viernes, 5 de octubre de 2012

Yorkshire I (UK 666) (07-A)


11/09 — Etapa 01: (A) Irlanda del Norte y (B) Gales
14/09 — Etapa 02: Glasgow (Escocia)
25/09 — Etapa 04: North England (A) Nordeste de Inglaterra / (B) Noroeste de Inglaterra
28/09 — Etapa 05: (A) El Gran Manchester I / (B) El Gran Manchester II
02/10 — Etapa 06: (A) Merseyside I / (B) Merseyside II
05/10 — Etapa 07: (A) Yorkshire I / (B) Yorkshire II
09/10 — Etapa 08: Midlands (A) East Midlands / (B) West Midlands I / (C) West Midlands II
16/10 — Etapa 09: East of England (A) Este I / (B) Este II
19/10 — Etapa 10: South East England (A) Sudeste I / (B) Sudeste II / (C) Sudeste III
23/10 — Etapa 11: South West England (A) Sudoeste I + Isle of Man / (B) Sudoeste II
26/10 — Etapa 12: (A) London ‘60s I / (B) London ‘60s II
30/10 — Etapa 13: (A) London ‘70s I / (B) London ‘70s II
02/11 — Etapa 14: (A) London ‘80s I / (B) London ‘80s II
06/11 — Etapa 15: (A) London ‘80s III / (B) London ‘80s IV
09/11 — Etapa 16: (A) London ‘90s I / (B) London ‘90s II / (C) London ‘90s III
13/11 — Etapa 17: (A) London 00 I / (B) London 00 II / (C) London 00 III / (D) London 00 IV

Guía de la visita

La región conocida oficialmente como Yorkshire and the Humber, comprende cuatro condados, repartidos atendiendo a los cuatro puntos cardinales (y al estuario de la ría Humber, que separa Yokshire de Lincolnshire).

Coloquialmente se conoce a Yorkshie como el condado más grande del país (the country’s largest county), o el condado de Dios (God’s own county). Allí se celebra, el 1 de agosto, el Yorkshire Day. Empezó a celebrarse en 1975, inicialmente en Beverley, organizado por la Yorkshire Ridings Society, como un movimiento de protesta contra la reorganización del Gobierno Local de 1974 que introdujo tantos cambios y posibilitó, entre otras cosas, que York, dejara de tener entidad administrativa ninguna. La celebración de ese día es un intento tradicionalista de velar por la cultura, la historia y el dialecto propio del condado.

Un condado con un importante legado histórico. Es imposible no mencionar “La guerra de las rosas”, en la que, disputándose los derechos sucesorios al trono, se enzarzaron en un lío monumental, la casa de Lancaster (con la rosa roja como emblema) y la casa de York (cuyo emblema era la rosa blanca). Muchas muertes después, el asunto se solucionó a la inglesa (versión moderna de la decisión salomónica), al integrar en la rosa Tudor, ambos emblemas y (al igual que la Union Jack hizo con las cruces de San Jorge, San Andrés y San Patricio) presentar una imagen superpuesta en la que, todos, se sentían representados por ella. Si estás interesado en conocer más de esta etapa de la Historia, “La flecha negra”, de Robert Louis Stevenson relata el episodio de forma amena.

El condado ha tenido un importante desarrollo económico y es un centro destacado en la extracción de carbón, la industria textil, o el acero (Sheffield).

El puerto más importante está en Kingston upon Hull.

El Harrogate International Centre es un importante referente internacional, como sede para conferencias, congresos y exhibiciones).

En el condado se han edificado diferentes casas señoriales (grandes casas de campo), para la aristocracia inglesa. Son especialmente destacables Allerton Castle (que llegaría a ser propiedad del príncipe Frederick, Duque de York, e inspirador de la canción infantil “The Grand Old Duke of York”) y Castle Howard (en la versión para TV de la novela de Evelyn Waugh, “Retorno a Brideshead”, sería el escenario ideal para la serie protagonizada por Jeremy Irons y Anthony Andrews). Todavía se puede visitar, en una recomendación que apunto.

Las hermanas (y novelistas) Brontë son originarias del condado —Anne, “La inquilina de Wildfell Hall” / Charlotte, “Jane Eyre” / Emily, “Cumbres borrascosas”—. Bram Stoker escribió “Drácula” mientras vivía en Whitby. Alan Bennett es un reputado autor teatral y guionista de la película “La locura del Rey Jorge”. En España, Anagrama ha publicado recientemente un par de opúsculos suyos: “Una lectora nada común” y “La dama de la furgoneta”.

