En
el taller de creación literaria Morel de Sal, debíamos entregar ayer un ejercicio inspirado por un detalle de un
cuadro de El Bosco, “El Tríptico del Juicio Final” (1482 o
posterior), expuesto en la Academia de Bellas Artes de Viena.
Patricia nos propuso elegir un personaje, darle
nombre y escribir acerca de su función en semejante paisaje [yo opté por la
figura representada arriba a la derecha, con cara y pies azules, que lleva toquilla
negra].
Tuvimos la inmensa fortuna de contar con Teresa
y Pilar que hicieron una lectura
dramatizada del texto que había preparado —un diálogo— en el que encontraron muchos
más matices de los que hubiera podido imaginar y que nos hicieron pasar un rato
desternillante.
*****
Gándor
— ¡Buf!
— ¡Bufa!
— ¡Buf!
— ¡Bufa!, bufona.
— ¡Buf! ¡Buf!
— ¡Bufa! Pareces una
búfala.
— ¡Buf!
— ¡Bucéfala!
— ¡Buf! ¡Buf!
— ¡Bucea! ¡Vocea! Insiste
en dar voz a tus pasiones.
— ¡Buf! ¡Buf! ¡Buf!
— ¡Bufa! ¡Bufona! Abres la
boca; parece un buzón. Eres incapaz de saciarte, Gándor.
— ¡Buf!
— Has comido sin medida,
Gándor. No sabes ponerte freno. Estás ahíta, rellena de gases. La flatulencia te
desbordará.
— ¡Buf!
— No puedes levantarte. No
quieres hacerlo, Gándor. Te pesa el culo, como lo hace tu conciencia.
— ¡Buf!
— Quisiste tentar a la
suerte, Gándor. Lo querías todo y quisiste encontrar la respuesta en las seis
caras del azar. No supiste entender que hay juegos a los que nadie puede ganar.
— ¡Buf!
— Creías que tenías todos
los méritos. Que eras mejor que otros, Gándor.
— ¡Buf!
— Sospechabas que te
rondaban por tu belleza o tu astucia. Dejaste que todos jugaran con lascivia,
Gándor. Eras incapaz de mostrar fidelidad, porque sólo mirabas por ti.
— ¡Buf!
— Quisiste la virtud que
veías en otros, Gándor; debías demostrar tu carácter y no tu afán de alcanzar
lo que a otros costó preservar.
— ¡Buf!
— Ahora, cerúlea,
mortecina, flatulenta, preñada y emponzoñada, Gándor, encadenada a la fortuna,
cuesta abajo, deseas alcanzar la sabiduría.
— ¡Buf!
— La filosofía te atrae,
Gándor. Dices que te llama.
— ¡Buf! ¡Buf!
— Es lo único que te
faltaba, Gándor. Te apuntarás al estoicismo.
— ¡Buf!
— Aprenderás una lección: el
vicio va sobre ruedas, Gándor.
— ¡Buf!
— Serás la estoica Gándor.
jolines vaya relato corto tan magnifico felicidades a la profesora del taller y por supuesto al adelantado alumno
ResponderEliminarY, te aseguro que no exagero un ápice, la dramatización de Teresa y Pilar fue un verdadero espectáculo.
EliminarEl texto es brutal. Imagino aquello y debiste disfrutar. Abrazo.
ResponderEliminarNo te puedes hacer una idea de lo que nos reímos.
EliminarTeresa y Pilar hicieron una dramatización espectacular.
Se han ofrecido para posteriores ocasiones; yo creo que no saben a lo que se exponen.
Gracias, JJJ