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lunes, 15 de junio de 2015

Planear

Nos gusta planear.
Dejarnos llevar por ideas que, sin saber cómo, surgen, nos mecen, nos arropan, nos envuelven, nos mueven y nos confortan.
Nos confortan, porque nos mueven.
Porque nuestros planes siempre implican movimiento.
Nos movemos buscando acción, tratando de alterar una rutina que se nos hace sofocante.

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Nos gusta planear.
Soñamos que cambiamos, que hacemos las cosas de otra forma.
Que escapamos de un destino uniforme y monótono.

"Existe una cierta uniformidad monótona en los destinos del hombre. Nuestras existencias se desarrollan según leyes antiguas e inmutables, atendiendo a una cadencia propia, uniforme y antigua. Los sueños no se hacen nunca realidad, y en cuanto los vemos rotos, comprendemos de repente que las mayores alegrías de nuestra vida están fuera de la realidad. En cuanto vemos rotos nuestros sueños, nos consume la nostalgia por el tiempo en que bullían dentro de nosotros. Nuestra suerte transcurre en ese alternarse de esperanzas y nostalgias".

Natalia Ginzburg 

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Nos gusta planear.
En ocasiones, con calma y determinación, realizamos un trazo preciso que fija nuestros sueños o ideas.
Más a menudo, improvisamos un fugaz bosquejo, sin demasiado orden y ningún concierto, que nos lleva errabundos.


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Nos gusta planear.
Dibujamos un nuevo plan que conforme nuestra nueva estrategia, recién descubierta.
O nos embarcamos en un ingenio que nos haga sobrevolar nuestro hastío y nos lleve, planeando, lejos de todos, lejos de todo, cerca de ti y de mí.

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Nos gusta planear.
Pero nos cuesta encontrar el momento para poner nuestros planes en marcha.
Quizá sólo haga falta, como Batman, coger la capa, vestirse con ella y ponerse a volar.

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“Nunca llegarás a un lugar en el que tú no estés. Sería un sinsentido”.

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Referencias:
El fragmento de Natalia Ginzburg se encuentra en el ensayo —‘Infierno en los Abruzos’
Abre el libro “Las pequeñas virtudes” (Acantilado, 2002)

Geat Cape. Wear Cape. Fly es el nombre de escena empleado por Sam Duckworth
“Find the time” fue su single de más éxito, extraído de su segundo trabajo, “Searching for the hows and whys”, 2007

viernes, 12 de septiembre de 2014

Ideario político

Quizá suene a oxímoron.
No extraña; máxime viendo la actitud que, ante ideas o principios, toman los participantes de la política.


"A este ritmo, todos calvos"

Los marxistas resultaron pioneros, afirmando poder presentar otros (principios) si los presentes no fueran de nuestro agrado.
Otros se aferraban con cerrazón califa. Su repetición como mantra (“programa, programa, programa”) se recuerda con añoranza.
Hoy, cuando los idearios son elegibles y se vislumbran líderes con actitudes mesiánicas, la religión parece más que una asignatura a erradicar.

Seguramente, un método a reivindicar.

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“Soy político. Seré fiel a mi decálogo”.

— Como los diez mandamientos.
— Sí. Pero, para abreviar, se resumen en dos.
— Igual que los de siempre.
— No exactamente. Los nuestros son:

“Manda y miento”.

(Sin alternativas)

Si la política originara sentimientos amorosos, la banda sonora estaría firmada por Harvey & The Moonglows: Ten commandmets of love.

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No es difícil adivinar cinco personajes que me pasaron por la cabeza.
Los dejo en orden alfabético, por si alguien quiere atar cabos.

Anguita, Julio
Díez, Rosa
Iglesias, Pablo
Marx, Groucho
Mas, Artur

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Un fructífero intercambio con Crul fue el caldo en que se cultivó el artículo.
Él no tiene la culpa, pero debo darle las gracias.

sábado, 6 de abril de 2013

Atasco


Un viaje y unas vacaciones escolares (claramente mal planificadas) me han impedido pasar de un número que se mantiene redondo.

Leyendo el texto que intitulaba el escrito precedente, se puede imaginar un sentido oculto que nunca llegó a existir. Pero la imaginación es libre y, cuando se espolea por la ociosidad, se obtienen frutos impredecibles...

"Algunas ideas" (Foto: bitzcelt)

En cualquier caso, ando ahora liado, tratando de organizar los temas sobre los que trabajo para escribir un artículo, que se amontonan en desorden en el lugar donde los anoto; un completo caos. Necesito aplicarme una lavativa: trataré de sistematizarlos, apuntando título provisional, resumen sucinto del argumento y estado de la situación en que, en este momento, se encuentra el artículo.

