viernes, 26 de septiembre de 2014

USA is: Nebraska

Entre los límites marcados por dos Océanos, se despliegan los contornos de una extensa nación, bosquejada a menudo con trazos a mano alzada, resumidos en clichés que, por su simplismo, muestran un esbozo borroso, en el que las manchas impiden intuir los rostros y detalles de un país que no puede resumirse en estereotipos.

Quizá el más desajustado de todos estriba en que la chispa de lo que ocurre se localiza en torno a dos entornos: la costa Este (clásica, clasista, clasicista; con el epicentro neoyorquino) y la Oeste (desinhibida, efervescente, moderna; San Francisco es más que un cocktail).

Y, en medio de todo ello, extensas llanuras, llenas de paletos, que configuran la América profunda.

"Caravanas en Eagle Rock" Foto: Scotts Bluff

"Cornhusker state"

"Equality before the law"
(Igualdad ante la ley)

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Quizá tenga sentido reflexionar qué significa la profundidad.

En lo topográfico, no resulta complejo. Se trazan dos rayas que dividan longitudinal y latitudinalmente a USA y, el punto en que se crucen, en el MidWest, con casi toda seguridad en algún lugar de Nebraska, determinará el núcleo más profundo de la América profunda, en un Estado olvidado, alejado de los grandes centros industriales próximos al lago Michigan, del rico Sur, de las providenciales aguas de ambos litorales.

Vastas llanuras; el granero de América; el Old West (no el Far West); destino de muchos centroeuropeos (alemanes y checos); el alma trabajadora de un país que, singularmente allí, tuvo que asimilar los vertiginosos cambios que el progreso terminó suponiendo.

Días que pasan despacio; los años vuelan. La vida muestra que, todo y un suspiro, viene a ser lo mismo.

Un vórtice para desheredados, generador de una enorme fuerza centrípeta: un sitio en el que crecieron y del que se alimentaron; ese territorio del que nunca pudieron escapar (o, que si lo consiguieron, al que desean con ansia volver).

Surcos profundos que marcan la memoria y hacen que, con el paso del tiempo, los recuerdos reverdezcan.

Un extenso terreno que siempre deja huella.

Capital y ciudades

La capital del Estado es Lincoln; inicialmente se llamaba Lancaster, fue renombrada tras el asesinato del presidente Abraham.
La ciudad más poblada es Omaha. Existen otras dos poblaciones con más de 50.000 habitantes: Bellevue y Grand Island.

Canción

Una solvente carrera lleva, por fin, a Bruce Springsteen al #1 en listas de discos, en 1980, con su doble álbum “The river”. Y cuatro años más tarde, alcanza el status de megaestrella, con su aclamadísimo (y patriótico) ”Born in the U.S.A.”. Entre ambos, un disco de una factura distinta, grabado en solitario, del tirón, en su casa en New Jersey, como si se tratara de demos, con el escueto acompañamiento de guitarra y armónica, con un sonido amargo, desgarrado, acentuando la crónica del perdedor, con ese empeño que The Boss siempre ha querido perseguir. Que, cuando fue al estudio y lo interpretó junto a The E Street Band, percibió que el tono de los arreglos no era el adecuado y que la atmósfera primigenia, básica, directa y demoledora, era la que correspondía al aire atormentado que se encerraba entre sus surcos.

Lo que buscaba.

Publicado en 1982, Nebraska es también el título de la canción que abre el trabajo. En ella, Bruce se convierte en Charlie Starkweather, un tipo real, cuya desesperación sólo tiene cabida en el desarraigo y la inmensa soledad que propicia el MidWest americano.



“La vi en el jardín de su casa, haciendo girar su bastón de majorette
Nos fuimos a dar una vuelta y diez personas inocentes murieron

Desde Lincoln, Nebraska, con una escopeta de cañones recortados en el regazo
Atravesando los páramos de Wyoming, maté todo lo que encontré en mi camino

No puedo decir que esté arrepentido de las cosas que hicimos
Al menos, ambos pudimos divertirnos por momentos

El jurado me declaró culpable y el juez me condenó a morir
A medianoche, en una celda, atado con correas que cruzan mi pecho

Sheriff, cuando conecten la corriente y mi cuello se vuelva hacia atrás
Asegúrese de que mi chica esté sentada a mi lado

Dijeron que no era apto para vivir, que debería ser arrojado al eterno vacío
Se preguntaban por qué hice lo que hice
Señor, imagino que algunas cosas en este mundo carecen de sentido”.

