Atendiendo a la superficialidad de los tiempos que nos ha tocado vivir, a nadie se le escapa la importancia de la apariencia. La pátina externa –que cubre las cosas y que en ocasionas les presta una presencia falsamente dorada, cual de oropel, y en otras desluce equívocamente su fulgor interior– condiciona la súbita percepción de quien se fía de las primeras impresiones. El juicio sereno, profundo, meditado, extraído después de una pausada reflexión no es, precisamente, abundante. Así que algunos –muchos, la mayoría– se dejan seducir por la precipitación de sus temerarias valoraciones.
Y en estos asuntos de la apreciación externa, de valorar la forma por encima del fondo, de juzgar el interior vislumbrando únicamente el exterior, de otorgar prevalencia a la estética sobre la funcionalidad; en este prejuicio alocado y voraz en el que nos vemos inmersos, el tamaño realmente importa.
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Recoge el refranero la preferencia por el caballo grande, ande o no ande y asistimos confusos a una desproporción en las proporciones que hace que el paso del tiempo dilate los recuerdos. Sólo permanecen en nuestra memoria cosas que, de niños, percibíamos inmensas y, hoy, redescubiertas y nuevamente contempladas, adquieren una nueva dimensión. Aquellos amplios espacios hoy transmutan convertidos en pasajes angostos. Lo que antes fue majestuoso, hoy se aprecia encogido. Lo modesto torna en mustio y se escurre y empobrece al volverlo a ver de nuevo.
Serán las proporciones; será que hemos crecido y el objeto permanece el mismo. Tal vez ha sido el objeto que ha visto cómo los nuevos, similares a él, han alcanzado una nueva categoría, han mudado su status desarrollando su estatura.
Y se han puesto a ello, afanosamente, las mentes pensantes. No los que regulan –los políticos– o programan –los periodistas, ésos que los ingenuos consideran los creadores de opinión– el comportamiento colectivo. No: lo han hecho sin piedad los que modulan nuestra forma de percibir el mundo y, por tanto, de actuar. Son los verdaderos impulsores de tendencias, los que marcan estilo. Son creativos, son publicistas, son ingenieros, son directores de marketing, son product manager, son desarrolladores. Son los think tank. Gente extraña, agrupados en torno a intereses comunes, visionarios del futuro que dictan lo que en breve terminaremos haciendo, los que vivimos aquí y los que lo hacen en el otro extremo del planeta –ya no buscan globalizar, forma compleja de acentuar distancias; su propósito es aplanar conciencias y eliminar diferencias manejando conjunta y colectivamente los deseos de un mercado total, único, por eliminación de la individualidad y la competencia–.
Jo, ya sé que suena triste y deja a uno abatido. Pero salir a la calle y mirar lo que pasa, también produce ese efecto. Viajar y comprobar que todas las ciudades son cada vez más iguales es absolutamente descorazonador. Adivinar el comportamiento de otros, predecir lo que van a hacer es, cada día que pasa, relativamente más sencillo.
Nuestra única herramienta es ponernos en su lugar y averiguar cómo actúan. Aquí os daré unas pistas. Explicaré cómo serán las cosas dentro de, pongamos, quince años (en el 2025) y os diré cómo se realizará el proceso de toma de decisiones para llegar a producir esos cambios en nosotros.
Vamos allá.
Abril de 2023. Clermont-Ferrand (Francia). Histórica reunión en la sede central de Gilito. Tras meses de trabajo en el desarrollo del nuevo producto estrella, la maratoniana reunión concluye su cometido acordando las líneas maestras de la nueva campaña de presentación a los medios del nuevo mesías del afeitado: la Gilito Titanium Total 17. La GTT 17. Su nombre lo dice todo y, si no lo entiendes eres gilipollas. Es Gilito, es Titanium, es Total y, novedad de novedades, tiene 17 hojas. Lo nunca visto. Más grande que nunca. El mejor afeitado. (Regalan mochila para que puedas transportarla).
