sábado, 1 de octubre de 2011

Taxi

Foto: Al Fed
El pasado martes, al salir de ver la película “El árbol de la vida”, cogí un taxi para volver a casa. Con más frecuencia de la que me gustaría, me veo obligado a tener que usar ese servicio. He tenido algunas experiencias desagradables, que no me pararé a mencionar ahora. Eso ha motivado que haya desarrollado una estrategia que recomiendo para todos los que quieran seguirla: tengo un par de números de taxistas grabados en el teléfono. Son los que utilizo para desplazamientos que puedo programar con antelación. Pero no siempre tengo esa posibilidad y, en ocasiones, debo recurrir al que encuentro en la parada.

Fue lo que hice al salir de la película.

En la parada había dos taxis. Los conductores estaban charlando. Pregunté cuál me correspondía y me lo indicaron. Me tocó un mercedes, tapicería de cuero, limpio, olía bien. El conductor, tras indicarle la dirección, preguntó si me molestaba la ventanilla que llevaba bajada. Le dije que no. Estaba profundamente emocionado por la experiencia reciente de la película y estaba dándole vueltas a mi cabeza. El conductor seleccionó en el reproductor de música y puso, para que sonara perfecto, la siguiente canción:


Me preguntó si molestaba la música en la parte de atrás. Le dije que no. Las emociones se agolpaban en mi cabeza. El recuerdo reciente de la película mezclándose con una de mis canciones favoritas, en un equipo que sonaba de fábula, de noche, con la calle desierta, sin prácticamente coches, con una conducción suave y el conductor en silencio. Todo encajaba. Mis ojos se anegaron de lágrimas.

Tuvimos tiempo para que, en el recorrido, seleccionara una segunda canción:


Entonces, al llegar a casa y finalizar el trayecto, le pedí una tarjeta.

Hoy tengo tres números de taxistas grabados en mi teléfono.

Actualización 17 de marzo de 2012.
Compruebo que la segunda canción, "Hurricane", de Bob Dylan está bloqueada por problemas de gestión de derechos, incluyo a continuación la versión que hizo Toli Morilla en bable. Nun ye lo mismu, pero casi.



5 comentarios:

  1. Así es como a veces llegan las personas a nuestra vida, un día te topas con ellas y se hacen cercanas aunque a veces ni siquiera tenemos la oportunidad de decirles el bien que nos hicieron o la huella que dejaron. Me gusto tu entrada. (tu sabes como se ponen los acentos cuando escribes con el teclado de un iPad.?) besos.

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  2. Aparte de que diste con un profesional del taxi que sabe vender muy bien su producto, creo que su sivaritismo llega a cotas dificilmente igualables, no se me interprete cimo xritica que podria serlo,pero no lo es, es simplemente la constatacion de un hecho. Un aplauso para ese profesional con un buen vehiculo, con un interior pulcro y ordenado, una conduccion sobresaliente y como no la eleccion de dos temas musicales del agrado del pasajero, increible pocos como ese hay en el gremio

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  3. Momentos: Gracias (yo sí recuerdo cómo apareciste en mi vida para convertirte en mi madrina). ¿Qué es un iPad?

    Monje: Había pensado terminar el artículo de la siguiente forma "cuando se quieren hacer bien las cosas", pero me pareció más elegante la forma que le di al final. Todos deberías esforzarnos en querer hacer bien nuestro trabajo.

    Alberto Secades

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  4. Estimado Alberto, está claro que posees una desarrollada sensibilidad para disfrutar de esos pequeños placeres que nos proporciona la vida de vez en cuando, con poco dinero, poca infraestructura y poca puesta en escena seguro que podemos ser felices. Seguramente ese mismo taxi fue cogido ese día por más personas,pero que no estaban tan receptivas como tú al entorno que nos rodea y no se percataron seguramente de nada. En cuanto al taxista melómano, grata sorpresa y mejor descubrimiento.

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  5. Anónimo: Está claro que las mismas situaciones no son percibidas igual, pero los responsables son Malick, el director de la película y Miguel, el taxista.

    Todos debemos reflexionar sobre nuestra capacidad de influencia para favorecer que el mundo sea un poco mejor de cómo lo encontramos.

    Alberto Secades

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