11/09 — Etapa 01: (A) Irlanda
del Norte y (B) Gales
14/09 — Etapa 02: Glasgow
(Escocia)
18/09 — Etapa 03: Resto de Escocia I (hasta 1990) / Resto de
Escocia II (desde 1991)
25/09 — Etapa 04: Norte de Inglaterra (North East &
North West)
28/09 — Etapa 05: El Gran Manchester
02/10 —
Etapa 06: Merseyside
05/10 —
Etapa 07: Yorkshire
09/10 —
Etapa 08: Midlands (East & West)
16/10 —
Etapa 09: Este (East of England)
19/10 —
Etapa 10: Sudeste (South East England)
23/10 —
Etapa 11: Sudoeste (South West England)
26/10 —
Etapa 12: London ‘60s
30/10 —
Etapa 13: London ‘70s
02/11 — Etapa 14: London, los primeros ‘80s
06/11 — Etapa 15: London, el final de los ‘80s
09/11 — Etapa 16: London ‘90s
13/11 — Etapa 17: London, el nuevo milenio
Nota previa: Blogger es un gestor de blogs peculiar. Hay que
conocerlo. Al final, después de un tiempo, sucede como con esos amigos, a los
que descubres sus rarezas y que terminas perdonándolas —a regañadientes, pero
lo haces—, precisamente por el cariño y la antigüedad en el trato.
Blogger no está hecho para llevar grandes cargas. La
anterior etapa fue demasiado pesada.
Así que, a partir de ahora, tendremos que fraccionar las
entregas previstas y, en algunas de ellas, pasaremos a trabajar por tramos.
Guía de la visita
Escocia [la que los antiguos romanos llamaban “Scotia” por los colonizadores gaélicos
venidos de Irlanda (y ser “scotus” el término latino que significa
“irlandés”) y, años más tarde,
conocerían como “Caledonia”] fue un
Estado independiente hasta 1707, cuando se firmó el “Acta de Unión” con Inglaterra,
que permitiría la creación del Reino de Gran
Bretaña. Eso no impide que siga manteniendo una entidad jurídica distinta
de Gales, Inglaterra o Irlanda del Norte, asentada en un sistema
legislativo, educativo y religioso diferenciado, que conforma la cultura
escocesa y que da argumentos a los defensores de la independencia de Escocia.
La
bandera, un aspa blanca (o cruz de San
Andrés) sobre fondo azul, se conoce como “The Saltire”. Entró a formar parte de la “Union Jack”, la bandera del Reino
Unido, en 1606, junto a la cruz de San
Jorge inglesa.
Otros
símbolos característicos de los escoceses son: el “cardo” (la flor nacional), el “tartán”
(un tejido con estampado de cuadros en el que se representan los colores del “clan” al que se pertenece), el “kilt” (una larga tira de tela que los
hombres usaban alrededor de su cuerpo y se sujeta sobre el hombro; algunos lo
confunden con una falda) o su lema nacional: “Nemo me impune laccesit” (Nadie me ofende impunemente).
Teniendo
en cuenta su lema, me arriesgo al apuntar algunos estereotipos del carácter escocés,
en el intento de que no se entienda como una ofensa, sino como una mención meramente
costumbrista: tienen fama de tacaños, bebedores (los padres del whisky) y peleones (William Wallace los lideró en las Guerras de Independencia, como mostró Mel Gibson en su película “Braveheart”).
La combinación de un clima lluvioso, su carácter empecinado y la existencia de
un folklore propio, propiciaron el
desarrollo de una de las armas de asedio más sofisticada: la gaita de las Highlands, instrumento
capaz de abatir, con su insistencia, cualquier intento de resistencia.
En
los deportes han destacado notablemente.
En
rugby la selección escocesa disputa
sus partidos en Murrayfield. Algunos
jugadores escoceses famosos son Gordon
Brown (segunda línea, jugó en el equipo del cardo entre 1969 y 1976), David Sole (primera línea, 1986-1992,
25 veces capitán de la selección) y Gavin
Hastings (zaguero, 1986-1995, seguramente el mejor jugador escocés de todos
los tiempos). El primer partido internacional disputado, entre las selecciones
de Inglaterra y Escocia, tuvo lugar el 27 de marzo de 1871. Los escoceses
ganaron 4 a 1. Desde entonces, cada vez que ambas selecciones se enfrentan en
el “Seis Naciones” (así se llama el
tornero desde la incorporación de Italia;
antes eran sólo cinco), se disputan la “Calcutta
Cup”, en conmemoración de aquel partido histórico.
