11/09 — Etapa 01: (A) Irlanda
del Norte y (B) Gales
14/09 — Etapa 02: Glasgow
(Escocia)
18/09 — Etapa 03: (A) Resto
de Escocia I (hasta 1990) / (B) Resto
de Escocia II (desde 1991)
25/09 — Etapa 04: North
England (A) Nordeste
de Inglaterra / (B) Noroeste
de Inglaterra
28/09 — Etapa 05: (A) El
Gran Manchester I / (B) El Gran Manchester II
02/10 —
Etapa 06: (A) Merseyside I / (B)
Merseyside II
05/10 —
Etapa 07: (A) Yorkshire I / (B) Yorkshire
II
09/10 —
Etapa 08: Midlands (A) East Midlands
/ (B) West Midlands I / (C) West Midlands II
16/10 —
Etapa 09: East of England (A) Este I
/ (B) Este II
19/10 —
Etapa 10: South East England (A) Sudeste
I / (B) Sudeste II / (C) Sudeste III
23/10 —
Etapa 11: South West England (A) Sudoeste
I + Isle of Man / (B) Sudoeste II
26/10 —
Etapa 12: (A) London ‘60s I / (B) London
‘60s II
30/10 —
Etapa 13: (A) London ‘70s I / (B) London
‘70s II
02/11 —
Etapa 14: (A) London ‘80s I / (B) London
‘80s II
06/11 —
Etapa 15: (A) London ‘80s III / (B) London
‘80s IV
09/11 — Etapa
16: (A) London ‘90s I / (B) London
‘90s II / (C) London ‘90s III
13/11 —
Etapa 17: (A) London 00 I / (B)
London 00 II / (C) London 00 III / (D) London 00 IV
Guía de la visita
Fútbol.
Este deporte ha dado momentos de gloria a la ciudad de Manchester y, en menor medida, al conjunto del condado. En el
segundo tramo de esta etapa se analizará el impacto del deporte rey (término utilizado de forma intencional, al conocer el
sentimiento que, en estos momentos y latitudes, despierta la realeza).
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"Old Trafford, de gala" Foto: careybaird |
Manchester
United (juegan en Old Trafford). En el torneo doméstico (la Premier League), han logrado 19 títulos, siendo el club más laureado de la historia de la
competición. Han conseguido también tres títulos en la antigua Copa de Europa, actual Champions League.
Estuvieron
cerca de lograr llegar a la final en la edición de 1958. Pero, cuando volvían a
casa (tras haber alcanzado las semifinales, eliminando al Estrella Roja de Belgrado),
el 6 de febrero de 1958, sufrieron un accidente de aviación en Munich, en el que fallecieron ocho de
los jugadores del equipo y, otros dos, sufrirían lesiones que les
incapacitarían para seguir practicando el deporte. Entre los supervivientes
estaba el entrenador, el escocés Matt
Busby, que, apoyándose en el capitán Bobby
Charlton, reconstruiría el equipo, con la incorporación de jugadores
nuevos, las jóvenes promesas del fútbol inglés.
En
la temporada 1967-68 consiguieron ganar 4-1 al Benfica portugués del espléndido Eusebio, con un equipo en el que destacaban tres personalidades
complementarias; el talentoso Bobby Charlton [que ya había liderado a la
selección inglesa para obtener el único éxito de su historia, al ganar el
Mundial de 1966, en el que actuaron como locales, con el infame gol fantasma de la final de Wembley], Nobby Stiles [aguerrido centrocampista, para sus defensores (100%
de ingleses) y leñero implacable, para sus detractores (cualquier amante del
fútbol con clase)] y George Best [excelente
futbolista, rebelde en el campo e indisciplinado y atormentado fuera de él].
Muestran a la perfección, como colectivo, que la conjunción de un equipo
ganador huye de la clonación de estereotipos unifórmicos standard.
