Me
hace llegar un amigo una canción que, según me cuenta, le ha enviado su hija
Claudia, todavía adolescente, y colige que, quizá, es posible, aún haya
esperanzas para la Humanidad, presuponiendo que el gusto musical es un
indicador fiable para medir nuestras posibilidades de supervivencia, algo que
sabe que comparto.
Es
una de esas canciones que me suenan y que sirven para despertar mi interés en
seguir el hilo, como una moderna Ariadna.
Carl Carlton (1981)
Detroit, Michigan (USA)
*****
Lo
primero que me llama la atención de Carlton es que es el tío más rápido en
vestirse. Empieza a bailar abrochándose la camisa y, en un plis, ya se ha puesto la chaqueta del smoking (lila) y la tarabica
(negra, tamaño king size, acorde a la
moda del momento). Eso no lo hace cualquiera.
Suena
a Stevie Wonder (que había arrasado
el año precedente con Hotter Than July y baila como Michael Jackson (post-Off the Wall, pre-Thriller).
Y,
visto con la mentalidad ochentera, ha
dispuesto a cuatro jamelgas —que ni
bailan bien, ni son unos pibones,
pero que, elegidas por su signo (astronómico) dejan pasar la oportunidad de
llenar el escenario con otras ocho más que completen la docena—.
Son
Piscis, Géminis (sólo una), Virgo (¡Ja!) y Aries.
¿Estará
en el backstage la señorita Escorpio?
¡Acuario
está en la piscina!
Asumo
que han comprendido que en este contexto no cabe Leo.
El
día de la grabación era jueves y ese día Libra libra.
Y,
no sé, Tauro, Sagitario, Capricornio y Cáncer puede que no estuvieran
sindicadas, ¡a saber!
*****
La intención de la canción es explícita; la vista de la carátula del disco, donde Carlton posa en actitud machoman, no deja lugar a dudas.
Ya
sabemos en qué consiste el Mama Jama.
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Yeah,
ooh, oooh
[Sí, oh, ooh]
Look
at her
[Mírala]
She’s
a bad mama jama
[Es una chica mala]
Just
as fine as she can be, hey
[Tanto como puede, eh]
Her
body measurements are perfect in every dimension
[Las medidas de su cuerpo son perfectas desde
cualquier punto de vista]
She’s
got a figure
[Tiene un tipazo]
That’s
sure enough getting attention
[Lo tiene todo para llamar la atención]
She’s
poetry in motion
[Es poesía en movimiento]
A
beautiful sight to see
[Una alegría para los ojos]
I
get so excited viewing her anatomy
[Me excito al ver su cuerpo]
She’s
built, oh, she’s stacked
[Está bien hecha, oh, todo está en su
sitio]
Gota
all the curves that men like
[Tiene todas las curvas que les gustan a
los hombres]
Everlasting Love (1967)
Franklin,
Tennessee (USA)
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Catorce
años antes, Robert Knight, nacido Robert Henry Peebles, obtuvo mucho éxito con
una canción escrita por los dueños del sello Rising Sons, Buzz Carson y
Mac Gayden, en su intento de sonar a
la Motown, como una imitación de Four Tops o The Temptations, que en esa época eran la punta de lanza del soul vocal.
*****
Los
corazones se extravían, dejando dolor al irse
Me
fui, justo cuando tú me necesitabas tanto
Lleno
de arrepentimiento vuelvo rogándote
Perdona,
olvida, ¿dónde está el amor que una vez conocimos?
Abre
los ojos y te darás cuenta
Que
estoy aquí con mi amor eterno
Te
necesito a mi lado, chica, para ser mi novia
Nunca
te negaré mi amor eterno
Desde
el principio, abre tu corazón
Sé
una parte duradera de este eterno amor
The Everlasting Love
Affair (1968)
Londres (UK)
Steve Ellis, Maurice Bacon, Rex Brayley, Auguste Eadon, Morgan Fisher, Lynton Guest & Mick
Jackson
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En
el Reino Unido tuvo más éxito el combo psicodélico liderado por Steve Ellis,
siguiendo la costumbre inglesa de apropiarse de materiales procedentes de
ultramar, como ya habían hecho Beatles
y Stones (compañeros suyos los segundos en Decca; Jagger y Richards
compusieron su primer single, “She Smiled Sweetly”); una senda que muchos
otros habían explorado antes (no sólo en lo musical) y a los que la Corona les
otorgaría sus más altas distinciones.
Love
Affair llegarían al #1 de las listas británicas con esta canción en la que
cuentan con la implacable línea de bajo de Mick Jackson.
El
verano del amor dejó huellas y cambió
actitudes.
Everlasting Love (1974)
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Y,
en una vuelta de tuerca inesperada, en 1974, siete años después de que Robert
Knight cantara por primera vez esta canción y siete antes de que Carlton, acompañado
por una tercera parte del zodiaco, embutidas en coloridos bañadores, se atreviera
a decir, mientras se vestía y se desvestía y no dejaba de bailar, que su chica
era una “mala mama jama”, tras haber
pedido “amor eterno”, no sabemos si a
la misma mama, o a otra jama diferente, lo que demuestra lo
volátil de modas y costumbres y hace que la declaración de mi amigo, el padre
de una adolescente, Claudia, que es bastión de nuestra renacida esperanza, tenga
bastante más sentido del que atesora quien escribe esto y que sea poderosa como
el acero.
*****
Todo
esto —bueno, no exactamente todo— fue
lo que bullía en mi cabeza cuando escuché la canción y leí que su cantante era
Carl Carlton.
Y
digo que no era todo, porque mucho
ha salido de una búsqueda guiada por mi curiosidad y, esto es seguro,
habrá esperanza para la Humanidad si nuestros adolescentes siguen siendo
curiosos y esa necesidad es algo que, como padres, deberemos alentar y
alimentar.
Gracias, Claudia
Pues si que te lo curraste... si
ResponderEliminarYa ves...
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