Sad But True (2012)
Antes de que la rueda deje de girar.
Ya sabes que no vas a ir muy lejos.
Se acabó.
Vas a ver lo afortunado que eres.
Deja de perder el tiempo.
No hay lugares para la diversión en esta ciudad.
Un
día ambicionas viajar y ver mundo y participar en un espectáculo fascinante.
Es
demasiado tarde cuando descubres que el triunfo es muy esquivo.
Te
queda la desgracia de tener que hacer siempre gracia.
Y
la cara emborronada de maquillaje.
*****
Delaney Davidson es un músico veterano (nacido en 1972) de
Lyttelton, Nueva Zelanda. En 2011 empezó a colaborar con Marlon Williams (nacido el último día de 1990 en la misma ciudad).
Tuvieron la extravagante idea de escribir la “historia secreta de los compositores de música country”, a la que
titularon “Sad But True” (triste,
pero cierto), que firmaron en tres entregas sucesivas.
Un
cantante country llega a sentir lo
mismo que un clown.
Make It Happen (1967)
La
música había sido compuesta por Stevie
Wonder y su productor, Henry Cosby.
Grabaron la canción como instrumental y la llevaron a la fiesta de Navidad de
la Motown. A Stevie le interesaba saber
qué podía hacer Smokey —el
compositor más reputado del sello de Detroit— con el tema. Su distintiva
melodía le recordaba la fanfarria de un circo. La letra se inspira en el drama
de la ópera “Pagliacci”, de Leoncavallo, en la que payasos y
comediantes, que carecen de amor, deben esconder su dolor y su rabia detrás de
sonrisas vacías. Sus lágrimas quedan ocultas por el maquillaje.
La
canción se incluyó en el disco de 1967 y no se editó como single.
En
1969, Smokey se había cansado de la
escena y estar de gira permanente (la canción es una muestra de su hastío), por
lo que había anunciado que se retiraría para concentrarse en su vida familiar —con
su esposa Claudette y sus hijos Berry y Tamla— y su responsabilidad como
vicepresidente del emporio discográfico.
En
1970, visto el milagroso éxito del grupo en el Reino Unido, la filial británica
seleccionó nuevo material para editar en single
y escogió este tema, que llegaría al #1 siete semanas después de su
publicación.
Al
otro lado del charco, en la casa matriz, repitieron la operación y el éxito: la
canción llegó al #1 en listas y Smokey
debió posponer hasta 1972 su ansiado retiro.
Los
surcos de sus lágrimas eran cada vez más profundos y arraigados.
No consigo identificar el verdadero sentido de la entrada, aunque puede que eso no importe. Lo he identificado con el sentimiento de tristeza o vacío que padecen quienes deben aparentar un estado de ánimo (positivo) cuando en realidad solo sienten dolor (payasos, actores... -cantantes country del interior profundo-).
ResponderEliminarEn cualquier caso, tanto los artistas como la música y las observaciones que haces me parecen tan interesantes que me siento agradecido. Ese final que alude a los surcos de sus lágrimas...
Saludos amigo.
El nombre del blog no es casual.
EliminarEn ocasiones, las elecciones que hacemos establecen unas consecuencias imprevistas -fortuitas- que nos fuerzan en determinada dirección.
El blog me permite trabajar en proyectos que quedan inconclusos, o que retomo más adelante, o que abandono de manera definitiva. He echado un vistazo en tu blog y sé que sabes lo que eso significa.
Conocía la canción de Smokey Robinson desde hace mucho y la de la pareja neozelandesa me la recordó. Es, también, una de mis obsesiones y en esta entrada dejé correr mi imaginación.
Pero, más allá de explicaciones, ambos temas son, en mi particular gusto, excelentes.
Gracias por tomarte tiempo en pasar y comentar. La puerta está abierta.