Temporada
1998-99. Barcelona, Camp Nou. Dos formas de entender el
fútbol (y la vida) se enfrentan. Por un
lado, la engrasada maquinaria ultradefensiva alemana del Bayern Munich. El conjunto que
entrenaba Ottmar Hitzfeld centraba
su potencial en su portero, Oliver Kahn,
guarnecido por una línea de cinco defensas en la que, el puesto más retrasado
(ejerciendo de líbero), lo ocupaba Lothar Matthäus que, habiendo
renunciado a su capacidad creativa, se escondía detrás de la defensa como si
quisiera llegar a ser considerado el nuevo Franz
Beckenbauer (pero olvidando que, lo memorable de su predecesor, eran sus
explosivas incursiones al ataque). El partido se inició con un gol tempranero
de Mario Basler para los alemanes,
pasados 6 minutos. Eso provocó un repliegue alemán (expectante para aprovechar
la presencia de su altísimo delantero Carsten
Jancker) y un equipo inglés, volcado en su intento de construir un juego
fluido que permitiera superar la defensa contraria. Las obligadas ausencias de Paul Scholes y Roy Keane forzaron una inédita pareja de medios: Nicky Butt y David Beckham (alejado de su espacio natural en la banda derecha).
La presión de los ingleses fue aumentando, conforme se acercaba el final del
partido. Y, se percibía esa sensación; el entrenador del equipo transmitía a
todos (jugadores y espectadores) que debían seguir intentándolo hasta el final,
manteniéndose fieles a su estilo de juego ofensivo, que les había dado éxitos
ese mismo año al haber logrado ya, la Copa
Inglesa y el título de la Premier. El entrenador era un escocés, Alex Ferguson, que había llegado al
cargo en 1986 [el año en que el Real
Madrid fichó al holandés Leo Benhaaker
y, en el Barcelona, seguía de
entrenador el inglés Terry Venables]
y que, en 2012, se mantiene todavía como manager
del Man U. Un tipo que tardó 12 años en armar un equipo ganador, pero al que, dándole
tiempo para hacerlo, demostró que había forjado un grupo con talento y mucho
carácter. Gente que creía en sus posibilidades. El portero danés Peter Schmeichel (que había anunciado
su retirada y la final iba a ser su último partido con el equipo), ejercía de
capitán por la ausencia de Keane. El galés Ryan
Giggs, extremo izquierdo, tuvo que jugar el partido en la banda derecha,
por los obligados cambios de posición marcados por las bajas. La pareja de
goleadores, Andy Cole y Dwight Yorke, nacido en Trinidad y Togabo, no parecían tener su
noche. A poco del pitido final, entran al terreno de juego Teddy Sheringham y el noruego Ole
Gunnar Solskjær. Un gol del primero (en el ’91) y otro del segundo (en el
’93) provocan el delirio (en los seguidores ingleses) y la desesperación (en
los alemanes). Ese 26 de mayo de 1999, recuerdo haberme puesto a saltar y a
gritar, porque —aunque quien esperaba a mi lado no lo entendiera por completo—
ese día se manifestó una sensación de justicia en una victoria lograda in extremis, pero buscada con tanta
determinación y empeño.
2007-2008
La final empareja a dos equipos ingleses, el United (que contaba entre sus
jugadores más destacados con el portero holandés Edwin van der Saar, el portugués Cristiano Ronaldo y el inglés Wayne
Rooney) frente al Chelsea (con los
ingleses John Terry y Frank Lampard, el alemán Michael Ballack y el marfileño Didier Drogba). Ronaldo marcó para los reds el 1-0 en el ’26. Lampard empató
para los blues en el ’45. Prorroga y penalties. En la primera ronda de cinco,
sólo falló Ronaldo. Todo quedaba pendiente para que el capitán del Chelsea,
John Terry, marcara y les diera el título. Era el hombre más fiable. El que no
podía fallar. Pero falló. Resbaló y golpeó la pelota mientras se caía; a pesar
de que van der Saar se había tirado al lado contrario, el balón golpeó el poste
por la parte exterior y se fue desviado. Cuando el francés Nicholas Anelka no consiguió superar el engaño del portero
holandés, el trofeo iría por tercera vez a Manchester. No era, todavía, el
momento para los de Londres.
