Viajo atrás en el tiempo y llegó hasta 1995 para recordar una película estrenada ese año.
Un canadiense (interpretado por un norteamericano) viaja a París
pero su prometida, una norteamericana que ha solicitado nacionalizarse
canadiense (a la que da vida una muchacha de Connecticut) decide no acompañarle
por su intolerancia a los aviones y la lactosa (luego se sabrá que también a
los franceses). El canadiense descubre el amor en París y, pensando que antes
no le había pasado a nadie, decide casarse con su particular diosa. Su prometida, lejos de dejarlo
pasar, se pone en jarras, rompe la hucha y toma una decisión arriesgada (no es
su convencional modo de actuar): se va a París para luchar por su amor (en
lugar de darse cuenta del cretino que tenía por compañero). En el avión se topa
con un golfo francés (el actor que se pone en su pellejo es de Missouri) que la
utiliza y que le ayuda y que la acompaña mientras expulsa las variedades de
queso francés que la moza ha ingerido, olvidando situaciones similares previas.
Un policía amigo del francés de dedos largos interviene. No es Clouseau (desde
luego). Es un actor nacido en Casablanca, de nacionalidad marroquí (y
francesa), epítome del nuevo (entonces) cine galo. En algún momento, los
protagonistas se separan en la ciudad del amor y, ante una esquiva torre Eiffel
(que ella no logra ver), el director de la cinta decide ambientar el momento
con la canción de un italiano que repite el estribillo en inglés.
Paolo Conte — “Via Con Me”
Paris milonga (1981)
Asti, Piemonte (Italia)
*****
Lejos, lejos. Vámonos de aquí
Nada más te une a estos lugares
Ni siquiera esas flores azules
Lejos, lejos. Ni siquiera este tiempo gris
Lleno de música
Y los hombres que te gustaron
Es maravilloso, maravilloso
Buena suerte cariño
Es maravilloso, maravilloso, maravilloso
Vete, vete. Ven conmigo
Entra en este amor oscuro
No te pierdas por el mundo
Vente, vente. Ven conmigo
No te pierdas la variada muestra de arte
De alguien enamorado de ti
Es maravilloso
*****
Para quien no se haya percatado debo decir que la película es “French Kiss”, dirigida por Lawrence Kasdan. El novio canadiense es Timothy Hutton (de Malibú, California); su prometida, aspirante a recibir la ciudadanía canadiense, es Meg Ryan (reina de la comedia romántica, nacida en Fairfield, Connecticut); el francés buscavidas con el que se va complicando es Kevin Kline (de St. Louis, Missouri), el policía parisino es interpretado por Juan Moreno y Herrera-Jiménez, nacido en Casablanca y nacionalidad marroquí (aunque también responda al nombre de Jean Reno y pueda mostrar un pasaporte expedido en Francia).
Finalmente la música es de un italiano del Piamonte y, al parecer,
refleja muy bien el momento parisino.
El mundo global se asomaba con fuerza a finales del pasado
milenio.
Quiero saber si me bloquean la portada del LP
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