"Si se supone que la tecnología de
red es tan buena para todos,
¿por qué ha sufrido tanto el mundo
desarrollado justo cuando se ha generalizado su uso?
¿Por qué se experimentan tantas
penalidades económicas en todo el mundo desarrollado precisamente cuando
la computación en red se ha infiltrado en
todos los aspectos de la actividad humana, en los albores del siglo XXI?
¿Es sólo una coincidencia?".
Jaron
Lanier
— "¿Quién controla el futuro?"
(Debate, 2014)
— ¿Ves? –dice mirando un cielo azul con restos de nubes alargadas que salen del aeropuerto–. Los
restos que dejan los aviones en el cielo son las pruebas de los chemtrails. Está clarísimo.
— ¿Chemtrails?
— Si. Los gobiernos nos
fumigan para controlarnos. También lo hacen con el agua y con la publicidad
subliminal. Nos obligan a entrar en la espiral de consumo y de intereses del
gran capital. Quieren que comamos carne para ayudar a la miserable industria
cárnica que utiliza a los animales como si fueran meros medios que están
dispuestos para la satisfacción del ser humano y de esa forma estamos acabando
con especies enteras. Eso nos llevará a la destrucción del planeta por los
intereses de algunos. No te das cuenta porque eso es lo que quieren que creas.
— Así que estás convencido que tú mismo
eres el centro de una gran conspiración gubernamental orientada a convertir a
los humanos en esclavos de las grandes compañías. Crees, en realidad, que los
directivos y los gobernantes se reúnen en catacumbas todos los jueves para diseñar
nuevas formas de manipulación social.
— Lo hacen.
— ¿Para qué?
— Para ser cada vez más
ricos. Para tener más y más poder. Estamos sumergidos en una nueva guerra
mundial donde los bandos no son países sino corporaciones que se enfrentan a
los humanos normales como tú y como yo a base de impuestos, normas, control
tecnológico, herramientas de control social masivo y publicidad.
— Nos controlan
— ¡Claro que nos
controlan! Hacienda sabe dónde has trabajado, Google las páginas que visitas, Facebook
conoce a tus amigos y el GPS sabe dónde estás. Los datos de las tarjetas de
crédito van al Gobierno y lo cruzan con tus datos sanitarios. Datos y más datos
para tenernos controlados. Saben la televisión que ves y te dejan creer que
eres libre cuando, cada día que pasa, estás aportando más información a sus
almacenes para que, de esa forma, no puedas librarte.
— Puedes no usar el GPS. Puedes no tener
Facebook. Puedes no mandar mensajes por WhatsApp.
— ¡Pero eso son mis
derechos!
— ¿Facebook es un derecho? Un derecho
será que el sistema te proteja la salud o la vida, no sé. El derecho a agua
potable o a luz eléctrica que son, por mucho que no lo parezca, dos milagros
modernos. Incluso, si las cosas no te van bien, un albergue o un plato de
comida. Pero tener derecho a wifi o a WhatsApp me parece un poco...
— Un poco, ¿qué? ¿Me vas a
impedir también hablar con mis amigos o familiares, como si viviera en una
secta? Los derechos humanos son claros: derecho a la libertad, a la comida, a
un trabajo y a una vivienda digna. ¿Por qué no puedo tener una vivienda digna?
— ¿Porque hay que pagarla y tú la
quieres gratis?
— ¿Y cuál es el motivo para
que sean tan caras? Tenemos que someternos para poder dormir a refugio, y eso
es esclavitud. No hablo de un chalet. Hablo de algo digno. Al menos 50 metros, con
líneas de comunicación públicas y un lugar donde poder aparcar. Parques para mi
hija vietnamita, asistencia médica y educación gratuita de calidad.
— Todo gratis.
— No soy un idealista.
Debemos de mantener nuestros servicios con los impuestos, pero no estoy dispuesto
a que se los queden los poderosos. Ellos son los que deben de aportar los
fondos, para la satisfacción del pueblo.
— Así que, para que yo me entere,
quieres sanidad, educación, piso y wifi gratis, pagado por otros.
— ¡Por los que nos han
explotado durante tantos años! Mis padres y mis abuelos se partieron el pecho
trabajando para enriquecer a algunos que ahora han de devolverlo.
— ¿Y tú no vas a colaborar?
— Por supuesto que sí. Lo
hago con lo que me retienen del sueldo y con los impuestos indirectos, que son
los que me impiden salir adelante. El mundo moderno no te mata, te deja en coma
económica. Debería de aportar lo que estuviera dispuesto, después de satisfacer
mis necesidades básicas.
— ¿Cuáles?
— Comer, beber, vestirme,
viajar, internet, tomarme unas copas con los amigos, ir a algún concierto… lo
normal. Un trabajo digno tiene que satisfacer unos mínimos. Si no me pagan un
salario digno, estoy siendo utilizado.
— Pero, ..., no sé, ..., la cultura
debería de ser...
— Gratis. Es cultura y
nadie debería de no tener libre acceso a ella.
— Y la educación y la sanidad...
— Universales.
— Y los billetes de avión...
— Más baratos, porque
tenemos derecho a conocer otras culturas y enriquecernos con el intercambio.
— Así que tú deberías de cobrar más,
pero pagar menos por los servicios de otros.
— Pagar lo justo. Es
cuestión de justicia y de libertad.
— Resumiendo: la justicia es que tú
vivas mejor.
— No sólo yo. Todos
aquellos que han sido maltratados por la historia. Los niños, los homosexuales,
las mujeres, las minorías étnicas. La revolución es poner en su sitio a las
personas y no seguir en los viejos roles que perpetúan un patriarcado
corporativista. Progresismo. Libertad. Justicia. Compromiso social. El sistema
al servicio del hombre y no el hombre al servicio del sistema.
— “Pies,
¿para qué los quiero si tengo alas para volar?” – decía Frida.
— ¿Has visto las marcas en
el cielo? Son chemtrails.
— Sí, claro.
*****
La
sociedad civil actúa y denuncia.
— ¿De qué vas disfrazado?
— Es mi protección contra
los efectos de los chemtrails.
— ¿Seguro?
— Claro.
— Y una mierda...
— OMS
"La inseguridad engendra miedo.
Y el miedo —miedo al cambio, a la decadencia,
a los extraños y un mundo ajeno—
está corroyendo la confianza y la
interdependencia en que se basan las sociedades civiles […].
Habrá quienes apremien a las sociedades
abiertas a que se cierren y sacrifiquen la libertad en aras de la 'seguridad'.
La elección ya no será entre el Estado y
el mercado, sino entre dos tipos de Estado.
Nos corresponde a nosotros volver a
concebir el papel del gobierno. Si no lo hacemos, otros lo harán".
Tony Judt — "Algo va mal" (Taurus, 2010)
*****
Siempre es mal día para dejar de fumar.
Así no hay quien insulte a nadie...
ResponderEliminarYa veo que me vas conociendo y te das cuenta que me interesan más los retos cuanto más difíciles son.
EliminarGracias
Demagogia de la buena, señores.
ResponderEliminarSiempre supe que tenía lectores que eran capaces de detectar lo bueno de las cosas que se ofrecen en este espacio, que saben que la demagogia mala está dsponible en otros lugares.
EliminarGracias.