11/09 — Etapa 01: (A) Irlanda
del Norte y (B) Gales
14/09 — Etapa 02: Glasgow
(Escocia)
18/09 — Etapa 03: (A) Resto
de Escocia I (hasta 1990) / (B) Resto
de Escocia II (desde 1991)
25/09 — Etapa 04: North
England (A) Nordeste
de Inglaterra / (B) Noroeste
de Inglaterra
28/09 — Etapa 05: (A) El
Gran Manchester I / (B) El
Gran Manchester II
02/10 —
Etapa 06: (A) Merseyside I / (B)
Merseyside II
05/10 —
Etapa 07: (A) Yorkshire I / (B) Yorkshire
II
09/10 —
Etapa 08: Midlands (A) East Midlands
/ (B) West Midlands I / (C) West Midlands II
16/10 —
Etapa 09: East of England (A) Este I
/ (B) Este II
19/10 —
Etapa 10: South East England (A) Sudeste
I / (B) Sudeste II / (C) Sudeste III
23/10 —
Etapa 11: South West England (A) Sudoeste
I + Isle of Man / (B) Sudoeste II
26/10 —
Etapa 12: (A) London ‘60s I / (B) London
‘60s II
30/10 —
Etapa 13: (A) London ‘70s I / (B) London
‘70s II
02/11 —
Etapa 14: (A) London ‘80s I / (B) London
‘80s II
06/11 —
Etapa 15: (A) London ‘80s III / (B) London
‘80s IV
09/11 —
Etapa 16: (A) London ‘90s I / (B)
London ‘90s II / (C) London ‘90s III
13/11 —
Etapa 17: (A) London 00 I / (B)
London 00 II / (C) London 00 III / (D) London 00 IV
Guía de la visita
El condado de Merseyside está
situado en la región del Noroeste,
en las dos orillas del estuario del río Mersey,
incluyendo cinco municipios: Liverpool,
Knowsley, St Helens, Sefton y Wirral.
La
vida de todo el condado está marcada por la existencia de un río; aunque lo que
verdaderamente determina la actividad es el puerto. El de Liverpool es el mayor
del Reino Unido. Sus muelles han
sido el centro del desarrollo de la ciudad. El más importante de todos sus
muelles es el Albert Dock, cuya dársena
forma un complejo que constituye el lugar más visitado de todo el Reino Unido,
no ubicado en Londres. Incluye
bares, restaurantes, tiendas y varios museos (Marítimo, Internacional de la
Esclavitud, Galería Tate o The Beatles Story). Es el lugar que hay que
visitar.
Una
ciudad portuaria es, principalmente, un centro de comunicación. Muchos
emigrantes y mucha gente nueva en la ciudad. Las posibilidades para el cambio
están siempre presentes. Puedes irte. O puede que alguien nuevo (y distinto)
aparezca en tu vida.
A
los de Liverpool se les conoce como scousers,
por el scouse, un guiso de patatas y
verduras (con carne de cordero, en el mejor de los casos), típico de allí, que
también dio nombre al dialecto empleado en la ciudad, consecuencia de la
integración de distintos idiomas y culturas.
En
fútbol, los enfrentamientos de los dos principales equipos, Liverpool FC (Anfield) y Everton FC (Goodison Park), se conocen como el Merseyside derby. En el hipódromo de Aintree se disputa el Grand National.
Quitando
músicos y futbolistas, que el condado ha dado muchos, no he encontrado a
demasiados personajes interesantes que reseñar. Tres: Rex Harrison (En “My fair
lady”, haciendo de Profesor Higgins, se empeñaba en enseñar a Audrey Hepburn que “la lluvia en
Sevilla es una pura maravilla”), John
Parrott (jugador de snooker y
vencedor en el Campeonato del Mundo en 1991) y Leonard Rossiter (actor, protagonizó la inolvidable serie de TV “Caida y auge de Reginald Perrin”).