A
partir de ahí, cambiaría la suerte para el Manchester United en la Champions;
era, hasta entonces, un equipo que había ganado las tres finales a las que había
llegado. Desde entonces, llegó a dos finales más (en 2009 y 2011) y perdería
ambas ante el Barça de Pep Guardiola.
En Roma 2009 por 2-0 (con goles del camerunés
Samuel Eto’o y del argentino Leo Messi). En Wembley Stadium 2011 por 3-1 (con goles del canario Pedro, Messi y el asturiano David
Villa y el solitario gol de Rooney para los ingleses).
Manchester City. El hermano pequeño, pobre y sin éxitos, tenía que
vivir a la sombra de un hermano mayor que miraba con soberbia por encima del
hombro y que (recordando que, en realidad, no se trataba de hermanos, sino de
enconados rivales) tenía suficientes motivos para ejercer esa altivez. Los del
City no ganaban un título desde hacía mucho. De hecho, sólo atesoraban dos
Ligas, en las temporadas 1936-37 y la precedente, en 1967-68, con Joe Mercer de entrenador. Y el United
había conseguido en la temporada 2010-11 su 19º trofeo, superando así al Liverpool y quedando en solitario como
el club con más títulos de Liga en
sus vitrinas (el 18º del Liverpool data de 1989-90). Para la última jornada
llegaban empatados a puntos, pero el goal-average
era favorable al City. El United jugaba en Sunderland
y su partido terminó con victoria 0-1. El City jugaba en casa ante el Queens Park Rangers, en un partido en
el que se adelantaron por medio del argentino Pablo Zabaleta, pero que
se complicaría y los del QPR remontaron para llegar al tramo final con un
marcador de 1-2. Y entonces se produciría una épica remontada, que se puede
disfrutar viendo la reacción
de Paul Merson, cuando, tras marcar
el bosnio Edin Dzeko en el ‘92 y,
con el partido del United ya finalizado, el argentino Sergio Agüero conseguía anotar en el ’94, lo que daría el título
para el equipo entrenado por el italiano Roberto
Mancini y en el que destacaban también el español David Silva, el portero Joe
Hart, el marfileño Yaya Touré, el
argentino Carlos Tévez o el italiano
Mario Balotelli. El capitán, elegido
mejor jugador de la temporada en la Premier, era el belga Vincent Kompany. Tres elementos ayudaron a cambiar la relación de
fuerzas (de momento) entre ambos clubs:
1 – Empezaron a jugar en el City of
Manchester Stadium, resultado de las inversiones en infraestructuras
realizadas para modernizar la ciudad. / 2 – Talonario. Los clubs ingleses han sido considerados inversiones atrayentes para
las grandes fortunas mundiales. El propietario del City se llama Mansour bin Zayed Al-Nahyan, es un
político de los Emiratos Árabes Unidos
y miembro de la familia que gobierna en Abu
Dhabi. Eso significa pasta, mucha
pasta. / 3 – Confianza. Se le otorgó la máxima responsabilidad a un técnico
extranjero, demostrando la estupidez de la xenofobia (en un país que mantiene
colonias y que, por mucho que conviva con extranjeros, nunca ha mostrado
actitudes abiertas hacia el mestizaje). La plantilla del City contó, para
obtener el título, con jugadores originarios de Argentina, Bélgica, Bosnia, Chile, Costa de Marfil, España, Francia, Holanda, Italia, Montenegro, Rumanía y Serbia. Si es verdad que el deporte
genera modelos imitables, la actitud abierta e integradora que se muestra ante
los futbolistas, debería ampliarse a todos los ámbitos sociales.
En
el condado también juegan el Bolton
Wanderers, el Wigan Athletic y
el Oldham Athletic, a los que
deseamos éxitos futuros y momentos exitosos que nos hagan narrar la épica del
deporte, pero tenemos a un montón de cantantes esperando y, no podemos
olvidarlo, the show must go on.
