Me apoyo en la polisemia del término que encabeza este escrito, que describe con tino el asombro ante la precisión de la escritura del autor y, más todavía, la congoja que produce imaginar que, lo que ya pasó y dejó una huella profunda, haya quedado en el olvido, o eso se intuye a la vista del panorama patrio, que no transmite más que una sensación de comportamientos cerriles, apelotonándose el personal en bandos, como sucedió entonces y como parece que están irremediablemente empeñados en conseguir que vuelva a reproducirse ahora.
La
más injusta de las guerras —asumiendo de partida que todas lo son— es la que
rompe a un pueblo en dos; en la que luchan hermanos contra hermanos, padres
contra hijos y en la que, desde el principio, todos deben asumir que acabarán
siendo perdedores.
“La estupidez y la crueldad se enseñoreaban de España. ¿Por dónde empezó
el contagio? Los caldos de cultivo de esta nueva peste, germinada en ese gran
pudridero de Asia, nos los sirvieron los laboratorios de Moscú, Roma y Berlín,
con las etiquetas de comunismo, fascismo o nacionalsocialismo, y el
desapercibido hombre celtíbero los absorbió ávidamente. Después de tres siglos
de barbecho, la tierra feraz de España hizo pavorosamente prolífica la semilla
de la estupidez y la crueldad ancestrales. Es vano el intento de señalar los
focos de contagio de la vieja fiebre cainita en este o aquel sector social, en
esta o aquella zona de la vida española. Ni blancos ni rojos tienen nada que
reprocharse. Idiotas y asesinos se han producido y actuado con idéntica
profusión e intensidad en los dos bandos que se partieron España”.
Ésa
que se empeñan en recordar, no con la intención de sofocar los rescoldos de las
diferencias, sino atizando las ascuas de una insurrección insensata.
Y
extraer de la lectura del libro, como una verdad ineludible, la imperiosa
necesidad colectiva de reflexionar, y que no sea en balde, sobre lo estúpido (y
carísimo) que resulta no aprender del pasado, empeñándose en mantener la
condena de la repetición perpetua de ciertos errores.
En
la última de las novelas, “Consejo
obrero”, —que parece un remedo de su experiencia directa—, se narra el
juicio sumarísimo de un trabajador de la fábrica y el resultado del mismo:
“Le condenaron, sin embargo. ¿Por qué? Por lo mismo que condenaban antes
la burguesía: por miedo. Miedo a la libertad. El miedo odioso del sectario al
hombre libre e independiente”.
*****
AUTOR
Periodista
sevillano, nacido en 1897. En 1920 se casa y, dos años después, se traslada a
Madrid. En 1927 obtiene el premio Mariano
de Cavia por el reportaje “La llegada
de Ruth Elder a Madrid”. Trabajando para “El Heraldo” realiza viajes que se concretan en reportajes, un par
de libros —“La vuelta al mundo en avión.
Un pequeño burgués en la Rusia roja” (1929) y “Lo que ha quedado del imperio de los zares” (1931)— y una novela, “El maestro Juan Martínez, que estaba allí”
(1934).
En
1935 publicó su obra más famosa, “Juan
Belmonte, matador de toros; su vida y sus hazañas”, una biografía del
mítico torero.
Era
director del periódico “Ahora” en el
comienzo de la guerra civil, puesto que seguiría desempeñando, al servicio de
la República.
“Cuando el gobierno de la República abandonó su puesto y se marchó a
Valencia, abandoné yo el mío. Ni una hora antes, ni una hora después”.
Se
exilia con su familia en París. Se hospeda en un hotelito humilde, donde
“...viven mal y esperan morirse los más diversos especímenes de la vieja
Europa: popes rusos, judíos alemanes, revolucionarios italianos..., gente toda
con un aire triste y un carácter agrio que se afana por conseguir lo
inasequible: una patria de elección, una nueva ciudadanía”.
Superando
la atracción de sumarse a una legión de desarraigados, vuelve a escribir: las nueve
novelas que forman el libro que sería publicado por primera vez en Chile en
1937.