Merseyside (17)
Gerry
& The Pacemakers — Ferry cross the Mersey
Compartieron
manager (Brian Epstein), productor (George
Martin) y procedencia con The
Beatles. Pero compitieron tenazmente con ellos por el éxito (al menos al
principio, antes del imparable despegue de J-P-G-R). Podía haber programado
cualquiera de sus tres primeras canciones, #1 en UK (lo que no había conseguido nadie, y que no se repetiría hasta
la aparición de Frankie Goes To
Hollywood). Las tres fueron “How do
you do it?”, “I like it” y “You’ll never walk alone”
(basada en un tema del musical “Carousel”
de Rogers & Hammerstein; se
convertiría en la canción que los hooligans
del Liverpool FC utilizaban para
animar a su equipo y que, más tarde, se extendería a todos los clubs de fútbol). También podía haber
programado su mayor éxito USA, “Don’t let the sun catch you crying”,
múltiplemente versionada. Pero prefiero quedarme en la contradicción encerrada
en el estribillo de la canción elegida, cuando. tras afirmar que van a coger el
ferry para cruzar el río Mersey, deciden que “esta tierra es el lugar que amo y aquí me quedaré”, justo en el
momento de mayor virulencia de la British
invasion en USA. Son Gerry &
The Pacemakers.
The Searchers
—
Needles and pins
“Needles” son agujas y “pins” alfileres. No sé si, al juntarlos, se convierten en una frase
hecha. Habría que preguntarle a sus compositores, Jack Nitzsche y Sonny Bono
(la mitad del dúo Sonny & Cher).
La canción fue originalmente grabada por Jackie
DeShannon y, además de la versión de The
Searchers, también se atrevieron con ella Cher, Tom Petty & The Heartbreakers (junto a Stevie Nicks), Willie
DeVille y los Ramones.
¿Cómo
hacer para elegir? Porque quedarse con una, supone renunciar al resto. Y, en
este caso, el resto son un puñado de obras maestras; clásicos imperecederos que
la mayoría de la gente asocia a momentos importantes de sus propias vidas. En
mi caso, presento tres argumentos que me gustaría se entendieran como tres
formas de pedir perdón: 1 – Una licencia absurda de mi época en la radio y mi
querida La Puerta del SOUL, cuando en
el programa dedicado a versiones desde el soul,
decidí empezar con “algo” de The Beatles. 2 – Escrita por el más
discreto del cuarteto, George Harrison.
3 – La etapa en que estuvieron menos fashion
(vistos hoy), en un vídeo en el que muestran su verdadera situación (separados
como grupos y atrapados por sus parejas: Pattie
Boyd, Yoko Ono, Linda Eastman y Maureen Cox). Tres razones antiépicas para recordar la poesía y el
lirismo de unos magos inmortales.
Dotado
de un talento asombroso, John Lennon
tuvo la oportunidad de explorar todas sus posibilidades en una vida trufada de
éxitos, hasta que —truncada por un trastornado coleccionista de autógrafos, Mark David Chapman— le supuso una
promoción (por elevación) al parnaso de personas memorables. Su canción “Imagine” —ensalzada como un himno—
resume las esperanzas de una generación que —tras conseguir viajar sin moverse
del sitio, pedir lo imposible o dar oportunidades a la paz— creyeron que
limitar la imaginación era caer en un contrasentido que era necesario superar.
Su status como despertador de
conciencias se confirmó, más allá de toda objeción posible, en la ceremonia de
clausura de los JJ OO, contemplando
la reacción del público ante la exhibición de este vídeo.
Ringo Starr puede considerarse un tipo con estrella. Aterrizó en
el grupo más legendario de la historia de la música y aprovechó con descaro la
fortuna que se le presentó de forma inesperada. Terminado el conjuro (porque se
disolvió el invento) disfrutó de poder catar, en “Caveman”, a Barbara Bach
que —además de lucir acorde a su nombre— fue la troglodita más apetitosa
imaginable. Así que, de vuelta de todo, Ringo canta una canción apropiada para
tomar al asalto el escenario con una pandilla de amigotes ebrios y cantar (con
voz rota) poniendo entusiasmo en el empeño. La coleta y las gafas de sol
transmiten la sensación de que no es la primera vez que él hace algo así.
