viernes, 23 de septiembre de 2011

La felicidad

Os contaré un hábito familiar: después de comer, solemos ver en TV Saber y ganar, el programa concurso presentado por el eterno Jordi Hurtado. Es un momento de sosiego antes de retomar las actividades vespertinas. Cada uno se lo toma de diferente manera: yo trato de acertar las respuestas a las preguntas que formulan y ella trata de desconectar, aprovechando que la locución del programa y mi voz se mezclan y la arrullan en una leve modorra.

Vengo comprobando sorprendido que las normas que se aprobaron para la TV pública se incumplen reiteradamente: es normal la presencia continua de publicidad (Si anuncian un programa, aunque sea de la misma cadena, no deja de ser publicidad. Los mini-reportajes de los programas ADO de patrocinio del deporte paralímpico, siguen siendo publicidad. Las campañas de ONGs, por muy humanitarias que nos puedan parecer, son publicidad pura y dura. Las campañas institucionales del Gobierno de España, todos sabemos lo que son).

Es también recurrente el incumplimiento de los horarios programados. En la página de rtve.es aparece claramente el horario de emisión, de lunes a viernes, 15.30 h. —esquina superior derecha—.


La información contextual que se emite con la señal, indica diariamente el horario de emisión, pero el programa empieza siempre con retraso, a las 15:40. En casa ya nos hemos acostumbrado y no parece que el país se vaya a indignar por esta pertinaz impuntualidad. Así que, necio que es uno, a las 15:30 me planto a esperar que empiece el programa y ver lo que sea que pongan hasta entonces. Normalmente me vengo tragando el tramo final de documentales que me alegro haber pillado empezados, la publicidad encubierta y, antes, disfrutaba enormemente con los logros de los deportistas paralímpicos, dignos merecedores de un mayor reconocimiento por su esfuerzo ejemplar.

Pero todo este panorama se vio alterado este lunes, histórico 19 de septiembre de 2011, que recordaré siempre. Es el inicio de un mini-espacio titulado La felicidad (en cuatro minutos). Adjunto vídeo de la edición correspondiente al jueves 22, que deberéis ver si queréis entender lo que pasará a continuación. Sólo os llevará… eso, cuatro minutos.


Vaya, espero que lo hayáis visto como yo lo he hecho. Bueno, de la misma manera que yo lo he visto, es complicado, porque, en mi caso, me ha cambiado la vida. Así, tal y como leéis. Uno dedicando tiempo y energías en un blog que me sirviera a mí y ayudara a quienes pudieran leerlo, echándole tiempo en buscar argumentos y La 2, quién si no, echa por tierra todo mi esfuerzo. En sólo cuatro minutos. En mucho menos del tiempo que tardo en conseguir que el ordenador se ponga en marcha.

En su página informan de sus intenciones y propósitos:

¿Qué nos hace felices? ¿Se puede educar para ser felices? La felicidad (en cuatro minutos) es un programa que invita a la reflexión y a la participación y que nace con la intención de aportar ideas para cumplir el sueño común de la humanidad durante siglos: ser felices.

Cada capítulo recoge la opinión de los ciudadanos y las frases célebres de todo tipo de personajes famosos nos han dejado sobre el tema a lo largo de la historia.

El programa cuenta con la colaboración del Instituto Coca-Cola de la Felicidad y cierra siempre con el análisis, comentario o sugerencias de expertos profesionales de prestigio que nos ofrecerán su testimonio personal.

Sé que ya no me llamarán para ofrecer mi testimonio personal como experto en felicidad.


Me han humillado y en mi venganza prometo ser cruel.


Sé que es complicado competir con un enemigo tan poderoso, pero no me da miedo enfrentarme con “El Instituto Coca-Cola de la Felicidad”.

Podrán convencer a la TV pública de que les patrocine y conseguirlo, integrando un logo que reza “patrocinio cultural” —tve patrocina al Instituto—, pero, habiéndome sentido retado por superar la estupidez sublime de “La República Independiente de Tu Casa”, no conseguirán que me eche atrás.




Lo siento por la chica que habla inglés y que parece que canta una cancioncilla infantil titulada “things that make me happyyyyyy”. Se acuerda de viajar, de los amigos, de la paz, del sol, pero termina con un perfect? que traducen por un premonitorio ¿vale?, —que titulará mi esperado próximo artículo—, cuando en realidad quería decir ¿me puedo ir ya?


También da motivo para el tema del día —otros anteriores fueron “Amores”, “Compartir momentos” y “Pasear en compañía”—, pero hoy esta simpática chica anuncia que vamos a “Viajar”.


La entradilla de presentación está repleta de imágenes molonas: canicas, una cara sonriente en un espejo, saltar descalzo sobre el césped, darse la mano, soplar las velas de una tarta de cumpleaños, darse un beso esquimal.


















Claro, así cualquiera llena de buen rollito a los espectadores.


Hoy va, ya lo dijimos, de viajes.

El primero de nuestros protagonistas es Enrique Gutiérrez. No sabemos si es su propia voz, o la del locutor, pero lo cierto es que no parece muy feliz. Comenta que él, antes —suponemos que antes de que le llamaran del programa— creía que no existía la felicidad completa. Ahora ha empezado un nuevo trabajo fuera de su ciudad. Y tiene que viajar. No es un tipo cualquiera: a su trabajo va en avión.

 

Su trabajo no es un trabajo cualquiera: es analista.


