martes, 19 de febrero de 2013

Tom Petty no viene a España. Conocemos las razones


Una fábula visual (y alucinada).


Para resolver un problema, es preciso identificarlo adecuadamente.


"Lo estoy pensando..."

En 1985, Tom Petty publicó un disco, “Southern acents”, en el que se incluía un single de éxito, “Don’t come around here no more”. En plena “era MTV”, las canciones debían ser promocionadas utilizando videoclips, piezas narrativas que cautivaban visualmente a los espectadores, más allá de lo que podían hacerlo, cuando se utilizaban exclusivamente argumentos musicales. El vídeo de la canción que hoy nos (pre)ocupa fue una obra de arte, ajustada a su escala y proporciones. Revisarlo, hoy, puede aportar un nuevo nivel de lectura.

Y, como aliciente final para seguir leyendo, se demostrará que incluye todas las claves que se necesitan para saber por qué TP todavía no ha actuado en España.


Hoy se alcanzará una profundidad inédita.


1 — La canción

Eurythmics había tenido un éxito increíble en 1983 con Sweet dreams (Are made of this). Fue #2 en UK y su único #1 en USA (reemplazando a The Police y Every breath you take). Eso supuso que Annie Lennox y David A. Stewart (el dúo que formaba Eurythmics) debieran iniciar una gira por USA, el sueño por el que todo músico rock suspira desde que decide a qué quiere dedicarse.

Pero, todos sabemos esto, un sueño encierra una pesadilla y, para Stewart, pronto tomaría forma.

Tras un concierto de la gira, celebrado en The Wiltern Theatre, en Los Angeles, Stewart conoció a Stevie Nicks, cantante y compositora en Fleetwood Mac, un grupo que, tras el fenomenal éxito de “Mirage” (donde se incluyeron singles del calibre de Hold me o Gypsy), se tomaba unos años de respiro forzado para liberar tensiones y, entre otras cosas, para que Nicks, Christine McVie y Lindsey Buckingham pudieran dar un impulso a sus carreras en solitario.

Nicks, en el plano personal, acababa de romper con su novio, Joe Walsh, el día anterior y, además de disponible, fascinada como estaba por la música (y, es un suponer, el magnetismo) de Stewart, se lo llevó a su casa para tener un affaire. En casa de Nicks había más gente de la que Stewart esperaba encontrar; aquello era un fiestón en toda regla (a la californiana) y, teniendo en cuenta que él había acudido con otras intenciones, más allá del consumo de coca, decidió retirarse prudentemente al cuarto que se le había asignado. A las 5 de la mañana, según el relato de Stewart, Nicks se presentó, vistiendo un vestido victoriano, poseída por un espíritu conquistador que, al combinarse, hicieron que Stewart huyera, con el rabo entre las piernas, mientras Nicks le gritaba, mostrando orgullosa su despecho: “no vuelvas por aquí nunca más”.

Stewart cogió un avión para presentarse en San Francisco, donde tenía que actuar al día siguiente, pensando que el asunto había concluido, pero, en ocasiones, las historias dan unos incomprensibles giros que, si bien llenan de confusión a quienes las protagonizan, añaden indudable interés a su relato. En nuestra aventura, tras el concierto, Stewart se puso a pensar en los sucesos de las veinticuatro horas precedentes y compuso —en el estudio portátil que todo músico lleva a mano, usando una caja de ritmos, un sintetizador y un sitar— el boceto inicial de la canción que nos ocupa. Unos días después, coincidió con Jimmy Iovine que, pequeño que es el mundo, había producido el disco “Bella Donna” de Nicks, en el que se incluía la participación de TP en la canción Stop draggin’ my heart around, compuesta por él y Mike Campbell (guitarra solista en The Heartbreakers) y, tras escuchar la demo que había grabado, se pusieron juntos a trabajar en ella. Stewart, nuevo en el mundillo de la música angelina, desconocía que Iovine y Nicks habían mantenido relaciones en el pasado. Demostrando una candidez sonrojante, no pudo imaginar la furia que se desataría en Nicks, al descubrir que ambos amantes (uno, extinto; el otro, no consumado) estaban trabajado juntos, como finalmente sucedería. Al marcharse Nicks del estudio, tras el estallido, Iovine llamó a TP, que vivía cerca y la versión que grabaron, sería el primero de los temas en los que TP y Stewart colaborarían para la realización de ese álbum.

