miércoles, 22 de junio de 2011

Reformulando la Formación

Adaptación competencial al cambio.

Foto: wouter_kersbergen
Definimos la inteligencia como la capacidad de adaptación. Una persona demuestra su inteligencia, adaptando su comportamiento a las circunstancias imperantes. Cuanto mayor sea mi adaptabilidad, mayor será mi inteligencia. Dado que necesito alcanzar unos determinados resultados (ya se verán cuáles), deberé ser capaz de entender que las circunstancias presentes determinarán mi comportamiento. Elijo la ropa que me pongo en función de las condiciones climatológicas. Si adecuo la ropa que elijo a las condiciones presentes, demostraré mi inteligencia a la hora de determinar mi vestuario.

Asumimos que las personas se encuentran inmersas en un camino que les conduce en busca de la felicidad. Tres apuntes iniciales:

ü      Felicidad no hedonista, no inmediata, no superficial
ü      Felicidad no exclusiva, no reduccionista, no selectiva
ü      Basada en el juicio personal, individual, identitario

Cada persona tiene que sentirse responsable de establecer los criterios que gobiernen su propia vida y que atiendan, al menos, a tres focos de interés en torno a los cuales organizar su comportamiento: vida familiar, vida laboral y vida personal. Desatender cualquiera de estos tres ámbitos significará un seguro fracaso personal. Establecer criterios propios que determinen los cauces por los que discurrirá mi comportamiento, atendiendo a los ámbitos en los que necesariamente se realizarán, supone una inversión segura para facilitar la consecución de mi propia felicidad personal y la de las personas que forman parte de mi entorno.

Trabajando de esta manera,

ü      entendiendo que mi propósito es alcanzar la felicidad completa
ü      construyendo mi proyecto vital atendiendo a los ámbitos en los que deberé desempeñarme
ü      aceptando que mi comportamiento deberá ser moldeado por las circunstancias presentes y variables en cada momento

asumiré que mi identidad personal se encuentra permanentemente en un proceso de desarrollo y de cambio.

Los cambios que se producen en mi vida pueden ser de carácter casual o intencionado y pueden tener un origen interno o externo a mi persona.

En el ámbito laboral la formación es una herramienta intencionada y externa a la persona, que busca el cambio en el comportamiento del formando (participante activo de la formación y sujeto del cambio) y que propicia su desarrollo, adaptando sus competencias personales a un nuevo conjunto de circunstancias.


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2 comentarios:

  1. La búsqueda de la felicidad te hace infeliz.
    Kas.

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  2. En la búsqueda de la felicidad de los demás, te encuentras antes con la tuya.
    Trazos

    ResponderEliminar

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