martes, 17 de mayo de 2016

Desfachatez y artistas muertos

Ricardo Villegas:

Belén Esteban dijo que había escrito un libro. Mario Vaquerizo, dos. El fin de semana pasado terminé asustado viendo el festival de Eurovisión. Hay un elefante que dibuja con la trompa y colaron un cuadro de un mono en un museo de arte moderno. Lo único que une todos esos conceptos es la puta desfachatez. Desfachatez y desprecio por los que hacen las carreras de Bellas Artes, por los que tiran a la papelera folios llenos de historias y por los que buscan un acorde nuevo o un sonido diferente. A veces, ni siquiera es diferente, sino bueno. Aceptable. Cualquier cosa de la que sentirse orgulloso. Ahí reside otro problema: el orgullo. No puede tener orgullo el cantante de Polonia, ni Eduardo Inda si uno se llama a sí mismo artista y el otro periodista. No pueden tener orgullo Pdro o Pablo; hacen marketing indigno hasta para los ¿creativos? de MediaMarkt. No pueden creer que lo hacen bien Mariano y Albert porque uno no acepta que lo puede hacer mejor y el otro se ha subido, con el beneplácito de Pablo, a un pódium tras un campeonato que ni siquiera han permitido que empiece. No puede ponerse la medalla de director de cine Santiago Segura, porque tendríamos que asumir que Woody Allen y él, “8 apellidos vascos” y “El apartamento”, son lo mismo. Van Morrison y Pitbull. Cervantes y Mari Cielo Pajares.

¡Qué gran cantidad de insultos!
¡Qué miserable autoestima desequilibrada!
¡Qué puto mundo de despropósitos y egos desmedidos!


Y hay quien dice que todo es arte, pero una mierda de perro en medio de la acera no es una escultura de Rodin. Un post no es literatura. Un grito no es un cantante (salvo que la que grita sea Beth Hart).



En algún lugar se quedó la vergüenza. Y los locos rellenan de mentiras sus tarjetas de visita. Los que siguen a los locos son aún más locos.

Los artistas de verdad se mueren. Con las manos gélidas.

Ignorados.

4 comentarios:

  1. Excelente reflexión, lo decía el tango, "Cambalache", lo que me hace pensar que la desfachatez llevá años entre nosotros, con sus disfraces y sus mentiras directas al corazón de la masa, al cerebro de la opinión, donde se fabrican genios de mediocres.
    Y encima es aplicable a todos los órdenes.
    Saludos.

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    1. Sabía que había usado el tango de Santos Discépolo en algún artículo anterior, y era como una reivindicación de ciertas costumbres que se van quedando obsoletas, como volver la cabeza por haberte cruzado con una mujer guapa y sentir que eres el único que la ha visto.
      Mañana el blog cumple cinco años y, quizá por eso, estoy un poco nostálgico.
      http://www.comunsinsentido.com/2013/11/nostalgia-de-aquellas-antiguas.html

      Gracias.

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  2. Precisamente tocas tres nombres que me inducen a correr, a salir pitando: Belen Esteban, Mario Vaquerizo y Eduardo Inda. Aunque hay más...

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    1. Somos minoría.
      Mi amigo Ricardo (autor del texto) y yo (morcillero irredento) somos la punta del iceberg.
      Pero ya sabes, querido amigo, la mayor sensibilidad siempre se encuentra en la punta.

      Gracias.

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