Seguro que me procurará alivio.

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De crónicas y de previas. (20/100)

El periodismo (en especial el deportivo) se centra, de forma alarmantemente creciente, en presentar los acontecimientos que van a suceder, más que en analizar, en profundidad, lo que ya ha ocurrido. En determinados medios (radio) o formatos (tertulias) se nota el aumento de la improvisación; una preocupante ausencia del uso del guión como forma de articular (más que encorsetar) los contenidos. Cuando existe (el guión) se utiliza como patrón de lectura. Se propone el uso intencional de las radios amateur como taller para las personas que tienen interés en desarrollar sus habilidades para hablar en público. Y se denuncia, de paso, el abandono actual del medio, más allá de los fines estrictamente comerciales.

El efecto “Rear window”. (90/100)

La película de Hitchcock, “La ventana indiscreta”, presenta, de forma singular, el efecto de sentirse observado (que aprecian exclusivamente los que son, a su vez, voyeur declarados). Un inolvidable resumen visual.

Encapsular. (75/100)

Frente a la formulación más extendida —que presenta a los niños sobreprotegidos como amparados bajo una burbuja— se propone un modelo alternativo, de mayor alcance, articulado en torno a cápsulas. Una revolución conceptual.

Sobre la legitimidad. (10/100)

La eterna discusión, irresuelta en el prisma que dibujan las nuevas relaciones sociales (y el acceso indiscriminado a la elaboración y consulta de información que resulta de las nuevas tecnologías), acerca de quién presenta credenciales suficientes para resultar solvente en el análisis en profundidad. Duelo de titanes (independencia vs. relevancia).

Móviles, NO. (60/100)

Manifiesto ideológico contra el uso extendido (e inadecuado) de los móviles. Propuesta de un entrenamiento asertivo en el uso de la identidad personal (y la propia afirmación) como elemento combativo de adicciones presentes y futuras.

Hablar entre líneas. (10/100)

Una doble reivindicación: desarrollar una cortesía para las nuevas relaciones a distancia / recuperar la búsqueda de la doble intención, la sutileza perdida por la aplastante aparición de la instantaneidad y la literalidad.

Me gusta ser portero (de hockey sobre patines). (1/100)

¿Se puede trasladar a un corto de cine la épica inherente al deporte minoritario y altamente especializado?


Un anuncio de la serie de TV “El mentalista” presenta un acercamiento completamente desenfocado. Cómo mostrar las patrañas ocultas en los charlatanes profesionales.

Sonrisas y lágrimas. (80/100)

Un repaso al musical y a los formatos en que se ha presentado. Y se aprovecha para mostrar una antigua reclamación: la inconveniencia (y las inevitables consecuencias, a largo plazo) del doblaje.

Bagdad Café. (70/100)

Revisión (estrictamente personal) de una película de culto.

Me sacan los colores. (15/100)

Camaleones cambiando de aspecto: Banco Sabadell / McDonalds / Telefónica / Coca-Cola / Banco Santander / Bankia. La caradura de explotar las emociones de la audiencia.

El ventilador. (5/100)

Relato ficticio de las denuncias de un sistema del que NO hubiera tenido que ser partícipe.

El síndrome de Diógenes / Stendhal. (10/100)

Reacciones extremas ante la acumulación excesiva. Desmontando mitos mal asimilados.

¿Predecesor / antecesor? (0/100)

Lugares comunes. (15/100)

La extensión de algunos clichés está próxima a convertirse en epidémica. Se analiza su vida típica y se proponen alternativas para romper el círculo. ¿Por qué decir democratizar la cultura, cuando el propósito es universalizarla?

Alternativas como forma de libertad. (10/100)

La expresión de la libertad individual pasa, necesariamente, por la capacidad de encontrar alternativas viables. Reacción virulenta ante la restricción de oportunidades.

El compromiso. (30/100)

Defensa de una forma (anticuada) de afrontar proyectos vitales.

Natural. (80/100)

Análisis exhaustivo de la idea–fuerza de mayor calado en la publicidad televisiva actual.

Fantasías y fetiches. (15/100)

Incentivando la curiosidad (malsana).

Tratantes de ganado. (10/100)

La vuelta a hábitos abandonados. El apretón de manos. El pago en efectivo. Cumplir los compromisos. Madrugar. Trabajar duro. Recuperando la épica pastoral.

Maldito gurú. (20/100)

Me aburren los que creen que saben de todo (a veces la existencia solitaria puede resultar soporífera).

La vagancia. (25/100)

¿Cómo hacer pasar por creatividad la falta de productividad? Nuevas soluciones para retos antiguos.

