lunes, 31 de octubre de 2011

Liderazgo

Nos encontramos ante una habilidad: es decir, una capacidad para hacer algo de una determinada manera.

Foto: Chris JL
Se manifiesta en un contexto social; necesita de la interacción.

Es una habilidad finalista y, debido a ello, puede analizarse o describirse conforme a los resultados que posibilita alcanzar.

Es determinista: su presencia implica la sutil distinción entre grupos y equipos. También es determinante: condiciona el establecimiento de relaciones sociales, establecidas dentro de grupos que actúan como equipos, orientados a la consecución de resultados.


No es, por el contrario —pese a que es una creencia extensamente generalizada— una característica de personalidad. No se explica por la aparición de un carácter dominante que subyuga a los demás y les obliga a hacer —contra su voluntad— cosas que, por si solos, nunca hubieran hecho. No es sugestión, ni tampoco carisma. No es un poder omnímodo. No deviene de la tenacidad de su poseedor, ni está codificado en el ADN. No es una cualidad innata, ni una forma de deslumbrar a incautos o no iniciados. No es necesario ejercerlo entornando los ojos en una torva mirada, ni hace falta poner la voz grave.


Ésta puede ser la buena noticia del día:
Se puede liderar sin parecer siniestro


La principal conclusión, por ahora, es que el liderazgo no se posee, sino que se ejerce.


Los humanos nos asociamos en grupos, de diferente naturaleza, atendiendo a diversos focos de interés. Los grupos se dotan —o poseen— un grado de complejidad interno que depende de su estructura y de las reglas por las que se rigen.

Una empresa es un grupo, como también lo es la familia, la cuadrilla de amigos, un Estado, un Gobierno o un club deportivo.

Existen grupos formales, con estructuras claras y definidas y que poseen algún tipo de organización funcional jerarquizada.

También existen grupos NO formales, en los que, pese a plantear objetivos comunes —el principal factor de cohesión—, no existen reglas ni jerarquías sistematizadas.

Foto: rogilde - roberto la forgia
Los grupos se transforman en equipos cuando sus miembros actúan de forma coordinada y subordinan sus objetivos particulares a la consecución de los objetivos comunes.

Cuando los equipos se constituyen de forma organizada y se orientan hacia la consecución de sus objetivos comunes, necesitan de la intervención de sus líderes.


Debe considerarse la existencia de distintos tipos de líderes y diferentes formas de ejercer el liderazgo.

Debe distinguirse también entre líderes formales y NO formales. La diferencia se establece por la naturaleza de la asignación del papel de líder. Hay situaciones en las que un líder recibe explícitamente el papel que debe representar para el equipo. Todos los participantes del grupo conocen —y deben reconocer— la asignación del liderazgo. Pero en otras ocasiones se desarrollan líderes no formales: son quienes desempeñan esa función de forma tácita. No han recibido un nombramiento, no todos los miembros perciben esa realidad, pero realmente sucede: hay quienes, por encima de su responsabilidad nominal, ejercen su positiva contribución sobre el grupo.

Ésta es la característica fundamental del liderazgo: la contribución. Y ésta es la definición que aquí proponemos sobre el líder:

“Toda persona que contribuye activamente
a la consecución de los objetivos comunes

6 comentarios:

  1. Muy interesante y muy bien contado. Necesita de más entradas.

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  2. Hay dos formas de liderazgo a mi modo de entender, el líder de necesidad, que normalmente es el que se vuelve siniestro, dictador y genocida, tipo Stalin, Hitler, Fidel Castro, Franco, etc...., esos lideres nacen de la necesidad de los demás de aferrarse a alguien que les proporcione seguridad y reafirmarles en sus creencias, suelen ser de caracter nacionalista. Pero en contra esta el otro lider, el que nace de una vision mas global, el que auna esfuerzos para el mejor funcionamiento de la colectividad, esos son los lideres que los de RRHH tendrian que buscar, pero con la iglesias topamos y de bruces, resulta que estos de RRHH, en teoria sicologos aplicados a la conducta del trabajo, son sin teoria el hijo del jefe o el amigo del jefe o el hombre de confianza del jefe, que generalmente no tiene ni repajolera idea de quien es el tipo que tiene enfrente, y con la misma naturalidad, despachan a un lider que podria hacer funcionar su empresa o negocio a las mil maravillas, que ponen en el puesto a un tipo alto, de buena presencia y con un traje dos tallas mas pequeño de lo necesario, no tiene ni puñetera idea de conjugar a los hombres de esa empresa pero da una imagen de novedad y modernidad que eclipsa la razon de unos cuantos ignorantes colocados a dedo para hacer funciones de profesionales, los lideres se hacen con su esperiencia y con su observacion. Siento el ladrillo pero es lo que pienso del tema del liderazgo

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  3. ¡Qué fácil parece, pero qué difícil que lo llevemos a la práctica y más, que lo entendamos así!

