Es tiempo de listas. La enfermiza obsesión por no perderse nada, hace que muchos se empapen, a última hora, de lo que no deberían haberse perdido y, así, las listas se convierten también en anticipo de las primeras obligaciones que deben subsanarse lo más pronto posible. Da igual si se trata de libros, discos o películas: la cosa es ir tachando lo conocido o, más todavía, lo que falta por conocer. Allá cada cual.
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Foto: Daniel*1977 |
Es tiempo de listos. Cada uno se espabila como puede y hay quienes, conociendo el afán de muchos de cumplir con lo pautado, aprovechan para colocar en ranking productos de su interés. Hace poco me he divertido muchísimo con Manuel García Viñó y su “El País. La cultura como negocio” en el que, con saña y lucidez, mostraba las artimañas del entramado del Grupo Prisa para “colocar” material de las editoriales del grupo y promocionarlas a bombo y platillo en su buque insignia. La sinergia como forma de aprovechamiento de la expresión cultural. En fin: leo poco y escribo a ratos; no me considero por ello capacitado para juzgar las estrategias de los demás. Sin embargo, sigo considerándome libre para reírme con lo que me plazca y Viñó lo consiguió con creces.
Veo la lista que el suplemento cultural “Babelia” propone como mejores libros de 2011. La encabeza Javier Marías con “Los enamoramientos”. Desconozco la calidad literaria de Marías; nunca he tenido ocasión de acercarme a su obra. Pero me llamó la atención su portada.
Una bonita fotografía de una pareja besándose, vista a través del reflejo en el retrovisor de un coche antiguo. Una playa de fondo y fotografía en blanco y negro. No sé. A mí en principio me evoca la escena del apasionado beso de Burt Lancaster y Deborah Kerr en “De aquí a la eternidad”; seguro que es un beso que está en la lista de los más recordados de la historia del cine.
Miro un poco y encuentro una lista que coloca ese beso en el Top 2, utilizando la foto para ilustrar el artículo. La lista es del programa “A vivir que son dos días”, de la Cadena SER, del omnipresente Grupo Prisa.
La imagen baila en mi cabeza. Doy vueltas en la playa y siento como si ese beso fuera, como todos los besos pueden llegar a ser, el primero de un millón de besos.
Si tuviera que alejarme de ella, le pediría a quien quiera que fuera a la feria de Scarborough que le dijera que me trajera perejil, salvia, romero y tomillo.
Conseguiríamos que todo volviera a ser perfecto
Era 1987. La recuperación de Nina Simone vía anuncio de “Chanel nº 5” con Carole Bouquet (en un spot dirigido por Ridley Scott) se convirtió en un verdadero descubrimiento, espoleado con la realización de un vídeo tremendamente original (en aquellos años). Aardman Animation (más conocidos después por Wallace & Gromit y ahora por el simpático juego Home Sheep Home) fueron los responsables. Consiguieron que tocar la batería con escobillas se considerase ultra–cool.
Anuncio de Chanel nº 5
Vídeo de Nina Simone
Lo cierto es que la atracción de la feria funcionaba. Perfect fue un éxito redondo y llevó al disco de debut del grupo de Eddi Reader a estar en las primeras posiciones de las listas. Yo me lo compré. 1988 fue el año de Fairground Attraction y su “The first of a million kisses”.
Visto ahora no sé cómo queda. Mejor le preguntamos a Elliott Erwitt. Creo que le gustará. Rentabilizar doblemente la misma foto y colocarla —con 23 años de diferencia— en las listas: seguro que mola.