St. Andrews se conoce como la cuna del golf. El “Old Course” es
considerado el campo de golf más
antiguo del mundo y, para muchos golfistas, lugar de peregrinación.
El
Celtic de Glasgow se proclamó campeón de la Copa de Europa en 1967, siendo el
primer equipo británico en conseguirlo.
Organizan
los “Highland games”, en los que
compiten en modalidades propias (lanzamiento de tronco, martillo escocés o
piedra), mientras las gaitas suenan atronadoras y parte del público se entrega
al baile tradicional. Un espectáculo que debe ser memorable. Son, también,
merecedores de una mención especial, por haber desarrollado un deporte tan
sofisticado como el curling (petanca on ice).
Edinburgo es su capital, aunque la ciudad más poblada es
Glasgow. Además de ellas, Aberdeen, Dundee, Inverness y Stirling
tienen el status de ciudad (otorgada
por patente real).
Algunos
escritores deben ser recordados: Robert
Burns (considerado el “poeta
nacional”, escribió en inglés y escocés), Walter Scott (“Ivanhoe”),
Conan Doyle (“Sherlock Holmes”) o J. M.
Barrie (“Peter Pan”).
Y,
ya os imaginabais, muchos músicos.
Resto de Escocia I →1990 (16)
Stealers
Wheel — Stuck in the middle with you
Michael Madsen (Señor Rubio o Mr Blonde) busca en la radio: “Joe
Egan y Gerry Rafferty eran
conocidos como Stealers Wheel cuando
grabaron este tema ‘dylanesco’ al mejor estilo ‘pop’ en abril de 1974. Llegaron
al #5. Así continua K-Billy con ‘los
sonidos de los ‘70s’”. Es, claro, “Reservoir
dogs”, la opera prima de Quentin Tarantino. La escena es la de
la tortura con navaja de barbero, primero, y con lata de gasolina, después;
momento dramático en el que el desalmado Mr Blonde pone la radio para que los
gritos del torturado no se oigan y poder bailar atemorizándole sin piedad y
hablando por la oreja seccionada, hasta que Tim Roth (Señor Naranja o Mr Orange), nadando en un charco de su
propia sangre, consigue liberarle del suplicio. El vídeo elegido es, por
consideración a los viajeros, el original de la banda, evitando sufrimientos
innecesarios. El festín gastronómico y el atuendo demodé serán (más) soportables.
The
Average White Band — Pick up the pieces
La
elección del nombre corresponde a una cuestión meramente estadística: la banda
es, de promedio, blanca, porque, entre toda la trouppe, los blancos son más. Recuperaron para la escena musical
británica los fogonazos de la sección de vientos y, cuando cruzaron el charco y
quisieron triunfar en USA —es decir,
worldwide— firmaron con Atlantic, el sello de New York, que, más tarde, forzaría la alianza
con Ben E. King (versión 2.0) que, tras “Stand by me” o “Spanish
Harlem”, seguía evolucionando mientras soñaba con alcanzar de nuevo el
éxito masivo, a lo que trataría de ayudar, sin demasiado éxito, esta banda
multirracial (Average White Band) firmando
un disco a pachas “Ben & us”. Les
vemos en el vídeo, pasándoselo en grande, tocando en Montreux.
Bay
City Rollers — Saturday night!
La
canción empieza deletreando el mantra que, tres años más tarde de su grabación
y uno después de que llegara a ser un hit,
en 1977, Tony Manero (John Travolta)
convertiría en una fiebre. “Es-Ei-Ti-Iu-Ar-Di-Ei-guay,
¡nait!”. Lo sorprendente, visto hoy, no es que la canción triunfara. Lo
verdaderamente alucinante es que, en su apogeo, en 1976, se les considerara “el grupo más grande desde The Beatles” y se describiera ese
momento —fugaz, pero intenso—, como la “Rollermania”.
