— Papá, ¿te gusta conducir?
— Sí. Por eso nunca cojo el coche en ciudad.
"Atasco" Foto: Olga Díez (Caliope) |
Muchos creen posible un futuro idílico, con menos coches.
La mayoría imagina que son los otros los que habrán dejado de usarlo, porque ellos siguen viéndose usándolo todos los días.
“Las alternativas —transporte público, moto, bicicleta, caminar—, no son para mí. Pero creo que los demás deberían usarlas”.
Usar el coche como forma de transporte diario es irracional. Ya sé que quienes lo hacen tienen una respuesta razonada, pero eso no evita su irracionalidad.
En el uso del coche se encuentra la esencia del pensamiento antisocial: todos tenemos soluciones que encontramos válidas para los demás, pero que nos cuesta aplicar en nosotros.
En algunos casos, determinados individuos manifiestan comportamientos que transcienden la consideración de antisocial, para convertirse directamente en psicopáticos, lo que les debería incapacitar para hacerlo.
Conducir es un privilegio, no un derecho.
Para acceder a su posibilidad, deben cumplirse unos trámites y —además de conocer el código de circulación, demostrar una cierta pericia y mantener una mínima capacidad sensorial— debería de realizarse un examen psicológico que descartara —de antemano— la posibilidad de obtener la licencia a quien poseyera determinados rasgos de forma incipiente —o manifiesta—.
La inhabilitación, también, debería ser aplicada más a menudo.
Conducir es una actividad extremadamente compleja en la que intervienen demasiados factores. En los externos (resto de conductores, condiciones climáticas y de la carretera), no podemos intervenir.
En los propios, debemos evitar las rutinas. Cuando realizamos algo de forma repetida, tendemos a incorporarlo a una rutina. Eso hace que dejemos de prestarle atención. En el coche, la falta de atención es el principal peligro.
¿Cómo hago para que, el mismo recorrido diario, no se convierta en rutinario?
1 — Cambiar, aunque sea de forma mínima, el trayecto. Mantener dos opciones que se alternan.
2 — No fijarse, nunca, en los horarios.
3 — No establecer claves, en el exterior, que avisen si se va tarde o a tiempo.
4 — Tratar de introducir variantes en quién conduce.
Usar el coche, a diario, es una opción.
Pero hay otras.
A veces damos las respuestas por adelantado. Sin pensar.
Si, tengo moto
ResponderEliminarSiempre pensé que eras listo. Otro motivo más para confirmarlo.
EliminarYo tengo chofer porque soy peligrosa en la carretera.
ResponderEliminarNina
Hay quien resulta un peligro hasta en la bañera de su casa.
Eliminar(((ojo: que no digo yo que sea tu caso...)))
YO cada día un camino
ResponderEliminarEs lo que le pasa a quien tiene encerrado en su interior el espíritu de una bola de petaco.
EliminarNo podría no, salvo por causa mayor y tuviera que quedarme en casa, pero durante mucho tiempo y mientras se pudo hacer, varias madres compartiamos coche, era una buena opción.
ResponderEliminarCompartir coche para llevar los críos al colegio es una opción que no todos se plantean.
EliminarNo tengo ni idea de posibles soluciones para las situaciones particulares de cada uno, pero, tengo para mí que, mirando un poco, se pueden mejorar algunas. Pero creo que, en demasiados casos, la comodidad es la que nos lleva a un comportamiento como el descrito.
Un beso (y espero que escribas)
El uso de un vehículo de transporte de viajeros por carretera de ámbito privado forma parte de la tipología urbana actual.
ResponderEliminarPero, como dices ¿Abusamos indiscriminadamente de ello?
The answer is YES.
Pero hay que poner un pequeño granito de parte de cada uno. Aunque sea pequeñito, pero lo hacemos un día y después...
volvemos a lo mismo.
Que si la comodidad, que si llegamos antes ¡pues no!
Aunque fomentemos carriles-bus, optimicemos el uso del transporte colectivo (autobús, tren, metro, tranvía, hagamos himcapie en lo sano y ecologico (usar la bicicleta),
"nasti del plasti": vivimos en la Avda de Galicia y sacamos el coche para ir a la calle Uría. No comment
Continuará.......
No sé, creo que la sensación es que, demasiadas veces, las respuestas se dan antes que las preguntas.
EliminarY así nos luce el pelo.
Un saludo (y me alegro por las buenas noticias).
El vehículo ideal es aquel que se adapta a tu estilo de vida y necesidades, permitiéndote explorar cualquier rincón con comodidad y confianza, convirtiéndose en tu fiel compañero de viaje.
ResponderEliminarUn vehículo es un vehículo, pero nunca un compañero.
EliminarGracias