untada por dentro. Resultado: la jugosidad, a la mierda.

    El servicio con que se presentaba el pincho consistía —como suele suceder demasiado a menudo— en un cuchillo (sin filo) y un tenedor, ambos de postre, totalmente ridículos (en tamaño) para enfrentarse al pincho y hacerlo en condiciones ventajosas. Resultado: la organización estructural, a la mierda.

    Debo añadir que también me dieron una cucharilla de postre para tomar el caldo; sospecho que deben estar reservando el ajuar para una eventual visita de la familia real —o una delegación de la NBA—; no sé, gente de altura. Resultado: el caldo, al platillo (para el caso, como si hubiera ido a la mierda).

    El sándwich estaba elaborado en dos pisos (tres rebanadas): en el superior llevaba una rodaja de tomate natural y abundante lechuga, cortada en juliana, pero sin aliñar (espero que, al menos, estuviera lavada). En el piso inferior, una loncha de jamón York y otra de queso. ¿Alguien me puede explicar en qué cabeza cabe, incluir en un sándwich, o en lo que sea, una loncha de jamón York sin darse cuenta de que la denominación vegetal se va, literalmente, a la mierda?

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Estoy en deuda con Maxi Rodríguez y Fernando Serrano Lozano como proveedores de ideas.

martes, 31 de enero de 2012

Fresco

Salgo a hacer mi paseo matinal y me cruzo con un conocido. Entablamos una conversación fugaz:

    Buenos días —empiezo yo.
    Hace fresco, ¡eh!

Foto: jaxxon

Una de las cosas de vivir en Asturias es que te terminas acostumbrando a este intercambio trepidante de demostraciones de ingenio de las que da testimonio cada lunes Maxi Rodríguez en Parando en Villalpando. Naturalmente, me guardé las ganas de contestar lo que se me pasó por la cabeza, que debió ser una cosa parecida a “fresco, no. Lo que hace es un frío del carajo; de hecho, si tratara de ponerme a mear contra un muro, me quedaría con las pelotas liofilizadas”. Si no frenas a tiempo, te enzarzas en una conversación así y, casi seguro, terminas calentándote. Ahora que caigo, la próxima vez, dejaré ver hasta dónde llegamos…


Un carácter, el de los asturianos, difícil de entender y que —resumiendo a las bravas— se sintetiza en dos principios elementales:

    Poner el gesto contrario al que se quiere transmitir (decir cosas en serio con cara de guasa y bromear como si estuvieras de funeral).
    Vocear a pleno pulmón (así puedes mandar “recados”).

Una consecuencia es que las exclamaciones se concretan, para economizar, en un único vocablo eufónico que se dice de un tirón; su epítome es “cagonrrós” y, es un axioma ineludible, no hay frase tabernaria que no utilice alguno como remate.

Otrosí, el asturiano fuera del chigre (y del terruño) es —además de abatido por su melancolía— un personaje incomprendido. Su forma de expresarse pierde sentido allende el Pajares.

Hace poco un amigo me contaba una estancia en Sevilla y el comentario de un contertulio andaluz: “caramba con los asturianos, que al frío lo llamáis fresco”.


No es síntoma exclusivo entre la asturianía; toda España parece enfrentarse con la variedad idiomática. Al margen de las peleas lingüísticas y el sinsentido consentido de autorizar intérpretes que faciliten el entendimiento en el Senado —como si conseguirlo pudiera llegar a ser posible—, la pobreza generalizada en la utilización de un léxico variado convierte a quien lo hace —léase como una excusa no pedida— en una suerte de pedante altanero.

Una de las causas se encuentra en la idiocia propagada por la TV y otros medios, que reduce el uso a cada vez menos palabras que —amalgamadas a lo bestia por un empleo indiscriminado— carecen del sentido que convierte en valioso a lo escaso y en nulo —porque para nada vale— a lo que vale para todo.

¡Qué huevos frescos!


Debo a mis seguidores habituales una entrada dedicada en exclusiva a la familia Tarradellas, prometida en el doble artículo dedicado a los abuelos (parte I y parte II). En su preparación estoy recopilando la historia familiar de la saga catalana, aunque, para hoy, entresaco —como aperitivo— un anuncio de pizzas (ese producto tan típico de cualquier masía que se precie).


En treinta segundos de anuncio, dicen fresco —y variantes: frescor, fresca o frescura— hasta siete veces, lo que da el resultado de una vez cada, cada (30 partido por 7), cada (30 dividido por 7), cada (30 entre 7), ¡vaya!… una vez cada muy poco, claro.

No es el anuncio más fresco de todos los que recuerdo. En la memoria de todos está Rodolfo Langostino.


Resulta perfectamente entendible preocuparse de la frescura del pescado. Hay quien ha adaptado una máquina, originariamente destinada a sándwiches y bebidas, para ofrecer pescado fresco durante las 24 horas del día. Como alternativa se plantean ofrecer también cebo vivo para pescadores [en un supuesto hipotético, quizás ligeramente optimista, podrían completar un bucle continuo en el ciclo de vida/captura de un pez/pescado].

La sirena entona cánticos que te atrapan y te dejan subyugado y de los que es difícil escapar. Más que fresco, congelado.


El filete de panga, una verdadera ganga.


Es importante atender, no sólo, a si el pescado es fresco, también debemos observar su procedencia. Hemos podido encontrar una empresa, Villa Carmen, que comercializa “Pescados y Mariscos Vivos y Congelados”. Suena bien: su página web empieza con una afirmación rotunda: “No cabe duda que la calidad del marisco fresco gallego es, muy merecidamente, el más apreciado del mundo”.

