William
McKinley Hutchinson tuvo la mala suerte de desarrollar una carrera artística en
una época en la que, la abundancia de talento, hacía muy difícil prosperar y
alcanzar el éxito. Tuvo la fortuna de grabar dos LPs para RCA; en el primero de ellos se incluye esta canción que, pasado el
tiempo, se convertiría en una de las canciones más solicitadas en el circuito
de northern soul.
Y
también le sirvió para llegar a Motown,
cuando Hal Davis le pidió que
pusiera letras a un tema que había escrito, “I’ll
Be There”, para un grupo de hermanos que empezaban a petarlo: The Jackson 5.
Ya
fichado para la escudería grabó un LP en 1973 y ese año compuso y produjo la
banda sonora de una película Blaxplotation,
“The Mack”, continuada por “Foxy Brown” el año siguiente.
Este
clásico es motivo más que adecuado para ser recordado hoy.
*****
Todo
lo que hago siempre ha sido inspirado por ti
Encontrar
el amor verdadero fue muy difícil
Pero
quiero agradecerte por ayudarme a descubrir
Un
amante tan especial
Sé
que soy afortunado porque estés enamorado de mí
En
el momento de su debut, 1954, el formato empleado para comercializar la música
que sonaba en las radios era el single.
Y luego tuvo que hacer la mili. A la
vuelta, su manager, el singular Coronel Parker, decidió que debía dejar
las actuaciones en directo y la grabación de discos para centrarse en las
películas y las bandas sonoras que las acompañaban, una decisión espantosa para
sus seguidores, que hubiéramos preferido un repertorio elegido con mejor
criterio.
Pero
el especial navideño de 1968, en el que Elvis se salió del guión inicial y,
además de christmas, interpretó otras
canciones de su gusto, fue un verdadero éxito y le convenció de centrarse en
temas con los que se sintiera realmente a gusto. Y decidió grabar un LP. Lo
hizo en el American Sound Studio, en Memphis, con Chips Moman como productor y un elenco de músicos de primer nivel: Reggie Young (guitarra), Tommy Cogbill (bajo), Gene Chrisman (batería), Bobby Wood (piano) y Bobby Emmons (órgano). En la primera
sesión, el 13 de enero de 1969, grabaron el tema que acompaño y que da muestra
de lo soberbio del resultado final.
Con
todo lo que había trabajado en los 15 años precedentes, éste es el noveno LP de
estudio.
No
me hagas demasiado caso. Ya sé que me fijo en detalles inusuales, aunque asumo
que en ello reside parte de mi encanto.
Me
percato (aunque no sea en lo primero que me detenga) que la casa donde empieza el
vídeo es la mismita que usó Miley Cyrus
en “Flowers”. Echo un
par de vistazos más de los que necesitaba para confirmar mis sospechas, pero
escuchar nuevamente la mejor canción del año pasado, y escudriñar hasta el
último detalle, es algo que realizo con deleite.
Vuelvo
con mi protagonista de hoy, mujer empoderada que es capaz de aprender a jugar
al póker con unas miradas esquivas, y un par de sesiones prácticas
realizadas moviendo los naipes en el alfeizar de la bañera (si es que una
bañera puede tener alfeizar) de su casa (imagino yo), con unos rulazos de
muerte y la ayuda de un único libro y un mini monitor donde estudia los
intríngulis del panoli (Peterson, de apellido) al que se dispone a emular (y desplumar).
Una
vez adquirida experiencia y convertida en tahúr en el tiempo que yo necesito
para terminarme un artículo de David
Gistau, ya está liberada para darse un baño en su piscina y poner el culo
en pompa. La partida está a punto de empezar.
Como
era de prever, ella gana, se pone a tirar dinero, se pira con el coche de
Peterson (que ha pasado a ser suyo por su mano triunfadora) para quemarlo en un
aparcamiento con vistas a LA donde no hay parejas aliviándose (para pasmo de
cualquiera que conozca las costumbres locales) y se va, garbosa, con el único
añadido del peluco del primo que
supongo que debe ser algo más que una edición limitada.
*****
La
canción se incluye en el segundo de sus LPs, un disco notable en el que hay más
piezas suculentas (“17”, “I Wonder”, “Dangerous”, “Silence Between
Songs”, “King of Everything”). Y,
entendiendo el tono laudatorio de su página web debido a su carácter
promocional, me parece que, incluso así, llega al exceso al afirmar que ella es
la compositora de todos los temas, pero no quiero precipitarme.