*****

Una declaración en primera persona; el lamento de alguien que sabe que va a morir, tras haberse ganado el título de spree killer (concedido a quien comete varios asesinatos, en dos lugares distintos, o más, sin que medie un gran lapso de tiempo. Podría traducirse como asesino relámpago). Entre el 21 y el 29 de enero de 1958, acompañado de su novia de catorce años, Caril Ann Fugate, Charlie mató a diez personas. Sería ejecutado en la silla eléctrica el 25 de junio del año siguiente. Una historia que previamente había inspirado el debut de Terrence Malick en la dirección (Badlands, 1973), en una película protagonizada por Martin Sheen y Sissy Spacek.



Libro
  
Quizá no haya autora que haya dibujado mejor el estado de Nebraska y su evolución —desde los pioneros que se establecieron allí (“O pioneers!”, 1913) y que forjaron uno de los asentamientos más importantes una vez terminada la Guerra de Secesión (“My Ántonia”, 1918)—, que Willa Cather.

En 1922 publicó “One of ours”, que obtendría el premio Pullitzer en 1923, editado en España por Nórdica (Uno de los nuestros, 2013). La historia de Claude Wheeler, un muchacho atrapado entre la vida y los valores de sus padres (un granjero y una piadosa mujer) y la Guerra que estalla en Europa y que marcaría su vida, como la de muchos otros. El descubrimiento forzado de que los patrones que regían la vida de sus padres y que él cuestionaba en su afán por  salir de su cautiverio, estudiar y poder conocer mundo (el esfuerzo, la solidaridad, la generosidad, la majestuosa y agreste presencia de un mundo salvaje, inalterado y vivo), eran más sólidos que los determinados por una guerra establecida por taimados intereses de beneficio y lucro. Una decadencia, la de los valores del empeño emprendido en dominar amablemente el territorio, recibe el relevo de una sociedad mezquina, codiciosa y explotadora; una revelación elegíaca de que la dura y emotiva vida de los habitantes de las praderas está plagada de emoción, pero no de sensiblería; de esfuerzo y denuedo, no de blandos y cobardes que abandonan sus compromisos a las primeras de cambio.

De personas, ciertamente humanas y entregadas, que aunque hayan podido mostrar aspecto huraño, son fuertes, y supervivientes, y trabajadores, y siguen sin entender “cómo han dejado que este país se haya ido al carajo”.

Película

Las películas de Alexander Payne (“About Schmidt”, “Sideways”) son, en esencia, road-movies.
Aunque Nebraska pueda ser vista, apropiadamente, como una buddy-movie.

En realidad, se trata de una Woody-movie, porque el elemento central de toda la trama es la búsqueda personal de su empecinado protagonista, Woody Grant (un magnífico Bruce Dern).

La narración comienza cuando un policía avisa a su hijo David (Will Forte) de que, otra vez, se ha escapado de casa y ha empezado a andar. Trata de llegar, desde su casa en Billings, Montana, hasta Lincoln, Nebraska. Quiere cobrar el millón de dólares que (cree que) ha ganado.

Finalmente, David accede a acompañarlo, devolverle parte del afecto y del sacrificio que él le había entregado, invirtiendo tiempo en tratar de comprender a su padre. El plan no es del agrado de la esposa, Kate (June Squibb), ni del hijo mayor, Ross (Bob Odenkirk, el fantástico Saul Goodman en “Breaking bad”).

La historia del viaje alcanza una profundidad increíble. En medio del trayecto toman un desvío y se acercan a la ficticia Hawthorne, lugar donde se conocieron y vivieron Woody y Kate, de donde emigraron en pos de un mundo nuevo y mejor. Allí permanecen el hermano de Woody y su familia (los primos Bart y Cole son hilarantes). También vive Ed Pegram (Stacy Keach), antiguo socio de Woody.

La película contiene escenas inolvidables (la dentadura perdida o el nuevo compresor) y un intrincado mensaje que muestra que, aunque parezca un sinsentido, el esfuerzo, el sacrificio, la entrega y el compromiso de alguien podrá ser ninguneado, pero nunca será olvidado por sus protagonistas, esos héroes anónimos que ven tambalearse los pilares de la vida en la que creyeron y por la que lucharon.

Un mensaje lleno de esperanza y de amor, que subsana el sentimiento de desidia que deja este nuevo mundo, bullicioso y frenético, pero carente de firmeza moral.



Serie de TV

Nebraska no es una encrucijada, ni un cruce de caminos. Es, a modo de resumen, un lugar de paso. Numerosas caravanas atravesaron sus praderas, especialmente a raíz de la fiebre del oro. Aunque la mayoría buscaban una oportunidad para la fortuna, algunos de los nómadas eran centroeuropeos, esforzados y profundamente religiosos; para ellos, la tierra de promisión era un lugar en el que asentarse y establecerse. Arraigarse.