Actores: Ben Kingsley —inolvidable su interpretación en la película de 1982, “Gandhi”, dirigida por Richard Attenborough—. Charles Laughton —en 1933 obtuvo el Óscar por su interpretación en “La vida privada de Enrique VIII”. / En 1957 fue nominado, sin conseguirlo, por su papel como el abogado Sir Wilfrid Roberts, en la película “Testigo de cargo”, dirigida por Billy Wilder, con Tyrone Power y Marlene Dietrich. / En 1955 dirigiría su única película, “The night of the hunter” (“La noche del cazador”), una grandísima obra maestra, protagonizada por Robert Mitchum (inolvidables sus nudillos tatuados con “Love” y “Hate”) y Shelley Winters—. James Mason —el frío Phillip Vandam en “North by Northwest” (“Con la muerte en los talones”), la película dirigida por Alfred Hitchcock y protagonizada por Cary Grant y Eve Marie Saint. / El atormentado Humbert Humbert, atrapado en su enfermiza atracción por “Lolita” (Sue Lyon), la adolescente hija de Shelley Winters y amante compartida con Peter Sellers, en la película dirigida por Stanley Kubrick, basada en la novela de Vladimir Nabokov—. Michael Palin —estuvo en Monty Python; en “Un pez llamado Wanda” desarrolló una relación imposible con los perros

Y, siendo consciente de que se quedan muchas cosas pendientes, empezamos ahora a oír música.

Yorkshire I (18)


Hola: Me llamo Joe Cocker. Llevo muchos años cantando. He tenido una trayectoria llena de éxitos. A pesar de eso, mucha gente sólo me recuerda por dos canciones que aparecieron en sendas películas: “Up where we belong”, que cantaba con Jennifer Warnes (y sonaba en los títulos de crédito de Oficial y caballero) y “Leave your hat on”, la canción que Kim Bassinger se dejaba puesto (era lo único) para seducir a Richard Gere —otra vez él—, en un tiempo record (“Nueve semanas y media”) y que, gracias a mí (y no a su autor y primer intérprete, Randy Newman), se convertiría en el epítome del desnudo con baile previo. Debo decir también que, antes de eso, versionando a The Beatles, conseguí (con ayuda de mis amigos) llegar al #1 en UK, mi país, y que, gracias a eso, me invitaron a participar en el concierto de Woodstock de 1969. Dejo un vídeo como prueba (que mi amigo François ha traducido y subtitulado para ayudar a su difusión internacional). Y, finalmente, concluyo negando que: 1 – haya  tenido ningún problema con la ingesta de psicotrópicos o sustancias prohibidas y 2 – el vaso del que bebo al comienzo de la actuación contenga otra cosa que agua. ¡Ah, sí! Quisiera terminar dando las gracias a este grupo de AA que, hace años, me permite venir a compartir mis recuerdos del pasado. Gracias Joe.

Barry Ryan Eloise

El drama que describe la canción no podía reflejarse con un simple vídeo (en blanco y negro) de una aparición en un programa de TV. La épica retorcida de Barry Ryan, en su desesperado grito a “Eloise”, necesitaba un contenedor de mayores proporciones. Un teatro, por ejemplo. Pero el Covent Garden estaba pillado en una (rutinaria) representación de “Pagliacci”, de Leoncavallo. El cinemascope parecía entonces una buena alternativa. Pero se necesitan, además, otros elementos: un mandilón, un ventilador apuntando a la cara de la partenaire, subrayando las ráfagas de las secciones de viento y cuerdas, los caballos tordos y la capa amarilla flotando en la escena en la playa, el interludio con velas, con la amada emergiendo del mar mecida por los violines. De repente, Ryan se despierta de su obnubilamiento (se cae del guindo) y empieza una atropellada progresión hasta alcanzar el clímax final. Ya sé que muchos creerán que la versión de Tino Casal (el ciudadano más universal que haya dado Tudela Veguín) es mejor, pero ya no me quedan fuerzas para discutir con ellos.