Así
que, Lisa, allá vamos.
El Gran Manchester II (19)
Lisa
Stansfield — All around the world
Antes
de dejar a todo el mundo hechizado con su magnífico debut en solitario, Lisa Stansfield ya había acariciado la
fama con Blue Zone, grupo en el que
ponía la voz en éxitos menores, como “Jackie”.
Pero el petardazo que dio en 1989, con su atractiva imagen (pelo a lo garçon, caracola tipo Estrellita Castro, provocativo lunar,
estudiada posse retro) y su
apabullante poderío vocal, fue lo más destacado del año (junto a otra chica, de
pelo aún más corto que, por su origen irlandés, queda fuera de esta lista). Lo
cierto es que, tras el primer sencillo —“This
is the right time”— Lisa presidió las pistas de bailes (y cautivó nuestros
corazones). Una verdadera delicia.
Aunque
no hayas oído hablar de César Millán,
ni manejes el concepto “macho alfa”,
seguro que eres capaz de reconocer la primera instrucción del entrenamiento
canino. En efecto, el vídeo de James,
el conjunto que lidera el cantante peor conjuntado de la historia, Tim Booth, muestra cómo resolver las
claves para conseguir que te sientes (y te sientas) a mi lado. (Nota: con las
ovejas no funciona).
Simply
Red — If you don’t know me by now
Ser
pelirrojo no implica per se que tengas
ninguna actitud ante la vida. Pero si, como Mick Hucknall, te dejas un peinado —que utilizas para marcar el
ritmo con el flequillo— y un pañuelo que cuelga, cual catarata, del bolsillo de
tu blazer, no te extrañe que alguien
te considere un arrogante. La interpretación, con exquisito gusto, del clásico
de Harold Melvin & The Blue Notes
(con Teddy Pendergrass como solista)
le hace estar in, y deja out a Andrew Strong (el zafio protagonista de The Commitments). Bueno, también iba en contra de Strong (para
estar en la lista), haber nacido en Irlanda.
Pero Simply Red, ya desde sus
inicios con “Holding back the years”,
eran una formación a la que seguir la pista.
Inspiral
Carpets — This is how it feels
La
búsqueda de etiquetas que aglutinen corrientes artísticas o costumbristas es
algo a lo que nos hemos acostumbrado. Cuando Manchester mostró una activa escena local y se popularizó una forma
diferente de divertirse (en clubs que
organizaban raves, sesiones en las
que se programaba acid house y se
ingerían pastillas de forma masiva), tres grupos supusieron la base fundacional
del Madchester sound. Eran Happy Mondays, The Stone Roses y estos Inspiral
Carpets. La canción habla de lo que
se siente cuando estás desempleado. De lo más actual.
¿Espíritu
de contradicción? No me lo pregunten a mí, me opongo a ello. Pero llamar a tu
grupo Happy Mondays (“Los felices lunes”), tal y como están
las cosas, parece que son ganas de provocar. Versionar, además, un tema de 1971
de John Kongos (que se cita en el
libro Guinness de los records como el
primero en incluir un sample), que,
inicialmente se había pensado para incluir en el recopilatorio “Rubáiyát”, en homenaje a los 40 años de
la compañía Elektra, pero que
cambiaron a última hora por otra versión de Kongos (“Tokoloshe man”) y que finalmente incluirían en su disco de 1990 “Pills ‘n’ thrills and bellyaches” (pero
apocopada en el título, porque la original se llamaba “He’s gonna step on you again” y a ellos les parecía demasiado
larga). No me digan si no son ganas de llevar la contraria. ¡Ah!, ¿que no,
dicen? Pues vale, pues me alegro.
Participantes
en la primera edición del Sonar. El
otro día me encontré, paseando al borde de una ría mientras los demás pescaban,
a un muchacho que, superado por sus excesos y la ingesta de pastillas,
continuaba (en un bucle perpetuo) sumergido en la interminable repetición del
repertorio completo del Festival, atrapado para siempre (como Technoviking), en un
mundo del que nunca conseguirá salir. 808
State enganchan.
