Con dos días de retraso, me propongo comentar el día del libro; esa fiesta que organiza el sector y que, tradicionalmente, ha tenido como centro de la celebración un objeto, el libro.
El sector está sometido a grandes tensiones que redundarán en profundos cambios. Nadie parece saber hacia dónde se moverá. La actitud ante su fiesta gremial no hace más que inspirar desconfianza en que hayan encontrado las claves para una transformación provechosa.
Uno tiene la sensación que la adoración hacia un objeto es un atavismo, como ya apunté en otro lugar.
Al centrarse en un objeto, tiene un importante componente fetichista. Se olvida, repetidamente, que lo importante es la acción y no el objeto.
El afán de protagonismo de algunos de los actores (necesarios, pero secundarios), convierte a los intermediarios —editores, distribuidores y libreros— en anfitriones que tratan de robar el protagonismo de las dos partes destinadas a encontrarse: escritores y lectores.
Si se entiende que la escritura es una actividad dirigida a otros, se establece una relación de servicio en la que el escritor es el proveedor y el lector, el cliente.
La transformación debería cumplirse —y lo hará de forma satisfactoria si se articula entendiendo estas claves— que los protagonistas son los actores y, de ellos, los principales los lectores, los clientes que soportan toda la actividad económica implicada.
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| "Leyendo" Foto: BrittneyBush |
El mejor síntoma sería que en 2013, se hablara de la fiesta de la lectura; ésa sí que está pasando una crisis.
Gratos y propicios días sr D Alberto:
ResponderEliminarMe alegra mucho saber que hoy, dentro de la tónica a la que nos tienes acostumbrado con tus temas de rabiosa e incontestable actualidad, has dedicado este al día del libro.
23 de Abril: se fue D Miguel, se marchó Sir William, pero los que ahora ocupamos la corteza terrestre hemos heredado esa pasión por ese más que pasatiempo, un arte diría yo, el poder disfrutar de las páginas de un libro.
Lamentablemente hoy en día mucha gente sólo se acuerda de esa fecha por el descuento que le hacen a la hora de adquirir un ejemplar, y eso queda un poco frío.
Mantengamos esa espiritu vivo, muy vivo y los libros seguirán formando parte de nuestro entorno vital.
Always on my mind, dirían Pet Shop Boys
Juan Angel:
EliminarVeo que has detectado mi creciente deriva hacia la actualidad. Me propongo rectificar. Ni fue la idea inicial, ni quiero que se prolongue durante más tiempo.
Sé que compartimos el gusto por los libros. Sin embargo, en el artículo lo que reivindico es la necesidad de una apasionada defensa de la lectura (y por descontado la escritura).
Porque si desaparecen los libros (como los discos), algunos nos veremos afectados (pero tampoco pasará nada). Pero si desaparece la lectura (como si lo hace la música), el daño será irreparable.
Un afectuoso saludo
El libro ,nuestro gran amigo de tantos años , yo hoy me pondría a filosofar sobre lo que el libro ha hecho con nosotros , las profesiones por ejemplo pero lo que hoy digo es que espero que los niños y jóvenes adquieran el hábito de la lectura , para mi indispensable .
ResponderEliminarun saludo
Completamente de acuerdo, Anabel.
EliminarLeer nos hace humanos, nos permite viajar en el tiempo y en el espacio, nos facilita la adquisición de conocimientos, es una ayuda indispensable a la socialización.
Hay que defender la transmisión de la búsqueda de profundidad por medio de la lectura.
Un cariñoso saludo.
Hola Alberto,
ResponderEliminarSin duda, un acertado análisis. Coincido plenamente: centrarse en el objeto y no en la acción, la actividad y el disfrute, es un error. Eso lo comprendieron hace tiempo los fabricantes de otros artículos de consumo -sí, el libro lo es- y basan su comunicación de producto en el disfrute.
Hasta tu siguiente artículo!
Bernat
Muchas gracias por participar.
EliminarSerás bienvenido siempre.