jueves, 15 de septiembre de 2011

Los hábitos

Foto: Katarzyna Majszczyk

Comportamientos aprendidos que caracterizan a una persona concreta:

ü      Son conductas. Pueden ser observadas, medidas, cuantificadas.

ü      Son aprendidos. No son innatos, no nacemos con ellos. Se incorporan a nuestro repertorio de conductas en un proceso que puede ser consciente o no, premeditado o no, intencionado o no, pero que necesita tiempo para desarrollarse.

ü      Son reiterados. Se producen de forma repetida en determinadas situaciones, de forma que se constituyen en respuestas típicas del sujeto en cuestión.

ü      Se interiorizan y automatizan. La repetición de una conducta concreta produce que primero se interiorice y más tarde se convierta en un automatismo. A fuerza de repetirse, un comportamiento se incorpora al repertorio identitario de una persona: se convierte en una característica identificadora. Con el paso del tiempo termina desapareciendo la necesidad de que se presente un estímulo (un suceso, una situación) que desencadene la realización de la conducta. Al interiorizarse y automatizarse se ha convertido en un hábito.

ü      Los hábitos no son universales y, ya puestos, ni siquiera culturales. Son características personales del comportamiento individual de cada uno.

Así que ahora afirmamos que los hábitos son comportamientos habituales: la forma en que una persona resuelve una situación determinada.


Es posible trabajar para moldear nuestro comportamiento y adaptarlo a nuestras necesidades particulares, a nuestra propia conveniencia. El proceso es relativamente sencillo, rápido y sumamente eficaz. Negar la capacidad de automoldear nuestro comportamiento es un error de criterio y negarse a intentarlo, una completa necedad.


La pauta de trabajo para la adquisición de nuevos hábitos tiene una estructura uniforme:

ü      Repetición

ü      Interiorización

ü      Automatismo


Todos podemos cambiar nuestros hábitos. Al fin y al cabo, no son más que costumbres (la forma en que acostumbro a hacer algo). De modo general clasificamos las costumbres en dos grupos de relevancia:

ü      Hábitos. Me ayudan a resolver satisfactoriamente las situaciones a las que me debo enfrentar.

ü      Manías. Costumbres que dificultan mi realización personal y entorpecen mi búsqueda de la felicidad.

Debemos, pues, transformar nuestras manías en hábitos.


Dicen que “el hábito no hace al monje”, pero vaya si ayuda…

Foto: Eloy Alonso

11 comentarios:

  1. Todos tenemos nuestros propios hábitos...muy bien aprendidos a lo largo de nuestras vidas. No sé si es verdad pero dicen que el 95% de lo que hacemos, lo hacemos automáticamente y sólo un 5% de nuestras acciones son conscientes.Es muy fácil para nosotros vivir así y no sé si me gusta la idea. Realmente, pues, hacemos muy pocas elecciones, ¿no? Repetimos varias veces esas acciones hasta que se nos vuelven hábitos y se activan en determinadas circunstancias sin tener que pensar en ello.Las acciones mas fáciles son las que se han convertido en hábitos. ¿Es que nos convertimos en lo que repetidamente hacemos?
    Podemos, entonces, conseguir de esta manera nuestros sueños, alcanzar nuestros deseos repitiendo y convirtiendo en hábito aquellas acciones que debemos tomar para convertir en realidad el deseo.
    No tener que trabajar 100 horas semanales para alcanzar el éxito financiero.
    Tener el peso ideal sin aguantar el hambre.
    Encontrar tiempo para trabajar en un objetivo no significa sacrificar a la familia.etc

    Si queremos tener éxito solo hay que desarrollar hábitos, que son comportamientos que se repiten hasta que sean automáticos,que nos traigan el éxito.!! !!Tan simple es!! ¿eso Alberto, volviendo al articulo de ayer es simple o sencillo? :)
    Un beso
    Nina

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  2. También es cierto que ciertos hábitos (no todos) vienen y se van. yo tenía el hábito de salir a dar una vuelta los viernes y los sábados (sin hora prefijada de volver a casa), y al cambiar mis condiciones vitales, tuve que abandonar esa costumbre (o hábito). y así se me ocurren unos cuantos...Es decir; ciertos hábitos llegan y se van de nuestra vida en función de nuestras circunstancias vitales (He dicho)(I. Fdz.-Acero)

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  3. A ver si nos examinamos un poco porque dicen que la a aparición de cuatro o más de los siguientes síntomas puede ser motivo para que consultemos a un profesional.

    - Preocupación por los detalles, las normas, las listas, el orden, la organización o los horarios hasta el punto de perder de vista el objeto principal de la actividad.

    - Perfeccionismo que interfiere en la finalización de las tareas.

    - Dedicación excesiva al trabajo y a la productividad con exclusión de las actividades de ocio y las amistades.

    - Excesiva terquedad e inflexibilidad en temas de moral, ética o valores.

    - Incapacidad de tirar los objetos gastados o inútiles, incluso cuando no tienen un valor sentimental.

    - Recelo a delegar tareas o trabajos en otros, a no ser que éstos se sometan a su manera de hacer las cosas.

