martes, 25 de noviembre de 2014

Carpeta (Lotería de Navidad 2014, VII)

La Envolvente campaña de Lotería va desplegando sus argumentos.
Lo hace de forma sibilina, percutiendo directamente sobre nuestras emociones.
En anteriores episodios se incidió en otras. Hoy toca mirar atrás.
La Navidad se acerca; es un momento en el que nos volvemos especialmente sensibles y recordamos con añoranza a los que ya no están. Las personas a las que quisimos. Aquellos que nos permitieron conocer sus anhelos, sus sueños, sus esperanzas.
A los que consideramos nuestra familia.

*****


Hoy me costará más utilizar la ironía.
Por mis propios recuerdos.
Pero, muy especialmente, porque no me gustaría herir sensibilidades.
Todos tenemos una memoria llena de buenos y malos momentos.
Darían para llenar un montón de carpetas, si dedicáramos tiempo a anotarlos.

Carpeta



*****



Un autobús recorre la ciudad, devolviendo a los viajeros agotados a sus casas. Ha sido un largo domingo.


Una mujer viaja, con la mirada perdida. Es Toñi. Aprieta una carpeta azul contra su pecho, como había hecho cuando era joven y estudiaba en el Instituto.


Se acuerda de todo. Y de todos. Le cuesta contener las lágrimas.


Su amiga quiere hacerle hablar. Conoce la primera regla de las relaciones de amistad: escuchar. Y tira de Toñi, que se cierra e impide actuar el mecanismo liberador de la catarsis. “Pero, a ver, ¿no me vas a contar esos ojos a qué se refieren?”. “Alergia”.


La reacción de su amiga está llena del mismo escepticismo incrédulo que el de cualquiera que haya visto al pequeño Nicolás en acción.


Si Toñi era hasta ahora una fortaleza, la insistencia machacona de su amiga hace que decida claudicar. Sus ojos, anegados en lágrimas, han hecho que se le corra el rimmel, argumento definitivo para el zorro del Desierto de la amistad femenina. Su carpeta, que le amparaba y protegía su intimidad, se abate como un puente levadizo. Deja salir sus emociones contenidas, en una catarata liberadora.


“Esta mañana he ido a recoger al despacho de mi padre”.


“He encontrado esta carpeta. Siempre la llevaba”. Además de las dos amigas, el autobús transporta a otros cinco viajeros: tres varones y dos mujeres (éstas se afanan en conectarse vía móvil). Ninguno aprovecha el trayecto para leer. Los cinco aparentan ese aire mecánico, zombie, que a veces se encuentra en los medios de transporte colectivo (imprescindible en los secundarios de un spot).


“Mis padres habían escrito, juntos, todo lo que iban a hacer el día que les tocara la Lotería”.


“¡Qué guay! ¿Y qué ponía?”.


“No lo sé. No la he abierto”.


“O_O”.


“Pone: ‘NO ABRIR (Hasta que nos toque la Lotería)’”.


“¡Qué romántico!”.




Los sueños de los pobres viajan en bus.

*****

¡Qué emotivo!, ¿verdad?
Y completamente lleno de trampas.
La más importante de todas consiste en evocar la vida de tus padres y dejarla reducida a una lista de cosas que no pudieron hacer por falta de dinero. No por falta de tiempo, o de oportunidades, o de decisión. No. Todo lo que les faltaba era dinero. Así, un golpe de la fortuna, les permitiría ser capaces de disfrutar plenamente de la vida, porque no hay sueños que se puedan cumplir si falta el dinero.

La historia es falsa como una moneda de 5 €. Toñi, extraordinaria en su papel, dice que su padre llevaba siempre con él la famosa carpeta. Pero ha ido a recoger su despacho (se sobreentiende que su padre ha fallecido) y ha encontrado allí la carpeta. ¿Cómo podía estar allí, si su padre la llevaba siempre consigo? Si la encuentra y en ella era donde sus padres escribían juntos lo que harían si les tocaba la Lotería, y Toñi no se la lleva a su madre, quiere decir que su madre tampoco está. Porque, en caso contrario, sería una indiscreción que hablara de ello con su amiga.

Resulta sencillo comprender los sentimientos que evoca una carpeta abierta, donde se han guardado recuerdos, recortes de periódico, fotografías, escritos o material del tipo que sea que nos vincula con alguien que ya no está.

Esas carpetas de cartón azul con gomas en las esquinas son bombas emocionales. Nada en la tecnología de pantallas, teléfonos o tablets podrá igualar su potencia.

Quizá sea una sabia decisión mantenerla cerrada y permanecer a salvo de su efecto devastador.

*****

La buena noticia es que al día siguiente, Toñi comprueba que tiene un décimo agraciado y baja al bar de Antonio a celebrarlo, no sin antes enfundarse en su atuendo de cazadora (y sombrero tirolés).

Tendrá la oportunidad de cumplir algunos sueños pendientes.

*****

Otros lazos empleados con anterioridad:

Episodio 2 – Si tú supieras
Episodio 3 – El secreto
Episodio 4 – Beautiful
Episodio 5 – Dilo bien
Episodio 6 – Llamada
Episodio 7 – Carpeta
Episodio 8 – No siempre se gana
Episodio 9 – No la pierdas
Extras – Traca final

Ya queda menos. El camino está siendo largo, pero se intuye la proximidad de la última etapa.

4 comentarios:

  1. Creo que la campaña que tenia un sentido y oportunidda empieza a ser monotona al perder la gracia e inmeditez menos mal que tus comentario a los spots son excelentes , como siempre, lo que hace más llevadero esas historias con tal vez demasiada moralina a medidad que se suceden

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    1. A mí este anuncio me gusta.
      Es en el que se produce una reacción que se asemeja mínimamente a la de una persona real.

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  2. Me sumo a lo manifestado arriba por Bernardo. Un abrazo, crack.

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    1. Abrazos para ambos, claro.
      Os llevo en mi carpeta azul de recuerdos. Con muchísimos recortes.

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