miércoles, 13 de enero de 2016

Tenta Dora

Sesión del taller Morel de Sal, de creación literaria. 11 de enero de 2016.

El motivo era el fotograma de una película, sin más datos sobre ella.
El motor eran las tentaciones, continuando la sesión precedente en la que habíamos estudiado el cuadro “Las tentaciones de San Antonio”, de El Bosco.


Tenta Dora

— ¿Cómo la ves?
— Imponente.
— Ya te había avisado.
— Sí, Pher. Pero en ocasiones la imaginación es limitada.
— No lo hubiera esperado de ti.
— ¿Qué tuviera límites?
— Que fueras tan atrevido como para reconocerlo. Todos tenemos límites.
— Nunca lo había pensado.
— Lo mismo que precio. Todos tenemos uno.
— No estoy seguro de ello. Creo que no.
— Tú no tienes nada que vender.
— Mi futuro, mi alma, mi condenación eterna.
— Ya estás condenado. Desde que permitiste que la conversación empezara.
— ¿Puedo hablar con ella?
— Seguro. Siempre está dispuesta.
— Hola, Dora.
— Hola, encanto.
— Me dice Pher que estás disponible.
— Dispuesta.
— Dispuesta.
— Pensaba que era lo mismo.
— No lo creas, encanto.
— Me gusta cómo dices “encanto”.
— Eres un encanto.
— ¿Sí?
— Sí. Pher es encantador.
— … de serpientes.
— Me hace arrastrarme…
— …
— …y sentirme como una serpiente.
— Quizás sea mejor que me vaya.
— Ya es tarde para eso.

*****

En la lectura dramatizada Teresa tomaba el papel de (Luci)Pher. El gesto adusto, la tenebrosa indumentaria, el bigote recortado, la mirada entornada y el ademán esquivo con el que sostiene el cigarrillo, daban un perfil insidioso y maligno que asocié al príncipe de las tinieblas.

El espectador, con el que Pher inicia el intercambio y rompe “la cuarta pared”, fue representado por Pilar, a la que su jersey verde esperanza le confiaba más realismo.

La tercera pata de la función recayó de forma sobresaliente en Daniel —en su debut en esta plaza—, interpretando a Dora, representante voluptuosa de la tentación, a la que Daniel supo dotar de gran profundidad, explotando el juego de una enigmática y sugerente sensualidad.

*****

Una representación extraordinaria.
El juego que propone Patricia es, en cada sesión, más estimulante y divertido.

*****

El fotograma estaba extraído de una película italiana, “Boccaccio ‘70” (1962), según una idea de Cesare Zavattini, plasmada en cuatro episodios que siguen el estilo de Giovanni Boccaccio y su interés por el amor y la moralidad, constituyendo una adaptación del “Decamerón” a los tiempos modernos (principios de los 60 en Italia).

Los cuatro episodios fueron dirigidos por Mario Monicelli, Federico Fellini, Luchino Visconti y Vittorio De Sica.

El segundo de ellos, “Las tentaciones del doctor Antonio”, estaba protagonizado por Peppino De Filippo y Anita Ekberg. De él se extrajo el fotograma y se adjunta para su visión completa (subtitulada).



Una película costumbrista muy entretenida.


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