Película que vi el otro día y en la que me apetece detenerme.
Antes que nada: no voy a poner el tráiler. Acabo de verlo en
YouTube y destripa la trama.
Así que estás avisado: si vas a verla, huye de él.
Una producción de Blumhouse
(responsables de, entre otras, “La purga”),
protagonizada por una estupenda Betty
Gilpin, se trata de una película del género muerte y destrucción, habitual en los estrenos actuales.
El entonces presidente Trump,
tan amigo de pronunciarse públicamente, criticó la película antes de su estreno.
Además de ser una muestra de su preclaridad de ideas, suponía una confirmación
implícita de una de las tesis sobre las que pivota la cinta, pues incluía una
denuncia a la creciente polarización del país en dos bloques enfrentados
(azules y rojos, por los partidos Demócrata y Republicano).
Estaba previsto que se estrenara en septiembre de 2019, pero los
tiroteos de Dayton (9 muertos, 17
heridos) y El Paso (23 muertos, 23
heridos) los primeros días de agosto, hicieron que los planes se vieran
alterados.
Finalmente se estrenó el viernes 13 de marzo de 2020. Menos de una
semana después, los cines empezaron a cerrar a causa de la pandemia y la
película pasó a distribuirse online.
Todo este preámbulo para resumir la trama de forma sucinta: doce
personajes protagonizan un remedo de “Diez
negritos”, la novela de Agatha
Christie en la que tal número de personas enclaustradas van desapareciendo.
Sé que hay otros referentes modernos más ajustados (y reconocibles), pero llevo
un rato tratando de jugar al despiste.
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Y he pensado: ¿qué tal si uso la música, tal y como me gusta
hacer?
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The Marshall Tucker Band — “Can't You See”
The Marshall Tucker
Band (1973)
Spartanburg, South Carolina (USA)
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El tráiler preparado para el estreno programado en 2019 (recuerda,
¡huye de él!), incluía este tema que, sin embargo, no suena en la película.
Es la canción más famosa de una banda de dilatada trayectoria
(siguen tocando), importante en la definición de los cánones del southern rock. Se incluyó en su disco de
debut, cuyo nombre no corresponde a ningún miembro del grupo, sino que se trata
de un afinador de pianos, ciego, de Columbia, la capital del Estado, que había
dejado escrito su nombre en la llave que abría la puerta del almacén donde
ensayaban y, mientras decidían qué nombre elegir, alguno de los componentes de
la banda (es probable que su cantante solista, Doug Gray) se fijó y decidieron que sonaba bien, sin saber que
correspondía a una persona real y, entonces, todavía viva.
Una de las características más singulares es su inicio, con Jerry Eubanks a la flauta.
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¿No puedes
ver, Señor, lo que esta mujer me ha estado haciendo?
Madness (2016)
Nashville,
Tennessee (USA)
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Se preparó un nuevo tráiler (¡HUYE mucho!) para el estreno de 2020 que, por razones que no acierto a
comprender, incluía una nueva canción, de una chica nacida Maggie Eckford, conocida
(tampoco demasiado, no te vayas a pensar) por su nombre artístico: Ruelle. La letra incluye claves sobre
el desarrollo de la trama; alguien la ha subtitulado lo que me ha ahorrado un
trabajo.
Pero la productora asegura que (salvo el tráiler; recuerda: NO LO VEAS) no hicieron ningún cambio
en la película, ni como resultado de las críticas de Trump, ni como influencia
de los tiroteos, ni para satisfacer el espíritu ocioso que anida en las calenturientas
mentes de los que discurren este tipo de filmes.
Nada.
Impóluto, que diría mi amigo.
Asumo que la confección de tráiler se incluya en un negociado diferente al rodaje y edición de una película; hay quien asegura que son escuela para cineastas neófitos; es la posible explicación de que se haya maquetado uno nuevo, que requiere tomas, montajes, sonidos alternativos. Siempre hay becarios más hambrientos que tú, por mucho apetito y ansia de saciarte que seas capaz de mostrar a los que mandan.