Se quedaron en tierra de nadie, aunque afirmaron que aquella era su tierra y trabajaron con firmeza para domeñarla. El Viejo Oeste cobraba sentido.

Necesitaban comunicarse. El ferrocarril acarreaba personas y mercancías, pero, la única forma veloz de recorrer grandes distancias llevando correspondencia, telegramas, pequeños paquetes o periódicos, era el caballo. Y así surgió el Pony Express, un servicio de correo que unía Saint Joseph, Missouri con Sacramento, California, atravesando los estados de Kansas, Nebraska, Colorado, Wyoming, Utah y Nevada, en su avance hacia el Oeste. Un servicio que fue operativo durante un breve periodo de año y medio (desde abril de 1860 hasta octubre de 1861) y que dejó de tener sentido una vez que el telégrafo estuvo en marcha.

En 1989, la cadena ABC comenzó a emitir la serie The young riders (“Jóvenes jinetes”, en España). Creada por Ed Spielman, se centra en las aventuras de un conjunto de empleados del servicio, de la Sweetwater Station, en tierras de Nebraska. El reparto está encabezado por Stephen Baldwin (William F. ‘Buffalo Bill’ Cody), Ty Miller (The Kid) y el veterano Anthony Zerbe (‘Teaspoon’).

Tópicos del Viejo Oeste revisados desde una perspectiva fin de siglo.



Visita obligada

Para cualquiera que haya visto películas del Oeste, acercarse al Monumento Nacional Scotts Bluff, es un viaje al pasado, lleno de colorido.
Desfiladeros y caravanas, en un espectacular escenario natural.

Ubicación

Wikipedia

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Un trabajo escolar improbable —ayudar a que Yago, Luis y Charlie conozcan, además de las capitales de todos los países del mundo, como se les obligará a estudiar en el colegio, las de los 50 Estados USA—, sustanciado en la búsqueda de las claves más relevantes de su producción artística: canciones, libros, películas o series de TV ambientadas en cada uno de los Estados.

Un intento de viajar (sin moverse del sitio).

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Cualquiera que se apunte a este viaje será bienvenido.
Aunque tres fuentes de inspiración permanente tienen sitio reservado: Nacho SM, Bernardo Dual y JJJ.

Y, en lugar preferente, PPC, impulsor de este proyecto, al que estoy sumamente agradecido.

8 comentarios:

  1. Excelente reportaje sobre Nebraska, Alberto. Necesariamente emociona con tu sentida descripción y el fondo musical de Bruce. parece que uno está viendo la realidad de aquellas soledades. Esa América profunda, que tanto inspira, me obliga a ver la película de Alexander Payne, que ignorante de mi, no he visto. Creo que tu trabajo escolar será de provecho para muchos, entre ellos estoy yo. Y para ese viaje contigo y tus amigos, estoy dispuesto a ir de pie, aunque me tengas un asiento reservado, que no merezco. Gracias por tu brillante reportaje, por tu talento compartido y por tu amistad. Un fuerte abrazo

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    1. Gracias Nacho. Siempre eres amable y generoso; conmigo, lo eres en exceso, pero me agrada y me emociona, por supuesto.

      La película de Payne es extraordinaria y muy motivadora. Estoy convencido que te gustará.

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  2. Excelente entrada que da en el verdadero clavo de esa America tan auténtica y a la vez lejana de las dos costas. Escenas musicales, literarias y cinematográficas especialmente bien recogidas y comentadas. Enhorabuena otra vez.
    Saludos,
    JdG

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    1. Muchas gracias, Javier.
      Espero seguir manteniendo el tipo en futuras entregas de la serie.

      Un abrazo.

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  3. No soy muy g¡fanb del Nebraska de Springsteen representa el principio del fin de su carrera sin embargo si recuerdo gartamente the young riders y malas tierras de Malick director que a veces se le va la olla pero aquí esta perfecto. Lo demas ni idea pero el libro me apetece

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    1. La película de Malick es fantástica.
      Si tienes posibilidad, no dejes de ver la de Payne. Altamente recomendable.

      Muchas gracias, como siempre. Un abrazo.

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  4. Así que este era el proyecto aberrante que me dijiste de Nebraska. Cojonudo, mi querido amigo, he disfrutado muchísimo leyendo este cóctel sobre el famoso estado americano. Un abrazo.

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    1. En realidad lo aberrante del proyecto es que pienso hacer algo parecido con los 50 Estados americanos.

      Supongo que llegará el momento en que tenga que pedir ayuda y, no lo dudes, contaré contigo.

      Un abrazo.

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