*****

2 — El vídeo


Dirigido por Jeff Stein, se plantea como una réplica del imaginario de “Alicia en el país de las maravillas”; en concreto, la lectura que Walt Disney hizo en 1951 del libro de Lewis Carroll. Se identifican, claramente, tres escenas: La oruga azul, Fiesta del te, Juicio.

En el vídeo aparece David A. Stewart, al inicio, como la oruga azul (The Caterpillar), en un mar de champiñones, tocando apaciblemente el sitar y fumando un narguile.

La actriz Wish Foley interpreta a Alicia.

TP encarna al sombrerero loco (The Mad Hatter).

Mike Campbell es la liebre de marzo (March Hare).

El resto de los Heartbreakers aparecen en el desvarío, sin un papel específico.

*****

3 — “La interpretación de los sueños”

El psiquiatra vienés, Sigmund Freud, publicó en 1899 este libro, titulado originalmente, en alemán, “Die traumdeutung”. En él, se presentaba una técnica psicológica que permitía descubrir las claves que, urdidas de forma inconsciente, se encontraban ocultas tras los sueños.

Puesto que ya no hacía falta provocar un estado hipnótico (y el diván se convertía en superfluo), esta práctica sustituyó a la sugestión como método para alcanzar la catarsis. La asociación libre es el método de análisis psicológico a utilizar.

Traducido: los sueños establecen conexiones libres y, pueden ser analizados a posteriori, de forma crítica, para encontrar el significado que ocultan. Para ello, debe emplearse, también de forma libre y creativa, la imaginación.

Todo sueño es un viaje. A un mundo irreal, onírico, distorsionado. Pero, de vuelta a la consciencia, se puede (empleando un análisis detallado) averiguar el mensaje oculto en el aparente sinsentido.

*****

4 — El sueño, interpretado

Cualquiera que haya visto el libro, o leído la película, sabe que la historia que imaginó Lewis Carroll —llena de fabulaciones alegóricas, en la que encerraba a Alicia en un mundo irreal—, era simplemente un sueño del que, a última hora, escapaba al despertar.

Todo sueño es un viaje. En ocasiones, más allá del trance al que parece dirigirse, puede tener un destino determinado diferente, espacial o temporal.

Déjenme que, en un giro inimaginado, me transfigure en Freud y demuestre que, en 1985, TP viajó en el espacio —llegando a España— y en el tiempo —hasta 2013— y que nos muestra, con clarividencia absoluta, el panorama de esta España nuestra.

Alicia se da cuenta de que está iniciando un viaje. Necesita alguien que le ayude. Un agente, pongamos.

Está en la cúspide. Parece que echando humo.

Tiene una pinta realmente siniestra, con gafas de espejo uñas larguísimas, aunque de pacotilla, de las que venden en el chino del barrio. Lo del pelo revuelto parece una tapadera (de una apabullante calvicie).

Intentando mostrarse ajeno a lo que le rodea, exhala un último aliento.

Un montón de tramas interpuestas dificultan que Alicia llegue hasta él.

Le ofrece el billete para el viaje.

¡Eh! Te hemos pillado. Somos trabajadoras de tu empresa (la agencia). Se nos nota en las ojeras (provocadas por la falta de sueño) y en la anticuada indumentaria.

Eres Díaz-Ferrán.

Alicia (identificada ya como el pueblo español; la ciudadanía; tú y yo) se cae de espaldas, patas arriba.

Caemos rodando, sin fin, atrapados por una burocracia asfixiante, gris y cuadriculada.