Me fijo en la dirección de la página web http://www.mariscofrescogallego.com/ y no cabe la más mínima duda: es marisco, es fresco y es gallego.

Más adelante, en la misma página, señalan:

“Lo primero que debemos hacer es asegurarnos que detrás de cada portal hay una empresa que respalde y adquiera la responsabilidad en cada envío, para ello lo mejor es contactar con el interesado y tratar de obtener la mayor información posible”.

“La preguntas mas directas deben ir dirigidas a la procedencia, calidad y servicio del marisco o pescado, seguido de una breve consulta sobre que orígenes tienen determinados productos, es decir, si por ejemplo lo que buscamos es percebe consultemos de que zona los tienen y en que lonjas se ha subastado. Si en estas dos primeras cuestiones se muestran reacios a realizar las respuestas, comencemos a dudar”.

Más abajo empieza un epígrafe: De la mar a tu domicilio.

1. Una vez que has realizado el pedido, nosotros compramos el marisco y el pescado en las principales lonjas ¿asturianas? [¿no habíamos quedado que era marisco gallego?] y gallegas donde tienen lugar las subastas, ya sea a primera hora de la mañana o por la tarde.

Me han surgido dudas y sospecho que es posible que no sean del todo gallegos. En la página web busco el apartado Localización y, tras clicar, me encuentro el siguiente panorama. La dirección ahora ha cambiado: http://villacarmen.es/contacto.php. Claramente se señala Desde Luarca a su disposición. Se indica la dirección de los puntos de venta, los dos en Luarca, Asturias y se incluye mapa de Google con ubicación de ambos.

Da la sensación que se trata de un asturiano —fresco— poniendo cara de gallego.



Ya hemos visto que —la procedencia— puede ser construida. También hay que tener cuidado cuando el pescado es, digámoslo pronto, demasiado fresco.



Otros productos también se abonan a la etiqueta de frescos. Cada uno interpreta lo que eso significa de la forma que más le apetece o interesa. Podemos, en la opción 1, pillar una gallina ponedora y, mientras suena de fondo la canción del final de Grease —cuando Travolta renunciaba a ser un macarra, mientras la Newton-John se embutía unos pantalones de cuero negro y se ponía a fumar, transformándose en un barriobajera con ritmillo y un pelín mayorina—, mandarla a recorrer el campo, primero, y la ciudad, después, esperando incluso a que el semáforo se ponga en verde.

Hablamos de huevos, claro.


La opción 2 tampoco resulta especialmente estimulante, al contemplar cómo Manolo Gómez Bur pone al día, a la turista de turno, sobre la contabilidad española y el concepto de plus-va-mía. (Métele clavo o impuesto, que traga. La economía doméstica a estudio)



Me queda el queso. Casi paso por encima. Pero antes de dejarlo atrás, recordé un anuncio precioso de Angulo, “el queso fresco de autor”.


Empecé a dudar al ver la figura de pac-man, el comococos. No me pareció la esencia de la frescura. Busqué un poco más.

Encontré a la chacha Sebastiana. Angulo, lo siento, me parece que te van a tener que dar…


Pero en eso irrumpió como un río de agua viva ¡VIVA!, el anuncio definitivo de quesos. En realidad se trata de una serie de anuncios. Los famosos quesos árabes Panda.


Ahora lo tengo decidido. Lo siento profundamente, pero,
Angulo, ¡vete a tomar po’l … Panda!


Ya poco más me queda que añadir. Contemplar a Letizia Ortiz, antes de que le antepusieran el doña, informando, y pareciendo mirar en oblicuo a la cámara, quizá abrumada, por lo que parece una crónica anticipada de las relaciones comerciales de su futuro cuñado.



La sección “al fresco”, presentada por Mar-Cial en Muchachada nui, de la que extraigo su particular explicación de los gestos.



Y dejo para el final a los que se autodefinieron, en su momento, como “los frescos del barrio” y condenaron a cualquiera de su entorno a cargar con su impuesta maldición.



Luego, en su desfachatez total, en su falta de preocupación por cómo dejarían el campo que, previamente, habían hoyado y destrozado, emigrarían huyendo despavoridos para guarecerse a la sombra de las nuevas etiquetas protectoras: natural y auténtico. En su paso, marcado por la confusión, dejarían arraigada la (falsa) idea de que el pan está fresco, cuando quieren decir caliente o, mejor todavía, recién horneado.

Y, así, hay idiotas que ponen máquinas para despachar pan fresco, como si fuera pescado.



Parece que la iniciativa no ha funcionado como él esperaba. Una clienta, lo explica con claridad:

“Me preocupa que el pan salga de una máquina. El pan, como la fruta y las verduras, tiene que venderse en el mercado. No se puede vender dentro de bolsas herméticas en el supermercado. Aquí tenemos lo mismo. No quiero comprar de una máquina. Quiero saludar a la panadera. Quiero verle la cara y saber que ha hecho mi pan. De lo contrario, no disfrutaría comiéndolo”.

Que quieren que les diga. Tengo perfectamente claro con quien estoy de acuerdo.

Pero, es posible, que a quien esto lea, mi opinión le traiga al fresco.

Esa incierta edad [el libro]

A veces tengo la sensación de que llevo toda la vida escribiendo este libro. Por fin está terminado. Edita Libros Indie . Con ilustracio...