Tengo la convicción de que así fue.
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Ode To Billie Joe (1967)
Woodland, Mississippi (USA)
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En todo caso, yo había venido aquí por la música. Para alcanzar un
mínimo de tranquilidad razonable, cada vez que veo una película considero
imprescindible el uso de la aplicación que comparte nombre con una
serie de dibujos animados que veía de niño.
Y así, hago uso de ella cuando una música reclama mi atención; lo
que suele suceder a menudo. En “La caza”
pasó en un par de ocasiones.
La primera fue después de que Crystal
(Betty Gilpin) afirmara que procedía de Mississippi. De allí también es Bobbie
Gentry, una cantante, ahora retirada, que puede afirmar sin atribularse que
ella, exactamente ella, fue la
primera mujer en componer y producir su propio material, rompiendo un techo de cristal que, hasta su
fulminante aparición, parecía sólidamente consolidado.
Pero en 1967, justo antes de afrontar el verano del amor, su única
motivación era escribir canciones que vender a otros artistas. Hizo llegar una demo a Capitol y los directivos vieron el potencial del material
entregado. Uno de los temas incluía jerga local, hablaba de comida del terruño
y situaba un emplazamiento que también enseñaba a pronunciar.
¿Quién dijo que la música no podía ser didáctica?
M, I, doble S, I, doble S, I, doble P, I
Justo en medio del cinturón de algodón
Cerca del Delta del Mississippi
El año pasado el cinturón de zarigüeya causaba sensación
Dame un pedazo de ese pastel de Johnny
Un poco de ese ‘pandowdy’ de manzana
Recogí los ‘scuppernongs’ de esa vid
Le di un mordisco al ‘chigger’
Y me tomé un cubo de ‘muscadine’
Bobbie Gentry — “Ode To Billie Joe”
El lote también incluía la canción que iría en la cara B del single, que sería preferida por los DJs
de radio, que daría título a su LP de debut, que alcanzaría el #1 en listas y que
convertiría a Gentry en mujer referencial. No sale en la peli, pero los que
seguís Común Sin Sentido sabéis que
adoramos los vericuetos y entraremos a echar un vistazo en esta espléndida historia,
llenos de confianza, sabedores de que nos complace indagar en las cosas que se
cuecen en los sitios y a las personas que conocemos.
Fue el tres de junio, otro somnoliento y polvoriento día en el
Delta. Yo estaba fuera cortando algodón y mi hermano empacaba heno. Paramos a
la hora de la cena y volvimos a casa para cenar. Mamá dio una voz por la puerta
trasera: “no os olvidéis de limpiaros los pies”. Y dijo también: “Tengo
noticias de Choctaw Ridge. Hoy, Billie Joe McAllister se tiró desde el puente
del Tallahatchie”.
Papá le dijo a Mamá, mientras se servía las judías: “Bien, Billie Joe nunca tuvo un ápice de sentido común; pásame el pan, por favor”. “Hay cinco acres de los cuarenta de abajo que tengo todavía que arar”. Mamá dijo que era una vergüenza lo de Billie Joe, de todas formas. “Parece que nada bueno ocurre nunca en Choctaw Ridge y ahora Billie Joe McAllister se tira desde el puente del Tallahatchie”.
Mamá me dijo: “niña, ¿qué ha pasado hoy con tu apetito? He cocinado toda la mañana y no has tocado el plato. ¡Ah!, por cierto, ese agradable joven predicador, el hermano Taylor, se pasó hoy por aquí, dijo que le agradaría venir a cenar el domingo. Dijo que vio a una chica muy parecida a ti en Choctaw Ridge y ella y Billie Joe estaban tirando algo desde el puente del Tallahatchie”.