Christie Yellow river

He estado buscando, de verdad que sí. Podría jurarlo. Alguna explicación plausible a la escena local de Leeds, tan (cómo decirlo), tan barroca, tan bizarra, tan (sí, eso suena bien), tan variopinta. Con gente como Barry Ryan, Soft Cell, The Sisters of Mercy, Scritti Politti, The Wedding Present, o Spacehog. Pensé que la ciudad podía haber estado emplazada sobre un antiguo cementerio celta. O que las emisiones de productos tóxicos generaban mutaciones en los habitantes del pueblo (a lo vengador tóxico). Cuando oí hablar de que un cantante y compositor del vecindario, Jeff Christie, había escrito una canción sobre el Río amarillo, creí que había encontrado una buena pista: explicaría que el río Aire (que cruza la industriosa Leeds, está canalizado y es parcialmente navegable) había mutado su color por los vertidos contaminantes y justificaría el colorido de los artistas allí amamantados. Pero, no. La historia realmente trataba de un soldado de los confederados, en la Guerra Civil USA que, tras acabarse ésta, sólo piensa en volver a su ciudad natal, “Yellow River” (un lugar que nunca sería identificado). La canción se la ofreció a The Tremeloes, pero lo rechazaron. Así que Jeff se buscó un par de acompañantes y la grabó, ambientada en (y dentro de) el río Thames y acreditada en exclusiva a su apellido: Christie. Con un par.


“No tengo problemas en la vida, ninguna tontería me puede hacer llorar, no estoy asustada o preocupada. Si algo se calienta, que se enfríe. No dejo que la vida me deprima. Voy a tomar las cosas como vengan. Dicen que la vida es un círculo, pero yo no lo veo así. Voy a andar en línea recta, manteniendo mis pies firmes en el suelo. Tengo la música dentro de mi”. Después de cantar así, Elton John quiso hacer un dúo con Kiki Dee, Don’t go breaking my heart. No me extraña. Apúntate a la musicoterapia. En UK 666.


Me has regalado la bufanda multicolor que tejiste para mí en tu tricotosa. Me la puse cuando grabé el vídeo de la canción y sale en la portada del single y del primer LP que he publicado, “Whatever happened to Benny Santini?”. Estás loca (si crees que lo nuestro se ha acabado). Chris Rea tiene toda la razón (y lamento meterme donde no me llaman, pero hay cosas que son de justicia).

Cabaret Voltaire Seconds too late

En las primeras fases de cualquier proyecto (lo que podríamos denominar la etapa fundacional), es habitual dedicar un tiempo a establecer los rasgos identitarios; aquello que caracterizará a la tarea que se pretende acometer. Los motivos de que suceda así, supongo que serán perfectamente comprensibles para cualquiera y no creo que sea necesario que los apunte aquí. Lo que ya resulta más complicado de entender es por qué, en algunas circunstancias, cuando los proyectos evolucionan con una deriva incierta, nos comportamos talmente como un pollo al que le hubieran cortado la cabeza, sin un rumbo claro, hasta que aparece un iluminado (con diversos secuaces que le animan), anunciando que esto [sustitúyase por lo que le resulte más conveniente] “hay que repensarlo” (como si lo de “pensar” fuera un acto infrecuente, reservado para elegidos y que deba ser evocado, en lugar de ser un acto continuado, que debe presidir nuestro comportamiento individual y colectivo). Todo esto viene a cuento analizando la evolución que han ido tomando los medios de comunicación, especialmente la TV. Es posible recordar (yo al menos lo hago), cuando se establecía la regla de tres catódica, que se fundamentaba en los siguientes tres pilares: formar, informar y entretener. Es evidente que, hoy en día, el primero de ellos ha perdido definitivamente la batalla y nadie se plantea que la TV, o los mass-media, o lo que sea, tenga como uno de sus objetivos primordiales formar, por más que la formación se plantee como un mantra recurrente (por los políticos, pero no sólo por ellos) para definir las estrategias con que afrontar el futuro. En cuanto a lo de informar; bueno, se asume la alineación, que se considera inevitable, en los promotores de la información, aceptando que se mueven con intereses más o menos confesables. Para decirlo de otra forma: se admite —sin que se cuestione— que la información está sesgada y que, antes de analizarla, debe filtrarse, atendiendo a su procedencia. Así que, si este argumentario es válido, queda como único elemento sostenible el propósito de entretener. Tampoco tiene nada malo. En USA —prácticos que son— han asignado un status de merecida respetabilidad al show-business, reconociendo abiertamente, con toda franqueza (como suelen hacer) que, al fin y al cabo, “that’s entertainment”. En fin, que si no nos dan pan, que al menos nos mantengan entretenidos. Por cierto, la canción que se presenta es de Cabaret Voltaire y espero que, durante 4 minutos y 26 segundos, os mantenga ocupados (no sé si entretenidos). Me gustaría no haber llegado demasiado tarde, aunque fuera por unos segundos.


