—Me encuentro fatal.
—¿Qué te pasa?
—No lo sé...
—Dame pistas. ¿Qué sientes?
—Siento que un trastorno afectivo
trastorna mi vida y me afecta.
—Un caso de manual. Miremos el DSM-IV.
—¿Qué es eso?
—El libro donde se incluyen, se
describen y se clasifican los trastornos mentales. La Biblia de las taras, por
así decirlo. Se organiza en categorías diagnósticas.
—¿Eso nos ayudará?
—Vamos a mirar entre los trastornos
afectivos. Mira: “depresión mayor,
depresión menor, doble depresión, distimia, depresión unipolar, depresión
bipolar, personalidad depresiva, depresión no especificada, depresión breve
recurrente, depresión sintomática subsindrómica, trastorno mixto de ansiedad y
depresión, depresión estacional, trastorno de ajuste con humor depresivo...”.
—¿Es todo lo mismo?
—No. Cada uno es distinto. Y eso que es
una versión antigua, de 1994.
—Pues mira en la nueva; a lo mejor han
quitado alguna o han aclarado las cosas.
—No lo creo. Es el DSM-5.
—¿Y...?
—¿No sabes hacer rimas modernas...?
—Jo. ¡Cómo eres!
—Aquí estoy, ¿no?
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Nadie
dijo que ser psicólogo tuviera que ser sencillo.
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“Las críticas
son fáciles de hacer, pero las alternativas no lo son tanto”.
Marino Pérez Álvarez
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Esta entrada es la #700 del blog
El doble!!! Tendrás que hacer otro con "la mitad". Quizá sea mejor eso! Hacer la mitad de las cosas, pero saboreando... Yo eso intento...
ResponderEliminarJerónimo