Trataré de aclarar conceptos. No es lo mismo la forma de pago que
los medios de pago. La forma de pago puede ser al contado, o aplazada. Al
aplazarse, puede también fraccionarse. Así explicada, se entiende que la forma
de pago afecta al momento en que se
salda la deuda.
Por otro lado, el medio de pago se refiere al tipo de instrumento que se utiliza para el
desembolso de la cantidad a pagar. Puede utilizarse dinero (en cuyo caso se
habla de pago en efectivo), pero también se pueden emplear otros medios de pago
como tarjeta (de crédito o débito), transferencia, cheque, pagaré, letras y
otras.
Así que, el pago en efectivo (no siempre en metálico, pueden
usarse billetes), es el que antes era tradicional y consistía, básicamente, en
sacar un fajo de billetes y saldar la deuda.
"Ayudando a que rule" Foto: AMagill |
Molaba mucho. En el pago a proveedores, cada uno sacaba su fajo y
había un componente freudiano en ver
quién la tenía más gorda. Si tenías que asistir a una boda, no necesitabas
sobre y siempre podías dejar la gomita de regalo.
Pero esos tiempos ya han pasado. He visto carteles que ponen que
no se aceptará el pago en metálico (y ya imagino que hablan de efectivo). Sé
que, cuando sacas un fajo de billetes entre personas que suelen pagar con
tarjetas, te miran con recelo: hay una cierta tendencia a considerar que el
dinero —a la vista— proviene de operaciones ilegales no declaradas (seguramente
narcotráfico, cobro de comisiones, prostitución, tráfico de mercancía robada,
contrabando, royalties). Conozco
muchos comercios, a los que acepto como legales, que no admiten otra forma de
pago que el efectivo. ¿Son todos sospechosos?
Viendo la evolución patria de la inocente imagen del acaudalado más
famoso que recuerdo, la respuesta es sencilla.
Era un personaje de Walt
Disney, Scrooge McDuck (dando
origen escocés al protagonista de Cuento de Navidad, de Charles Dickens). Aquí su nombre se tradujo como Tío Gilito. Su afición era bañarse en
su enorme caja de caudales (repleta de monedas, más que de billetes: pura
calderilla) y que repetía el tic del
avaro de Molière de divertirse
rodeado por su dinero.
En España, años más tarde, el Tío Gilito se acortó el nombre —y lo
repitió con eco— para emular al otro metiéndose en una piscina y
rodearse de jacas. Hizo que Marbella fuera para siempre una única palabra.
Así, es normal que el dinero a la vista sea sospechoso y, por
eso, mucha gente lo imagina en bolsas negras de basura (dinero negro).
Y este Gobierno, adalid en la defensa de las libertades, recela
del uso del pago en efectivo y pone restricciones porque presupone que, quienes
lo utilizamos, somos todos maleantes.
Mi amigo, a la vista del empeño en la lucha contra la economía
sumergida, me cuenta que cerrará su negocio de alquiler de trajes de buzo.
No he vivido la época del fajo de billetes de España pero lo conozco por las novelas, las películas y, sí, entre mis amistades árabes sigo viendo muchos, muchos billetes todos juntos, sujetos por un gran clip de oro.Les gusta ese alarde.
ResponderEliminarLo que sí veo que sigue ocurriendo en ciertas partes de España y mi experiencia, de primera mano,(verlo) es en los pueblos de Valencia. Es algo que me encanta. Ojala fuera así de común/normal en todas partes. En la zona de Valencia en los pueblos, en los negocios de pueblo(los huertos, el agua, etc) se siguen haciendo "contratos", pactos, como caballeros, con solo darse la mano.
(Tal vez en los pueblos de Asturias, también.(?)
Por aquí, !Cualquiera se atreve!
He leído y visto en reportajes que desde hace algunos años(en Europa, no solo en España) se vuelve a practicar, en muchos lugares, "el trueque". Interesante.