Se propone como banda sonora para acompañar el calentamiento de algún equipo que
juegue en sábado.
No
sé si es una calle que exista en la realidad; si fuera así, la calle de los
panaderos debería funcionar a un ritmo distinto al del resto de las calles de
la ciudad: trabajan de noche, incluyendo fines de semana y festivos, y pasan
calor hasta en invierno. En cualquier caso, este tema de Gerry Rafferty, incluye una demostración fabulosa de un solo de
saxo, interpretado por Raphael
Ravenscroft. Para disfrutar repetidamente de su primer éxito, tras haber
disuelto Stealers Wheel. [Ya sé que
se refiere a la calle de Londres, en
la que, entre otros, Dusty Springfield tuvo
su residencia, Madame Tussauds abrió
su museo de cera, The Beatles
abrieron la Apple boutique (de música, no de gadgets) y Marks & Spencer tuvieron sus oficinas centrales. En la ficción,
Sherlock Holmes vivió en el número
221B y, Gregory House, vivía en el
Apartamento B, en el 221 de Baker Street, en Princeton, New Jersey.
Pero me he permitido la licencia poética de imaginar una calle que olería a pan
recién horneado de forma permanente].
Kelly
Marie — Feels like I’m in love
Los
inicios del videoclip recuerdan a la
serie de TV, de gran éxito, emitida por la cadena ABC USA, entre 1977 y 1986. Originalmente titulada “The love boat”, en Hispanoamérica se la
conoció como “El crucero del amor”,
en Venezuela “El bote del amor” y, en España
se le adjudicó un nombre, “Vacaciones
en el mar”, que desorientaba al respecto del verdadero propósito de la
singladura. Un amigo mío subsanaba el asunto refiriéndose al barco como “La polvera del pacífico”. Así que, más
allá de lo parecido del soniquete que da inicio a ambas canciones, es evidente
que las intenciones de Kelly Marie
(en una canción que llegó al #1 en listas UK
en 1980) transcienden el turismo y visitar Londres.
Tras izar la bandera triunfal, los dos marineros se ponen jacarandosos,
celebrando que podrán desquitarse tras su etapa de —obligada— sequía. Y, sí,
vemos una parte de la ciudad, pero, por razones comprensibles, se reservan
mostrar el lugar donde armaron el sandwich
(uno para Kelly, el otro para Marie), antes de volver a bordo.
Sheena
Easton — 9 to 5 (Morning train)
Se
pone el despertador temprano, se embute en un traje buzo color azul turquesa y
pilla la bicicleta para llegar a la estación local del tren de cercanías. Una
jovencísima Sheena Easton nos hizo
creer que iba a trabajar en una oficina, de nueve a cinco (como Dolly Parton, Jane Fonda y Lily Tomlin,
en la película coetánea). Nos equivocamos: además de mantener lustrados los
cromados de la locomotora, su principal ocupación era mantener al calderero
caliente (la taza de té, se entiende). El descarrilamiento provocado por
Sheena, que movió la palanca para poder sacarle brillo en condiciones, supuso
la instalación de un sistema robótico automatizado que pondría al calderero en
la lista del paro.
The
Associates — Those first impressions
Mi gorra de marino. Mis galgos con su vestido a cuadros. Soy Billy Mackenzie y, en cuanto llego a mi
modesta mansión, me cambio el pantalón blanco por uno negro y cojo el micro que
—siempre, siempre— tengo a mi alcance. A pesar de que el caserón aparenta estar
vacío, tengo enchufada la calefacción (no sólo el micro) y por eso me
despechugo al instante. Juego al escondite con mi asistenta japonesa y la rubia
múltiple que me acompaña. Será una primera impresión mía, pero es imposible
aburrirte cuando estás asociado con una particular vida interior.
No
sólo formó parte de Slik, Thin Lizzy, Visage y, por encima de todo, fue la voz y la cara visible de Ultravox. No sólo. Midge Ure también fue uno de los más destacados bailarines del
estilo oscilo-batiente que, en los primeros ochenta practicaron todos los
miembros de la new wave y los new romantics.