M
People — One night in Heaven
Una
voz y una presencia que suponen un “uno-dos”
impactante; su rápida combinación implica un “knock-out” por la vía rápida. El grupo M People condicionó su éxito a la rotundidad —sonora y visual— de
la propuesta de su vocalista, Heather
Small (la mulata que despierta al
bandido que algunos llevamos dentro).
Se ocuparon de realizar un revival de
la música disco, mezclando elementos
del jazz, el funk y el hip-hop. En los
primeros ‘90s, en UK, un sello se
encargó de poner a Jamiroquai, Brand New Heavies e Incognito al frente de la etiqueta acid jazz, un estilo en el que, porque
sí, incluimos al conjunto formado por Mike
Pickering. Así es posible bailar con elegancia y sofisticación. Hasta
última hora estaba previsto incluir Moving on up. El cambio se debe, principalmente a que el vídeo de
“One night in Heaven” se grabó en Barcelona, preciosa ciudad, en la que
se debe contemplar, entre otras muchas cosas, la Sagrada Familia o el Parque
Güell, construcciones ambas imaginadas por Antoni Gaudí.
Sólo
publicaron un par de álbumes, pero fueron ambos un par de puñetazos. El
primero, “The Stone Roses”, en 1989.
El segundo, “Second coming”, en 1994,
del que “Love spreads” se publicó en
formato single, a modo de adelanto.
Tan corto bagaje no explica el impacto que supusieron en su momento, liderando
el movimiento Madchester, ni la
reconocida influencia sobre el britpop
de los ‘90s. El cuarteto The Stone Roses
lo formaron, hasta que no fueron capaces de soportarse más y se disgregaran en
1996, Ian Brown (cantante), John Squire (guitarra), Gary Mani
Mounfield (bajo) y Alan Reni Wren (batería). Al margen de
todas las explicaciones sobre la simbología apologética anticristiana incluida
en la canción y el vídeo (sobre las que podrás encontrar multitud de
información con un poco que busques), aventuro que, en realidad, Squire es
seguidor del United y, de ahí, su
interés en vestirse de red devil, a
toda costa.
Un
inicio inconfundible. “Tudei is gona bi
de dei dat der gona zru i bac tu yu / Bai nau yu sul sonjau rialais guat yu
gora du / Ai don beliv det enibodi fils de güei ai du abau yu nau”. Un
temazo. La obra maestra de Oasis. Y,
sólo, una pregunta: ¿cómo puede ser tan narcisista alguien que sólo tiene una
ceja?
The
Chemical Brothers — Block rockin’ beats
Haz
la prueba. Monta en el coche. Busca un atasco. Baja las ventanillas. Sube el volumen
del equipo de música a tope. Pon The
Chemical Brothers (“Block rockin’
beats”). Dime qué pasa.
