martes, 17 de junio de 2014

Ponte en mi lugar

Me ocurre en ocasiones.
Enfrentado a las dificultades, las preocupaciones, las tareas pendientes, su cantidad y complejidad me desbordan y me dejo vencer por la debilidad.
Busco un atajo, una forma cobarde de eludir la realidad, evitando encontrar la forma de hacer lo que realmente debería estar haciendo, coronando la secuencia con la explicación a otros de las circunstancias particulares que justifican que haya hecho algo que no debiera, o que no haya llegado a hacer aquello a lo que me había comprometido.
Y en esa búsqueda egoísta de transformar mis motivos (los de verdad, los que ni siquiera me atrevo a descubrir porque intuyo su naturaleza) en razones (empleando argumentos que sólo sirven de excusa), siempre llego a la misma conclusión, orientada a conseguir la complicidad de mi confidente:


“Ponte en mi lugar”

"¡¡¡Ahora mismo!!!"

Imagino que parecerá que estoy hablando de la empatía, una idea que albergaba algo grande en su interior, pero que ha sido vaciada de contenido, utilizándose de forma indiscriminada y confusa, tratando de perpetuar lo mismo que, aparentemente, intenta combatir.

Se ha convertido en un arma que nos arrojamos a la cara, mientras exigimos comprensión para nuestras razones, en lugar de ofrecer a los demás compasión, afecto y apoyo.

MatisyahuOne day



Si nos olvidáramos del orgullo, ese diablillo mutante que se esconde en nuestro interior y nos hace engreídos y soberbios, entenderíamos que no podemos resultar simpáticos a todo el mundo (lo que, por otra parte, convertiría el mundo en un lugar insoportable, alejado de la diversión implícita en la diversidad de los que conformamos el entorno social en el que nos vemos obligados a relacionarnos).

*****

Ni siquiera sus satánicas majestades alcanzaron su distinción por pretender empatizar con él; simplemente, afirmaban su simpatía (y un cierto desconcierto por su naturaleza y la estrategia que emplea en sus taimados juegos).

The Rolling Stones: Sympathy for the devil



He estado en tantos lugares, que no me veo con ánimo para recordarlos todos.


3 comentarios:

  1. No es malo dejarse vencer por las debilidades en ocasiones. no podemos olvidar que somos seres humanos y por tanto débiles por naturaleza. Si nos creemos Dioses mal fario.

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  2. Un post que da para pensar mucho, como otros tantos que te he leído. Gran reflexión. Ni los Stones. Abrazo.

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  3. Dos grandes amigos, generosos y entusiastas, a los que agradezco siempre haber conocido.
    Gracias Bernardo. Gracias Johnny.

    Un abrazo

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