martes, 9 de julio de 2013

Una forma de entender el aprendizaje (y la enseñanza)

“Aparte de su evidente eficacia, aquel sistema estaba en consonancia con el segundo de los tres principios pedagógicos del maestro Burlingame, a saber, que la mejor manera de aprender una cosa es enseñarla. El primero era que de los tres motivos usuales por los que se aprenden las cosas (necesidad, ambición y curiosidad), la simple curiosidad era el más digno de estímulo, por ser el más “puro” (en cuanto a que el valor de lo que nos induce a aprender es, más que un instrumento, un fin en si mismo), el más propicio a un estudio continuado y exhaustivo, en lugar de superficial y limitado, y el que más probabilidades tiene de hacer del aprendizaje una tarea grata. El tercer principio, íntimamente relacionado con los otros, era que el juego de enseñar y aprender jamás debiera asociarse a ciertas horas ni a determinados lugares, para evitar que tanto el discípulo como el maestro (y en el sistema de Burlingame no había mucha diferencia entre uno y otro) cayeran en el hábito vulgar de perder el estado de alerta, cosa que sólo podía suceder a dichas horas y en dichos lugares, evitándose así la perniciosa conclusión de hacer distingos entre el aprendizaje y otros tipos de comportamiento natural”.

John Barth: El plantador de tabaco



6 comentarios:

  1. No se si la mejor manera de aprender, pero el tener que enseñar algo a otro hace que tu llegues a dominar ese algo muchísimo más. He tenido que dedicarme a enseñar matemáticas de manera esporádica, y esa es mi experiencia. Otra forma de obligarme a aprender mejor una cosa es si tengo que programarla (es como enseñar al ordenador).

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    1. El aprendizaje es siempre interacción. Desaprovechar las oportunidades que sugiere el intercambio es renunciar de partida a lo más entretenido que tiene el proceso y, consecuentemente, un origen de frustración permanente.

      El formador debe actuar como orientador y es su responsabilidad determinar cómo debe llevarse a efecto, orientándolo hacia un beneficio mutuo.

      Un saludo.

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  2. Aprender primero requiere interes tanto del que enseña como al que se enseña. Claramente si tiene curiosidad mejor. Y paciencia mucha paciencia gran virtud para el mundo del aprendizaje

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    1. La paciencia es una virtud conveniente. Estar preparado para lo imprevisible, es necesario.

      Y estar dispuesto a reformularlo todo de nuevo, es imprescindible.

      Un abrazo, Bernardo

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  3. No sé si ya en algun momento de otro artículo de Alberto haya dicho esto ya pero : Estaría mas de acuerdo con Ayudar a Aprender mas que Enseñar.Es muy distinto y el alumno, niño o mayor,acepta muy bien que juntos, alumno y profesor vayan investigando, probando, descubriendo. Y para mí está claro que los profes aprendemos mucho a lo largo del tiempo, gracias a nuestros alumnos.
    Nina

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    1. Por eso mismo participar de forma receptiva en cualquier proceso educativo resulta tan enriquecedor.

      Cuando está bien realizado, nadie sale de la misma forma que había entrado.

      La formación es un proceso de cambio, el formador es el agente que lo posibilita. Y todo resulta en un camino que lleva desde lo cómodo hacia lo desconocido.

      Un beso, Nina. Se nota que te gusta lo que haces.

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