Y
disfrutaban del reconocimiento unánime de público y crítica.
Después
de cinco LPs, quisieron hacer algo diferente; rodar una película que definiera,
de forma definitiva, un concierto (en realidad, se trata de la fusión de tres distintos).
"Stop making sense" |
Encargaron
la dirección de la película a Jonathan
Demme, que, sin ser un desconocido (había dirigido tres películas para el
productor Roger Corman), era
considerado todavía un director “menor”.
La participación en esta película supuso un punto de inflexión en su carrera,
viendo sus siguientes trabajos.
En
1986 rueda “Something wild” (“Algo salvaje”), la historia en la que Melanie Griffith (con peluca morena)
enreda a Jeff Daniels en un viaje
alocado en el que, tras quitarse la peluca para mutar en rubia, le mostraría su
pasado y a Ray Liotta, su novio en
el Instituto.
En
1988 dirige “Married to the mob” (“Casada con todos”) donde Michelle Pfeiffer, que tiene que cargar
con Alec Baldwin (y toda la panda), se siente atrapada en su
matrimonio y seducida por un agente del FBI (Matthew Modine) que convierte su vida en una verdadera encerrona.
El
estrellato de Demme alcanzaría su cúspide en 1991, con “The silence of the lambs” (“El
silencio de los corderos”) en la que, al margen de truculencias, todo el
mundo recuerda el duelo interpretativo entre Anthony Hopkins y Jodie
Foster.
Pero
era todavía una promesa cuando en
1984 acepta el encargo de trasladar la energía de un concierto a la pantalla y
dotar de carácter individual a cada uno de los cuadros que suponía cada
canción. Es complicado delimitar la línea de la responsabilidad artística y se
aceptará, como axioma, que el concepto de la obra surge como un acuerdo entre
el director y el grupo.
*****
En
1975 empezaron a trabajar juntos. David
Byrne (voz solista, guitarra), Chris
Frantz (batería), Tina Weymouth
(bajo) y Jerry Harrison (teclados,
guitarra) adoptaron como nombre “Bustos
parlantes” —el término con el que los estudios de TV describen a aquellos
locutores, inanimados, que leen textos, sin ser responsables de su elaboración—.
Para no nombrar a ningún presentador real, vivo o muerto, se recordará a uno
virtual, integrado a la perfección en la emisión catódica, que ya
protagonizó un incidente en este blog.
Elegir
nombre fue su primera indicación de que pensaban que tenían algo que decir.
Más
tarde, publicaron discos.
1977 — Talking Heads: 77 |
1978 — More songs about buildings and food |
1979 — Fear of music |
1980 — Remain in light |
1983 — Speaking in tongues |
*****
Tres
actuaciones en el Pantages Theater,
en Hollywood, constituirían la esencia de la película. Esta empieza con los
títulos de créditos, similares a los de la película de Stanley Kubrick, “Dr. Strangelove or: How I learned to stop worrying
and love the bombe” (“Teléfono rojo: Volamos hacia Moscú”).
El parecido no es casual: ambas secuencias son realizadas por el diseñador, de
origen cubano, Pablo Ferro. La que
se incluiría en la película protagonizada múltiplemente por Peter Sellers, es de 1964 (veinte años
antes). Esa tipografía adquirió un carácter atemporal y, casi cincuenta años
después, sigue usándose para recalcar el aire natural, desenfadado, sin
artificios, de determinados productos. Una especie de rótulo indicador de hecho
en casa.
*****
Tras
los títulos de crédito, van apareciendo los artistas, en progresión.
Empieza
David Byrne, que se presenta en escena, sólo, con una guitarra y un reproductor
de cassette.
Canta
a un asesino sistemático.
En
la siguiente canción, se incorpora Tina Weymouth. Luego, Chris Frantz. Y, más
tarde, Jerry Harrison.
Donde
al principio había un escenario vacío, el equipo va montando todos los
elementos y aparece el resto de músicos: Lynn
Mabry (de The Brides of Funkenstein)
y Edna Holt —voces—, Bernie Worrell (había estado en Parliament / Funkadelic) —teclados—, Steve
Scales —percusión— y Alex Weir
(estuvo en The Brothers
Johnson,
en su clásico “Strawberry letter 23”) —guitarra—. La primera canción en la que la formación está
al completo, sobre el escenario, es “Burning
down the house”, la sexta del set.
En
realidad, la película se graba mientras el grupo se encuentra de gira,
promocionando Speking in tongues. Es,
de una manera peculiar, un disco de grandes éxitos, grabado en directo. Entre
paréntesis se indica el año del disco en que la canción apareció originalmente
y, en una de las canciones, Byrne desaparece de la escena, para dejar actuar a Tom Tom Club, el grupo comandado por
Weymouth y Frantz. Él aprovecha para retirarse al camerino y preparar una nueva
sorpresa.
Cada
canción se interpreta con una escenografía singular.
01 — Psycho killer (1977)
|
02 — Heaven (1979)
|
03 — Thank you for sending me an
angel (1978)
|
04 — Found a job
|
05 — Slippery people (1983)
|
06 — Burning down the house (1983)
|
07 — Life during wartime (1979)
|
08 — Making flippy floppy
(1983)
|
09 — Swamp (1983)
|
10 — What a day that was
|
11 — This must be the place (Naive
melody) (1983)
|
12 — Once in a lifetime (1980)
|
13 — Genius of love (as Tom Tom Club)
|
14 — Girlfriend is better (1983)
|
15 — Take me to the river
(1978)
|
16 — Crosseyed and painless (1980)
|
En una (fingida) rueda de prensa, le
harían dieciséis preguntas:
— ¿Qué
significado tenía el radiocassette?
— ¿Por qué, al
principio, el escenario estaba vacío?