Es,
pues, una obra escrita antes de conocer el resultado de la contienda que, C.N.
anticipó de forma clarividente:
“No me interesa gran cosa saber que el futuro dictador de España va a
salir de un lado u otro de las trincheras”.
“El hombre que encarnará a la España superviviente surgirá merced a esa
terrible e ininteligente selección de la guerra que hace sucumbir a los
mejores”.
“En lo interior, un gobierno dictatorial que con las armas en la mano
obligará a los españoles a trabajar desesperadamente y a pasar hambre sin
rechistar durante veinte años, hasta que hayamos pasado la guerra. Rojo o
blanco [...], probablemente ninguna de las dos cosas, o ambas a la vez. [...]
esta mínima cosa que se decidirá al fin en torno a una mesa y que dependerá en
gran parte de la inteligencia de los negociadores, habrá costado a España más
de medio millón de muertos. Podía haber sido más barato”.
*****
Estremecedor.
*****
DOCUMENTAL
La
productora ASMA Films ha realizado
un documental sobre el escritor sevillano, dirigido por Daniel Suberviola y Luis
Felipe Torrente, con la participación de Antonio Muñoz Molina, Pilar
Chaves Jones, Andrés Trapiello, María Isabel Cintas y Jorge Martínez Reverte. En esta página se concretan
todos los detalles del proyecto.
De
plena actualidad: el XVI Festival de cine “Ciudad de Astorga” premia al documental,
en una ceremonia celebrada anteayer, sábado 14 de septiembre.
Notas
de Esencia
cine, León
noticias, iLeón
o Los
amadores del cine.
Esperemos
que el galardón ayude a su difusión.
*****
PRÓLOGO
Nada
de lo escrito tiene sentido sin leer el prólogo.
Dicho
de otra forma, el prólogo se extiende, más allá de la obra, pleno de vigencia
en septiembre de 2013, cumplidas las bodas de platino de la primera edición del
libro que presenta.
Cualquiera
que crea que su pensamiento no es prisionero de un bando (sintiéndose formar parte
de una banda), o se sienta deudor de los que están en contra de “la estupidez y la crueldad” (como
formas más despreciables de relacionarse en sociedad), o que crea considerarse
defensor del sentido del deber (adaptando su compromiso a las circunstancias
cambiantes, en lo personal y en el entorno), puede encontrar justificación en
su lectura.
Se
adjunta en este enlace.
Resulta
sorprendente comprobar que, quien fue denostado por todos, sea hoy reivindicado,
pese a que se tiene la sensación de que la fundamental de sus tesis políticas
(el rechazo a una lateralidad de ambición totalitaria y excluyente), es
incomprendida. Imagino a C.N., hoy, declarándose antisistema.
Juzga
tú mismo.
*****
Doy gracias a Mike
& libros que, en una reciente
reseña del libro, me sirvió de empujón definitivo para su lectura.
*****
Más información:
Ficha del libro en Libros del asteroide.
Página sobre Manuel
Chaves Nogales.
Artículo de Andrés Trapiello — “La
guerra no contada”
Muy buena reseña. Seguro que gracias a ella se animan otros tantos a asomarse a esta obra maestra.
ResponderEliminarEstoy convencido que cualquiera que se anime a leer el prólogo, terminará leyendo la novela.
EliminarAhora espero localizar el documental.
Un saludo.
Se nota cierta seriedad en el prologo tal vez atisbes derroteros complicados en este país con una facilidad para el parricidio. muy interesante , prometo buscar el libro y tragármelo sin duda. lastima no haberlo conocido en Verano
ResponderEliminarLo más alucinante del prólogo es estar escrito en 1937. La novela, por lo demás, es fantástica. Describe bien lo que supone una guerra, de insensato, de estúpido y de cruel, pese a los rasgos de valentía que encierra en ocasiones.
EliminarQué bien que animas a leer. Qué bien que animas a disfrutar de buenos escritores y mejores libros
ResponderEliminarAhora estoy enganchado a Chaves Nogales. Estoy con "Juan Belmonte, matador de toros" y luego le daré a "La vuelta a Europa en avión".
EliminarDa gusto leerle, la verdad.