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  4. Vivimos una larga época dónde existe una carencia de líderes. De hecho, en Europa, no ha habido un líder verdadero, desde hace muchos años, desde Willy Brandt que también en su día dijo que Felipe González era el último Hombre de Estado en Europa.

    Nos hemos vueltos cínicos, dudamos, somos, cuanto menos, indiferentes e incluso depreciamos a nuestros gobiernos, los corporativos y las organizaciones no lucrativas.

    Se puede uno "ponerse" de líder, podemos "poner" a otro de líder pero eso no significa que se es Líder. En estos momentos nos hacen falta líderes en todo el mundo y así nos va, claro.
    Para ser líder hace falta tener un profundo compromiso para conseguir una meta que le empuja a lograrlo, aún no teniendo seguidores. Compartirá su visión con los demás y hará que se sientan involucrados activamente en todo el proceso. Será exigente con todos pero sobretodo consigo mismo.La integridad personal y de carácter es primordial porque si nadie cree en él/ella y sobretodo si no confían en él/ella, si no es merecedor de su confianza,todo empezará a desmoronarse.
    Por supuesto que un líder cometerá errores, grandes y pequeños, pero aprenderá de ellos y tomará decisiones difíciles,impopulares muchas veces, pero siempre infundiendo la esperanza en los seguidores.Que no nos quiten la esperanza.

    Pues, ¿Hay alguien en Europa así hoy? De hecho, ¿hay alguien en el resto del mundo? ¿Dónde están los Gorbachov, los Winston Churchill, los Trotsky o los Mandela?
    Espero que estén al menos en en las escuelas, con el babi puesto y que algunos buenos profesores vean su potencial y lo fomentan.
    Porque ésto va mal, señores.
    Como Juan Carlos, pido perdón por el ladrillazo.(que te doy las gracias también, te leo) y también a Alberto por sus temas tan buenos y sus provocaciones!!
    Saludos,
    Nina

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  5. Hay un dicho que es: "Para saber mandar primero hay que saber obedecer"
    Pues eso es lo que le pasa a la mayoría de las personas que quieren ejercer un liderazgo.
    El problema basa en que las personas que lideran o aspiran a liderar ocupan una posición más que privilegiada, la mayor parte de las veces económica, lo que le hace prevalecer sobre el resto. Para ejercer ese cometido la cultura, la educación,el afán de superación y el trabajo conseguido, la unión hacia sus otros semejantes. la personalidad forjan un líder, así se gana el cariño de la gente. Pero, desgraciadamente, esto es pura teoría. La realidad es otra y bien distinta:egoísmo y destrucción con tal de escalar un peldaño más.

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  6. Anónimo: gracias. En cuanto a lo de las entradas, hago lo que puedo. Intentaré esforzarme más este mes.

    Monje: cada uno plantea la definición de los conceptos de la forma que considera más conveniente. Y para mí, líder no es el que va delante, sino, como apunté, el que contribuye a la consecución de los objetivos comunes. Esos que mencionas, si fueran árabes, se les llamaría sátrapas. En cuanto a la segunda parte de tu escrito: afirmo que hay psicólogos y gente de RR. HH. como puñetazos: de todos los tipos. Buenos y malos. Eso ocurre en todas las ocupaciones que, al final, terminan desempeñadas por personas.

    Mª Antonia: gracias por participar. Espero que te sigas animando. Sé que comprendes la dificultad de hacer transmitir una nueva forma de entender las relaciones.

    Nina: hay una tendencia a pensar en líderes políticos, cuando el liderazgo es un fenómeno social, que se produce en los grupos más pequeños. La montaña se hace juntando pequeños montones, las aportaciones deben ir desde abajo. La sociedad es la suma de las aportaciones que, todos y cada uno, hacemos. Y tú eres una aportación muy importante. Tu ámbito de influencia es decisivo. Debes seguir con él. Yo, desde este foro, hago lo que puedo y, prometo, seguir provocando.

    Juan Angel: tengo mis reservas con que para saber mandar primero haya que haberlo sabido hacer. Hace muchos años leí el libro "El principio de Peter" y la tendencia humana a alcanzar la máxima incompetencia me preocupa. Tampoco tengo demasiado claro si el líder debe ganarse el cariño de la gente. En cualquier caso, escribí un artículo sobre las técnicas de pastoreo (allá por junio) que te invito a visitar. (Tampoco tengo demasiado claro si tengo razón, pero sé que me interesa mucho plantear preguntas que animen estos estimulantes debates).

    Muchas gracias a todos

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