Noviembre de 2022. Duisburgo (Alemania). Los ingenieros de FT (Fon Tractören) han descubierto que los monovolúmenes ya no pueden crecer a lo ancho (se saldrían de las carreteras por los dos lados a la vez), ni a lo largo (ya no pueden girar en ángulos superiores a los 80 grados sin tener que maniobrar). Su solución es completamente revolucionaria: crecerán hacia arriba. Una familia estándar (marido, mujer, hija de él, hijo de ella, abuela viuda chá-chá) puede organizar su escapada sabatina sin problemas. La primera fila del vehículo permanece igual, pero la segunda y tercera (destinadas a los seis pasajeros) han sido ascendidas por elevación. Eso permite una mejor panorámica (de serie se incorpora un holograma 3D en el que los niños se integran holísticamente en su juego preferido y la abuela desarrolla patologías de ansiedad crónica). Por debajo, una bandeja con extractor hidráulico permite la ubicación de todo el equipaje, incluyendo los muebles desmontables de Idea, hasta formato máximo X3PW. Los sábados compran, los domingos montan. Plan familiar integral con la MonoVanVan.
Enero de 2024. La Haya (West-Europe). La sede central de la USA-UE -OCDE-FMI-BC-ONU aprueba la implantación, en el torrente sanguíneo, del nuevo dispositivo integrado y microminiaturizado chip-IN. Incluye todo: comunicación interpersonal, generación de hologramas 3D para plataformas ir-reales, posicionamiento GPI, pay-pan, nexus de memoria slot, medical-card, etc. Todo incluido. Nuestras vivencias registradas. Y es minúsculo.
No todo crecerá para ser más grande. Algunas cosas se miniaturizarán. Incluyendo nuestra libertad.
Así será.
Todavía me estoy riendo de tus dos primeras predicciones.
ResponderEliminarY lo mas cachondo del tema es que no tengo nada claro que no vayas a acertar con ellas.
Eso si, al ritmo que vas con las nuevas tecnologías te veo como claro candidato a implantarte el chip de tu tercera predicción.
Sigue así, no cambies que no serías tu (y además a tus/nuestros años ya no nos merece la pena)
Salu2
Querido Luis: a los años que calzamos resulta más complicado cambiar. Escribí un artículo para ayudar en estos casos. http://comunsinsentido.blogspot.com/2011/05/resolucion-de-problemas.html
ResponderEliminarSé quien dice que el artículo era serio hasta que pretendí hacer humor. El sentido del humor es tomado por algunos como poco serio, cuando es de las cosas que deben tomarse con mayor profundidad. Los sin sentidos siguen siendo ciertamente comunes y el sentido del humor el más serio de los sentidos no comunes. Comúnmente se siente que el sentido de una cosa común carece de la relevancia de lo que resulta infrencuente.
Mi obligación era rematar un círculo que quería abrir. El estilo diseñado para el artículo no era líneal, sino más bien circular. Quería completar el recorrido para cerrar el asunto del tamaño en una implicación social que nos afectara a todos.
El sentido del humor es una vía accesible a muchos con capacidad para desbloquear apalancamientos conceptuales.
Querido Luis, ya ves que ¡pa' que voy a cambiar a estas alturas! Sí me gustaría que otro amigo, también llamado Luis, se animara más: le leo cosas que me preocupan.
Un abrazo a ambos
Alberto Secades
Las apariencias engañan, aunque a veces la 1ª vision te condicione procura en conocer para despues decidir y asi dejar de valorar.
ResponderEliminarEn ocasiones, hay personas, que tienden acertar, pero es mejor avanzar e intentarlo en vez de ir condicionado.
Y sobre el futuro...que te voy a decir...en tantas ocasiones el ser humano es mas simple de lo que aparenta, jaja.
Un saludo (Edu_Isla)
¡Qué os voy a contar yo del tamaño! A mí ni el chip me van a poder poner,ja,ja,ja porque entre otras cosas mis defensas contra todo aquello que atente contra mi libertad se revolucionan solas sin que pueda ejercer ningún control sobre ellas..sueltan rayos y centellas..y ¡ chip electrocutado, caput!.
ResponderEliminarQuiero ese coche que describes para meter en el a mi gente, mis aficiones, mis vivencias,mis recuerdos, tanto buenos como malos, que todos me han echo lo soy y poder disfrutar de ese simple café que también describías en otro de tus artículos con todos vosotros, bueno Edu para ti unas hierbas de esas....y hablar sobre todo lo que se nos ocurra, pero principalmente sobre aquello en lo que discrepemos y que genera otra visión, otro pensamiento y da lugar a pensar que , ¡quizá! sólo quizá, no siempre estamos en lo cierto o que para todo hay varios puntos de vista y ser capaz de tener la tolerancia y el respeto necesarios para escuchar.
Y la maquinilla de afeitar me vendría bárbara para luchar contra esta genética que me ha tocado.
Un beso para todos.