Una
historia que, para quien no la haya escuchado, resultará entretenido conocer. Richard Ashcroft, el compositor y
cantante de The Verve, pidió permiso
para utilizar un sample de cinco
notas de una versión instrumental de The
Andrew Oldham Orchestra, de una canción, “The last time”, de The
Rolling Stones, compuesta por Mick
Jagger y Keith Richards. El
permiso se le concedió, la canción se publicó como anticipo del álbum “Urban hymns” y ahí empezaron los
problemas (legales) para Ashcroft y su grupo. Tras convertirse en un éxito
internacional, Allen Klein (CEO de
la compañía ABKCO Records y
propietario de los derechos de las canciones de los Stones anteriores a 1970)
presentó una demanda porque, supuestamente, la canción utilizaba un fragmento
mayor del que se había licenciado. La decisión de The Verve fue realizar una
nueva grabación de la canción, con cerca de 50 pistas nuevas, pero la nueva
versión incluía la grabación original, por lo que, ante un procedimiento legal
más largo, decidieron resolver el problema cediendo los derechos a Klein,
suponiendo que las cosas quedarían ahí. Todo empeoró cuando recibieron una demanda
del primer manager de los Stones,
Oldham, propietario de los derechos de las notas del sample, no de la canción. En una sentencia judicial, perdieron el
control sobre la canción y todos los beneficios (no sólo económicos) que la
canción generara. Así que, a pesar de que el grupo se negó a que la canción se
usara en un anuncio, Nike compró los
derechos a Klein y la utilizó, para desesperación de Ashcroft. No se vayan
todavía, aún hay más: la canción fue nominada para los Grammy de 1999; al haber cedido los derechos a Klein y los Stones,
los nominados fueron Jagger y Richards (afortunadamente, el galardón recayó en Alanis Morissette y su “Uninvited”). El resignado resumen de
Ashcroft es que era la mejor canción que Mick y Keith habían escrito en los
últimos 20 años pero, no pudiendo asimilar la situación por completo, sufrió
una crisis nerviosa y disolvería el grupo. En el vídeo, grabado antes de que se
desatara el entramado de pleitos y demandas, se encuentra una explicación
latente de lo que sucede si vas por la vida, más chulo que un ocho, dando
empujones a la gente con la que te cruzas y (como si la ocasión la pintaran calva), crees que no hay nada que te
pueda pasa, porque eres especial. Lo
que realmente ocurre es que todos piensan lo mismo de ti. Incluso tú lo sabes y
en 1:38 lo
dices, a pesar de que luego no lo aceptes y te empeñes en negarlo repetidamente.
Richard
Ashcroft — A song for the lovers
O
sea, la cosa tiene mucha coña. Richard
Ashcroft está sólo, ya sin The Verve,
en la habitación de un hotel, esperando semidesnudo a que llegue su amor. Para
entretener la espera, e ir ambientándose, pone la música a todo trapo y canta,
pidiendo al DJ que ponga una canción para los amantes. En eso, se
encierra en el baño y se pone a refrescarse los sobacos, con la música
atronando. Eso evita que oiga cómo su potencial amante llama a la puerta. Al
final, después de una tensa espera, tendrá que buscar otro modo (de poder usar
la churra).
Badly
Drawn Boy — Something to talk about
Nick Hornby es un escritor (apunto ahora que nacido en Surrey por si me olvido mencionarlo en
la etapa correspondiente), autor de “Fiebre
en las gradas” [que explicaba lo que significaba ser un seguidor de un
equipo de fútbol, en concreto del Arsenal]
y “Alta fidelidad” [la historia de un
aficionado a la música soul,
propietario de una pequeña tienda de discos, en la que emplea a dos seres
extraños (uno de ellos con la facultad de crear listas de canciones sobre
cualquier tema que se le plantee). En la película dirigida por Stephen Frears, John Cusak ponía rostro al protagonista, pero me negué a verla en
protesta por convertir la banda sonora en una recopilación de éxitos indie rock (bien elegidos), pero
olvidando la importancia que el autor otorgaba al soul en el libro]. El tercero de sus libros, titulado en inglés “About a boy”, lo tengo duplicado; no
porque me hubiera entusiasmado, sino porque, tras la edición de Ediciones B de 1995 (titulada “Un gran chico”), Anagrama tuvo la desfachatez de reeditarla en 2009 y retitularla “Érase una vez un padre” (sin avisar a
nadie de que se trataba del mismo libro, en la misma traducción de Miguel Martínez-Lage). El bochorno hizo
que me sintiera incapaz de devolver el libro y me quitó las ganas de ver la
película de 2002, protagonizada por Hugh
Grant, en la que se incluye la canción de Damon Gough, conocido en el mundillo
de la música como Badly Drawn Boy
(en el vídeo le reconocerás como el tío que sale concursando en TV, en “Cifras y letras”, con un gorro de lana
y pinta a lo Santiago Segura). Para
amantes de la psicología: el vídeo explica cómo surge un psicópato.