The
Real Thing — You to me are everything
En 1976 The Real Thing consiguieron un colosal éxito, con este “You to me are everything”,
probablemente el mayor del soul vocal
británico, superando a Sweet Sensation.
En este caso, las influencias son
claras: la producción de Kenny Gamble
y Leon Huff para el sello PIR (Philadelphia International Records) que, explicado rápidamente,
significa armonías vocales sobre lecho de ambientación orquestal, con
predominio de violines. Tampoco te pongas así, Ferrán Adriá dice “salsa de
huevo, estilo Mahón” y todos
tenemos que entender que quiere decir mayonesa. Vale, fíjate entonces en los
modelitos, de izquierda a derecha: 1 – traje de raso color zanahoria, 2 –
pantalón gris pata de elefante y chaqueta beige
sin nada debajo, 3 – pantalón peto de terciopelo marrón y camiseta blanca de
manga corta y, 4 – el que toca la guitarra escogió un catsuit, con tirantes y pata ancha, de color dorado. ¡Ah! El bigote
al estilo del que lucía Ted Lange
(Isaac Washington, “su camarero”, en “Vacaciones en el mar”), hacía furor esa
temporada. Una “newsboy cap” es un
remate excelente.
Mis
hijos me preguntan en ocasiones por mis preferencias. Por su edad, asumo que lo
hacen para apropiarse de mis decisiones, aunque, cada vez está más próximo,
llegará cuando lo hagan para poder contradecirme. Así que, por el momento,
cuando me plantean “¿cuál es tu beatle favorito?”, sigo inalterable
explicando que es George Harrison
que, en su día, escogí para llevar la contraria a todos y que, con el paso del tiempo, he ido encontrando argumentos “adultos” con los que respaldar esa
elección. Su impuesta discreción, asumiendo su papel secundario con
resignación, su clasicismo estético, su búsqueda de raíces y su recuperación de
la legendaria figura de Roy Orbison,
orquestando junto a él y a Tom Petty,
Jeff Lynne y Bob Dylan, el supergrupo Traveling
Wilburys. Para elegir una canción que lo represente, me decanto (frente a
la más obvia “My sweet Lord”) por un “Blow away” que tuve en formato single y que sonaba en todos los
guateques que organizábamos con la pandilla, aprovechando las escapadas de los
padres incautos. La adaptación de las costumbres al paso del tiempo (y de las
modas) no impide que su esencia permanezca identificable.
El
grupo liderado por Julian Cope, The Teardrop Explodes, estuvo a caballo
entre décadas (1978-1982). Se le etiquetó de post-punk o neo-psychedelic
que, si quiere decir algo, básicamente es que trataron de encontrar un sonido
propio (pero no llegaron a alcanzarlo). El vídeo apunta un comportamiento
totalmente demodé, con un jeep abarrotado de ocupantes, sin
cinturones, ni ninguna otra medida de seguridad —obviedad para quien haya
(sobre)vivido ese tipo de conductas—. Para redondear el efecto, a la española,
hubieran tenido que, dejar de tocar tantos vientos, y dedicar su escaso tiempo
a marcarse unas boyas.
Hubo
un tiempo en que el nombre de este grupo, formado en la península Wirral, era un completo enigma para mí.
Luego comprobé que también lo era para ellos —Andy McCluskey (voz, guitarra), Paul Humphreys (teclados), Martin
Cooper (saxo) y Malcolm Holmes
(batería)— que, apremiados por su discografía, se vieron empujados a
convertirlo en el acrónimo OMD, más breve y fácil de recordar —y precisamente
por eso, menos memorable—. Pero, con
el paso de los años llegaría a comprender la maniobra orquestada oscuramente
por un émulo del [falso] Mago de Oz:
el siniestro afán de bombardearnos a todos con ruidos
—menos destructor que Little boy, la
primera bomba atómica lanzada sobre Hiroshima,
el 6 de agosto de 1945, desde un bombardero B-29 Superfortress, bautizado Enola
Gay en nombre de la madre del piloto, Paul
Tibbets— pero absolutamente desesperante y omnipresente.