Y utiliza su herramienta de trabajo para analizar lo que le pasa. Analiza y ve que tiene dos problemas: separarse de su familia y hacer un equipaje —“cuatro libros, dos pares de zapatos, zapatillas, cuatro trajes, pijama, calcetines, paraguas y tropecientas cosas más en una sola maleta”—.

De verdad que no parece un gran analista preparando lo que debe llevarse para pasar cuatro noches fuera de casa. Así, en principio, cuatro libros —uno por día, para estar todo el día trabajando, parecen excesivos—. Dos pares de zapatos, ¿además de los puestos?, para pasar de lunes a viernes trabajando desplazado: o es Manolo Blahnik, o no me lo creo. Cuatro trajes metidos a saco en la maleta le llegarán con certeza arrugados. Meter un paraguas —por lo que parece intenta incluso meterlo abierto—no se le ocurriría ni a Mr. Bean.


Afortunadamente está casado con su tocaya —Ana, lista— que, como es natural, sabe cómo hacer una maleta en condiciones. Por eso Emilio, ahora, es doblemente feliz: vuelve con los suyos y —dónde antes no le cabían sus pertenencias— ahora le caben, además, los regalos que trae para todos. Yo creo que debió hacerse con el bolso de Mary Poppins.






Un 67.7% de encuestados se consideran muy felices viajando


La mayoría, por viajes de ocio. Simples que son; no saben apreciar la felicidad de preparar una buena maleta, como nuestro amigo Gutiérrez.


Un anónimo señala risueño: “lo más feliz de mi  trabajo, cuando cojo vacaciones; los días de vacaciones es lo mejor; cuando salgo después de trabajar; cuando cumplo el horario”. Es evidente que su trabajo no le gusta mucho. Es probable que, si preguntamos a sus compañeros, también señalen que lo más feliz de su trabajo es cuando él se va.



Un año después, en la cola del paro, terminaría recapacitando.


Otra anónima señala: “para mí la felicidad en general no existe, simplemente hay momentos felices; para resumirla, la resumiría en: amistad, música, saber cada día un poco más, si es posible”.

Mi recomendación: trata de hacerte amiga de Fernando Argenta; felicidad tres en uno.



10 comentarios:

  1. Muy bueno, jajajaja, me gusta Argenta jajajaja

    Ana -lista

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  2. Buen contraataque, Alberto.

    Pero en una partida de ajedrez rápida ya habrías perdido. Tu "rival" solo usa 4 minutos (4:10 para ser exactos), y solo con Mr.Bean y Mary Poppins ya llegas a los 7.

    Eso sí, he de decir que me han pasado más rápidos (por amenos) tus siete que sus cuatro.

    Todavía me estoy riendo con Mr.Bean. Será que soy muy simple.

    Espero ansioso la segunda entrega de tu enconada lucha con los "felicísimos" de la dos.

    Por cierto, qué es para tí la felicidad??

    Salu2

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  3. Saber y ganar aun no ha comenzado, así que llego a tiempo para comentar. Buen tema este que has elegido hoy para tu tesis doctoral, pero como sigas así voy a tener que pedirme una excedencia para poder seguirte. Je, je.

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  4. Me parece muy bueno Alberto, sobre todo el tema de las fotos melancólicas para despistar al espectador y crearle una percepción equivocada del anuncio.

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  5. Hasta hoy no habia podido leerlo, yo tambien soy fan de saber y ganar, y como tu en casa tambien comentamos la falta de respeto al horario y la publicidad que nos meten. He visto el video, y me considero... basica, mi felicidad es la vida, el dia a dia, aunque a veces no sea buena, está ahi.Vivir , leer, aprender.

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  6. Gracias a todos. Me demoro en contestar porque saboreaba la felicidad que vuestros comentarios me han provocado.

    Ana: No hay nada como saber leer entre líneas.

    Luis: No se me ocurriría practicar el ajedrez (y menos en su variante rápida). No tengo ni la paciencia ni los conocimientos para drisfutar de ese deporte. Después de ese vídeo, enganchamos unos cuantos en secuencia y nos reímos todos muchos. Los cuatro varones de casa somos esencialmente simples. Seguro que cuando leas la segunda parte, encontrarás una definición de lo que es la felicidad (al ser definición, vale para mí y para todo el mundo). ¿"Salu2" tiene copirrai"?.

    Momentos: Algún día te contaré que un hada madrina me concedió con su varita la capacidad de escribir. No es culpa de ella; creo que me pasó como a Óbelix, que me caí dentro del menhir y ahora tengo que cargar con la marmita. ¡Están locos estos felicistas!

    juil93: Gracias, pero todavía sigo preguntándome cuáles son las fotos melancólicas.

    mlllar: Debemos ser las únicas casas que se fijan en el incumplimiento reiterado: todavía no tengo noticia de que en ninguna plaza acampen indignados quejándose públicamente. La felicidad es la vida que, a su vez, es facílisima: un día, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro, y luego otro.....................

    Gracias a todos por seguir ahí.

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  7. GUION, QUERIDO, VA SIN ACENTO...ÚLTIMA REFORMA DE LA RAE...

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  8. Anónimo: Pues si que vamos listos con las reformas de la RAE...

    Alberto Secades

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  9. el simple hecho de despertarnos cada mañana ya deberia hacernos felices.
    cada nuevo dia son miles de oportunidades de encontrar la felicidad

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  10. Marta: La felicidad depende siempre de uno mismo. El que quiere encontrarla, la encuentra; el que no quiere, no. Es así de sencillo

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