Cuando teníamos tiempo para escuchar las canciones enteras; cuando comprábamos LPs que oíamos de principio a mitad (o de mitad a final), porque a lo mejor preferíamos una cara a la otra; cuando enchufábamos singles apilados en un cilindro que los iba dejando caer, uno detrás de otro. Cuando nos tirábamos horas escuchando música y no se nos ocurría pasar a la siguiente canción (porque el botón que hacía eso no estaba todavía disponible). Tampoco hacíamos zapping en la TV, porque el primer mando a (una cierta) distancia estaba enchufado al aparato con un cable (y todavía no se había comercializado). Era 1981, antes del mundial de fútbol de España (el que organizamos, no el que ganamos). La llegada del formato maxisingle (12” en UK) nos permitió escuchar a Soft Cell, en versión extendida, uniendo a Gloria Jones (“Tainted love”) con The Supremes (“Where did our love go?”). 9 minutos sin mover un dedo (y disfrutando como enanos). ¿A que no eres capaz de hacerlo ahora?

The Human League Don’t you want me

La canción se ha convertido, con el paso del tiempo, en un referente de la música de los primeros ‘80s y de los grupos que utilizaban sintetizadores (en UK al estilo se le conoció como synthpop). Eran The Human League y “Don’t you want me” fue su mayor éxito. La canción, compuesta por el solista del grupo, Philip Oakley, tras haber visto “A star is born” [la película, original de 1937, dirigida por William A. Wellman, con Janet Gaynor, o el remake de 1954, convertido en musical, dirigido por George Cukor, con Judy Garland y James Mason, o puede que fuera la versión de 1976, dirigida por Frank Pierson, con Barbra Streisand y Kris Kristofferson]. El caso es que vio “Ha nacido una estrella” (en la versión que fuera) y compuso una canción planteada como un duelo vocal entre él y Susan Ann Sulley, una de las dos chicas que hacían coros para el grupo. El vídeo estaba fuertemente influido por el de la canción “Vienna”, de Ultravox y, según su director, Steve Barron, por la película “La noche americana”, de François Truffaut, lo que se aprecia en la claqueta en la que, en 1:23, se puede leer en francés: “Le League Humaine”.


Si haces un vídeoclip con el A-B-C de tus referencias visuales y lo ubicas en el parque en el que Julie Andrews y Dick Van Dyke llevan a los niños a pasear en “Mary Poppins”, es posible que sea necesario que pidas hora en el psicoanalista. Leyendo la lista completa que se adjuntará aquí, la llamada es obligada. En orden de aparición: canotier (4), tirolés tocando la cornucopia, clown, monja voladora, patinador, jirafa, desplegador de tumbonas, globos inflables, novia en ascenso, banco recién pintado, dentadura postiza vibrátil, ventrílocuo, tiroleses jugando a las palmas, pintor de sujetador (cartel indicador de zoo), terraza francesa, comedor de spaghetti, enchufe de tres tomas (tipo D), caseta de playa, chaqueta dorada, helados de cucurucho (de vainilla), violinista zíngara, loro en el hombro, bailarina clásica con tutú y andando en puntas, laberinto de espejos, marionetas, camarera sexy, malabaristas de fuego, Charlot, forzudo, prestidigitador. Es evidente que la fantasía onírica discurría en una feria, pero —de no haberse dejado tratar—,  Martin Fry (el solista) sería un psicópata potencial suelto. [Nota: desde que escribí este artículo, hasta ahora, Youtube borró el vídeo seleccionado originalmente, en el que la canción no terminaba abruptamente y aparecían todos los referentes relacionados. Presento mis disculpas].

Whitesnake Here I go again

David Coverdale había estado en Deep Purple. Tras su marcha, fundó Whitesnake, un grupo de hard rock (o de heavy metal, dependiendo de lo purista que te encuentres). En 1982, incluído en su álbum “Saints & sinners” estaba “Here I go again”, que tuvo un éxito moderado. En 1987 deciden dar el salto y atacar el mercado americano. Publican el álbum “Whitesnake” y graban de nuevo “Here I go again ‘87” (“ahí voy de nuevo, otra vez”). Y lo consiguen. #1 en listas, exitazo total. Las tres claves se aprecian en el vídeo: 1 – Suavizan su música, ahora es más accesible a todos los públicos. 2 – El cardado de Coverdale está mucho más definido. Su cabellera está más perfilada y transmite mejor la sensación de leonina masculinidad buscada. 3 – Aparece la inolvidable Tawny Kitaen, haciendo cabriolas, en lencería blanca, sobre el capó del Jaguar XJ de David y haciéndole masajes mientras él trata de conducir. Conseguiría llegar a ser su esposa (durante un breve periodo) y protagonizar los sueños húmedos de la legión de seguidores del grupo (ya para siempre).