Kirsty McGee es una compositora, cantante y guitarrista folk. Esta canción obtuvo el premio a la
mejor canción original de la BBC Radio 2
Folk Awards. En el vídeo le acompaña Mat
Martin, como suele ocurrir en la mayoría de sus actuaciones. Y es una
activista en la lucha contra el impacto medioambiental, entre otros, a
consecuencia de la construcción de la segunda pista del aeropuerto de Manchester, que tuvo gran repercusión.
Está claro que el look Huckleberry
Finn no es casual, con la camiseta de tirantes, los pies descalzos, los tejanos
remangados y el inevitable granero de fondo. Un mundo mejor es posible.
David
Gray — The one I love
David Gray es un poeta. O eso cree él. O, al menos, pensamos
que lo parece. Yo lo pienso. Y estoy de acuerdo. David Gray es un poeta. Y,
como todos los poetas, canta al amor. A su amor. A la persona que quiere. “The one I love”. Sin más que añadir.
Bravo.
Un
quinteto que arrasó entre las chicas de todo el mundo, con ese sentimiento encendido
que manifiestan las fans que hace
que, con el paso del tiempo, quede en ellas un velado recuerdo de un pasado que
fue, digamos, diferente. En fin, que eran cinco: Gary Barlow, Howard Donald,
Jason Orange, Mark Owen y Robbie Williams.
No me pregunten por qué, pero Williams decidió volar por su cuenta (en una
decisión que el tiempo mostró acertada, pues alcanzó un éxito superlativo) y,
tras versionar a Bee Gees (“How deeps is your love”), el cuarteto
se disolvió. A la vista de que no conseguían remontar vuelo, decidieron
juntarse otra vez. El álbum fue el esperadísimo “Beautiful world” y, para los impacientes, “Patience” se publicó como aperitivo con 15 días de adelanto. El
regreso fue triunfal (a pesar de no contar con Robbie, recuerden) y el paso del
tiempo les mostró más maduros e interesantes. Como suele pasar.
¿Cómo
creéis que haréis para apagarme? Estoy aquí, soy joven, estoy vivo. No podréis
nada contra mí. Mientras pueda pensar, mientras pueda sentir, mientras pueda
hablar, me mantendré libre. Para hacer lo que quiera. Como quiera y cuando
quiera. Seguiré siendo joven, porque seguiré queriendo vivir cada día, y hacer
que ese día sea maravilloso. Un día como éste me iría muy bien. Hoy. Son
Elbow, una preciosa canción y un
vídeo ejemplar. Para los que les gusta hacer
lo que hacen.
The
Ting Tings — That’s not my name
A
veces nos complicamos en exceso. Deberíamos recuperar el gusto por las cosas
sencillas (evitando convertirte en un simple).
Un arreglo musical sencillo, como el que presentan The Ting Tings —el dúo formado por Katie White y Jules De
Martino—, pero tan lleno de ritmo que te cautiva desde el principio. O
recordar el nombre de alguien (no soy “infierno”,
ni “Stacey”, ni “ella”, ni “Jane”, ni “Mary-Jo”, ni “Lisa”). ¿Tan complicado es recodar cómo me llamo?
Asistir
a las peleas, en público, de quienes antes mantenían un vínculo (más todavía si
se trata de hermanos), es un espectáculo despreciable que, pese a todo, se
alimenta en exceso desde los medios de comunicación, en particular la TV. Y no
importa que quienes lo protagonicen sean los Gallagher (que tienen un talento del que carecen, por ejemplo, los Pajares). Pero, vamos, que asisitir a
ese tipo de peleas era, según creíamos muchos, algo superado, tras haber
presenciado las de los Zapatilla en los tebeos dibujados por Escobar. Así que, Beady Eye, el grupo en el que están todos los antiguos miembros de Oasis (a excepción de Noel), me encanta y me gusta su música,
y tal y cual; pero —lo de la lucha fraticida—, es un verdadero rollo. Por
cierto, ¿soy el único al que el sonido y el flequillo traen a la memoria a The Beatles?