The
Waterboys — The whole of the moon
Uno
de los mejores grupos escoceses, encabezados por Mike Scott, The Waterboys
acercaron el folk al pop, en una mezcla denominada céltica
por el uso de instrumentos tradicionales del estilo de un violín (el
saxofonista se ponía un foulard para
hacer méritos). Buscaban hacer himnos de sus canciones (y muchas veces lo
consiguieron). Muy recomendables.
¡Cómo
han cambiado las cosas! Antes, las disputas por tu amada se resolvían,
cogiéndola de una mano y tirando de ella y, en caso de que alguien se
interpusiera, remangándote y liándote a bofetadas. Una de las demostraciones de
amor romántico (a la antigua usanza) más memorables aparece en “El hombre tranquilo”, dirigida por John Ford. Sean Thornton (John Wayne) se enamora de Mary Kate
Danaher (Maureen O’Hara), a la que
lleva arrastrando, pelea con su hermano, Will (Victor McLaglen), atravesando todo el pueblo y así ganarse el
respeto de todos (él incluido) y el amor de la primera. Eso hace que Thornton
pueda mirar a todo el pueblo de frente, sin desviar la mirada y resuelva el
conflicto de su pasado (que no tiene sentido desvelar aquí). La misma idea que
se narra en el vídeo de Big Country
(un gran país, Escocia; la película
de Ford estaba ambientada en Irlanda,
otro gran país).
El
grupo que formaron en Bathgate,
cerca de Edimburgo (y bautizaron Goodbye Mr. Mackenzie en homenaje a la
novela de Jean Rhys, “After leaving Mr. Mackenzie”), estaba
formado por Martin Metcalfe
(cantante), John Duncan (guitarra), Neil Baldwin (bajo), Fin Wilson (bajo), Derek Kelly (batería), Rona
Scobie (teclados) y Shirley Manson
(teclados y coros). Su estilo estético, tocando en un garaje, con mirada torva
y ropa oscura les da un aire que, fugazmente, se podría resumir en siniestro. Buscando en el vídeo se ve a
dos teclistas: la primera lleva una chupa
de cuero negra, camiseta a rayas horizontales blanquinegras, pelo rubio y
grandes aros en las orejas (en una suerte de Makinaja, versión chica); la segunda, con el pelo rojo recogido en
un moño alto y mechones que le caen sobre la cara, lleva pendientes colgantes
y, al final, se anima a acompañar en los coros a Metcalfe. Es Shirley Manson y,
habiendo cogido gusto a lo de cantar, llegará a ser la voz solista de Garbage.
The
Jesus and Mary Chain — April skies
El
grupo giraba alrededor de dos hermanos, Jim
y William Reid. En The Jesus and Mary Chain organizaron
una formación (que contó brevemente con Bobby
Gillespie antes de dedicarse íntegramente a Primal Scream) que declaraba un enigmático conjunto de influencias:
Sex Pistols, Velvet Underground, Ramones
y ¡The Shangri-Las! Por si los
nombres no te dan pistas suficientes, añadimos que se les etiquetó como noise, que seguro tampoco aclara las
cosas. La fama de violentos y sus referencias explícitas, complican el
panorama. Pero tuvieron un fenomenal éxito con “Psychocandy” y los singles
de esa etapa. Su segundo álbum fue “Darklands”
—del que “April skies” fue un
anticipo— y avanzaron hacia un sonido más melódico y una sensación más
luminosa, quedando reducidos a Jim (voz y guitarra) y William (guitarra). De
hecho, sustituyeron la batería por una caja de ritmos y, todos los que en el
vídeo acompañan a los hermanos, son meros figurantes.
The
Proclaimers — I’m gonna be (500 miles)
Los
gemelos Charlie y Craig Reid forman este dúo, que alcanzó
su cota de mayor popularidad en esta rítmica entrega de 1988. En lo que podría
parecer un anacronismo, el vídeo que se acompaña, incluye secuencias de una
película de 1993, pero ya se sabe que lo digital salva barreras. Se trata de la
película “Benny & Joon”, en la
que Johnny Depp interpreta a un
disléxico que, enamorado de Mary Stuart
Masterson, demuestra la versatilidad de un sombrero con la canción de The Proclaimers como fondo sonoro.