Heaven 17 Temptation

Enrique Jardiel Poncela es un escritor madrileño, divertidísimo, que dejó obras de teatro, representadas sin descanso, y cuatro novelas. La tercera de ellas, de 1931, titulada Pero... ¿hubo alguna vez once mil vírgenes? parte de un equívoco (habitual en el autor) y me ayuda a preguntarme ahora ¿cuántos cielos puede llegar a haber? El grupo de Sheffield, Heaven 17, ya iba por el decimoséptimo. Y ahí surge la tentación. La de irse al teatro a ver “Cuatro corazones con freno y marcha atrás”, “Eloísa está debajo de un almendro” o “Los ladrones somos gente honrada” y pasar un rato de los más entretenido.

Def Leppard Rock of ages

Vayamos por partes. La idea puede que suene bien. Un musical de éxito en Broadway, en el que aparecen canciones de rock clásico, se traslada al cine y se presenta una banda sonora de escándalo, con temas de Bon Jovi, Guns N’ Roses, David Lee Roth, Joan Jett, Extreme, Def Leppard, Foreigner, Journey, Poison, Pat Benatar, Warrant, Whitesnake, Night Ranger, Twisted Sister, Starship, Quarterflash, Quiet Riot, Skid Row, Scorpions, Van Halen y REO Speedwagon. El reparto incluye a Julianne Hough, Diego Boneta, Russell Brand, Paul Giamatti, Catherine Zeta-Jones, Mary J. Blige, Alec Baldwin y Tom Cruise. El título, como la canción de Def Leppard, “Rock of ages”. El resultado (sin tener que ir al cine): un verdadero bodrio.

The Cult She sells sanctuary

¿A que no sabías que Jack Sparrow, antes de dedicarse a la piratería, había cantado en un grupo rock? Y que, pese a que Keith Richards era su padre, ¿era el cantante solista y no el guitarra? ¿A que no? Pues ya ves: antes de mandar (es un decir) en “La perla negra”, y de protagonizar aventuras junto a Will Turner, Elizabeth Swann, Barbossa o Davy Jones, cantaba en The Cult y se llamaba Ian Astbury. Practicaban un estilo que oscilaba del post-punk al hard rock, fusionando el heavy metal con gotas de sonido gótico (y si quieres que te lo explique mejor, espera un poco). En España, sólo Bunbury se sabía todas sus canciones. En el vídeo se intuye la premonitaria presencia del luchador de wrestling The Undertaker.

The Housemartins Happy hour

The Housemartins son cuatro muchachos de Hull (Paul Heaton, Stan Cullimore, Norman Cook y Dave Hemingway) que, en el vídeo, ven como el tiempo pasa, en estado semilíquido, en su aburrido trabajo de oficina. Al dar la hora, como buenos ingleses, van rutinariamente al pub y, entre partidas de dardos, beber cerveza negra templada y hacer construcciones con fósforos o posavasos, ver pasar el tiempo sintiéndose una pequeña parte de un gran Imperio. ¡Hay que joderse! Menos mal que existe la hora feliz: un momento en el que, después de que el mesonero toque la campana anunciando que la birra será más barata, todos se apelotonan para pedir la última ronda. Algo así. No me extrañaría que Pavlov hubiera diseñado su entrenamiento canino tras haberse zampado un par de “Guinness”.

The Sisters of Mercy Dominion

Ahora ves el vídeo de la canción de The Sisters of Mercy y todos sabemos que se trata de Petra (en Jordania), gracias a su aparición como localización en la película dirigida por Steven Spielberg, “La última cruzada”, con Harrison Ford (como Indiana Jones) y Sean Connery (como su padre). Pero, entonces, un año antes del estreno de la película, era un lugar fascinante, ideal para la propuesta gótica del conjunto liderado por Andrew Eldritch.

Living in a Box Living in a box

Al principio del vídeo aparecen unos homeless (los que, sin hogar, tienen que dormir en una caja) y daba la sensación que la canción del grupo homónimo Living in a Box iba a encerrar un mensaje de denuncia social. Al final, como su propia trayectoria, la cosa quedaría en nada, una simpleza recubierta de algunos tópicos de los ‘80s: la música marcada por un sintetizador y la voz del cantante Richard Darbyshire haciendo contrapunto. En el vídeo se ve también un penoso intento de utilizar la técnica del stopmotion, que tantos vídeos virales ha aportado después. Y la metáfora de vivir en un espacio cerrado, donde sólo puedes correr en círculos es de una pobreza que huelgan más comentarios.