*****
Enséñame
a hacer exactamente lo que haces
Entras
en una habitación y la gente se enamora de ti
Quiero
ser como tú
Todos
se ríen con las cosas que dices
Quiero
llorar cada vez que estás lejos
La
forma en que conduces, con las ventanillas bajadas
Siempre
te nombran, incluso cuando no estás cerca
Siempre
dices la verdad incluso cuando mientes
Te
miro desde lejos, me muestras qué hacer
Y
todos los juegos que juegas, ahora yo también juego a todos ellos
Jim McGuinn, Gene Clark, David Crosby, Chris Hillman & Michael
Clarke
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Compuesta
por McGuinn y Clark en 1964, no fue publicada hasta 1969, en un disco en el que
se recogían demos y otro material
grabado ese año, antes de fichar por Columbia,
cambiar su denominación (por entonces se hacían llamar The Jet Set) y hacerse realmente famosos.
Howard Kaylan, Mark Volman, Al Nichol, Jim Pons & Johnny Barbata
*****
Interpretada
originalmente por un grupo que siempre era feliz cuando estaban juntos —y
es un secreto a voces que Volman [trompetista a tiempo parcial, trompetero el
resto del tiempo, usuario de pantalones de rayas verticales a lo Obelix, pelo afro cuando estaba in y portador de una sonrisa que sólo
puede compararse a la del Joker, o a
Zapatero en campaña, en una posible
continuidad en el uso de sustancias que alguien debería plantearse la necesidad
de estudiar], Kaylan [cantante solista que desarrolló afición por que un
mostacho Pancho Villa ocultara la
visión de un labio leporino], Johnny “baquetas voladoras” Barbata, y el resto—
alcanzaron pocas veces el refrendo masivo del público; siendo este descarte de
Byrds el último destacable, una canción que seguimos con creciente interés, a
la vista de las sorpresas que se nos presentan.
Banda,
comandada por Broudie, que debutó en 1989 con Cloudcuckooland, LP del
que extrajeron su primer single, el
memorable “Pure”.
Su
4º LP incluye la correspondiente versión de la canción, con la que damos por
finalizada esta excursión, que deseo haya sido del gusto de mis acompañantes.
David LaFlamme, Linda LaFlamme, Hal Wagenet, Mitchell
Holman, Val Fuentes & Pattie Santos
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Grupo
formado por el matrimonio LaFlamme cuando, hartos del frío y lluvioso clima de
Seattle, y del hambre que pasaban, decidieron ir a San Francisco, en 1967,
intentando superar su profunda desesperación.
Era
el verano del amor.
David
y Linda escribieron esta canción, que sería su seña de identidad, interpretada
a dúo por David y Patti Santos, la vocalista de la banda.
Tuvo
verdadero éxito en 1967 con “Make Me
Yours”, alcanzando incluso el #1 en listas de música negra.
Pero
la inclusión de la canción que hoy traigo en el final de la segunda temporada
de la serie “The End of the F***ing World”
motivó un renovado interés hacia ella.
La
verdad es que la serie —protagonizada por James,
un adolescente de 17 años que se define como psicópata (Alex Lawther), y su compañera de clase, Alyssa, quien, en sus propias palabras, “odia a todo el mundo” (Jessica
Barden)— tiene una excelente selección musical y no es de extrañar que,
junto al enorme talento de Bettye, la perfecta combinación de su música con el
final de la serie hayan causado tanto efecto.
Mariska Veres, Robbie van Leeuwen, Cor van der Beek, Klaasje van der Wal
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Los
experimentos del verano del amor (el de 1967, para ser preciso), las
manifestaciones de mayo (París, 1968) conducen a una expansión de la mente
propiciada por el cambio de década.
Combina
espíritu hippie con LSD y destilarás psicodelia.
*****
Es el ambiente idóneo para una canción de una banda holandesa.
Compuesta por su guitarrista, Robbie van Leeuwen, cantada por su fascinante vocalista, Mariska Veres; es deliciosa e hipnótica.
*****
Acabo
de verla en “Gambito de dama”,
donde la protagonista, un prodigio del ajedrez que interpreta Anya Taylor-Joy, sale de la contención
que requiere su exigente desempeño para, por un momento, dejarse llevar por el
desfase.
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Su
viaje es tan alucinante que, a pesar de que la escena se desarrolla en 1967, Beth es capaz de escucharla, y
ver en la TV al grupo, dos años antes de que la canción se hiciera real.
Una
evidencia de la calidad de la mandanga a la que tenía acceso.
Debo
confesar que recordé también un trío femenino que, lo admito, me fascinaba. Pero
mirando en modo retrospector, cierta
música de los ‘80s ha envejecido bastante peor que mal.
