jueves, 2 de enero de 2014

Una forma lenta de pensar (y de dejarse impresionar)

"Soy capaz de hacer amigos (a martillazos)" Foto: David Blackwell

Tengo la inmensa fortuna de haberme cruzado con Thor. No el nórdico, el dios al que dio forma una editorial de cómics (americana), que traspasó las barreras y llegó al cine.

No.

Tengo la inmensa fortuna de haberme cruzado con un tipo, residente en Bilbao, fumador empedernido, al que hace poco imaginé, metido en una tumba, buscando cadáveres, suponiendo que todo podría ser peor.

Me siento afortunado porque, a menudo, sus artículos tienen la virtud de un martillazo, actuando como un disparador para una forma lenta de pensar (la mía) y de asimilar las cosas. Hace unos días hablaba de las frases de internet y, copio y pego, decía:

“Internet, aparte de los gatos y del porno, está sobresaturado de frasecitas bienintencionadas sacadas de contexto que no dicen una mierda que sea verdad”.

Y concluía, a modo de postdata:

“Hacer no significa copiar y pegar indiscriminadamente cosas que dijeron otros. Hacer significa: hacer”.

*****

Ahora me siento culpable cada vez que veo una frase que me inspira, que me ayuda a pensar (o actuar), a la que doy me gusta o que comparto.

Es la putada implícita del trato con dioses modernos (aunque me consuela saber que, si estos fueran otros tiempos, podrían pedirme que matara a mis hijos, obligarme a subir una piedra por una rampa de forma infinita, o mantenerme encerrado en una cueva y dejarme percibir la realidad contemplando únicamente las sombras proyectadas).

*****

Conozco a Covadonga de sitios en los que no recomiendo meterse a nadie. Siempre es amable y sonriente. A mí me ayudó a pasar una difícil prueba y por eso le estaré siempre agradecido.

También estamos conectados, en el mundo virtual. Hace unos días compartió una historia, añadiendo un aviso para que se leyera con calma, porque merecía la pena.

Un padre, H. Jackson Brown, jr, preocupado por la marcha de su hijo a la Universidad, le escribe una serie de consejos. Finalmente, reunidos en un libro, “Life’s little instruction book”, obtienen un arrollador éxito.

Se adjuntaban una serie de ellos (42), que merecen ser leídos de forma sosegada, como mi amiga recomendaba.

Hijo:

ü        Cásate con la persona correcta. De ésta decisión dependerá el 90% de tu felicidad o tu miseria.
ü        Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
ü        Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.
ü        Ten un buen equipo de música.
ü        Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.
ü        Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.
ü        Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
ü        Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.
ü        Maneja coches que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.
ü        Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
ü        No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.
ü        Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza).
ü        Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
ü        Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.
ü        Haz lo que creas que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
ü        Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.
ü        Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas.
ü        Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.
ü        Recuerda el viejo proverbio: sin deudas, no hay peligros ni problemas.
ü        No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
ü        Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. El que no vive para servir, no sirve para vivir.
ü        Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
ü        Confía en la gente, pero cierra tu coche con llave.
ü        Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también 'el gran riesgo'.
ü        Nunca confundas riqueza con éxito.
ü        No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.
ü        No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.
ü        Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios.
ü        Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.
ü        Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.
ü        No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.
ü        No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.
ü        Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.
ü        No confundas confort con felicidad.
ü        Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.
ü        Escucha el doble de lo que hablas (por eso tenemos dos oídos y una sola boca).
ü        Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.
ü        Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.
ü        Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.
ü        Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
ü        Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.
ü        La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo.

*****

Contemplar un cuadro que nos agrada, produce una sensación transformadora. En casos extremos se puede llegar a desarrollar una enfermedad psicosomática (un cuadro patológico por contemplar un cuadro) que presenta entre sus síntomas taquicardia, vértigo, palpitaciones, temblor, confusión o alucinaciones. Se conoce como síndrome de Stendhal, por la descripción del escritor francés de su experiencia tras la visita a la Basílica de la Santa Croce en Florencia.

Pero no se ha documentado el caso de que nadie se considere a sí mismo, por contemplar un cuadro, un artista. El fallido intento de Cecilia Giménez de restaurar el Ecce Homo de Borja dio carta de naturaleza para reconocer, universalmente, su intento como fallido y demente.