A
Flock of Seagulls — I ran (So far away)
Una
jauría de perros. Un enjambre de abejas. Una colonia de hormigas. Los leones se
agrupan en manadas, los peces en bancos
(o cardúmenes) y los cerdos
en piaras. Las ovejas se juntan y forman rebaños.
Los humanos, cuando lo hacen, se convierten en multitudes. Los corales, en
arrecifes. Ten cuidado con las estampidas de los búfalos, con una plaga de
langostas, o con la marabunta. Las aves de corral crían a sus pollos en
parvadas. Si tienes muchos caballos, has formado una cuadra. Juntando a muchos
perros de caza, para una montería, has armado una recova. Para transportar
carga, deberás organizar una recua de mulas y, si las llevas atadas formando un
tren, se convertirán en una reata. Los cabestros que se emplean en las tareas
con los toros, se agrupan formando una parada. Y los pájaros forman bandadas.
Incluso aunque se trate de gaviotas, ese animal extraño (“rata que vuela”), cuyo guano tiene propiedades antimiméticas
(cagando blanco, se convierte en marrón al caer sobre un muro recién encalado)
y a quien Richard Bach dedicó uno de
los primeros libros de autoayuda, éxito de ventas en los ‘70s, que propiciaría
una película homónima a quien Neil
Diamond puso banda sonora (“Be”). El título era, por
descontado, “Jonathan Livingston Seagull”
(Juan Salvador Gaviota en la versión
española). Tanto rollo para terminar viendo el vídeo y descubrir que A Flock of Seagulls son, más que una
bandada de gaviotas, una panda de palomos (cojos), a quienes cuesta echar a
correr y escapar cuando se sienten acosados (por mujeres).
China
Crisis — Working with fire and steel
Imagino
que muchos estamos hartos de oír hablar de la crisis, de su origen, de sus
causas, de echarse la culpa unos a otros, tratando de escurrir el bulto y,
sobre todo, olvidando que, de tanto empecinarnos en repetir nuestros fracasos,
nos empeñamos en ir poniéndonos piedras (no sólo chinas, a veces son enormes
pedruscos), con los que volver a tropezar. En 1983, este grupo, que eligió el
nombre de China Crisis, explicaba
las consecuencias de trabajar en la siderurgia (“con fuego y acero”), en un sector que, a consecuencia de la
reconversión industrial motivada por la crisis del petróleo de 1973 (la que Supertramp preguntaba, “...what crisis?”), había visto la
reducción del empleo (que llevó a un proceso que, en Sheffeild, fue dramático, como bien mostraba la película “The full monty”). Bien, para hacerlo,
ponía imágenes de la crisis consecuencia del crack del ’29 y la evolución de la industria en el siglo XX y poder
así comprobar que todo seguía igual. Yo soy antisistema,
¿y tú?
Se
les pretendió descalificar otorgándoles la etiqueta de prefabricados, en la idea de que eran un producto que sólo
pretendía obtener el éxito comercial —como si el hecho de que vender fuera
implícitamente malo—. Lo cierto es que sonaban de maravilla y “Relax”, el primer lanzamiento de Frankie Goes To Hollywood, sigue
manteniendo el tipo como representación de lo que supuso la música de baile en
los primeros ‘80s. Para el lanzamiento del grupo (y de su primer single) se recurrió a la provocación, lo
que consiguieron con holgura, alcanzando el #1 en listas UK con sus tres primeros discos (después de “Relax”, llegarían “Two
tribes” y “The power of love”).
El vídeo original (censurado en UK, como la canción), fue dirigido por Bernard Rose y muestra al cantante, Holly Johnson, en actitud provocadora,
al acudir a un club de ambiente, de
los que los asistentes entienden (en
la terminología de la época), vestido de traje y corbata (a quién se le ocurre)
en una sesión dominada por la imaginería gay
y BDSM, con chicos musculados
vestidos de cuero y latex, una drag-queen rubia y un obeso envuelto en
una toga, simulando ser un Emperador de Roma.
Un tigre anda suelto y la actitud de Holly parece que es la de buscar pelea.
Extraña forma de relajarse. Para los escrupulosos, adjunto la segunda versión del vídeo,
más tradicional (con el grupo simulando participar en una actuación) y dirigido
por Godley & Creme.