Robert Palmer Simply irresistible

El mayor conjunto de pibones que se podía ver en 1988 en TV (antes de que se inventara el término que las describía). Oír los primeros compases de la canción de Robert Palmer y ponérsete las orejas tiesas era un ejemplo rápido de acción-reacción. La explicación de que prestabas atención para oír mejor la canción, era menos creíble que la defensa de las bondades de los articulistas del Playboy. ¡Que jóvenes y que impresionables pudimos llegar a ser! (Y que ingenuo puede resultar para los adolescentes de hoy en día).


Mirar hacia atrás y recordar cuando uno era joven, debería contribuir a ser indulgente con los que ahora son más jóvenes que uno mismo y comprender que la adolescencia es un estado de atontamiento que —con suerte— termina curándose, dejando actuar al paso del tiempo. Lo explicaré de otra forma más sencilla: fui (más) joven y —encerrado en mi habitación— escuchaba, repetida una y otra vez, Patti de Scritti Politti. (Casi) nada de lo que digan o hagan los jóvenes de hoy, me podrá llegar a sorprender (o a sonar desconocido). Eso, hasta que la adolescencia reaparezca en casa, esta vez por medio de mis hijos (y descubra que, todo lo experimentado por mí, no sirve para nada).

174
1968
Joe Cocker
175
1968
Barry Ryan
176
1970
Christie
177
1974
Kiki Dee
178
1978
Chris Rea
179
1980
Cabaret Voltaire
180
1981
Soft Cell
181
1981
The Human League
182
1982
ABC
183
1982
Whitesnake
184
1983
Heaven 17
185
1983
Def Leppard
186
1985
The Cult
187
1986
The Housemartins
188
1987
The Sisters of Mercy
189
1987
Living in a Box
190
1988
Robert Palmer
191
1988
Scritti Politti

Ahora mismo, dentro de un rato, el segundo tramo de la etapa dedicada a Yorkshire. Se entregará entonces el resumen por localidades.

Próxima etapa — 05/10 — Etapa 07-B: Yorkshire II

Está confirmado que van a estar Pulp, Arctic Monkeys, Everything But The Girl, Ed Sheeran y Kaiser Chiefs. Menudo plantel de verdadero lujo.

Puedes estar con asiento numerado, reservando plaza.

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Puedes hacerlo (aunque el viaje esté iniciado):

1 — Dejando un comentario en el artículo,

2 — Enviando un correo electrónico a comunsinsentido@gmail.com o

3 — En la página UK 666 en facebook (y dando un “Me gusta”).

4 comentarios:

  1. Quizás nunca queramos volver de este nmaravilloso viaje......
    Quizás todo lo bonito y amable de nuestras vidas se quede entre el paisaje de la memoria tras tan enormes paisajes.......
    Quizás tu recuerdo en mi recuerdo sea el motivo de nunca perderte, nunca dejar de amarte......
    Always on my mind

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  2. Esta vez empiezo desde abajo con las canciones y he escuchado a Robert Palmer....me habia olvidado de él...y la verdad es que esta canción...ja,ás vi el vídeo....la escuchaba por las mañanas mientras me preparaba para enfrentar el día y salía siempre muy bien de energía. ScrittiPolitti ..no me decía mucho, demasiado blando pero creo que en está canción y en otra, (tal vez Perfect Way) Miles Davis toca trompeta.Creí que eran de Gales.

    Alberto, un lapsus has tenido: Kim Bassinger no bailaba "Leave your hat on" for Richard Gere sino para el entonces muy atractivo Mickey Rourke.

    Joe Cocker, grandísimo, qué vida ha tenido, tuvo que tocar rock bottom, saliendo y salvándose, gracias a Pam Barton que se convirtió en su guardian (¿y manager?)y le aisló de todos los que le utilizaban.
    Bueno sigo el viaje...y qué viaje, Alberto! Gracias de nuevo.
    Nina y en esta ocasión, Peter.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nina: Cuando me di cuenta de que había puesto a Gere, en lugar de Rourke, me dio mucha rabia. Supongo que serían las prisas. Perdón por un lapsus imperdonable.

      Besos.

      Eliminar

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