122
|
1989
|
Lisa Stansfield
|
|
123
|
1989
|
James
|
|
124
|
1989
|
Simply Red
|
|
125
|
1990
|
Inspiral Carpets
|
|
126
|
1990
|
Happy Mondays
|
|
127
|
1991
|
808 State
|
|
128
|
1993
|
M People
|
|
129
|
1994
|
The Stone Roses
|
|
130
|
1995
|
Oasis
|
|
131
|
1997
|
The Chemical Brothers
|
|
132
|
1997
|
The Verve
|
|
133
|
2000
|
Richard Ashcroft
|
|
134
|
2002
|
Badly Drawn Boy
|
|
135
|
2004
|
Kirsty McGee
|
|
136
|
2005
|
David Gray
|
|
137
|
2006
|
Take That
|
|
138
|
2008
|
Elbow
|
|
139
|
2008
|
The Ting Tings
|
|
140
|
2011
|
Beady Eye
|
Bolton (2) — Badly
Drawn Boy / The Buzzcocks
Davyhulme (1) — Morrissey
Heywood (1) — Lisa
Stansfield
Manchester (17)
— 808 State / A Guy Called Gerald
/ Andy Gibb / Beady Eye / Herman’s Hermits / Kirsty
McGee / M People / Oasis / Simply Red / Sweet Sensation / Swing Out Sister / Take That / The Chemical Brothers / The Hollies / The Smiths / The Stone
Roses / Wayne Fontana & The
Mindbenders
Oldham (1) — Inspiral Carpets
Pemberton (1) — Limahl
Ramsbottom (1) — Elbow
Sale (1) — David Gray
Salford (4) — Happy
Mondays / Joy Division / New
Order / The Ting Tings
Stockport (2) — 10cc / Godley & Creme
Whalley Range (1) — James
Wigan (2) — Richard
Ashcroft / The Verve
Próxima etapa — 02/10 — Etapa 06: Merseyside
En el condado de Merseyside
está Liverpool. De allí salieron Frankie Goes To
Hollywood, Rick Astley, Black, China Crisis y Orchestral Manoeuvres in the Dark. ¡Ah! Y The Fab Four.
Una
cita obligada.
Haz tu reserva
Puedes
hacerlo (aunque el viaje esté iniciado):
1 — Dejando un comentario en el artículo,
2 — Enviando un correo electrónico a comunsinsentido@gmail.com o
3 — En la página UK 666 en
facebook (y dando un “Me gusta”).
Simply Red, muy buena voz y la canción de Harold Melvin muy bonita,me gusta la interpretación de S.Red.
ResponderEliminarLe vi en una buena entrevista hace poco..Está IGUAL....pero ya no se marea agitando su melena rojizo..bueno algo de color perdió pero, vamos, el tiempo ha sido amable con él.
Happy Mondays..ni les calculo. Además de "Happy" no tenían nada, todo lo contrario. El líder Ryder hoy(aparte de que volvieron a formarse recientemente) anda tomando parte en realities en la TV (como Survivors, Big Brother, etc.) en entrevista le vi, muy huraño, muy mayor y con dificultad para articular palabra.
Kirsty McGee: Aunque no es mi tipo de música, reconozco y escucho buenos trabajos y esta chica tanto en el duo con Matt Martin o con Los Hobopops Collective, es muy buena, sobretodo hace que escuches la letra que siempre es muy buena (Wife, The last one to Understand).Toca varios instrumentos , aparte de la guitarra, flauta, mandolín y algún otro "raro" cuyo nombre no recuerdo ahora mismo, aparte de su voz clara. Me gusta, además, su ética, de trabajar y promocionar a otros músicos que tienen "algo que decir" y que escriben música buena y letras sentidas.Ha ganado premios tb, creo que ganó el Independent Music Awards el año pasado o tal vez el anterior.Pero repito no es música que a mí me "mueve".
Buen domingo,
Nina
No he seguido a Elbow pero la voz es atractiva.
ResponderEliminarDavid Gray: tenía y tiene algo, una mezcla entre ternura y garra en la voz. Bonita canción.
Nina
Busca más cosas de David Gray: está muy bien.
EliminarBesos