Al fondo de una mesa, obscenamente larga, se encuentra un tipo solitario, apartado del mundo.

Vemos que es TP, sentado en un trono dorado, tomando la sopa boba. Es realmente evidente de quién se trata (JC I, para los faltos de perspicacia). Los secuaces que se le acercan por la espalda, no pueden ser otros que Urdangarín y Torres.

En los sueños (ya veremos que este efecto se repetirá) las claves pueden ir cambiando y, los personajes soñados, pueden corresponder a más de un alter ego, secuencial o simultáneamente.

Se graba esta conversación interna (como hicieron con Pujol):

— España: Creo que no me podré levantar.
Elena: Me haré pasar por tonta.
Cristina: Voy a hacer como que no sabía nada de lo que hacía mi marido.
— España: No cuela. Ni con una (por abusar del recurso), ni con la otra (¿nos tomas por tu hermana?).

Aprovecharé para ensayar (otro año más) el (esperado) mensaje navideño, repitiendo slogans, como si fueran mantras, en la esperanza de que terminen haciéndose realidad.

— Todos los españoles somos iguales ante la Ley.
Felipe está muy preparado.
— Yo me encuentro (mayor) mejor y quiero dedicarme a charlar con Jesús Hermida, vivir en un mundo nuevo con Corinna y entregarme a contemplar mi colección de fetiches.

¡No me jodas! Me quedo sin habla.

Por encima del resto de fetiches, siento orgullo y predilección por los prismáticos que usé para cargarme al elefante, allí en Botsuana.

Hola, mira, me presentaré que, a lo mejor, no me conoces. Soy el que pone la guinda (verde, por descontado) al pastel. Mejor que te sientes, que te voy a informar de las (nuevas) medidas.

(Citando a otro que también iba de verde): ¡Que te sientes, coño!

¿Dijiste que no querías taza?

[Ya sé que es complicado (de)limitar sus campos de actuación y por eso debo aclarar la posible confusión. El anterior, de verde oscuro, era De Guindos. Éste, de verde claro, es Montoro].

El interludio musical que ameniza el entreacto, y que servirá para aclarar el cambio de escenario, está patrocinado por el titular de cultura (Wert) y consiste, paradójicamente, en un trío, con-trabajo, interpretando flamenco. Se aprecia que están afinados.

No, por favor. De verdad. No me gusta la sopa.

Tranquila. Es de sobre. Bárcenas nos ha mandado cinco raciones, aunque ninguna será para ti.

Me quedo ojiplática.

Hoy, como tema único, trataremos la resolución del pufo y, por eso, puedes contemplarme, así de meditabundo. Es una jaqueca que me han impuesto.

¡Por supuesto! ¡Impuestos! Me sacaré alguno de la chistera. Ahora empezarás a comprender que esto es un Consejo de Ministros y podrás contemplar cómo actuamos los estadistas. Yo presido. Adivina quién soy.

yojaR — No es la solución al problema, es notorio.

[Pero, ahora percibirás mejor el enigma, al notar que todo lo hago al revés].

¿No querías taza?, ¡tendrás taza y media! Y no me importa que te salga humo de la cabeza. Esto no ha hecho más que empezar.

Y, por cierto, los ahorros de toda tu vida, los que fuiste consiguiendo tacita a tacita, deberías ver en qué tamaño de tacita se han transformado.

No pongas la otra mano (la izquierda), que no te quedará nada para recoger.

Yo, a todo esto, cuando me nombraron presidente, encargué un traje a medida. Me lo hizo el amigo de Camps. Está claro que me viene grande.

Hay quien dice que sólo cumplo órdenes (de Merkel, o de los mercados, eso no queda claro).

Pero, con los ojos tapados, puedo imaginarme que Belén Esteban me manda un beso. Eso no puede ser tan malo.