The
Pale Fountains — Palm of my hand
A
principios de los ‘80s en “Radio
Asturias”, la hermana pequeña de la “SER”,
emitía (en FM) desde el paraguas de “Los
Cuarenta principales”, programas de factura propia, aprovechando la
oportunidad que ofrecía la desconexión regional. Aquello fue un semillero de
creatividad. El programa nocturno de Enrique
Bueres, “El expreso de medianoche”
(contenedor imprescindible de actualidad musical y cultural, al margen del
concurso de maquetas), “Bandidos y
mulatas”, de Ángel González
(especialido en rastrear las raíces de la música negra que se hacía entonces) y
“Vinilo de colores”, de Rico Roces que eligió (si no recuerdo
mal) esta canción como sintonía, “Palm of
my hand”, de The Pale Fountains.
El grupo orquestado en torno a Mick Head
dejó dos LPs y, de tanto escucharlos, conozco ambos como la palma de mi mano.
Son “Pacific street”, de 1984 (donde
se incluiría le versión que un año antes se había editado como single) y “...from across the kitchen table”, de 1985. El productor era Ian Broudie, que más tarde alcanzaría
la fama con su propia formación, The
Lightning Seeds. Cuántos recuerdos tratando de documentar aquella época...
Dead
Or Alive — You spin me round (Like a
record)
“Me haces girar, me haces bailar, me
haces dar vueltas como un trompo. Me das la vuelta, como a un disco. Me haces
entrar en barrena, me vuelves del revés, como a un disco”. Es la traducción, mucho más que libre, del contenido de la canción de Dead Or Alive, el conjunto liderado por
Pete Burns. Practicaban un estilo
que se definió como Hi-NRG (alta energía), en el que también destacaban Donna Summer, Tina Charles, Evelyn Thomas
o Bananarama. Claramente orientada
hacia el baile, era un tipo de música disco.
En el vídeo se aprecia la capacidad para transformarse de Burns, poniéndose un kimono, un parche en el ojo o
convirtiéndose en una nueva reencarnación de Vishnu. Pero su búsqueda de la transformación siguió más allá, como
puedes comprobar en este reportaje.
Aquí tuvimos a La Veneno; allí a
Peter Burns. Viva o muerto.
The
Icicle Works — Birds fly (Whisper to a
scream)
Ian McNabb puso un anuncio buscando alguien para montar un
grupo, al que respondió Chris Lahye
y al que pronto incorporaron al batería Chris
Sarrock. Se llamaron The Icicle
Works, por la historia corta de ciencia-ficción, escrita por Frederick Pohl (titulada “The day the icicle works closed” e
incluida en el recopilarorio “The man who
ate the world”). Practicaron un estilo al que se llamó neo-psicodelia, en el que también estuvieron Echo & The Bunnymen y The
Teardrop Explodes. Este tema —así, o con el título invertido “Whisper to a scream (Birds fly)”— fue
su mayor éxito, transformando el susurro inicial en un verdadero grito.
Echo
& The Bunnymen — The killing moon
Este
grupo liderado por su carismático cantante, Ian McCulloch, tuvo su mayor éxito con esta canción, “The killing moon” que aparecía en la
película “Donnie Darko”. Además
de Echo & The Bunnymen, se
escucha a Gary Jules con su
celebrada versión de “Mad world”, de Tears For Fears. Una banda sonora
irrepetible.
Paul
McCartney — No more lonely nights
El
paso de los años le ha convertido en el miembro de The Beatles que menos simpatías despierta, atrapado en la doble
desgracia de mantenerse vivo (y activo). Para quienes vean a Paul McCartney tan viejo (y que John Lennon se mantenga tan joven),
quizá sea preciso recordar que John nació dos años antes que Paul (y que,
trágicamente, murió hace casi 32 años). George
Harrison también falleció. Y Ringo
Starr... No sé, el bueno de Ringo, es simpático y eso, pero nunca fue el
más productivo del cuarteto. Así que, claro, ver a Paul, haciendo cosas, con 70
años —seis más de aquellos
para los que escribió una banda sonora imaginando lo que sería envejecer— y
es fácil caer en la tentación de apreciar que su compromiso ya no es el mismo.
