Live at Blues Alley (1996)
Bowie, Maryland (USA)
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Eva Cassidy nació en Washington, DC el 2 de febrero
de 1963. La familia vivía en Oxon Hill, Maryland. Más tarde establecerían su
residencia en Bowie, el lugar que Eva consideró siempre su hogar.
Desde
pequeña mostró interés en la música. Su padre le enseñó a tocar la guitarra.
La
proximidad con la capital de la nación hizo que Eva empezara a frecuentar el
circuito de Washington, donde inició su trayectoria musical. Los comienzos son
difíciles y Eva trastabillaba. No le importaba en exceso, porque no mostraba esa
taimada ambición que hace claudicar a algunos, sometiéndose a los deseos de los
intermediarios o los gustos del público.
Ella,
por su parte, era firme defensora de un estilo propio, de una forma particular
de afrontar su carrera como cantante.
Ecléctica
a la hora de elegir los temas que interpretaba, dotaba a su repertorio de un
sello característico que, de manera sucinta, se resume en una explosión de
sensibilidad. Se atrevió a versionar a los más grandes.
Su
criterio selectivo es una muestra definitiva de su exquisito gusto.
En
todo caso, su independencia fue una traba para un reconocimiento acorde a su espléndido
talento. Todos los que le escuchaban se quedaban fascinados. Uno de ellos fue Chuck Brown, un veterano del funk, que se empeñó en grabar un disco
junto a Eva, The Other Side (1992). La buena acogida hizo que surgieran ofertas
para grabar como solista. Las rechazó todas. Las discográficas querían que se
centrara en una colección de temas más uniforme y que modulara su estilo para
darle un aire pop —entendiendo aquí
el término como la metáfora de una burbuja, inconsistente y efímera, que
desaparece sin dejar rastro—, algo a lo que Eva no mostró la menor disposición.
Siguió
actuando en la escena local, asombrando a los privilegiados que pudieron verla
en directo. Dos incondicionales, Chris
Biondo (ingeniero de grabación, bajista, amigo y amante ocasional) y Al Dale (su manager desde que fueron presentados por Biondo) se convencieron de
que debería publicar las canciones que interpretaba en directo. Programaron dos
sesiones en Blues Alley (un club de
Washington, DC) para el 2 y el 3 de enero de 1996. Un problema en la grabación,
el primero de los días, hizo que las tomas no fueran aprovechables para su
posterior edición. El segundo día, Eva tuvo problemas de salud, desconocidos
entonces, que afrontó con entereza. Eso hizo que reconociera que “no estaba satisfecha con cómo sonaba su voz
ese día”, pero, al ser el único material disponible, el disco se publicó en
mayo con las grabaciones del día 3.
Un
mes después, durante la promoción del disco resultante, Live at Blues Alley,
Eva empezó a notar fuertes dolores en la cadera. Se le diagnosticó un cáncer de
piel, en fase terminal. El agresivo tratamiento al que se sometió no resultó
efectivo y fallecería el 2 de noviembre, con 33 años, en su residencia
familiar, en Bowie, Maryland.
En
su última actuación, para un grupo de amigos, interpretó a Louis Armstrong.
“He visto árboles verdes,
y también rosas rojas
He visto cómo florecían,
para ti y para mí
Y he pensado, ¡qué
maravilla de mundo!
He escuchado a bebes
llorar, y luego los he visto crecer
Ellos aprenderán mucho,
más de lo que yo sabré nunca
Y he pensado, ¡qué
maravilla de mundo!
Los colores del arco iris,
preciosos en el cielo
También están en las caras
de las personas que veo pasar
Veo amigos estrechándose
la mano, diciendo: “¿qué tal?”
Cuando en realidad lo que
dicen es: “te quiero”
Y he pensado, ¡qué
maravilla de mundo!
Es un mundo maravilloso
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