Parabas
en un semáforo y, si mirabas al coche de al lado, sabías que su conductor se
pondría a hurgarse la nariz. Ahora busca en el móvil la última novedad.
"Una miradita rápida" Foto: Lord Jim |
Viajabas
en un autobús atestado. Subía un anciano, o una embarazada, y notabas cómo
todos los que iban sentados, y se sentían jóvenes, agachaban la cabeza
haciéndose pasar por distraídos. Ahora van con la cabeza gacha, de forma
permanente, atendiendo a su dispositivo, sin importar si sube o baja alguien.
Qué
tiempos en los que te perdías en tu trayecto, da igual que fueras en coche o
andando, para acabar en un lugar desconocido. Te llenabas de valor, te
acercabas a alguien y le preguntabas. Ahora tienes respuestas instantáneas.
Vuelves
la cabeza, tras cruzarte con una mujer guapa. Te quedas con la sensación de que
eres el único que la ha visto.
Te
juntabas con amigos para cenar y pasar el rato charlando. Se iniciaban
discusiones eternas sobre el año que Kempes
fichó por el Valencia, el nombre de los tres miembros de The Police, o si Raphael
es mayor que Karina. Ahora, un par
de consultas de alguien que lleva la wikipedia, el diccionario de la RAE, o un
traductor español-inglés como accesos rápidos, zanjan cualquier disputa de
forma tajante.
¿Quién
cantaba Ne-ne na-na na-na nu-nu?
En seguida te lo digo.
*****
Enrique Santos Discépolo dejó escrito un tango, en 1934, que Malevaje adaptó en 1986, para su disco “Margot”. Se titula Cambalache.
La
letra cobra actualidad, pese a haber cambiado de siglo.
Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé...
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...
¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...
¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón...
¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!
¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...
ya lo sé...
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...
¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...
¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón...
¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!
¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...
*****
Hoy me he levantado
nostálgico.
He descubierto lo bien que suena, Cambalache, traducida al italiano:
ResponderEliminarChe il mondo è stato e sarà una porcheria, lo so già...
nel cinquecentosei
e anche nel duemila!
Che sempre ci sono stati ladri, macchiavellici e truffati,
contenti e amareggiati,
preziosi e similoro...
ma che il ventesimo secolo sia una mostra di malvagità insolente
nessuno può negarlo.
Viviamo impelagati in un pasticcio e nello stesso fango
tutti andati a male.
Oggi fa lo stesso
essere onesto o traditore!
Ignorante, sapiente, ladro,
generoso o truffatore.
Tutto è uguale!
Niente è meglio!
Sono la stesse cosa un asino o un gran professore.
Non esistono scartati,
né promossi,
gli immorali chi hanno raggiunto.
Se uno vive nell’impostura
e un altro ruba per ambizione,
è lo stesso che sia prete,
materassalo, re di bastoni,
facciatosta o imbarcato clandestino.
Che mancanza di respetto,
che sopruso alla ragione!
Chiunque è un signore!
Chiunque è un ladro!
Mescolati a Stravisky vanno Don Bosco e “La Mignon”,
Don Ciccio e Napoleone,
Carnera e San Martin.
Come nella vetrina irriverente
dei rigattieri
si è mescolata la vita
e ferita de uno spadino sgangherato
vedi piangere la Bibbia contra uno scaldabagno.
Ventesimo secolo, rigattiere,
problematico e febbrile!
Chi non piange, non mangia
e chi non ruba è scemo.
Continua pure!
Continua che va!
Tanto nel forno ci si dovrà incontrare!
Non pensare più,
fatti più in là,
che e nessuno importa se sei nato onesto.
Sono la stessa cosa chi lavora
notte e giorno come un bue,
chi vive degli altri,
chi uccide, chi guarisce
o chi è fuori dalla legge.
voy a gritar al mundo HE QUITADO EL GPS al coche. harto de su voz que me impedia escuchar canciones. harto de programar . Una ventaja: me obliga a fijarme en lugares y referencias por si algún dia vuelvo y he encontrado algún bar o rincón ignoto maravilloso, Problema gasto más gasoil. Bien vale un litro más
ResponderEliminar!Ay si! Bernardo, de tanto oír esa voz tranquila, que jamás se altera que me dice "Turn around when possible", se lo agradecería mucho si por una vez me gritara "OTRA VEZ TE HAS PERDIDO LA SALIDA, GILLPOLLAS!"