Hola, qué tal. Soy Rodrigo y vengo un Rato a presentarte mi nuevo plan. Le cambiamos el nombre, mantenemos el color verde (el de la pasta gansa) y mira cómo te presento que va a haber un montón de beneficios. Es súper-rentable. Te lo juro por Gallardón.

Espera que coja un piquito.

Un finiquito de nada (para mí).

Debes asumir que las rosquillas son los ahorros.

[Así decían que se iban a vender las viviendas (o las preferentes); como si verdaderamente lo fueran].

“Ahora las ves, ahora no las ves”.

El festín está preparado. Nos lo repartiremos.

Un nuevo actor se muestra es escena. Ha aparecido fugazmente, pero siempre fuera de foco (desenfocada) y formando parte de un grupo (nunca independiente). Ahora se le ve mejor. Por su postura (mostrando desgana, una cierta desidia y un profundo aburrimiento, que se manifiesta en un incipiente bostezo), su posición (escorada, apartada del centro de atención) y su imagen (anticuada y desfasada; parece participar en un Carnaval grotesco y dieciochesco) identificamos, no sin dificultad, de quién se trata. Es la prensa.

Comprueba cómo, habiendo tenido la oportunidad de presenciar el reparto, se retiran para que puedan actuar a gusto, sin interferencias. No existen asuntos que merezcan investigarse.

La primera medida es cambiar de asientos (aunque los ocupantes sigan siendo los mismos).

No os preocupéis, chicos. Seguimos teniendo dónde mojar.

Y si no, me como la taza. ¿A quién le va a importar?

Un nuevo truco. Dejaremos que te sientes y que creas que vas a poder participar en el reparto.

¿Ves cómo sí hay para repartir? ¿Y cómo la prensa debería estar enterada de todo?

¡Y una mierda! Me quedo con las rosquillas, antes de que desaparezcan.

Tú, ¡fuera! Aquí ya no pintas nada.

¡Bah! Está bien... Me das lástima. Te enviaré un rescate.

Lo recibo con los brazos abiertos. Atenderé todo lo que me pida.

¿A quién se parecerá?

¡Soy yo! Esto no me gusta nada...

Creo que hay gato encerrado (y no es el de Cheshire).

Ahora descubrirás quién lo pagará todo, absolutamente todo.

¡Tú! Pagarás como una cerda...

¡Toda la cuenta! Como una completa cerda.

No importa que gruñas.

No confíes en que calzar Botín-es te va a ayudar.

Agencias de valoración, independientes, preparándose para calificar la evolución del valor de la marca España.

Desciende...

...rápidamente.

No me acoses. Yo no tengo la culpa.

Sí. Todo lo pagarás tú. Quisiste vivir por encima de tus posibilidades.

No trates de huir.

Te pillaremos, ...

...te atraparemos, ...

...y te deshauciaremos.

Pondremos un impuesto nuevo.

Y otro.

Y otro más.

Te haremos creer que sabemos cómo salvarte.

Y, cuando estés a punto de ahogarte...

...te lanzaremos un salvavidas que no hará más que prolongar tu agonía. Es el preludio del amargo final que te espera.

Voy a entrar a saco.

Entre todos, meteremos la tijera (aunque, aquí, pueda parecer una pala).

Ya sabes lo que te espera. No importa que grites.

Estás mal. Necesitas ser intervenida.

 Operada (por Ana Mato en persona).

Tienes que darnos de comer a todos. Y somos muchos.

Toma, compi. Seguimos con el reparto.

Somos muchos para el papeo.

¿A quién le importa cómo vayas a quedar? En la tarta de España, muchos se apuntan a pillar cacho.

Y, aunque andemos a bocados, comiendo del plato de al lado, nadie se molestará por eso.

Únicamente le preocupa a ella, que contempla, atónita, el destrozo que están haciendo los que sólo quieren Mas.

Engullida por su apetito voraz, imposible de saciar, obsceno y desmedido, cegado por una avaricia inconsciente y una falta de responsabilidad imperdonable. El último recurso (aunque sirva para poco) es gritar.