Tommie Young empezó a cantar en nightclubs de su ciudad natal. Estaba en una actuación cuando la
descubrió Bobby Patterson, músico,
cantante, productor y metido también a editor discográfico en un sello que
operaba desde Shreveport (Louisiana), junto a su socio Jerry Strickland, sello al que
bautizaron de forma significativa Soul
Power.
Esta
canción se lanzó en single, tuvo
éxito y propició el lanzamiento de un LP que muestra a las claras el potencial
de Young, aunque el exceso de oferta de música soul y el traslado de intereses hacia
el disco (que a Young no le atraía) hizo que volviera a la iglesia y se
interesara de nuevo por el góspel.
Deja,
eso sí, un trabajo refinado, una muestra de poderío vocal y sensibilidad
completamente seductora.
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Desde
que nos conocimos eres todo en lo que puedo pensar
Así
que lo que pensé, cariño
Es
que haría cualquier cosa para mantener tu amor
Cada
uno de tus deseos, sí, fue una orden para mí
Así
que dejé que mi corazón gobernara en mi cabeza
Patterson
sobrevivía como podía hasta que encontró a Tommie, que supuso un estímulo para
ambos. Y eso que él había tenido un relativo éxito con una vitamínica entrega
de 1969. Pero eran años tan competitivos que era muy difícil asomar la cabeza
(y mantenerla el tiempo suficiente para afianzar una carrera).
*****
Os
contaré lo que mi mujer me ha dicho hoy
“Todavía
te sigo queriendo como siempre
Pero
tienes que ocuparte de tus asuntos
Como
se supone que debes hacer
O
no tendré otra opción que reemplazarte”
No
me queda otra: TCB, o TYA
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T.C.B. – Taking Care of Business (Cumplir con tus
obligaciones)
Antes
del cierre global de 2020 por las causas conocidas, Robert Harrison se mudó a una pequeña cabaña de su propiedad, a
unos treinta minutos de la capital del Estado de la estrella solitaria. Era su
intención trabajar durante el confinamiento en el que iba a ser su disco de
debut en solitario. Se cumplían por aquel entonces treinta años de la fundación
de un grupo esencial, Cotton Mather,
uno de cuyos discos, Kontiki (1997), descubierto tarde, gracias a mi
amigo Juanjo Mestre, forma
parte de mi catálogo de imprescindibles.
Son
diez canciones y la que lo cierra era sobradamente conocida para mí; pero era
una delicatesen con ese cambio de estilo.
El
vídeo es una muestra de lo que supuso el confinamiento para todos; un recuerdo
de cómo cada uno se las apañó como pudo para superar las dificultades; de la
importancia de la música como terapia liberadora para muchas personas.
La
canción había sido compuesta en 1961 por tres luminarias del soul, Johnny Bristol, Jackey Beavers
y Harvey Fuqua y publicada por los
dos primeros en el sello Tri-Phi,
acreditada a Johnny & Jackey.
La
expansión de Motown pasó por la
compra de la gran mayoría de sellos de Detroit y la operación incluía
artistas y catálogo editorial, así que, pese a que Beavers se marchó a Chicago
para enrolarse en Chess,
Bristol y Fuqua se quedaron como compositores y productores.
En
1969 Bristol estaba preparando una nueva versión del tema para Jr. Walker & The All Stars, el
conjunto del que se encargaba, y cuando ya tenía la parte instrumental y los
coros listos, Berry Gordy pasó por
el estudio y, al escucharlo, le pareció que sería un buen sencillo para el
debut en solitario de Diana Ross,
que llevaba demorando un tiempo su anunciada salida de las Supremes.
Donde
hay patrón no manda marinero y Bristol empezó a trabajar con Diana.
No
me preguntes la razón, pero Ross no daba en sí misma y le costaba horrores
afinar, así que, para que el proceso no se dilatara demasiado, Johnny le
animaba en las sesiones y su voz quedó grabada, lo que le pareció muy adecuado.
En la versión original se
le escucha, no así en la actuación en el show de Ed Sullivan.
Resulta
curioso que la canción fue finalmente acreditada al trío, pese a que ni Mary Wilson, ni Cindy Birdsong hubieran participado, porque los coros son cosa de Merry Clayton, Julia Waters y Maxine Waters.
Más
sorprendente resulta que los genios de marketing
de Motown lograran que esta canción, el último single del último LP con Diana Ross en Supremes, se transmitiera
como una oportunidad abierta a la posibilidad de que, quizá, algún día,
pudieran volver a juntarse.
En
todo caso obtuvo el favor del público y se convirtió en el último de los
números del grupo femenino más importante de todos los tiempos en llegar al #1,
por décimo segunda vez, habiendo sido el único bastión de resistencia
estadounidense a la British Invasion.