Horarios españoles. (10/100)

Cambio de hora, ¿cambio de paradigma? La estandarización evitable.

viernes, 23 de marzo de 2012

Tener ideas


"Sin ideas" Foto: the|G|â„¢

“No existen ideas estúpidas;
lo verdaderamente estúpido
es no tener ninguna idea”

Benito Moledo

martes, 13 de marzo de 2012

Ley de Gresham

“Cuando en un país circulan simultáneamente dos tipos de monedas, ambas de curso legal, y una de ellas es considerada por el público como ‘buena’ y la otra como ‘mala’, la moneda mala siempre expulsa del mercado a la buena, pues los consumidores prefieren ahorrar la buena y no utilizarla como medio de pago”.

"En equilibrio" Foto: Bohman

La gente actúa como si considerara a las ideas como monedas.

domingo, 23 de octubre de 2011

Los librepensadores

La libertad es la capacidad de elegir. Tener alternativas y, entre ellas, optar por la que, cada uno, considere más adecuada a sus circunstancias particulares.

Foto: Maja_Larsson


Los librepensadores piensan por sí mismos: son independientes de los criterios de orden general; no siguen consignas y valoran las cosas según su juicio personal.

Parte de la libertad está condicionada por la asunción de responsabilidades: soy libre para decidir lo que quiero hacer, pero asumo responsablemente las consecuencias de mis actos.

Ser un librepensador no es una muestra de rebeldía; es una manifestación de responsabilidad.

Los librepensadores son seres eminentemente sociales: comprenden las consecuencias que sus propios actos acarrean sobre los demás; sufren en ocasiones la inconsecuencia de los que, ajenos a los que les rodean, se comportan de manera egoísta, atendiendo únicamente a sus deseos y pervirtiendo el sentido comunitario de la convivencia.


El librepensamiento se fundamenta en tres patas que le prestan su apoyo y fortalecen su firmeza:

ü      Libertad
ü      Raciocinio
ü      Responsabilidad


Es un camino en ocasiones solitario: supone una búsqueda de la propia identidad y la voluntad de afirmarla frente a quien quiera combatirla.

Es peligroso: convierte a sus practicantes en seres independientes, no alineados, difícilmente manejables e imposibles de encasillar.


El librepensamiento no es un fenómeno político, ni religioso, ni sectario: es un acto —simple y llanamente— humano.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Las ideas


Foto: Tiago Daniel

En el proceso de elaboración de pensamientos propios —esa actividad tan humana y, últimamente, tan infrecuente— cobra protagonismo el afán del interesado de señalar su propia identidad. Tiene uno la sensación de que hay quienes no se sienten cómodos identificando sus necesidades particulares si, para hacerlo, tienen que encontrase a solas. En este mundo, tan asocial como socializado, nos cuesta asociarnos con nosotros.

La creatividad, definida como la “capacidad para aportar respuestas nuevas que contengan valor”, implica la superación del miedo a la equivocación: buscar —en ocasiones por medio del método de ensayo y error— soluciones personales. Ésas son mis ideas.

A veces están en el aire, pero, por lo general, suelo encontrarlas en mi interior.

jueves, 9 de junio de 2011

Nigel May Barlow: re-think

Así, en principio, la idea resultaba atractiva: un libro que animaba a pensar de forma diferente, que fomentaba la creatividad y que planteaba fórmulas para ayudar a realizar esos cambios.

En realidad, el libro es un compendio de ideas (algunas de ellas fusiladas sin piedad), sin una estructura demasiado clara y que en su derrota va notablemente perdiendo interés.

En ocasiones, el pastiche muestra una profunda confusión conceptual y su propósito coctelera encolerizó por momentos al que suscribe.

En el capítulo 10 [Tú, yo, nosotros: relaciones], dedicado en exclusiva a las relaciones de pareja, deja una frase que me tiene confuso porque aún no he conseguido comprender:


"Está claro que las culturas más antiguas son sensibles a los ritmos y ciclos de varias formas y defienden, por ejemplo, que una pareja no debería hacer el amor durante los días del período de la mujer. Ésta es una admisión de que su diferencia esencial debería ser respetada, a pesar de que en el mundo occidental existe una tendencia a anular esos ciclos naturales. Quizá sea una manifestación de la creencia reinante del consumismo, según la cual todo debería estar disponible en cualquier momento".
En ese momento decidí dejar el libro y replanteármelo.

Esa incierta edad [el libro]

A veces tengo la sensación de que llevo toda la vida escribiendo este libro. Por fin está terminado. Edita Libros Indie . Con ilustracio...