— ¿Por qué los
miembros de la banda aparecen de uno en uno?
— ¿Por qué
ocupabas el centro del escenario?
— ¿Cómo
decidiste incorporar esos bailes de inspiración africana?
— ¿Por qué no
había iluminación con colorido?
— ¿Hacia dónde
huías en tus carreras por el escenario?
— ¿Qué
significaban los rótulos de las pantallas gigantes?
— ¿Por qué
correr?
— ¿Quién
decidió la ubicación de la iluminación?
— ¿Por qué una
lámpara de pie?
— ¿Gafas de
pasta?
— ¿Por qué
desapareces mientras actúa Tom Tom Club?
— ¿Por qué un
traje tan grande?
— ¿Qué
representa la gorra roja?
— ¿Por qué
tantos cambios (y tan poco color) en el vestuario?
*****
Después de grabar el concierto, se
publicaría, en formato LP, con los temas:
Cara A:
1 — Psycho killer
2 — Swamp
3 — Slippery people
4 — Burning down the house
5 — Girlfriend is better
Cara B:
1 — Once in a lifetime
2 — What a day that was
3 — Life during wartime
4 — Take me to the river
*****
Y, tras ese disco épico, entregarían
otros tres, antes de disolverse.
1985 — Little creatures |
1986 — True stories |
“Hey
now”
1988 — Naked |
“Blind”
*****
En aquella rueda de prensa, sólo
respondió una pregunta:
— ¿Por qué el disco se titula así?
— Es una parte de la letra de la canción “Girlfriend is better”: “As we get older and stop making sense...”.
[A
medida que envejecemos, las cosas dejan de tener sentido]
*****
Más detalles:
Recuerdo ir al cine a ver stop making sense una gozada. pantalla grande a todo volumen y esos sonidos. Byrne con su famoso traje 10 tallas más grandes. Increible. Grandes muy grandes . A destacar tb los dos primeros de Tomn Tom Club y los lps de Jerry Harrison en solitario tal vez porque a diferencia de byrne en solitario a veces demasiado "intelectual" me parecen más disfrutables. Mención especial para ese grandisimo guitarrista que es Andrew Belew. Sus actuaciones con Talking fueron memorables
ResponderEliminarYo me perdí esa experiencia. De hecho, hasta el otro día no había visto la película. Eso me supuso, de golpe, retroceder casi treinta años y llegar a esa época.
Eliminar¡Una gozada!
El otro día un amigo se acordaba de lo mucho que me gustaban entonces. Supongo que di mucho la lata con ellos.
Un saludo.
Ha sido un placer este repaso, Alberto, me ha servido para de paso escuchar canciones que hacía años que no escuchaba. Me gustaban más al principio aunque en todos tenían cosas buenas que rascar. Incluso el "Little creatures" acabó gustándome muchísimo. Abrazo.
ResponderEliminarYo conocí a Talking Heads con "Stop making sense". Y me enganché. Cada nuevo disco lo compraba y lo devoraba con ansia. El primero que compre así fue "Little creatures" y lo disfruté mucho.
EliminarLuego fui buscando hacia atrás y completé su discografía. Pero esos dos fueron esenciales en mi vida.
Y, otro motivo más para que algunos amigos pensaran que yo estaba "zumbado". Si Poch hubiera vivido en NY, hubiera sido David Byrne.
Un saludo.
Recuerdo haber ido a verla en los Brooklyn. Sobraban las butacas. Los ritmos de talking heads provocan esos espasmos en el cuerpo que no se ajustan a un asiento. Siempre fan del grupo, desde Remain in light . Cada disco nuevo una evolución y una sorpresa, pero siempre Talking Heads.
ResponderEliminarLa película es simplemente genial. La puesta en escena, el orden de las canciones, el manejo de la intensidad...y por supuesto el traje :). A medida de un personaje como David Byrne.
Aparte de la discografía completa, que gracias a Internet incluye temas no incluidos en los LP's, tengo por ahí un libro que cuenta su historia y anécdotas y también un recopilatorio de vídeos que titularon "Story telling gigant". Cada video precedido de una pequeña historia personal contada por gente anónima.
Lo increíble es que un grupo de la talla de talking heads sea prácticamente desconocido e ignorado por tanta gente y para algunos sólo conocido por los vídeos, obras de arte, de "road to nowhere" y "and she was". Tomarte una copa en un bar y que suene algún tema suyo es algo que sucede raramente.
En fin, de vez en cuando tengo un día talking heads y gracias a ti hoy es uno de ellos.
Por cierto, muy buenas "casada con la mafia" y "algo salvaje". Esta última con una banda sonora cojonuda - que incluía un tema de Byrne, "Loco de amor" - y una Melanie Griffith estupenda, pre cirugía.
Pues debiste pasarlo en grande en el cine. Recuerdo, además, que los Brooklyn tenían un gran sistema de sonido y se oía muy bien (no como estos sistemas actuales que intimidan tanto y nos dejan al borde de un colapso nervioso).
EliminarLa preocupación del grupo (y especialmente de Byrne) por los vídeos hace suponer que, de no ser músico, hubiera elegido otro camino para expresar su (inquietante) forma de ver.
Y, por rematar la respuesta a tu comentario, la película que me cautivó completamente de Demme fue "Algo salvaje". Entendía completamente la sensación de Jeff Daniels, dejándose atrapar por Melanie Griffith, antes de conocer a Banderas y convertirse en otro tipo de ser.
En fin, tocayo, muchas gracias por tu comentario y espero que asomes la nariz más a menudo.
Un abrazo.
PD - Tratar de encontrar explicación a lo que la mayoría de la gente conoce (y valora), excede la capacidad de este cronista del costumbrismo.