La vida va cambiando, nos obliga a cambiar. Hoy nos miran mal si sacamos el fajo de billetes con la goma. " A saber de dónde sale ese dinero". Sin embargo, seguimos confiando en Los Bancos..que tanto nos roban, seguimos ingresando nuestro dinero para que "lo cuiden" los bancos, que no son mas que parte del sistema capitalista y que nos han demostrado "cuán corruptos son".
Pregunto: ¿Nos hacen falta los bancos? No. Yo creo que los bancos pueden morir y seguiríamos teniendo una economía vibrante.No me extiendo más pero:
¿Qué pensáis vosotros? ¿Alberto? :)
Un beso
Nina
La respuesta al comentario excede los límites del formulario, así que abriré un nuevo artículo (ya estoy con él).
EliminarDe momento, y a modo de aperitivo, en Asturias se sigue empleando el pago al contado (y en efectivo) en determinados ámbitos. En muchos casos, está condicionado por la edad y, también, por el lugar de procedencia. Una cosa que se suele decir a quien saca un fajo de billetes es -al margen del receloso "¿dónde vas con ESO?"- el categórico "pareces un tratante de ganado".
En cuanto a la necesidad de los bancos, personalmente los echo cada vez más en falta, especialmente para poder tomar un descanso en mis habituales paseos.
Gracias por la tarea con la que has conseguido activar mi curiosidad.
Un beso
Si el banco retoma su papel, volverá a ser necesario. El banco debe ser el puente entre el ahorro y la inversión.
ResponderEliminar¿qué ha pasado entonces?
se han convertido en empresas que pretenden vivir de la especulación. Olvidando la misión de su existencia, pasa a estar dirigida y regulada por seudoempresarios que al no saber crear riqueza, sólo especulan y nos llevan a la bancarrota a las personas honradas.
Ante esta banca... REVOLUCIÓN. Si dejamos de pagar todos nuestros recibos por banco y uniéndonos pagamos a un señor, señorita que nos abone nuestros recibos mensuales, crearemos puestos de trabajo, dejaremos de pagar comisiones a los bancos por usar sus aplicaciones informáticas, y controlaremos el momento del pago, ahorrándonos esos números rojos que con desfachatez nos sorprenden cuando menos nos lo esperamos.
INICIEMOS LA EXIGENCIA. EL BANCO QUE SIRVA PARA LO QUE NACIÓ. LA CLASE MEDIA TENEMOS EL PODER, PERO NECESITAMOS ORGANIZACIÓN.
¿quién se apunta a liderarla?
Puf: complejo planteamiento. El papel de los bancos que mencionas es, hoy en día, más una utopía del pasado, que una realidad (o incluso una posibilidad) actual.
EliminarSi los bancos tuvieran un papel social que quisieran cumplir, no establecerían delegaciones franquiciadas (fundación de la obra social X) cuyo objetivo inicial es el acceso a financiación adicional y (de manera añadida) buscar un lavado de imagen que nadie se cree.
Saltarse la intermediación bancaria debería ser un ineludible objetivo, pero resulta complicado, máxime cuando han comprado a los políticos, sus cómplices necesarios en esta monumental estafa.
Y finalmente, es evidente que la clase media (en general, los individuos) deberíamos organizarnos, pero, en el fondo, ni tenemos (ni nunca tendremos) el poder. El problema es que, ahora, es cada vez más difícil afirmar si podremos llegar a tener.
Gracias por la aportación.
Yo opino mas o menos lo mismo que Nina , yo de hecho pago siempre en efectivo
ResponderEliminarNo es lo usual pero yo lo hago , tengo cuenta bancaria claro , sin eso no se puede vivir hoy.
Pienso que pagar en efectivo no tiene porque ser sospecha de dinero ilegal
saludos
Yo tengo claro que no debería sospecharse la procedencia ilegal del dinero; ahora bien, he experimentado personalmente que es una reacción que, muy frecuentemente, se produce.
EliminarUn beso y gracias siempre por participar.