Una mueca (que podría parecer una sonrisa) es el anticipo de la insólita consecuencia que tamaño desmán llegará a producir nunca.

Bluuurp!

*****

5 — Atando cabos

TP es un extraordinario músico rock. En este blog repasamos su carrera, de forma exhaustiva, dedicándole un artículo que deberías visitar. A raíz de su publicación, Chals, de On The Route (extraordinario escaparate de música americana), me invitó a participar en el proyecto para conseguir que venga a España. Es el músico más importante de los que nunca han actuado aquí.

Pero ya había estado en España.

En 1985, en un viaje inducido por los hipnóticos recuerdos de una extraña historia, TP se sumergió en una completa pesadilla, que se acaba de analizar en detalle. En ella aparecían, sin orden preciso, los siguientes personajes de la actualidad nacional: Ana Mato, Bárcenas, Belén Esteban, Botín, Camps, Corinna, Cristina, De Guindos, Díaz-Ferrán, Elena, Felipe, Gallardón, JC I, Jesús Hermida, Mas, Merkel, Montoro, Pujol, Rajoy, Rodrigo Rato, Torres, Undargarín, Wert.

TP explicó a la perfección que “no volveré por aquí nunca más”. A la vista de lo ocurrido en su experiencia onírica, yo no se lo echaría en cara.

Una premonición latente, agazapada (como un conejo blanco), desde hacía 28 años. No había prisa en descubrirla. Pero cuando ha terminado sucediendo, se muestra con una virulencia explosiva.

*****

Si aún precisas más confirmación de la experiencia paranormal que supuso ese viaje en el tiempo (y no te apetece llamar a Iker Jiménez), el álbum se titula “Acentos del sur”.

Más claro ya no puede estar

10 comentarios:

  1. Como siempre todos tus trabajos están muy bien documentados y atractivos. Un saludo

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  2. Hey! Puedo entrar en tu blog a pesar 'del peso' que comentabas!!!

    Dios mío!!! Qué historia!!. Desde luego el mundo onírico es relacionable con todo y la situación de nuestro país lleno de 'sombrereros locos' y 'conejos blancos' que escapan a todo porque son impunes es suficiente para justificar la animadversión que podría sentir Mr. Petty por la piel de toro.

    Excelente post amigo, muy ilustrativo. Enhorabuena!

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    1. Muchas gracias, Pupilo.

      Me alegro que no se te haya hecho demasiado pesado

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  3. Madre del amor hermoso, Alberto, este post es de una grandeza más que impresionante. Pedazo de experiencia onírica y paranormal. Si viniese Petty ahora iba a alucinar con la panda española. Por favor, que alguien le de algún premio a esta alucinante fábula de texto e imágenes. Abrazo.

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  4. Increible. Disculpa que haya tardado en comentar, lo he leido en dos veces. Me pasa parecido, cuando me entra algo en la cabeza no paro hasta que lo consigo, este post es un curro impresionante, y seguro que te has quedado a gusto al darle a publicar. Un secuencia que por otra parte me parece tan real como terrorífica, entendería a Petty si no viene nunca.
    Con tu permiso lo copiaré y pegaré en el blog de Tom Petty In Spain. Saludos Alberto.

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    1. Supongo que es fácil comprender que, cuando empecé, no sabía lo que me iba a encontrar y, en efecto, habiéndome puesto a tirar del hilo, fui incapaz de dejarlo hasta que no terminé.

      Un saludo.

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  5. Alberto no mezcles medicacion!!!!No da buen resultado, mirame a mi , aun escucho rock progresivo a toda pastilla!!!Alucino, amigoeres una chisterra llena de sorpresas!No se si es un viaje onirico o una pesadilla post traumatica tras soñar viendo a Tom Petty cantar un duo con Belen Esteban!!!
    A+

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    1. Juas. Le mangué el narguile a Dave Stewart y estoy enchufado a fumar.

      Tengo sudores fríos.

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