Un año ha pasado desde la noticia sobre Billie Joe. Mi hermano se casó con Becky Thompson y compraron una tienda en Tupelo. Había un virus rondando y Papá lo cogió y se murió la pasada primavera. Ahora Mamá no parece querer hacer nada. Y yo paso mucho tiempo cogiendo flores en Choctaw Ridge y echándolas al agua fangosa desde el puente del Tallahatchie.
Hoy se nos hace imposible pensar que esta historia hubiera podido ser cantada por alguien que no fuera Bobbie, pese a que ella afirmó que su pretensión era componer y que tan sólo accedió a interpretarla cuando comprendió que resultaba más barato que cantara ella, en lugar de contratar cantantes adicionales.
Como sucede con las obras maestras su importancia puede
comprobarse atendiendo a su influencia. Tony
Joe White escuchó a Bobbie Gentry cantar su Oda y comprendió, al instante, que él también podía hablar de la
vida de su familia, de las cosas que contemplaba de continuo, una
historia que ya relaté antes.
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See All Her Faces (1972)
Londres (UK)
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La segunda de las canciones que suenan en “La caza” (te recuerdo que estás leyendo la reseña de una película,
por si lo habías olvidado) está interpretada por Mary Isobel Catherine
Bernadette O’Brien, un nombre demasiado largo para alguien que quiera dedicarse
al mundo del espectáculo (los costes de imprimir los carteles anunciadores se
dispararían), abreviado con acierto a Dusty
Springfield (de pequeña le gustaba jugar en la calle al fútbol, como si
fuera un muchacho más, y no le importaba estar sucia y sudada, llena de polvo.
Cuando formó un trío con su hermano Tom y un amigo lo llamaron The Springfields y los hermanos tomaron
ese apellido para siempre).
Estaba previsto que Dusty editara un tercer disco con Atlantic (tras los éxitos de Dusty
in Memphis, 1969 y A Brand New Me, 1970), pero el proyecto se fue
aplazando hasta su cancelación. Ficha por Philips
y edita un único disco, en el que se mezclan canciones que había ido grabando
para su LP fallido, algunas publicadas como singles
y otras grabadas en Londres, como es la que nos ocupa, que además produjo ella
misma. El carácter poliédrico de la obra (participaron hasta siete productores
diferentes más) condujo a un sonido menos compacto que el aclamado in
Memphis, pero repetir un disco así es difícil y, para quienes primamos las
canciones por encima de los LPs, el resultado era un aliciente por su variedad.
Todo quedó enfatizado por el título, uno de los temas de la cara B. Sólo se
editó en el Reino Unido; lo que dota de un aire de misterio a este singular
trabajo.
La canción, deliciosa, es un ejemplo precoz (y muy ingenuo) de
sororidad.
Sí. No es fácil
Chicas, no es fácil
Mantener satisfecho al hombre que amas
El trabajo de una mujer nunca se termina
Nunca se detiene y sigue y sigue
A veces las cosas se ponen difíciles
Y parece que tu esfuerzo no es suficiente
Tienes que perder el sueño
Siete días a la semana
No es fácil retener a tu lado a quien amas
Para que esté feliz debes estar preparada
Dispuesta a pasar noches solitarias
Tienes que concederle tus favores con comprensión
Cuando comprensión es lo que él necesita
Nos esforzamos en darles respeto
Y todo lo que obtenemos es su arrepentimiento
Pero cuando tienen problemas
Necesitan nuestro amor y cuidado
No importa cuándo tenemos que estar ahí
Tendré que seguir intentándolo entre llantos
Pero el mensaje es completamente inapropiado, al menos para una película que se resume en un enfrentamiento, a muerte, entre dos mujeres: Betty Gilpin y Hilary Swank.
No siempre puedes elegir tus enemigos
Que interesante! La canciones más "countreras" muy chulas. Y la peli muy buena...
ResponderEliminarLa peli me gustó mucho. Y me pareció muy sorprendente. Por eso lo del tráiler me pareció tan imperdonable.
EliminarLas canciones más country (supongo que te refieres a las de Bobbie Gentry) son obras maestras.
Gracias