141
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1964
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Gerry & The Pacemakers
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1964
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The Searchers
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143
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1969
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The Beatles
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144
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1971
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John Lennon
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145
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1973
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Ringo Starr
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1976
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The Real Thing
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1979
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George Harrison
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1980
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The Teardrop Explodes
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149
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1980
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Orchestral Manoeuvres in the Dark
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150
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1982
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A Flock of Seagulls
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151
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1983
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China Crisis
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152
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1983
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Frankie Goes To Hollywood
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153
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1983
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The Pale Fountains
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1984
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Dead Or Alive
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1984
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The Icicle Works
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1984
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Echo & The Bunnymen
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157
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1984
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Paul McCartney
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Dentro de nada, el segundo tramo de la etapa dedicada a
Merseyside. Al completar la etapa, se entregará el resumen por localidades.
Próxima etapa — 2/10 — Etapa 06-B: Merseyside II
Estarán The Boo Radleys, The
Lightning Seeds, Rick Astley, Black y The La’s.
¿No
te gustaría tener un asiento exclusivo (y numerado) para ti?
Reserva YA
Puedes
hacerlo (aunque el viaje esté iniciado):
1 — Dejando un comentario en el artículo,
2 — Enviando un correo electrónico a comunsinsentido@gmail.com o
3 — En la página UK 666 en
facebook (y dando un “Me gusta”).
Marsha Ambrosius tiene un físico diferente, un corte de cara y rasgos extraños, la mezcla de un padre griego y una madre negra(británica). La voz también tiene un timbre diferente que a veces me gusta y otros no.Le seguia en Floetry y alguna vez en un Club de Londres(Jazz) le he visto y escuchada con ese toque de soul y Jazz que tiene. Diferente es, es como hiciera arte dentro del arte de cantar.
ResponderEliminarElla y la Spalding están en un "nicho" original y tienen muchos seguidores. Ni he comprado discos ni me sacaría de casa para ir a un concierto. Si ceno en Londres y después se tercia ir a un club a escucharla porque lo sugiere alguien, sí.
A mí me gustaba mucho Floetry; creo que sonarán también en el viaje.
EliminarSpalding, imagino que es Esperanza, pero ella es USA y no estará en esta lista.
Lo de cenar y después ir a un espectáculo, como has contado, es la base de una de mis últimas teorías que, este viaje, no me ha permitido exponer; tendré tiempo para hacerlo.
Un beso.
Me alegro que te esté interesando la propuesta.
Yo no soy de los Beatles ni de los Rolling sino de Queen(y sobretod de Freddy mercury), U2, Prince,Dire Straits, y otros etc.
ResponderEliminarSobre lo Beatles se puede discutir mucho en cuanto a las voces (creo que otros artistas cantan, cantaron, han cantado sus canciones muchísimo mejor que ellos mismos, con arreglos mejores de música tb.Es verdad que Ringo Star nació con una flor en el culo,no sabía él, Sí sabía!! la suerte que tuvo en toparse con esos muchachos. No tenía ritmo alguno. Sin embargo, Los Beatles marcaron una época,provocaron un cambio en la sociedad y sus canciones.... las letras tenían siempre un mensaje para cada uno de las personas que les escuchaban (y escuchan). Eran mágicos en este sentido y un pozo de creatividad.Difícil seleccionar una sola canción, como bien dices.
Un beso
Nina
Como bien dices, el efecto que produjeron los Beatles es difícil de asimilar por completo. En primer lugar, colectivamente supusieron el punto de apoyo para una palanca que movería toda la conciencia occidental: un verdadero terremoto. Y en lo individual, casi cualquier persona puede encontrar claves de cómo condicionó su vida, cómo la cambió o recuerdos personales asociados a algunas de sus canciones.
EliminarPero, yo a estas alturas, sólo me declaró seguidor de ella y de mis hijos. De los demás, hay cosas que me gustan, pero sentirte obligado a tener que elegir definirte de los Beatles, o de los Stones, o de Queen, o de los Tres Sudamericanos, como que no me apetece nada.
Besos.