“Cada río que traté de cruzar, cada
montaña que intenté escalar, cada océano que traté de nadar, cada carretera que
traté de encontrar; todos los caminos de mi vida, intenté estar contigo. No hay
manera de hacerlo sin ti”. Runrig cantan (en el vídeo, en una
actuación en directo en el Castillo
de Edimburgo) su amor incondicional
por Escocia. Es natural que, con esa
apasionada declaración, muchas parejas hayan utilizado la canción como fondo
musical para su enlace matrimonial (especialmente si ambos contrayentes son
escoceses).
The
Trash Can Sinatras — Obscurity knocks
Hubo
un tiempo —que se terminó de golpe tras la generalización del formato CD— que
organizábamos recopilatorios de novedades, grabando cassettes directamente de la radio. Rebobinando si la canción no
nos había gustado y volviendo a grabar encima. Tal como suena. Una de las minas
en las que trabajé mucho tiempo para extraer material fue Disco Grande, el programa de Julio
Ruiz —que, incombustible, sigue manteniendo la explotación abierta en rne 3, aunque yo no la visite ya—. Allí
descubrí “Obscurity knocks” y escuché
a Ruiz contar lo mal que había sentado a Frank
la elección del nombre del grupo, The
Trash Can Sinatras. Francis Reader
era el cantante y “Cake” el disco del
que se extrajo el single. Una
chulada.
Hubo
una época en que su puso de moda una imagen (precursora de los emoticonos) que consistía en una sonrisa
estúpida sobre fondo amarillo. Se llamaba “Smiley”
y “Forrest Gump” encontró una
explicación inverosímil de su origen. En esa época, además de llenar los
puestos de venta ambulante (no sólo los hippies),
encontrabas a conocidos —relativamente respetables hasta ese momento— con un
pañuelo pirata anudado en la cabeza y bailando como posesos con las manos en
alto. Era la época ácida que —más que
por su humor chirriante— se caracterizó por el consumo de pastillas y una
música que (por bakaladera) empujaba
al deseo de libertad, llegando a atreverse a versionar a The Rolling Stones, como The
Soup Dragons (de)mostraron que eran capaces de hacer.
050
|
1972
|
Stealers Wheel
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051
|
1974
|
The Average White Band
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|
052
|
1974
|
Bay City Rollers
|
|
053
|
1978
|
Gerry Rafferty
|
|
054
|
1979
|
Kelly Marie
|
|
055
|
1980
|
Sheena Easton
|
|
056
|
1984
|
The Associates
|
|
057
|
1985
|
Midge Ure
|
|
058
|
1985
|
The Waterboys
|
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059
|
1986
|
Big Country
|
|
060
|
1986
|
Goodbye Mr. Mackenzie
|
|
061
|
1987
|
The Jesus and Mary Chain
|
|
062
|
1988
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The Proclaimers
|
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063
|
1989
|
Runrig
|
|
064
|
1990
|
The Trash Can Sinatras
|
|
065
|
1990
|
The Soup Dragons
|
En seguida, la segunda parte del resto de Escocia. Desde
1991 hasta hoy. Entonces podrás consultar el resumen conjunto.
Próxima etapa — 18/09 — Etapa 03-B: Resto de Escocia II (Desde 1991)
Van
a estar: Emeli Sandé, Texas, Paolo Nutini, Calvin Harris
y Annie Lennox.
¡Y
más! El segundo tramo de lo más destacado de Escocia. De 1991 a 2012.
Imprescindible.
Confirma
plaza
Puedes
hacerlo (aunque el viaje esté iniciado):
1 — Dejando un comentario en el artículo,
2 — Enviando un correo electrónico a comunsinsentido@gmail.com o
3 — En la página UK 666 en
facebook (y dando un “Me gusta”).
De estos noto que los de los años ochenta, aunque físicamente me suenan al ver los vídeos, las canciones no las conozco, así que ha sido interesante revisarlas. En esos años viajaba mucho por tierras lejanas y también estaría yo en otra onda o no me "llegaban".
ResponderEliminarSaludos,
Nina
Por mi edad, es la época que más música escuché. Eso se nota en la selección que, probablemente, sea más numerosa en los '80s.
EliminarUn saludo