Eliminar¿Y si os dijera que yo nunca le he puesto GPS al coche?
EliminarCreo que se debe a que, en realidad, me encanta perderme.
Alguien me ha dicho que resulta más desesperante cuando informa que está "recalculando", como si a alguien le importara los sufrimientos que implica ser un a máquina.
Pues menos mal que tenemos estos ratos de nostalgia porque es la forma de conectar con nuestro ser mas joven y así mantenemos continuidad en el tiempo. Yo veo a mi madre que ha caído en las redes del Sr. Alzheimer y día a día, ella, que le gustaba rememorar los “viejos tiempos” y era , como mi abuela un libro de historia andante, va perdiendo su memoria y por lo tanto, su identidad. Poder visitar las experiencias de tu vida, a veces provocado por una música, un olor o porque viene a tu mente el nombre de alguien, nos ayuda a definir quienes somos en cualquier momento en el tiempo. Las personas como mi madre o las que padecen de amnesia tienen espacios en blanco en su historial de existencia y por lo tanto agujeros en su identidad personal.
ResponderEliminarAsí que mientras pueda revivir el pasado por oír una canción, o por notar un olor familiar, yo encantada de pegarme el viajecito en el tiempo porque me recuerda como actuaba, como pensaba y me hace ver como manejaba el estrés de la vida entonces, cómo superé aquel reto, problema, etc ..me ayuda a tratar con el presente y me fortalece la confianza en mi misma para superar algún trance del presente.
Pero es importante, viendo el pasado y comparándolo con el presente a nuestro derredor, que mantengamos perspectiva “fresca”. Que no lleguemos a conclusiones erróneas, dando por hecho que la cosecha de los de veintitantos sea inferior a nuestra generación. Debemos manteneros vivamente en contacto con los muy jóvenes y aprender a adaptarnos al paso de años en nuestras propias vidas.
La nostalgia es, para mi, caldo de pollo para el alma......pero me gusta vivir el presente y adaptarme .........pero de una forma selectiva, que hay muchas cosas de ahora que no me gustan pero en el pasado también había otras cosas igualmente no deseables.
Saludos y buen finde a todos.
Recordar es volver a vivir. La nostalgia es buena, cuando no supone una renuncia a lo que sucede ahora, no necesariamente hoy, convirtiéndose en una vuelta al pasado, para quedarse atrapado.
EliminarLos entresijos de la conciencia y las dificultades asociadas al exceso de reflexividad, en términos de mi maestro Marino.
En el otro lado de la balanza, la confianza de almacenar nuestros recuerdos en dispositivos externos, como si fueran más fiables.
(((Lo digo acordándome de un incendio que quemó una casa de verano y toda mi colección de vinilos, acordándome de un informático que dijo "voy a apagar y encender el disco duro externo" antes de cargarse mi base de datos musical (y diez años de trabajo) y, acordándome, también, de la vez que yo solo, sin ayuda de nadie, me cargué el trabajo de otros tres años))). Ahora llevo un blog, que espero que nadie pueda cargarse y confío en recordar mejor los momentos gratos que los malos.
Oiré de nuevo "Cambalache"
Besos y recuerdos para todos, de estos asturianos que os quieren.
la nostalgia es lo que nos queda asta la eternidad a las generaciones que nacimos antes de la era tecnológica puesto que sabremos lo que tenemos y lo que perdimos
ResponderEliminarYo tengo la sensación de que las generaciones tecnológicas serán más nostálgicas. Su drama será que, llegará el día, en que no serán capaces de localizar sus recuerdos.
EliminarEn cuanto al navegador, voy a comentar lo que me pasó a mí hace mucho tiempo. Ibamos hacia el sur y, como siempre nos perdíamos al pasar por Madrid, un amigo nos prestó un Tonton. Al entrar en el túnel del Guadarrama, "Pepita", que es como la llamo yo, empezó como loca a decir "Ha entrado en un callejón sin salida. De la vuelta en cuanto pueda". Creo que lo apagamos nada más salir.
ResponderEliminarImagino la tensión. Creo que los han diseñado inalámbricos para no poder arrancarles los cables.
EliminarUn beso.