    - Parquedad en los gastos propios y ajenos. El dinero se debe guardar para afrontar posibles catástrofes.

    - Rigidez y obstinación de carácter.

    Creo que me salvo de una consulta aunque hay una que casi, casi...pero últimamente estoy aprendiendo a delegar en los demás porque me he dado cuenta que no saber/poder delegar es una señal de ineficacia.

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  4. Me parece un razonamiento lógico. Hasta ahí, bien. Perdón por mi ignorancia, pero no entiendo cómo se transforma una manía en un hábito. Me parece del todo imposible, salvo que sea una simple cuestión subjetiva o apliquemos el relativismo. Por ejemplo: Pepe tiene la manía de meterse el dedo en la nariz en público (porque es un guarrete). Para que esta asquerosa costumbre pase a ser considerada como algo que le ayuda a resolver satisfactoriamente una situación a la que se debe enfrentar, ¿bastaría con invocar necesidades respiratorias, o ansiolíticas?. MTC

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  5. Gracias a todos por los comentarios. Para tratar de aclarar las dudas que hayan podido surgir, explicaré más detenidamente mi postura (no dogmática: podéis intentar convencerme de que estoy equivocado) sobre el tema de referencia:

    Existen conductas repetidas que son las costumbres. Cuando nos ayudan en nuestro desempeño, son hábitos. Cuando nos dificultan el camino, son manías.

    Las personas evolucionan, las costumbres cambian, la estupidez permanece.

    Alberto Secades

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  6. Yo tengo la costumbre de mirar mi correo cada día. Es un habito desde hace algún tiempo pero tengo la manía de no borrar lo que leo hasta que pasa un tiempo. ¿He aprendido la lección?
    Ya he visto que eres mi seguidor. Gracias, gracias.

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  7. Pues no considero sencillo ni rápido automoldear nuestro comportamiento y menos si lo enmarcas en la capacidad de adquirir hábitos. No niego nuestra capacidad de adquirir rutinas (al salir de la oficina voy por esta calle a casa, y si un día al salir tengo que hacer otra gestión me encuentro sin darme cuenta camino de casa)Se suele decir que "vas a piñón fijo"
    Pero hábitos que modifiquen nuestra manera de actuar es más complicado. Así que creo que más importante que adquirir hábitos es la fuerza de voluntad que pones para tratar de adquirirlos. Se suele pensar que una persona tiene mucha fuerza de voluntad cuando se propone hacer algo (como adquirir un hábito) y lo consigue.Y la tenemos por una persona de valía. Es muy vistoso, sí, reconfortante y encuentra enseguida el reconocimiento de los demás. Pero ¿y si no lo consigue? ¿ya no tiene fuerza de voluntad? ¿no sabe automoldearse? Lo importante no es adquirir el hábito, sino intentarlo y no abandonar en la lucha frustrante de comprobar que lo llevas intentando toda la vida pero no lo consigues. El valor de las personas y su capacidad de automejorar no está en los resultados de sus luchas internas, sino en la capacidad de volver a reincorporarse en sus intentos fallidos de por ejemplo adquirir un hábito

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  8. Yo, que habito con hábito en un sitio de hábitos, sólo puedo decirte: ¡Has dado nuevamente en la diana! Un abrazo fuerte.

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  9. Anónimo "Pues no considero ni sencillo ni rapido....."
    Estoy de acuerdo en que más que buscar habitos que modifiquen nuestr manera actuar para "llegar" a donde queremos llegar,hay que tener fuerza de voluntad y empeño:
    Yo sí creo totalmente en lo que dijo Brihadaranyaka Upanishad:(creo que el inglés es sencillo y no lo traduzco, ok?)

    "You are what your deep, driving desire is. As your desire is, so is your will. As your will is, so is your deed. As your deed is, so is your destiny."
    Saludos a todos,
    Nina

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  10. Momentos: perfectamente entendido.

    El tema de la fuerza de voluntad es demasiado complejo para que lo aborde como respuesta en un comentario como éste. Pero prometo dedicarle espacio en algún artículo venidero.

    En ese espacio que habitas, lleno de hábitos, ¿os dan de desayunar, comer y cenar habitas? El descanso sería ciertamente reparador...

    Y finalmente para Nina (o cualquier otro seguidor amable): ¿Sería demasiado pedir una traducción? Es posible que el inglés sea sencillo, pero no para todos. :(

    Gracias de nuevo a todos por vuestras estimulantes aportaciones.

    Alberto Secades

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  11. Perdonad, no traduje porque mucho se pierde en las traducciones.A ver si "percibís" lo que quiere decir mi mala traducción. Lo escribí al hilo de lo que un "anónimo" del blog C.S. S. dijo sobre la voluntad (ver arriba).
    Las Upanishads son escrituras vedicas, sanskritas, hay unas 108 pero hay once principales y la de arriba es una de ellas.

    "Eres el resultado de tu profundo, constante deseo/anhelo.Así, tal como es tu deseo. será tu voluntad. Como es tu voluntad, así será tu obra/acción. Como es tu acción, así será tu destino".
    Saludos a todos,Un beso Alberto!
    Nina

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