miércoles, 6 de agosto de 2014

Bechdel (y el reparto de cuotas)

Asumiendo la evidencia de que la industria cinematográfica, en un reflejo de la época que nos toca vivir, no otorga la necesaria presencia a las mujeres —en atención a su número, su capacidad y, sin duda, su importancia—, se constata que ciertas películas no cuentan con la cuota de participación que debería ser considerada normal.

Que están hechas por hombres, con hombres, para hombres.

Eso puede resultar un inconveniente, para ciertas personas. Muchas mujeres (y algunos hombres) se oponen a este sistema de reparto, que consideran androcéntrico y se ha popularizado una prueba para determinar si una película cumple los criterios y es “admisible”.

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Para ello se emplea un instrumento, denominado: LA REGLA

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[Paréntesis

Ahora deben imaginar que el relato se interrumpe, surge una voz en off, que plantea la siguiente reflexión:

¿Alguien más se ha fijado en las connotaciones asociadas a una prueba,
un test, en el que la regla cobra importancia decisiva?
¿Es mi imaginación?
¿Se debe a una traducción (mía) chapucera?
¿O se trata de una simple coincidencia?

Fin del paréntesis]


Surgido en el cómic Dykes To Watch Out For, o DTWOF, publicado en España por La Cúpula bajo el título Unas bollos de cuidado, obra de Alison Bechdel, ilustradora y activista (en el sentido de trabajar activamente para aminorar la brecha que separa a hombres y mujeres). La tira original se publicó en 1985 y, en ella, se atribuía su concepción a Liz Wallace, amiga y amante de la dibujante.

La regla es que uno de los personajes afirma que sólo acepta ver una película que cumpla tres condiciones (el test de Bechdel):

1 — En la película aparecen, al menos, dos personajes femeninos.
2 — Dichos personajes deben hablarse en algún momento.
3 — La conversación debe tratar sobre algo que no sea los hombres (y no sólo se incluyen las charlas relativas a las relaciones románticas; hablar del padre , o de un hermano, tampoco resulta válido).

Un añadido posterior reclama que los personajes deben tener nombre.

Ésta es la tira completa:


Todo resulta más claro explicado por Anita Sarkeesian, anfitriona en una serie de vídeos que analizan la presencia femenina en la cultura narrativa, con un blog al que merece la pena echar un vistazo.

El vídeo incluye la posibilidad de seleccionar subtítulos en español.



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Superar la brecha, el gap, que separa a hombres y mujeres, es un propósito encomiable.
Aplicar estrictamente criterios basados en cuotas puede resultar comprometido, pero allá cada cual con lo que decide hacer en su tiempo libre.

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A mí no me gustan las películas de explosiones, efectos especiales y persecuciones.
Ni las que tratan de resolver un enigma que se complica de forma inverosímil y se resuelve con una simpleza insultante.
Ni aquellas en que todo consiste en hablar por hablar.

(((En el fondo, me gusta poco el cine actual)))

Pero hay ocasiones en que encuentro cosas que me emocionan.
Aunque sepa que no vayan a pasar el test.

¡Qué demonios! No creo que existan películas específicas para hombres o para mujeres. No sé si Bridget Jones superaría el test, pese a que estoy convencido que presentan una trama y un planteamiento indignos.

Hace poco pude ver la estupidez de promocionar coches para mujeres.

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Lo realmente importante es si una película (o un libro, o una serie de TV), merece la pena, o no.
Valorar el trabajo y las ideas de una persona, con independencia de su sexo.
¡Qué poco me gustan las asignaciones de roles (y qué poco me dejo ajustar a ellas)!

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Una de las primeras cosas que debemos cambiar, para romper la brecha.

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Puedes aprovechar la inercia y pasar el test de Ze Fran para descubrir que, hombres y mujeres, podemos ser humanos.

4 comentarios:

  1. Ya sabes que el dia que repartieron los roles estabamos en la.cola ewuivocada. Jajajaja

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    1. Ya. En la tuya estaba, delante de ti, Van Damme, haciendo estiramientos...

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  2. Acabo de ver tu comentario en el post donde hablaba del comic de Bechdel. A mi esa regla me parece una bobada, para mi las películas no son "de mujeres" o "de hombres"....o me gustan o no me gustan, o me parecen buenas o me parecen atroces. Películas tan maravillosa como "Los puentes de Madison" o "Tal como éramos" o "Breve encuentro" no pasarían ese test...y ¿A quién le importa? Si a alguien le importa como para perdérselas...es su problema.

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    1. Esa era la idea. Me alegro de que coincidamos.

      (((y me hace mucha ilusión que hayas pasado por tu casa, espero que todo estuviera en orden)))

      Muchas gracias.

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