*****

Escuchar música no hace que nadie, en su sano juicio, se considere un artista. Cualquier tentativa que salga de su ámbito propicio (la ducha, de forma privada) hace dudar de las intenciones de sus practicantes y hasta el más moderado de los asistentes podría imaginar que la ejecución no sería una medida excesivamente drástica.

*****

Pero, paradójicamente, la lectura de una frase (fuera de contexto o insertada en un lote) hace que el lector se apropie de ella, llegando a considerarla de su propia factura.

En estas fechas, se perpetúan adoptando la forma de calendarios (de regalo).

Y se extiende la idea de considerar que el mundo carece de sentido común y no ser capaz de reconocerse como parte de ese mismo mundo.

*****

Entre las frases, se incluía una que he visto repetida en diferentes ocasiones:

“Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión”.

La lees y suena bien. Ese tipo de frases que se llevan tanto, que muestran un contrasentido con la simple alteración de los términos.

Rotundidad y profundidad en formato reducido.

Una píldora de sabiduría.

En menos de 140.

Un tuit.

*****

Un alegato a la superficialidad y a las primeras impresiones.
Una apuesta por la apariencia y la inmediatez.
Renegar de las relaciones duraderas, establecidas con firmeza, en una apuesta ciega por las intuiciones y no por la confianza que da el paso del tiempo.

Una verdadera estupidez.

*****

He juzgado tantas veces a los demás, de forma precipitada, apoyándome en la apariencia (lo que se ve a primera vista) y he descubierto, demasiado tarde, lo equivocado que estaba que, con el tiempo, me he forzado a ser cauto.

A no establecer juicios rápidamente.

A saber esperar.

A conocer en profundidad.

A huir de los prejuicios y esperar que, con conocimientos fundados, sea capaz de juzgar con algo más sólido que una fugaz primera impresión.

Me interesan las personas que quieren apoyar sus ideas en bases firmes y no en juicios prematuros; en prejuicios.

Aquellos interesados en ofrecer segundas oportunidades.

*****

La primera vez que conocí a Covadonga, me pidió que me desnudara, me tumbara en la camilla y me relajara para una experiencia que, ella lo explicó así, algunos definían como erótica.

Ese contexto inicial favoreció que nos vayamos conociendo.

Y que nos intercambiemos mensajes inspiradores.

*****

Mientras tanto, esperaré que Thor perdone mi exceso de confianza.

*****

En la etapa correspondiente al resto de Escocia (excluyendo Glasgow) del viaje UK 666, aparecieron The Associates, originarios de Dundee, con su canción Those first impressions.



Entonces, quedó escrito:

“Mi gorra de marino. Mis galgos con su vestido a cuadros. Soy Billy Mackenzie y, en cuanto llego a mi modesta mansión, me cambio el pantalón blanco por uno negro y cojo el micro que —siempre, siempre— tengo a mi alcance. A pesar de que el caserón aparenta estar vacío, tengo enchufada la calefacción (no sólo el micro) y por eso me despechugo al instante. Juego al escondite con mi asistenta japonesa y la rubia múltiple que me acompaña.

Será una primera impresión mía, pero es imposible aburrirte cuando estás asociado con una particular vida interior”.

*****

Billy decía:

Those first impressions                                      (Esas primeras impresiones)
They keep us guessing
                                           (Mantienen las conjeturas)
In old familiar ways
                                        (En la misma forma de siempre)
With nothing new to say
                                         (Sin nada nuevo que decir)
It only tires me
                                                          (Simplemente, me aburre)

*****

No pidas una segunda oportunidad, si no eres capaz de ofrecerla cuando de ti depende.

6 comentarios:

  1. La frase que más me gustó "Escuchar el doble de lo que se habla"

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  2. Si sigue los 42 recomendaciones será el hijo perfecto, no se exigiré a los mios solo un par y me dare por contento
    Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. El que no vive para servir, no sirve para vivir.
    Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.

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    Respuestas
    1. Buscar la perfección es un camino equivocado. Pero el que se recorre, atendiendo a las que mencionas, es fructífero y entretenido; mucho más útil.

      Suerte con los tuyos, Bernardo.

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  3. Es cierto que hay "sabiduría" a granel en internet, pero también hay una extraordinaria cantidad de sarcasmo fácil-twitter está repleto. Cada uno pone a su espíritu a la dieta que le apetece.

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    1. Acabo de descubrir un comentario que se había quedado sin respuesta; algo que me sucede más a menudo de lo que me gustaría.

      Gracias Cani. No sé en lo que estaría pensando.

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